Revista “La Sabiduría del Ser” No. 67 Ciencia Arte Filosofía y Mística Trimestre Trimestre octubre, noviembre y diciembre 2015 ÍNDICE TULA LOS ATLANTES DE TULA PIRÁMIDE DEL SOL EN TULA QUETZALCÓATL. SERPIENTE EMPLUMADA. CHAC MOOL. EL ALTAR DE LOS SACRIFICIOS EL JUEGO DE PELOTA PALACIO DE LAS COLUMNAS O PALACIO QUEMADO. COATEPANTLI O MURO DE SERPIENTES. MUSEO DE TULA, HIDALGO. ARCANO NO. 67 LA AMISTAD Portada y diseño de revista: Martha Rodríguez Licea Fotografías: Jenaro Ismael Reyes Tovar y Virgilio Cuautle Roldán Certificado de reserva de Derechos al uso Exclusivo. En el género de: Difusiones periódicas. Especie: Difusión vía red de Cómputo. Titular: Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. Titulo “La Sabiduría del Ser” Reserva: 04-2008-032711425000-203 Dirección de Reservas de Derechos TULA Herodoto, el historiador griego padre de la historia como ciencia, mencionaba alrededor de 500 años antes de Cristo, acerca de cierta isla misteriosa localizada en el polo norte, llamada Thula, Tule, tierra de Thule; que fuera la misma Tollán entre los indoamericanos. Siendo la cuna de la primera raza humana, inicialmente se encontraba cerca del ecuador, pero con la rotación de los ejes de la Tierra, tomó su lugar actual en el casquete polar hace cientos de millones de años. En griego la palabra tule significa etimológicamente niebla, neblina, lo que nos hace referencia a lo oculto y vedado. En sánscrito la palabra significa madre, que nos hace reflexionar sobre la divina madre y los misterios de la sexualidad trascendente. Tula fue la cuna de la raza polar, cuando la tierra no tenía aún su forma actual. Era la tierra de los Dioses y maestros de la antigüedad de nuestra actual raza Aria. Es el Asgard de los nórdicos, la tierra de los Dioses, el Olimpo escandinavo, a la que se llega sólo por medio de un puente de arcoíris (los méritos del corazón), donde se encuentra el templo de Odín, el padre de los Dioses; la casa de Thor, el Dios del trueno, de Bragi, el Dios de la poesía, de Balder el Dios de la belleza. Es el Ávalon de los Celtas, la tierra de las eternas manzanas. El reino de todas las hadas, donde la tradición dice que yace el santo cáliz en el cual Jesús bebió en la última cena. Donde aún existe la mágica Camelot, la ciudad de luz del rey Arturo. Ávalon, lugar donde se forjó la espada Excálibur que empuñara Arturo luego de sacarla de la roca (el sexo, la piedra filosofal), es la tierra encantada donde el caballero armado con la mágica espada forjada por la dama del lago, combate y vence al dragón. Sin la mujer, sin el amor, sin la transmutación de la energía creadora, el hombre no puede recobrar su estado de señor de la creación. Ávalon, Tule, donde el arcángel Miguel venciera al demonio con la pica santa. Tule, Tulán, Tulle, el reino del señor Quetzalcóatl, la ciudad misteriosa que menciona el Popol Vuh, y de donde vinieron por barca los primeros pobladores de Mesoamérica. Los experimentados navegantes de la Edad Media hacían referencia a su encuentro casual con cierta isla mágica salida de la niebla, de la nada, ubicándola con precisión en los mapas, más sin embargo siendo imposible de encontrar después. Súbitamente desaparecía. La Isla de Thule se encuentra sumergida entre la cuarta dimensión en estado jinas. A Thule no se llega por mar ni por tierra ni por aire. Se llega únicamente por los méritos del corazón. Pero el hombre degeneró, decayó, y por eso le es inaccesible. La tierra de la dicha eterna se sumergió entre la cuarta vertical. En tiempos remotos que se pierden en la noche de los siglos, los Dioses murieron y se convirtieron en demonios, y los hombres en bestias. Fue la salida del Edén del Génesis de la Biblia. La humanidad cayó en el ciclo de eternos renacimientos. El estado angelical se perdió con la caída del Edén cuando la humanidad se dejó llevar por la pasión animal y se formó el YO, el MÍ MISMO. El sexo es la forja de hombres, ángeles, bestias y demonios. Es urgente, inaplazable, que luchemos por recobrar el estado de hombres verdaderos y regresemos a la hermosa Thule. Pero jamás debemos separar el conocimiento, el misterio, la magia, ni estos lugares encantados, de nuestra vida cotidiana; las experiencias trascendentales, las experiencias místicas, son el resultado del intenso trabajo sobre sí mismos, aquí y ahora, en nuestros barrios, en nuestros trabajos y familias, en quienes trabajan en el campo o en una oficina, quienes venden y quienes compran, en todos los lugares por los que caminamos a diario; rodeados de las personas comunes con quienes interactuamos a cada día, el despertar de la conciencia está ahí, el camino hacia Thule ahí lo encontramos, en cada uno de los detalles de nuestro diario vivir. Como explica el maestro Samael: las dimensiones superiores de la naturaleza se penetran y compenetran en un eterno ahora, en un eterno presente aquí y ahora. Rigen y se tornan invisibles en todos los momentos de nuestras vidas cotidianas, sin confundirse con nuestro plano tridimensional. Ávalon, Thule, los cielos, así como los mismos infiernos, se relacionan directamente con nuestros valores del corazón o con nuestras pasiones, es decir, con nuestro estado psicológico. Sólo luchando intensamente en nuestro laboratorio interior, aprendiendo a vivir de instante en instante, en pleno recuerdo de sí y auto observación psicológica; solamente transmutando la energía creadora y llevando una vida útil y de sacrificio por la humanidad, es como regresamos al Edén perdido. El camino, el puente de arcoíris hacia Ávalon, Thule, es la vida cotidiana de cualquiera. Más allá del Íntimo está el Logos o Cristo, más allá del Cristo está el Inefable Anciano de los Días, más allá del Inefable Anciano de los Días está el Ain Soph, el Absoluto. (Samael Aun Weor. Magia Crística Azteca). ENVIADO POR COLABORADOR AVANZADO, RAFAEL MERAZO. SAN SALVADOR LOS ATLANTES DE TULA Sobre la pirámide del Señor del Alba, lucen con un semblante sereno y contemplativo cuatro enigmáticas esculturas, como milenarios guardianes de la sabiduría oculta. Una de las cosas más impactantes de la Zona Arqueológica de Tula Hidalgo México, son sin duda alguna los famosos Atlantes, figuras colosales de piedra que nos invitan a la guerra contra sí mismos. Su nombre deviene de la palabra nahuatl “Atlatl”, arma (lanza dardos o lanzas) que sostienen en su mano derecha, que nos advierte de aprender a dirigir la lanza o fuego sagrado, en contra de nuestro enemigo secreto: El Yo Psicológico. Interesante es que siendo guerreros se encuentren en la pirámide del Señor del Alba, nuestro Señor Quetzalcóatl, en su aspecto de Venus, el planeta del amor. Parece paradójico el hecho de juntar el amor con la guerra, mas a la luz de la sabiduría gnóstica entendemos que se trata de la guerra que debemos sostener en nuestro interior contra las fuerzas tenebrosas que habitan en uno mismo. Uno de sus distintivos es la mariposa que se encuentra sobre