La Serpiente en Diferentes Culturas

Adán y Eva. Raphael Sanzio (1500-1510).

Apreciados lectores de nuestra revista, hoy vamos a reflexionar acerca de los misterios serpentinos. Es contundente el hecho de que todas las antiguas culturas del mundo hacen alusión a los mismos, si analizamos con mente clara y sin prejuicios, podremos concluir que la potencia creadora que nos puso en el tapete de la existencia es la energía sexual y que ésta al ser sabiamente utilizada, adquiere el aspecto de una serpiente, misma que como símbolo sagrado, representa a la sabiduría y al conocimiento oculto. Por otra parte, esta figura puede alegorizar a cualquier maestro, por ejemplo, a Thot, Hermes, Serapis, Jesús, Quetzalcóatl, Buda, Dante, Tláloc, Zoroastro, Bochica, Esculapio, Eshmún, Kneph, Platón, Paracelso, Hermes Trismegisto, San Germain, Galeno, Samael. etc.

Cualquier maestro de la Logia Blanca puede ser representado con el símbolo de la serpiente, ya que éste que ocupa un lugar notorio en los jeroglíficos egipcios, en las piedras negras de los edificios babilónicos, en esculturas y grabados aztecas, en edificios y códices mayas y, además, pirámides toltecas e incas, etc.

Quien levante la serpiente sobre la médula espinal podrá gozar de sus atributos tales como el don de sanación, salud física, mental y espiritual, manejo de la cuarta dimensión, don de lenguas e iluminación.

Los “Nagas” (serpientes) del budismo esotérico, son hombres auto realizados, hombres despiertos, protectores de las leyes del Buda. Entre los aztecas mexicanos Ometecuhtli, el señor (el águila) y Omecihuatl, la señora (la serpiente), se manifiestan en la serpiente emplumada. Por otra parte, Cuauhcoatl (águila, serpiente) fue un alto sacerdote del Dios Huitzilopochtli, es claro que también fue un iluminado.

La serpiente (sabiduría), el águila (el espíritu), el nopal (voluntad), la piedra filosofal (trabajo sexual), las aguas del lago (energías creadoras), son los basamentos esotéricos de la gran Tenochtitlan; mediante los cuales lograron un gran desarrollo espiritual.

La serpiente de metal. Sébastien Bourdon. 1650-1660.

Entre los gnósticos Naasenos, o adoradores de la serpiente era el dragón el hijo del hombre, sus siete estrellas lucen gloriosas en la diestra del alpha y omega del Apocalipsis de San Juan. El Dragón respeta a las siete serpientes de sabiduría, lamentablemente los estudiosos de la antigua Siria y Sumeria le dan un significado totalmente negativo a la serpiente y al Dragón, ignorando la ley de la dualidad, la luz y tinieblas se complementan, no puede haber luz si no hay tinieblas en toda creación.

Así, tenemos que, en la antigua India, Indra, Dios del firmamento, mata a Vritra o Ani el demonio serpiente; por tal motivo, se le llama Jishnu, conductor de la Hueste celestial.

Los grandes maestros de Egipto, Babilonia, la India, se daban generalmente el nombre de Hijo del Dragón y de la Serpiente, corroborando la sabiduría del gnosticismo universal. Los sacerdotes asirios llevaban siempre el nombre de su dios. Los Druidas de las regiones celto-británicas se llamaban así mismos: serpientes. “¡Soy una serpiente, soy un Druida!” exclamaban.

En el departamento de Magdalena, Colombia, existen tradiciones que hablan de hechiceros que suelen enviar serpientes voladoras a sus víctimas. Dado lo anterior, los curanderos mandan otras serpientes voladoras para defender a los afectados, en todo esto hay rituales mágicos, el secreto de toda magia reside en el Kundalini del mago blanco o en el Kundartiguador del mago negro.

Los antiguos faraones, diosas y dioses egipcios siempre fueron representados con una cobra en la frente, se dice que cuando el señor Buda estaba meditando bajo el ardiente sol, allá en la India, una enorme cobra se levantó sobre su espalda y se expandió dándole sombra, provocando la admiración de quienes lo vieron.

