Sociología:

LA TELEVISIÓN Y SU INFLUENCIA

La Televisión y su Influencia

Los niños y niñas de la nueva generación reciben diariamente a través de la pantalla de la televisión y de los cuentecitos infantiles y del cine, revistas, etc., una tremenda dosis venenosa de asesinatos, balaceras, crímenes espantosos, etc.

Samael Aun Weor

La Televisión es uno de los inventos más extraordinarios que se ha logrado por este siglo y quizás en este milenio. De haberse utilizado para mostrar la belleza de la naturaleza, el verdadero arte, la autentica cultura y una ciencia combinada con la ética y la mística trascendental, a estas alturas se hubiera convertido en una bendición para la humanidad.

Si bien es cierto que parte de esto se emite por algunos canales de Televisión, pero esto sólo es un mínimo porcentaje y en horas en que hay muy pocos espectadores.

Lo más triste de todo es que la enseñanza que en gran medida adquirimos en la Televisión es violencia, peleas, adulterios, robos, escenas eróticas, mentira, crímenes, etc., y para el colmo de los males en Navidad, el 30 de Abril, en el cumpleaños, regalamos pistolas, cañones, espadas, etc. de juguete para que nuestros hijos imiten a la perfección lo que aprendieron de su héroes de  la llamada “pantalla chica”.

 Gran parte de la forma de pensar que prevalece en el mundo se debe a la influencia de la televisión, parece increíble que existan momentos en que un gran porcentaje de la población de una ciudad o un país estén con los mismos sentimientos, pensamientos o deseos por la trasmisión de una telenovela o programa de gran popularidad.

Varios son los casos en el mundo que niños han disparado armas de fuego a otros y los han matado o herido, sólo porque así lo vieron en la televisión.

Es muy común que nosotros enviemos a los niños a pasar grandes ratos en la en la televisión para que no estén “dando lata” , sin ninguna responsabilidad de saber qué es lo que están viendo y mucho menos dándonos cuenta de cómo tales programas influyen en su forma de ser y actuar.

Antes las esposas esperaban a sus maridos que venían del trabajo y costumbre era el comentar los distintos acontecimientos del hogar, de los hijos, del mismo trabajo. Varias son las que no pueden ya hacerlo, pues se encuentran  totalmente identificadas con la telenovela, el baile de la nueva ola, etc. L

os domingos que es el mejor día para la convivencia con la familia y de sano esparcimiento, cada vez es menos frecuente también, puesto que el fútbol, las luchas, el box, el béisbol, las olimpiadas, carreras de autos, etc. ya no permite al hombre convivir con sus hijos o su esposa.

La Tele - dependencia es otra forma de droga, que como las otras drogas nos permite escaparnos de la realidad, para refugiarnos en un mundo de fantasía, que suele crearnos patrones de conducta que en verdad nunca solucionarán nuestros problemas de la vida.

El teatro de Babilonia tenía una característica muy especial, lo que podían apreciar los espectadores era REAL, no se basaba en meras especulaciones, fantasías, ni se buscaba finales felices que nos mantuvieran contentos, sino que se podía observar de tales escenas, dramas, comedias, de que “tales” actos traen como consecuencia “tales” consecuencias. Se podía observar con entereza los resultados de la violencia, de la mentira, del adulterio, etc.

Ahora lo que vemos en muchos programas son increíbles fantasías en las que hágase lo que se haga, todo termina en un final feliz, que dista mucho de la realidad. Es obvio que esto lo vamos aprendiendo, desde pequeños se va metiendo en nuestro subconsciente y se nos crea una idea falsa de que si mentimos, nos peleamos, engañamos, robamos, etc. al final “vamos a ser felices”...

Ahora somos “Modernos”, estamos levantando una sociedad donde nuestro consejero, guía o líder es el aparato de T.V., no exageramos pero algunos sabemos más de los programas televisivos que de nuestra escuela o trabajo y conocemos más de la vida del artista de moda que a nuestros mismos hijos o pareja.

No existe un ética que regule concretamente la programación adecuadamente, es deber de nosotros hacer una concientización de verdad, primero UNO, después a través del ejemplo a nuestros hijos y demás personas con que nos relacionamos.

Es necesario promover a través de este importante invento del televisor, la divulgación de principios que puedan ser la base de una sociedad con más valores trascendentales.

Enviado por Ma. Guadalupe Licea Rivera

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