su pecho, siendo esta región de acuerdo con el árbol de la vida, donde se encuentra Tiphereth (el alma humana), la mariposa misma al salir de una crisálida, nos indica la necesidad de morir para ser. Habla de crear el alma, pues no la tenemos encarnada, tan solo tenemos un embrión. El mandil cubriendo los órganos creadores, expresa el sabio control de las fuerzas sexuales, de acabar con las pasiones animales, de rendirle culto al amor, de aprender a ver en la pareja la puerta secreta por la cual podríamos retornar al Edén. Remata un nudo a semejanza del símbolo del infinito indicando el saber guardar y canalizar estas fuerzas creadoras, el no desperdiciarlas para lograr nuestra liberación. En la mano izquierda porta varias armas para la guerra contra sí mismos, como dardos o lanzas, un arma curva y extrañamente un recipiente de copal, esto sí que no deja de asombrarnos, ¿qué tiene que hacer un recipiente de copal junto a las armas de guerra?, si desconociéramos el esoterismo Crístico, sería muy difícil encontrar una relación satisfactoria. El copal era utilizado como un incienso para llamar a lo divinal, pero al mismo tiempo representa la espiritualidad que debe tenerse en el amor. En su parte posterior puede observarse un círculo solar, representación del Cristo Sol, o cristo interior, como indicando que para que nazca en nosotros debe ser el resultado del trabajo con la cruz, que está formada por cuatro serpientes. En la cabeza se encuentra una mitra formada por las innumerables estrellas, símbolo de las partes divinas ayudando al guerrero, al luchador que se ha declarado en guerra contra sí mismo y coronan múltiples plumas de ave, símbolo de la iluminación que ofrece el tercer logos (espíritu santo) al candidato al sendero interno, que realmente cumple transmutando sus energías creadoras. El que sean precisamente cuatro sagradas esculturas, nos recuerda inmediatamente el sagrado Tetrágrammaton griego, aludiendo a lo divinal, pero también podemos entender que se refiere a reunir las cuatro cualidades de los elementos: Agua – adaptabilidad a todas las circunstancias de la vida. Fuego – serenidad y dulzura de carácter. Tierra - Sacar partido de las adversidades. Aire – desapego de las cosas. Mismas características representadas en la esfinge milenaria de Egipto. Es portentosa la sabiduría que encierran los cuatro atlantes, pero es curioso el hecho de que eran sólo una parte de toda una estructura maravillosa, se encontraban dentro del templo, y al frente estaban dos sendas serpientes emplumadas en la insólita posición de estar paradas de cabeza, el Jakin y Boaz del tempo de Salomón, es decir el hombre y la mujer, indicando la comprensión profunda que debe existir, pues en ellos está la senda. En las paredes de la pirámide están águilas y jaguares (símbolo del espíritu) devorando corazones humanos (alegoría del alma), representación de la unión de lo humano con lo divino y frente a las columnas estaba un Chac Mool al igual que encontramos en la pirámide de los Mil Guerreros en Chichén Itzá. Los Atlantes de Tula, sin duda alguna son guerreros solares, con su sobrio semblante nos invitan a lanzarnos al campo de batalla de la vida diaria, a combatir cuerpo a cuerpo contra sí mismos, para que al salir victoriosos, podamos unirnos por siempre al Ser. Yo conozco tus obras, que tienes nombre, que vives y estás muerto. Sé vigilante y confirma las cosas que están para morir porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Samael Aun Weor. Magia Crística Azteca. ENVIADO POR: MA. GUADALUPE RODRÍGUEZ LICEA Y JENARO ISMAEL REYES TOVAR (COMISIÓN DE CURSOS POR INTERNET) PIRÁMIDE DEL SOL EN TULA Muy agradable y enaltecedor resulta una visita a alguna zona arqueológica cuando observamos no sólo con los ojos físicos, sino más importante, cuando nos adentramos en esa grandiosa sabiduría que poseyeron estos místicos pobladores de antaño; su arte regio y su sabiduría ya jamás serán igualados en esta decadente raza. Grandiosos fueron sus centros ceremoniales, porque ahora sólo quedan restos de su esplendor, sin embargo, en los mundos internos continúan existiendo en toda su grandeza y magnificencia. En el México antiguo nunca el arte estuvo desligado de la ciencia, de la mística y de la filosofía, entonces se instruía a los cinco centros de la máquina humana y así se vivía en armonía, con paz y felicidad, aspectos que en nuestro tiempo son interpretados como tener poder, dinero y bienes materiales; como dicen las escrituras sagradas “hemos cambiado nuestra progenitura por un plato de lentejas”. Los Toltecas levantaron monumentales pirámides, templos, recintos sagrados y lugares de oración, donde se veneraba al Sol, la Luna y las Estrellas; los toltecas, grandes conocedores de los misterios de la vida y de la muerte, rendían culto a la pareja divina, a las dioses terrestres y estelares, a los reyes del fuego, del aire y de la tierra, a toda la naturaleza, así nos enseñan que de la unidad surge la multiplicidad y a esto se debe que haya tantos y tan diversos dioses. Quetzalcóatl no solo es un mito, él realmente vivió y enseñó una cultura maravillosa y extraordinaria. Incansable viajero, se estableció en Tula, fundó un Templo de misterios con cuatro grandes adoratorios, viva representación del paraíso terrenal, enseñó a su pueblo a vivir de acuerdo a las leyes divinas, legando a la humanidad que así lo entienda, un rico simbolismo de su sabiduría, plasmado en sus códices, estelas, monolitos, pirámides, etc. Florecieron sus templos y pirámides dedicadas al Cristo Sol, nuestro Ser interior; en todos los pueblos antiguos era el astro que más veneraban en su aspecto místico y trascendental; el Sol físico solamente es vehículo de acción de ese Sol divinal, este astro que nos alumbra y da vida, no es todo, atrás de esta estrella, se encuentra el Sol espiritual, el centro de las Pléyades, rigiendo todo lo que existe; en forma paralela, tenemos al Sol central de la Galaxia, es grandioso este astro que dirige todas las actividades de la galaxia y a su vez, todas las galaxias están gobernadas por el maravilloso y esplendoroso Sol central espiritual, el mismo Sagrado Sol Absoluto, donde moran las inteligencias que gobiernan el espacio cósmico. Nuestro señor Quetzalcóatl es ese Sol divinal que nos puede transformar, debemos saber que el hombre actual en modo alguno es el real, el hombre verdadero existió en las primeras razas que poblaron nuestro planeta, hoy somos veletas movidas por el yo quiero, yo tengo, yo deseo, yo mato, yo destruyo, etc., y ¿Cómo podemos convertirnos en ese hombre verdadero o mujer auténtica?, solamente es posible mediante el sacrificio, pero no el mal entendido sacrificio efectuado en épocas de degeneración del pueblo azteca, sino en sacrificar nuestras pasiones, los deseos, las codicias, las envidias, los sufrimientos, nuestros pensamientos y emociones negativas y toda esa multiplicidad de pequeños y