¡Estimados amigos! Como podemos apreciar, el conocimiento acerca de los misterios de la serpiente abunda en todas las antiguas culturas esparcidas en todas las latitudes del mundo. Por lo tanto, no dudamos en expresar enfáticamente que en todas las tradiciones milenarias se veneró a la serpiente, por eso se les llama culturas serpentinas, en la India se venera a la Diosa Kali blanca, símbolo de la serpiente ígnea de los mágicos poderes.

Apolo combatiendo con la serpiente pitón. Eugene Delacroix. 1850-1851

Sin embargo, es preciso señalar que, como en toda creación cósmica, existe la dualidad. La energía sexual como fuerza creadora se polarizó en fuerza positiva y negativa, en consecuencia, desde tiempos muy remotos, de las aguas de la vida, vino el surgimiento de dos tipos de sierpes: la serpiente de bronce que sanaba a los israelitas llamada por los hindúes Kundalini, fuego crístico, que asciende victorioso por la médula espinal y por oposición surge la serpiente tentadora del Edén conocida en la cultura hindú como el órgano kundartiguador, la serpiente que baja a los infiernos atómicos del hombre. Ahora bien, este poder ígneo negativo está sabiamente representado en la diosa negra, la Kali hindú. También es la Coatlicue náhuatl, la Apap egipcia, la Proserpina romana, la Hécate griega.

Hay quienes traen facultades negativas y las toman como positivas, hay quienes tienen en cierta manera activado el órgano kundartiguador y no lo saben. Por tanto, es imprescindible el despertar de nuestra conciencia, la práctica de la meditación en la muerte del yo es fundamental para conocernos a sí mismos a fondo y saber cuál es nuestra auténtica realidad interior y así verdaderamente poder avanzar; ya nos queda poco tiempo.

En estos momentos, desde los mundos internos, los maestros de la luz, encabezados por el maestro Jesucristo y el Maestro Samael, están trabajando intensamente en ayudar a todo aquel que se esfuerce en el despertar de su conciencia, dentro del trabajo en los tres factores. Por tanto, pedid y se os dará, golpead y se os abrirá. En la medida en que trabajemos internamente, lograremos establecer conexiones espirituales con nuestro Real Ser Interno y con el círculo consciente de la humanidad solar.

Los sabios nahuas mexicanos refieren que en realidad son siete serpientes las que debemos levantar sobre la médula espinal, una para cada uno de los cuerpos internos que tenemos.

Las siete sierpes de la alquimia se relacionan con los 7 planetas, las 7 grandes realizaciones cósmicas y los 7 poderes del fuego que otorgan 7 poderes fundamentales, como clarividencia, telepatía, oído mágico, intuición, imaginación consciente, dominio sobre los elementales de la naturaleza, etc.

En el museo nacional de antropología de la ciudad de México hay la escultura azteca de un hombre decapitado, en lugar de la cabeza sobresalen 7 serpientes, mismas que representan los 7 grados del poder del fuego, estas culebras se asocian con los 7 planetas, los 7 metales, los 7 cuerpos, las 7 dimensiones básicas, los 7 colores del arco iris, los 7 días de la creación, las 7 vocales esotéricas (I,E,O,U,A,M,S) que resuenan en la naturaleza, todo esto se asocia con la ley cósmica del Heptaparaparshinock; ley del eterno 7.

Pues bien, mis estimados amigos hasta aquí mis líneas sobre este tema tan interesante, espero que esta sabiduría divina llegue al fondo de vuestras almas y que la llama del espíritu arda en vuestros corazones.

Fraternalmente.

Virgilio Cuautle Roldán. Instructor gnóstico de Nochistlán Zacatecas, México

Imagen: 1.  Adán y Eva. Raphael Sanzio (1500-1510). 2. La serpiente de metal. Sébastien Bourdon. 1650-1660. 3. Apolo combatiendo con la serpiente pitón. Eugene Delacroix. 1850-1851

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