Actitud inteligente frente a la Gran Catástrofe

Imagen: Los últimos días de Pompeya, Karl Briulov (1830 y 1833)

Estimados lectores, es bueno tomar con toda seriedad los acontecimientos por venir, consecuencia de nuestra degeneración; estamos desde hace mucho tiempo en crisis mundial, en la que los valores sociales están totalmente eclipsados y tal parece que, resignados, sólo esperamos el final… la caída al abismo.

Estamos ante el dilema de corregirnos o no corregirnos, de vivir sabiamente, o estaremos perdidos.

En verdad, desde hace mucho tiempo sólo se habla y se ven guerras, crimen organizado, drogadicción, alcoholismo, trata de órganos, trata de personas, abortos, delincuencia infantil, violación y asesinato de mujeres, abuso de infantes, infra sexualismo, violencia intrafamiliar, contaminación ecológica, psuedo-política, peculado, psico-política, contaminación del verbo, etc., etc. Hay caos en todo el mundo.

Esto nos debe invitar a la reflexión: somos un fracaso como género humano, entronamos nuestra lujuria, orgullo, pereza, gula, envidia, codicia, celos, ira: rendimos culto al Yo, al Ego; no le aportamos nada bueno a la Madre Naturaleza, cuando ella nos da todo; y bueno, cuando una raza no tiene anhelos espirituales, anhelos de transformación, la Naturaleza la extermina con una Gran Catástrofe.

Si leemos cuidadosamente a Mateo, según la Ciencia, comprenderemos que estamos en el principio del fin de todas las cosas: “Y veréis –dice Mateo– cosas espantosas, guerras y rumores de guerras, Jerusalén rodeada de ejércitos; terremotos, epidemias, y grandes maremotos; cataclismos incesantes se suceden unos a otros”... Estamos en vísperas de la Gran Catástrofe y ésta llegará inevitablemente.

Recordemos a Hercólubus, el Éxodo y los Anillos de Alcione ya mencionados en artículos de esta misma revista.

Como sucedió en las cercanías del pasado Diluvio Universal, de aquí en adelante no debemos esperar muchas fiestas, ni lujos, ni glorias mundanas. De ahora a futuro, sin abandonar nuestras obligaciones cotidianas, sólo nos cabe, en realidad, llevar una rica vida espiritual, esto es: prepararnos intensivamente en los TRES FACTORES DE LA REVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA: trabajar vigorosamente sobre sí mismos para DARLE MUERTE AL EGO: esos celos, esa ira, esa lujuria, destructores de matrimonios, de hogares que sufren la miseria y el abandono y que nos impide brindarle nuestra confianza, dulzura y fidelidad a nuestra pareja. Esa codicia y egoísmo que genera la competencia y la mala voluntad entre los hombres y los lanza a la guerra constante, privándolos del perfume delicioso de la caridad, del altruismo y la filantropía; ese orgullo, con su actitud vanidosa, separatista y juzgadora, que nos aparta de la humildad, del amor a nuestros semejantes; ese miedo a perder lo más querido, que nos encadena a los apegos, y no nos deja ser libres; esa gula de comer, de acumular, de atesorar, de poder, etc., que nos impide conocer las ventajas de la moderación en todos los aspectos de la vida; esa envidia que nos imposibilita a experimentar la virtud de sentir alegría por el bien ajeno; esa pereza que no nos deja tenerle amor al trabajo, a la actividad y que produce el atraso y la pobreza de las familias y los pueblos. Así pues, si lo meditamos responsablemente, nos daremos cuenta que el Ego es la causa de todos nuestros problemas y todas nuestras enfermedades, de nosotros depende dejar de ser masoquistas y generar circunstancias de serenidad, paz, tranquilidad y armonía, El cambio en nosotros beneficia a la humanidad. Pero, fino lector, si no llevamos estos preceptos a la práctica todo intento será inútil.

Se requiere, además, TRABAJAR INTENSAMENTE CON NUESTRAS ENERGÍAS INTERNAS, todos las poseemos y hay que aprovechar debidamente esas energías, lo cual nos permitirá generarnos nuevamente, nacer de nuestras propias cenizas como el ave fénix. Nacer es cuestión de transmutación sexual, este asunto corresponde a la sexología trascendental, quien quiera estudiar este tema, debe inscribirse a nuestros cursos y conocer nuestros libros gnósticos.

Y, finalmente, SERVIR A LA HUMANIDAD: amemos entrañablemente a la humanidad, compartamos la Gnosis, el conocimiento; ayudémonos los unos a los otros, muy especialmente a los jóvenes que han caído en las garras de la delincuencia, la drogadicción y prostitución de todo tipo; si bien es cierto que, en algunos casos, no lo podemos hacer por medio del trato directo, so pena de ser reconvenidos por los traficantes que ven que sus intereses pueden ser tocados, bueno, pues es el momento de que la ORACIÓN , con todo su poder, brille por toda la faz de la tierra. Por tanto, aunque no conozcamos su nombre, adoptemos mentalmente, cada ser humano, a un ser que sufre y hagamos diariamente, repito, diariamente, ORACIÓN por él, así, en cada hogar, se estará pidiendo, todos los días, por un semejante en desgracia, para que la Divinidad ayude a esas criaturas a salir de su infortunio. ¡EL AMOR TODO LO VENCE!...

Los Tres Factores nos permiten liberar nuestra conciencia.

Esto, amado lector, es asumir una actitud inteligente frente a la Gran Catástrofe, pues ¡EL AMOR TODO LO SUPERA!... meditad en lo siguiente:

CÁNTICO AL DESPERTAR

Tres factores determinan

de la conciencia el despertar...

Y el alma a Dios acercar:

El MORIR místicamente,

el NACER y el SACRIFICIO

por la pobre Humanidad...

Si MORIR quieres hermano

debes duro trabajar,

aniquilando tu EGO

con la ayuda divinal...

El NACER te significa

la Energía transmutar

y lograr ser HOMBRE REAL,

obteniendo los poderes

para trabajar contento

a favor de los demás.

Vamos todos los hermanos

muy juntos hasta el final

con abrazo fraternal,

trabajando en la GRAN OBRA

y dando vida a la consigna:

CARIDAD UNIVERSAL

de qué gozan las deidades

en el súmmum celestial.

Tu ayuda al necesitado,

al SACRIFICIO ha de llegar,

con amor y fe Cristiana

en pro de la humanidad.

Toma pues tu CRUZ y sigue

al Maestro SAMAEL

que es símbolo de caridad,

pues ha entregado su vida

difundiendo su mensaje

de LIBERACIÓN FINAL.

Es el ICU el instrumento

que puedes aprovechar

Enviado por: Instructor J. Isabel Mauricio Vargas. Nochistlán, Zacatecas y Rincón de Romos, Aguascalientes.

Imagen: Los últimos días de Pompeya, Karl Briulov (1830 y 1833)

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