grandes yoes que cargamos dentro de sí, en donde cada uno tiene un porcentaje de consciencia embotellada. La misión del Sol espiritual ha sido desde siempre, crear seres solares, que el hombre y la mujer se conviertan en individuos superiores y para ello ha depositado en las glándulas sexuales de los seres humanos, los gérmenes para que puedan desarrollarse; en estos momentos el Sol quiere destruir esta raza porque ya no sirve para su experimento de que surjan hombres solares, más, antes de destruirla totalmente, está haciendo esfuerzos supremos para sacar una cosecha, aunque sea pequeña de hombres solares. Debemos cooperar con el Sol canalizando adecuadamente nuestra energía sexual, así como recuperar, la capacidad de asombro, si ya no somos capaces de asombrarnos por nada, no podremos abrirnos a lo nuevo, la tarea de todos, desde el universo hasta la más simple célula, es despertar consciencia y mientras tengamos la consciencia dormida será imposible experimentar la verdad. Urge que comprendamos el crítico momento que estamos viviendo y nos adentremos en la portentosa sabiduría de nuestros antepasados, donde encontraremos el auxilio de las múltiples partes de nuestro Ser interior profundo. Asombra ver que en la Piedra del Sol o calendario Azteca se encuentra escrita la historia misma de la humanidad; preceden a nuestra quinta raza, cuatro soles o edades cosmogónicas, denominadas razas, y nuestra actual quinta raza está por terminar, mediante fuego y terremotos. La Deidad Incognoscible es el espacio abstracto absoluto, la Raíz de todo cuanto fue, es o ha de ser. Samael Aun Weor Doctrina Secreta de Anáhuac ENVIADO POR: MARÍA GUADALUPE LICEA RIVERA. INSTRUCTORA: SAN LUIS POTOSÍ, S.L.P. QUETZALCÓATL. SERPIENTE EMPLUMADA. Es necesario enfatizar que la antigua Tula o Tollán fue fundada por el gran Avatara Quetzalcóatl, el Cristo mexicano, cuya preparación iniciática la obtuvo en el centro ceremonial de Xochicalco en el estado de Morelos, dice la antigua tradición que Quetzalcóatl además de fundar la antigua Tula o Tollán, enseñó a sus habitantes a trabajar las piedras preciosas extraídas de antiguas minas situadas en los cerros y montañas que rodean la zona arqueológica de Tula Hidalgo; este hecho no sólo se refiere al aspecto literal de la palabra, sino que además, en su aspecto simbólico, se narra que Quetzalcóatl enseñó a la gente a trabajar en los misterios sexuales representados en el trabajo con la piedra. Además de haber enseñado a la gente el cultivo del maíz, orfebrería, cerámica, astronomía, entre otras artes y oficios. Les prohibió la guerra y los sacrificios humanos y de animales (las ofrendas debían de ser de pan, de flores y de copalli), así como otros delitos como el robo, el homicidio, la poligamia. Dice el mito que un día Quetzalcóatl se reunió con su esposa y se embriagó con ella, “hecho simbólico que representa la caída sexual del glorioso Quetzalcóatl”; al darse cuenta de su falta, reunió todas sus plumas preciosas, joyas y demás tesoros y los escondió en algunas de las montañas que rodean a Tula o en algún precipicio, luego quemó todas sus ricas viviendas y posteriormente se fue a vivir por 20 años a la antigua Cholollan, cuyo significado es “Agua que cae”, hoy conocida como Cholula en el estado de Puebla; después estuvo en Teotihuacan “El lugar donde los hombres se convierten en dioses”. Una vez que se volvió a levantar y tras haber recuperado su maestría emigró a Yucatán en donde fue conocido como Kukulkán cuyo significado viene a ser “la serpiente emplumada” lo mismo que Quetzalcóatl. Es importante comprender que existe el término “Quetzalcóatl” como título, como grado esotérico o como el Avatara o mensajero de los antiguos mexicanos; en aquella época, muchos iniciados que consiguieron la maestría en el trabajo esotérico recibieron el título de Quetzalcóatl, fueron llamados serpientes emplumadas, a esto se debe que hayan tantas y tan variadas historias sobre Quetzalcóatl pero en realidad corresponden a relatos y dramas vividos por diferentes iniciados. Sin duda, el relato que más sobresale es el del Avatara Quetzalcóatl, mismo del cual escribiera un libro el entonces presidente de la república mexicana Lic. José López Portillo. Flores y cantos son lo más elevado que hay en la tierra para penetrar en los ámbitos de la verdad. Samael Aun Weor. Magia Crística Azteca Enviado por: Instructor Virgilio Cuautle Roldán. Nochistlán, Zac. CHAC MOOL. El Chac Mool es una escultura muy peculiar en la Arqueología de Mesoamérica, a través de la cual nuestros antepasados nos dejaron plasmada la enseñanza oculta de su sabiduría trascendental, que a su vez ellos recibieron como herencia de sus ancestros. La tallaron los mayas, los aztecas, los tarascos, etc. El Chac Mool está representado con la figura de un hombre, semi acostado en decúbito dorsal, las plantas de sus pies posan en su lecho, las rodillas en alto, las piernas medio flexionadas contra los muslos, el torso arqueado en actitud de primer impulso para levantarse, la cabeza girada 90 grados ya sea a la izquierda o a la derecha, la mirada en el horizonte, sus manos sostienen un recipiente a la altura del plexo solar. La posición del Chac Mool fue utilizada por nuestros antepasados para meditar y salir en forma consciente y voluntaria en Cuerpo Astral. El nombre de esta escultura azteca es FARAÓN: nombre cuyas sílabas se descomponen así... FA-RA-ON, y que debidamente vocalizadas son un Mantram que hace que el cuerpo astral de quien las pronuncie se separe del físico y el hombre flote en el espacio hacia la gran pirámide de Gizeh en Egipto. (Samael Aun Weor) La vasija o recipiente que tiene en su plexo solar, indica que debemos eliminar nuestras emociones negativas, con el fin de que nuestra alma se vaya desarrollando. En el plexo solar se encuentra la silla del ego; es necesario vivir conscientes de instante en instante, es necesario transformar las impresiones que recibimos a través de los cinco sentidos; al no transformarlas alimentamos los defectos psicológicos, se asientan en este chakra los egos de la gula, la embriaguez, los vicios, entre otros defectos; debemos ser templados, fieles a nuestro padre que está en secreto, castos, humildes y obedientes a nuestro Ser y a las leyes divinas. Algunas esculturas del Chac Mool han sido encontradas decapitadas, por ejemplo, en la zona arqueológica de Tula Hidalgo, se pueden observar varios Chac Mool sin cabeza, símbolo de la muerte del yo psicológico, para que resplandezcan las virtudes o los poderes, conocidos como telepatía, oído mágico, clarividencia, intuición, etc. En el templo de los guerreros en Chichen Itzá (Yucatán, México) los mayas ubicaron al Chac Mool entre dos columnas las cuales tienen forma de serpientes con la cabeza hacia abajo y la cola hacia arriba; las dos columnas representan las fuerzas masculinas y femeninas, son el Jakin y Boaz (varón y mujer) existente en la entrada de todo templo sagrado; “La serpiente ha sido utilizada por todas las culturas serpentinas para alegorizar la sabiduría”, al estar descendiendo (con la cabeza hacia abajo) nos indica que para poder subir primero hay que bajar. Ahí mismo en Chichén Itzá, en el interior del templo o Pirámide de Kukulkán se encontró otro Chac Mool con uñas, ojos y dientes de “concha nácar” y el cuerpo cubierto de obsidiana y al lado un Jaguar Rojo; la concha es símbolo del agua, “nuestras energías creadoras”, la obsidiana es una roca ígnea, está relacionada con el elemento fuego, los antiguos adoraban al Sol bajo la simbólica figura de una PIEDRA NEGRA, la piedra heliogábala, ésa es la piedra filosofal de los arcaicos alquimistas, y el jaguar rojo nos está indicando que ha encarnado la segunda fuerza (Logos Solar); en su conjunto revela a un Ser auto-realizado. Chac en maya significa “Dios de la Lluvia” (o del agua), no es casualidad encontrar en los centros ceremoniales de nuestros antepasados al Chac Mool asociado con Tláloc (Dios regente de las aguas entre los aztecas), como es el caso del Chac Mool del Templo Mayor en el centro histórico de México, inclusive se pueden apreciar en diferentes partes de su cuerpo y atuendo los colores rojo y azul (Fuego y Agua). El término Chac Mool significa: “Gran Jaguar Rojo”; nuestros antepasados relacionaban al tigre o jaguar con la sabiduría, debemos tener la sagacidad y la fiereza de este felino para enfrentarnos a nuestros propios agregados psicológicos y eliminar la falsa personalidad; son necesarias la prudencia y el acecho del Tigre o Jaguar para vivir de acuerdo a la filosofía de la momentaneidad En la mayoría de las esculturas del Chac Mool se aprecia una mariposa tallada sobre su pecho, esto debe entenderse como la mutación que puede efectuarse en los seres humanos, mediante el trabajo interior; así como la oruga siendo un simple gusano se convierte en un capullo, del cual sale una bella mariposa, así también el animal intelectual, como gusanos de la tierra que somos, al entrar al sendero iniciático, pasamos por la mutación igual que la oruga, para luego convertirnos en capullos (el alma humana y divina unidas) de donde nacerá el auténtico hombre, “la mariposa”. El Chac Mool porta una navaja o espada en su brazo, esto es para recordarnos que hay que pasar terribles pruebas antes de dominar la imaginación y la voluntad consciente. Sus grandes orejas u orejeras significa: saber escuchar los mensajes del Ser. Los labios entreabiertos o abiertos, entiéndase como: hay que cuidar el uso de la palabra “El Verbo”. Recordemos a Juan 1:1-3: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho.” La mirada en el horizonte significa que tenemos que aprender a mirar con los ojos del alma, debemos ser reflexivos y contemplativos “VISITA INTERIORA TERRAE, RECTIFICATUR INVENIES OCULTUM LAPIDUM” (Visita el interior de la tierra que rectificando encontrarás la Piedra Oculta) Samael Aun Weor. Doctrina Secreta de Anáhuac ENVIADO POR: INSTRUCTORA NELLY LÓPEZ VILLA. HERMOSILLO, SONORA. EL ALTAR DE LOS SACRIFICIOS Al centro de la zona arqueológica de Tula se encuentra, en el gran patio, el altar de los sacrificios, un altar de piedra similar al de la mayoría de los centros ceremoniales prehispánicos. El sacrificio es un tema fundamental en la Antropología de Mesoamérica; está explícito en códices, estelas, inscripciones en los templos del juego de pelota, columnas, etc. En los códices originales de las culturas mesoamericanas, los sacrificios son representados con imágenes muy cultas y alusivas a una sabiduría que integra ciencia, arte, filosofía y mística, a diferencia de los códices elaborados bajo la dirección de los españoles, en los cuales las imágenes pierden todo sentido de tipo superior. Las civilizaciones mesoamericanas atravesaron por las diferentes épocas o edades, a saber: La edad de oro, plata, cobre y hierro. En la época de hierro o decadencia, ciertamente hubo sacrificios humanos, rituales donde los sacerdotes ofrecían a los dioses el alimento necesario para que la naturaleza siguiera siendo benévola. A su llegada a Tula, Quetzalcóatl prohibió todo sacrificio humano, enseñando que el único sacrificio válido era el propio. En la época de oro o solar, el sacrificio tuvo un significado muy profundo. Todo sacrificio implica un cambio, una transformación de fondo. Un cambio radical requiere sacrificio; la creación de virtudes, el desarrollo de facultades, el despertar de la conciencia, la fabricación del alma…, requieren sacrificios. El sacrificio puede ser concebido como una transformación de fuerzas, por ejemplo la energía latente en los combustibles, por medio del fuego de la combustión, es transformada en energía dinámica o calórica mediante los instrumentos empleados. “Existe un mecanismo psicológico y cósmico a la vez, que cada acto de sacrificio pone en juego y por el cual éste se transforma en energía espiritual, la que a su vez puede ser aplicada a diversos otros mecanismos y reaparecer sobre los planos de la forma en un tipo de fuerza integrante, completamente distinta de lo que realmente fue en su origen”. La ley del logos solar, manifiesta a través del mismo Sol, es el Sacrificio por la Humanidad; el logos solar se sacrifica, desde el amanecer de la vida para dar vida y dar vida en abundancia. El maestro Jesús el Cristo se sacrificó por la Humanidad, dio su vida para poder entregar el drama cósmico y enseñar en carne viva el camino de la auto realización. En el culto de Mitra, tan propagado por toda Europa, un Dios atraviesa a una Bestia con su puñal, de cuya sangre surge la vida. 1 El Dios Mitra, según la mitología, nació de la piedra, símbolo sexual. Los altares de los templos son construidos con la piedra, tal como lo señaló el redentor del mundo: “Tú eres Pedro (piedra), y sobre ti edificaré mi Iglesia”. Así el altar de los sacrificios es totalmente representativo de la transformación psicológica y espiritual del ser humano en un hombre verdadero. El sacrificio psicológico es toda una ciencia, cuando se aprende a sacrificar por ejemplo la ira, aparece entonces la gema maravillosa de la mansedumbre; si se sacrifica el deseo de tener más, la execrable codicia, surge en cambio el altruismo; si se sacrifica la envidia (dolor por el bien ajeno), se manifiesta entonces, en forma natural y espontánea, la filantropía, el amor por el prójimo, la alegría por el bien ajeno. Para que haya una verdadera transformación en el ser humano es indispensable el sacrificio, pues nada surge del acaso, las virtudes son forjadas en el fuego. En el gimnasio de la vida, las reacciones humanas demuestran lo que somos y de lo que estamos hechos. Si ante las palabras hirientes de un insultador nos enojamos y nos sentimos mal, quiere decir que lo que brota de nosotros ante esta impresión desagradable es la ira, porque la ira vive en nosotros y es parte de nosotros, pero si nos enfocamos en descubrir, comprender y eliminar los procesos mecánicos de este agregado psicológico, entonces, con el sacrificio morirá y florecerá por consecuencia la mansedumbre, la serenidad y la paz interior. Para los toltecas el sacrificio era comprendido de tal forma, que se consagró como algo sagrado. Se inscribió en los códices la sabiduría para poder enseñar a las futuras generaciones la ciencia del sacrificio en forma más bien simbólica, a través de parábolas e imágenes con lenguaje directo para la conciencia. El más conocido es el sacrificio del corazón, donde el discípulo ofrece el corazón a los Dioses, esto es, ofrecer a Dios el sacrificio de los deseos. Sacrificar el corazón es vencer las debilidades humanas como cuando el corazón confunde la pasión con el amor y es imprescindible escudriñarlo para descubrir la dolorosa diferencia. Sacrificar el corazón es descubrir la envidia, el dolor por el bien ajeno, para comprenderlo y eliminarlo con la ayuda de la Madre Divina, de tal forma que en su lugar se manifieste la filantropía. Sacrificar el corazón es vencer la codicia, el deseo de tener más y acumular, para poder tener la dicha de la generosidad. Sacrificar el corazón es transformar el dolor por la pérdida de un ser amado, en este caso, las emociones son sacrificadas. Algunos están dispuestos a sacrificar los placeres terrenales por las dichas del espíritu, pero son menos quienes están dispuestos a renunciar a sus propios sufrimientos, a sacrificarlos por algo superior. Sacrificar el supremo dolor muy natural que resulta por el fallecimiento de un ser querido provoca que la inmensa energía involucrada en el dolor se transforme en una increíble fuerza de tipo superior que puede ser canalizada hacia las virtudes y facultades del alma, como el poder de hacerse invisibles. “El Doctor Fausto sabía hacerse invisible a voluntad; es claro que el citado mago había conseguido ese poder basado en sacrificio”2. Otro ritual de sacrificio es el de la castidad (científica), donde el iniciado tolteca perfora su miembro viril o bien, hace una perforación en la nariz para adornarlo con una nariguera, como la de Tláloc. El sacrificio de la castidad es el sacrificio científico de los instintos que llevan al ser humano al adulterio, a la fornicación, a la lascivia y a la degeneración sexual. Los toltecas enseñaron que el homosexualismo y el lesbianismo atentan contra la naturaleza humana y aun cuando en la actualidad estos hechos son cada vez más comunes, no dejan de ser desviaciones sexuales humanas que alejan al alma del espíritu. El ritual del sacrificio del ojo, donde el iniciado perfora uno de sus ojos con una púa de maguey enseña la necesidad de acabar con las falsas percepciones de la realidad, abrir la mente interior y acercarse a la verdad sacrificando los apegos mentales, las teorías vacías, los laberintos mentales, la dualidad del pensamiento. El sacrificio no es para todos, es para los pocos porque se trata del sacro oficio: el oficio sagrado de transformar las pasiones e instintos inhumanos en algo de tipo superior, espiritual, para transformar al hombre en superhombre. La deidad Incognoscible es el espacio abstracto absoluto, la Raíz sin Raíz de todo cuanto fue, es o ha de ser. Samael Aun Weor. La doctrina secreta de Anáhuac. ENVIADO POR INSTRUCTORA: SUSANA M. RODRÍGUEZ L. CALMÉCAC, SAN LUIS POTOSÍ, S.L.P. EL JUEGO DE PELOTA En las culturas prehispánicas encontramos zonas arqueológicas extraordinarias, con simbolismos sorprendentes que a la luz de la gnosis podemos descubrir, principios filosóficos y sub principios que orientan en el despertar de la conciencia para el saber vivir. Uno de los grandes principios herméticos es llegar a comprender la frase que dice: “Tal como es arriba es abajo”, y que el juego de pelota o campo de la bola religiosa representa el origen del espíritu y el fin de la materia. Encontramos en la estructura del juego de pelota una forma de “i” latina con figuras esculpidas a lo largo de ella, exponiendo jeroglíficos y esculturas en alto relieve de luchas y escenas de oficios sacerdotales. Al centro del juego de pelota hay dos círculos a derecha e izquierda que representan el cero de la numerología maya y el origen del mundo espiritual, en dichos círculos o aros se hallan dos serpientes enroscadas formando el símbolo del infinito. La serpiente como fuego, que es la que da origen a los cosmos, al mundo espiritual. Formando el símbolo del infinito da la idea de la proyección de ese fuego creando espacio y mundos hasta dar origen a la vida en los planetas, con sus respectivos reinos mineral, vegetal, animal y humano; entendiendo que este mundo en el que vivimos tiene su origen en lo espiritual y por consiguiente el origen de cada ser humano es similar. Las batallas, luchas y enseñanzas representadas en el mismo juego de pelota, consignan el proceso de cada chispa divina revestida con su cuerpo humano para alcanzar el origen, de donde venimos, el mundo del logos. Podemos ver representada la transformación psicológica del ser humano a través de la decapitación de un guerrero y otro triunfante, y la sabiduría de la muerte en plena manifestación, representada por un cráneo de cuya mandíbula surge la vulva de la palabra y del conocimiento adquirido por esa metamorfosis. Así mismo, podemos ver el peregrinar de las batallas a lo largo del juego de pelota dirigiéndose hacia los extremos, donde se encuentra a la serpiente que representa la sabiduría, el Ser, el fuego, entre otros símbolos importantes, los cuales se alcanzan o se van cristalizando en el mundo interior del ser humano según su trabajo individual, en el cual se manifiestan chispazos de conciencia, shiddis (poderes), facultades o simplemente estados de iluminación. Hay que ser muy cuidadosos en este trabajo para no llegar a caer en la egolatría o en la falacia del ego, pues el camino de la iniciación exige mucha humildad y capacidad para poder guardar la logia interior, es decir, guardar los secretos o lo que se haya develado a la conciencia en forma individual. Es un deber del ser humano compartir el conocimiento para realizar el llamado deber Parlok o deber de compartir el conocimiento del Ser a través de la antropología psicoanalítica y la psicología revolucionaria. Ése es el gran ritual que está representado en esta zona arqueológica. Los antiguos sacerdotes oficiantes, con movimientos litúrgicos, pasaban la esfera de piedra por los círculos para representar el regreso de la esencia en el mundo terrenal al mundo espiritual. Perfectamente podemos ver los tres factores de la revolución de la conciencia: nacer, a través del culto al fuego, que de hecho, la forma de “i” latina nos recuerda el ignis, el cual aparece sobre la cabeza de las serpientes esculpidas en piedra y que se encuentran enroscadas tres vueltas y media. El morir, por las decapitaciones representadas y el sacrificio por la humanidad, en el que la perfección de las perfecciones, el Cristo, es sometido a las experiencias humanas, verificándose así, los tres factores de la revolución y liberación de la conciencia. Cada uno de nosotros estamos en este mundo para vivenciar las experiencias de los mundos superiores, basándonos en el dominio de las experiencias del mundo inferior, es decir, que cuando alguien vence a la pereza, podrá experimentar la alegría y felicidad en el trabajo; cuando alguien comprende la ira, conquistará entonces la dulzura en el carácter y paz hacia sus semejantes; y al comprender la gula, la templanza alimentará su esencia llenándole de gozo y armonía. Cuando la lujuria sea estudiada y analizada, la fuerza de la santidad y castidad resplandecerá en su vida. La humildad de un gran kabir podrá reflejarse al comprender que somos como un grano de arena en el desierto, pero que pertenecemos a la inmensidad. El corazón tranquilo, el bienestar y la abundancia se manifestarán al percibir y bendecir los bienes ajenos en nuestros semejantes. Ése es el trabajo de los guerreros de la era de Acuario, ése es el trabajo de los soldados del ejército de salvación mundial, ésa es la labor de los nagas u hombres serpiente del siglo XXI, ése es el deber de todo ciudadano, de todo buen hombre de familia, de todo ser que se dice amar al Cristo. “¿Cómo el señor del Universo ha pasado entre nosotros sin nosotros saberlo? Samael Aun Weor. El Pistis Sophia Develado ENVIADO POR INSTRUCTOR: ISMAEL MORENO LUNA. CALMÉCAC, SAN LUIS POTOSÍ, S.L.P. MÉXICO PALACIO DE LAS COLUMNAS O PALACIO QUEMADO. Fino lector, tienes frente a tus escrutadores ojos, el palacio de las columnas o palacio quemado, parte del maravilloso conjunto arqueológico de Tula, portentosa edificación tolteca llena de una rica enseñanza que, cuando sabemos extraerla y practicarla con tesón de clérigo en su celda, logramos definitivamente la felicidad, la libertad y la paz. Consta de un amplio frente o malecón, tres salas con patio e impluvios al centro, (símbolo de los tres niveles del trabajo interior) y patios traseros, predominando las columnas y banquetas –como asiento en la mayoría de la estructura y similar a la zona arqueológica de Plazuelas, en Pénjamo Guanajuato, México, esas banquetas se usaban como bancas para sentarse a meditar, es decir, cada una de sus salas y demás recintos del palacio, son en realidad, lugares de meditación y también de observación del cielo, pues los impluvios de las tres salas, reflejaban sobre sus aguas, los astros, estrellas y constelaciones, las cuales eran visibles en su tiempo y así podían ser estudiadas por los astrónomos y astrólogos Toltecas; por eso les llamaban también el Espejo del Cielo. Después de subir la gradería frontal, un poco a la derecha, se encuentra uno, con una pila de agua que está rodeada por una deteriorada serpiente de piedras ovaladas y semi cuadradas, pegadas con estuco, mezcla de aquella época; la serpiente en las culturas mexicanas, es el símbolo de la sabiduría y el fuego interior, quien lograba la eliminación radical de sus defectos psicológicos, se convertía en serpiente, es decir en sabio. La serpiente es también símbolo del trabajo con nuestras aguas o energías creadoras, simbolizadas precisamente por el agua de la pila citada, trabajo que nos permitirá la eliminación del ego y por lo tanto, ir encarnando las partes del Ser y poder acceder a lo más elevado del trabajo sobre sí mismo, simbolizado maravillosamente por la pirámide “B” donde se encuentran los monolitos lemures, llamados atlantes por la ciencia oficial. De hecho, el Palacio Quemado, con sus numerosa columnas (muy similares a las del templo de los guerreros en Chichen Itzá) tiene una doble representación: por un lado simboliza las partes del Ser, recordemos algunas de ellas: La Madre Divina, que nos ayuda a dar muerte a nuestros defectos; El Ángel de la guarda, que nos cuida; la Doncella querida de los recuerdos, nos auxilia a recordar nuestras experiencias en el mundo astral; El apóstol Juan nos da el sabio uso del verbo, el Don de la palabra bien empleada, el Pedro interior, que nos enseña cómo trabajar nuestras aguas o energías creadoras; etc., el Ser, visto clarividentemente, parece un ejército de pequeños niños, tiene muchas partes el Ser. Nos quejamos de la inseguridad, de la falta de oportunidades, de la contaminación y de muchas otras cosas, hay que dejar de hacer eso y en su lugar preguntarnos y contestarnos con toda honestidad: ¿en qué he participado yo en ese estado de cosas que estamos viviendo?... Amigos, el abuso, y el mal uso del sexo, la falta de misericordia en nosotros, nos hace contaminar, nos hace traer hijos al mundo sin ningún tipo de responsabilidad, sólo buscamos satisfacer nuestras pasiones bestiales, sin que nos importe pisotear a nuestra simiente, a nuestros hijos, nos reproducimos irresponsablemente y llenamos al mundo de niños que son abusados en todos los aspectos, porque como padres, no nos dedicamos a cubrir sus necesidades, a amarlos y levantarlos correctamente; actualmente nuestros jóvenes, en la cumbre de su potencialidad, andan crispados, enojados y muchas veces hasta se suicidan, pues no encuentran oportunidades de desarrollo educativo y laboral; desde hace muchísimo tiempo, la demanda educativa y de trabajo, ha superado por muchísimo a la oferta, estamos perdiendo a la población joven y hasta niños (tanto hombres como mujeres) en la trata de personas o bajo el fuego del crimen organizado y el consumo de drogas, pues ése es el destino que labramos para ellos… Pero fino lector, con ser responsables de nuestra sexualidad y un poco de MISERICORDIA, cristalizado esto, en cada uno de nosotros, ese estado de cosas, puede cambiar radicalmente; vamos a dar muerte al ego, vamos a trabajar responsablemente con nuestras aguas de vida, con nuestra semilla y un mundo nuevo nos sonreirá; las columnas del palacio, por otro lado, alegorizan a todos aquellos estudiantes gnósticos que, como verdaderos guerreros, se lanzan, sin tregua, a la lucha contra sí mismos, pues saben que el enemigo no está fuera, sino dentro de uno mismo; tenemos que eliminar lo que no sirve, hasta convertirnos en serpientes, como lo hizo Quetzalcóatl y otros más. Recordemos que Quetzalcóatl, el Cristo mexicano, quemó, precisamente aquí en Tula, lo que no le servía, lo que le sobraba y al hacer esto consiguió la liberación total. Visto de frente, el templo de las columnas, nos despliega, al lado derecho 22 columnas que, traducidas al lenguaje de la cábala, la ciencia de los números, nos remite al arcano o misterio número 22 que es la resurrección, símbolo de poder, verdad, triunfo, buena suerte, regreso al Ser, al Padre Interior. Cristalizar en nosotros el Arcano 22, nos quita la fragilidad, el peligro de caída, de castigo, simbolizados por las 16 columnas que se despliegan al lado izquierdo del Palacio visto de frente. Justo en medio de los dos grupos de 22 y 16 columnas y frente a la pila de agua rodeada por una serpiente, encontramos una sola columna, alegoría del Ser, pues sólo trabajando con nuestras aguas creadoras, las aguas del Espíritu Santo, las aguas del amor, abandonaremos la fragilidad, llegaremos a la resurrección y nos uniremos con el Ser, lo más limpio y divino que todos tenemos. Caminando a lo largo, por en medio de los dos grupos de columnas, se encuentran en el piso, petroglifos con figuras estilizadas de aves, intercalándose entre ellas pequeñas pilitas de agua, alegorizando, esos dos elementos, al Espíritu Santo o Tercer Logos. Las mismas 22 columnas del lado derecho, las 16 del lado izquierdo, más la columna que representa al Ser, suman 39, si sintetizamos: 3 + 9 = 12, volvemos a sintetizar y tenemos: 1 + 2 = 3, el número del Tercer Logos o Tercer Creador. Dispersas en varias partes del piso del palacio, se pueden ver piedras circulares y rectangulares, viva representación (al igual que las columnas cuadradas y redondas) de las fuerzas masculinas-femeninas: En forma de círculos para las femeninas y rectángulos para las masculinas, ya que la dualidad, era y es, la base para la construcción de la pirámide del Ser en cada uno de nosotros, no olvidando que el Ser representa, amor, caridad, fe, bondad, en fin, un conjunto de principios trascendentales; de modo que, en este palacio maravilloso, nos encontramos con la Tríada Divina: El Padre, (el Ser), El hijo (el adepto trabajando con el fuego serpentino y el agua del amor simbolizados por la serpiente), y el Espíritu Santo, simbolizado por las aves, el agua de vida y las tres columnas cilíndricas del traspatio de la sala – patio 1. Así pues, a los adeptos trabajando con esas tres fuerzas de la naturaleza y el Cosmos, los encontramos esculpidos en los Altares de Culto, resguardados por los cobertizos del patio central del palacio, adorando ellos a la Divinidad y portando penachos o mitras ricamente adornados de plumas de aves, alegorizando el trabajo con las fuerzas del Espíritu Santo. En la sala 2 del Palacio, se encontraron los siguientes valores: el Chac Mool de Tula (que con sus ojos bien abiertos nos reitera que debemos auto observarnos internamente. Dos discos más se recuperaron en los patios de las salas 1 y 2 (pues los Toltecas, al igual que otras culturas arcaicas del mundo, le rendían culto al Sol, el planeta de la vida y la iluminación). Piezas, todas sagradas que ahora se encuentran en el Museo del sitio. En el Patio y sala central del Palacio, se pueden observar 30 columnas de cuatro lados cada una y cuya síntesis es el número 3, indicando que el neófito debe trabajar, con las fuerzas del Tercer Logos: el fuego sagrado del amor, las energías creadoras, simbolizadas por al agua ubicada en el centro del patio. El patio 1 cuenta con 28 columnas circulares, cuya síntesis es el número 10 = Matrimonio, palabra que tiene 10 letras = el Hombre y la Mujer, que en matrimonios legítimamente constituidos, deben trabajar juntos con sus energías de vida, simbolizadas también por el impluvio central que nos recuerda las Piscinas Sagradas de tiempos antiguos. El 10 a su vez se sintetiza en 1, indicando que ese trabajo nos fusiona con el Ser que es el principio de todo. Observando el patio 3, encontramos en el traspatio que precede a la entrada principal, 8 columnas que nos muestran que, el trabajo sobre sí mismos implica, pruebas, dolores, sufrimientos, renunciaciones. Pasando al interior del patio, descubrimos 32 columnas circulares cuya síntesis es el número 5, la Ley, señalando que el trabajo con las aguas es por Ley, nuevamente simbolizadas esas aguas por el impluvio que se encuentra al centro. En una pequeña explanada lateral al patio 3, se pueden observar dos grupos de nueve y siete hoyos que en su momento contaron con sus columnas correspondientes. Como sabemos, el 9 es el número del trabajo con las energías creadoras, el cual, si hacemos bien, nos llevará al orden interior y por lo tanto al exterior, al triunfo, simbolizado por el número 7. Reiteradamente vemos en el Palacio Quemado o de Las Columnas que, el único camino es trabajar intensamente para transmutar nuestras energías internas, para eliminar defectos y conquistar los atributos del Alma: Dulzura de carácter, pureza, amor al trabajo, moderación en todo lo que hagamos, alegría por el bien ajeno, humildad, caridad y paz interior. “Por tanto, dice el Apocalipsis, acuérdate del estado de donde caíste y arrepiéntete y vuelve a la práctica de las primeras obras; porque si no, voy a ti y removeré tu candelero de su lugar si no te corriges, y la tristeza afligirá a tu corazón. Samael Aun Weor. Magia Crística Azteca. ENVIADO POR: INSTRUCTOR JOSÉ ISABEL MAURICIO VARGAS. RINCÓN DE ROMOS, AGUASCALIENTES, Y LORETO, ZACATECAS. COATEPANTLI O MURO DE SERPIENTES. Este muro parece ser el prototipo de los muros que construían los pueblos mesoamericanos alrededor de sus plazas y templos ceremoniales y, según la cosmogonía de éstos pueblos, separaba o delimitaba el espacio exterior de su recinto sagrado. El Coatepantli, se encuentra localizado en la parte noroeste de la pirámide B que es la que sostiene los famosos atlantes. Este muro se encuentra dividido en tres bandas horizontales. Destaca en la parte central un friso con serpientes de cascabel con las fauces abiertas, devorando cráneos o calaveras. Esto desde el punto de vista gnóstico nos representa a la Madre Divina devorando al ego, al yo, al conjunto de agregados psicológicos que embotellan nuestra conciencia. En la parte superior e inferior de este friso encontramos unas grecas de influencia claramente mixteca pues nos recuerdan a las que adornan los templos de Mitla en el Estado de Oaxaca. Estas grecas simbolizan que todo lo que existe está sujeto a ascensos y descensos; que para subir, primero hay que bajar. Todos nos encontramos regidos por esta ley pendular, el movimiento pendular levanta y hunde imperios. La parte superior se encuentra rematada por unas almenas en forma de caracoles cortados por la mitad que aluden al Dios Quetzalcóatl en su versión de Venus el planeta del amor, pues sólo con la fuerza maravillosa del amor podemos lograr una transformación radical. Otra parte del muro se encuentra adosada a la pirámide de los atlantes y se caracteriza por una banda superior con bajorrelieves de tigres alternados con coyotes. El tigre fue siempre un animal sagrado entre los aztecas y toltecas. Simboliza la fiereza y sagacidad que necesitamos para enfrentarnos a nuestros agregados psicológicos. La parte inferior tiene frisos de águilas en posición de perfil devorando corazones lo cual nos alegoriza el sacrificio de las pasiones del iniciado. Representación muy semejante a las garras estrujando corazones a ambos lados de la cara de Tonatiuh en el calendario azteca. También se aprecian águilas con las alas abiertas en posición frontal. Los coyotes o lobos mexicanos son una clara representación de la Ley del Karma, Ley de compensación que ajusta las causas a los efectos y que rige todo lo creado. Existió entre los Nahuas un dios llamado Huehuecóyotl (Coyote Viejo), quien preside la cuarta trecena del calendario sagrado de los aztecas; era considerado dios del destino, así como del fuego, la danza y el canto. El tigre, el águila y la serpiente abundan en todos los centros ceremoniales aztecas, toltecas, teotihuacanos, etc., recordemos la orden de los caballeros tigres y águilas que sometía a sus aspirantes a tremendas pruebas de valor antes de ser admitidos. Estos adeptos eran verdaderos sacerdotes magos que habían eliminado de su interior todos los elementos psicológicos inhumanos, y tenían tal dominio de la naturaleza, que podían verdaderamente convertirse en tigres o águilas, lo que en esoterismo se conoce como los estados Jinas. En México a este fenómeno se le llama nahualismo. Todas las culturas antiguas en México eran serpentinas, es decir, tenían la Sabiduría de la Serpiente y por eso abunda su representación. En el silencio tienen su punto de contacto el infinito reposo y la infinita actividad. Samael Aun Weor. Magia Crística Azteca. Enviado por Instructor Auxiliar: J. Antonio Compeán Martínez. San Luis Potosí, S.L.P. MUSEO DE TULA, HIDALGO. Amigos, vamos a estudiar ahora la sabiduría maravillosa contenida en las esculturas monolíticas y grabados en piedra que se encuentran en el museo antropológico de Tula Hidalgo, México; está claro que en estos monolitos y esculturas se encuentran contenidos conocimientos extraordinarios, herencia de la antigua cultura Tolteca, en donde encontramos las claves necesarias para la autorrealización íntima de nuestro Real Ser interior profundo. Debemos tener en cuenta en simbología arquetípica esotérica que cada elemento a estudiar tiene siete formas de interpretación de acuerdo a la ley del siete. Por lo tanto, según nuestro nivel del Ser y grado de percepción objetiva es como iremos descubriendo todas y cada una de sus diferentes interpretaciones; sin embargo, el maestro Samael Aun Weor nos dejó la información necesaria para la explicación de las piezas arqueológicas que a continuación presentamos. Figura del Chac Mool. Este tipo de esculturas se encuentran en Tula o Tollan, Hidalgo, y en Chichen Itzá, Yucatán; algunas aparecen decapitadas, unas accidentalmente y otras a propósito, alegorizando en ello la muerte total del ego, recordándonos el pasaje bíblico de la decapitación de Juan el Bautista. Esta escultura tiene una corona en la cabeza indicando que gobierna a la naturaleza, que es rey de la misma tanto en lo interior como en lo exterior, gracias al dominio del impulso sexual, simbolizado por el cuchillo que tiene amarrado en un brazo. Ojos muy abiertos indicando con ello a la conciencia despierta. Boca también abierta, indicando en un aspecto que la transmutación de la energía sexual se logra con el sabio manejo de la respiración, y por otra parte, también nos señala que es posible crear con la palabra, además de parlar en el lenguaje de los dioses. En este grabado tenemos a un guerrero a nivel de suelo reptando como una víbora, todo cubierto por un traje de plumas, su cabeza dentro de unas fauces de sierpe, y con una mano que sostiene a una serpiente como báculo. Esta pieza nos habla de un iniciado que logró levantar a la Kundalini a lo largo de la médula espinal y que posteriormente fue tragado por la serpiente misma, convirtiéndose en un Quetzalcóatl. Empuña el cetro de mando conferido por la serpiente ígnea de los mágicos poderes. Vemos dos imágenes en piedra, en la parte izquierda la representación del elemento fuego, grabado muy similar a las esculturas que encontramos en la zona arqueológica de Plazuelas en Guanajuato; el fuego es el principio creador del primer instante, toda creación comienza por el fuego y termina con el fuego. En el extremo derecho hay otra escultura en piedra, que nos recuerda al signo de la cruz, los 4 puntos cardinales, las 4 estaciones del año. Imagen en cerámica representando al Dios Tláloc; el uso que se le daba era el de un brasero para quemar todo tipo de resinas aromáticas en los rituales ceremoniales; si observamos detenidamente, en su rostro están grabadas ondas marinas, simbolizando al elemento agua, tiene los ojos con los párpados cerrados, mismos que derraman cuatro lágrimas cada uno de ellos, dando una suma de ocho, número de justicia, número de sufrimientos, de pruebas y dolor; su boca está abierta pero claramente se aprecia que se muerde la lengua con los dientes. El hecho de que esta escultura presente una expresión de sufrimiento y dolor nos habla del karma que en un momento dado las jerarquías que rigen los destinos del mundo, han aplicado a la humanidad, utilizando el elemento agua: sequías, inundaciones, granizo, tormentas, etc. El que se muerda la lengua con los dientes nos indica que nos está vedado el conocimiento directo y el poder comunicarnos con las divinidades debido a nuestra conciencia dormida, representada por sus ojos cerrados. Figura que representa al Dios Tláloc con otro aspecto, los ojos y boca muy abiertos; presenta una nariguera en su nariz, la nariguera invita a la transmutación de la energía creadora. Greca grabada en piedra que nos viene a recordar el emblema de Quetzalcóatl que es un caracol cortado en forma transversal; este símbolo es la estilización de dicho caracol, emblema del elemento agua. La escultura de Xólotl o jaguar viene a representar a nuestro entrenador psicológico; cuando se manifiesta en nosotros, no solamente se encarga de probarnos ante las tentaciones, además se convierte en nuestro instructor, nos provoca desdoblamientos astrales conscientes por orden del Ser, para instruirnos incluso en los misterios del fuego, para darnos una enseñanza. En esta imagen tenemos a un monolito tolteca, mismo que tiene un mandil masónico cubriéndole el sexo, emblema de la transmutación de la energía creadora indispensable para llegar a la alta iniciación. La misma figura, en sus pies tiene unas sandalias con unos adornos a manera de borlas con garras de jaguar como trofeo, indicándonos que el camino lo debemos andar victoriosos después de haber vencido al felino en sus duros ataques a través de las tentaciones a las que somete al adepto. Para triunfar sobre el felino o jaguar es indispensable elevarnos al tercer estado de conciencia y no perderlo. El monolito tiene unas rodilleras, mismas que asociamos con los chakras de las rodillas, los cuales se activan con la virtud de la humildad; esta virtud es necesaria si queremos llegar a la maestría en el trabajo interior. Escultura de una serpiente enroscada, nos recuerda a la Kundalini envuelta tres veces y media en el chakra del coxis esperando el momento de despertar y ascender a lo largo de nuestra médula espinal subiendo cada una de las 33 vértebras o grados esotéricos que confieren la alta iniciación. Grabado en piedra de una bandeja conteniendo humanos corazones manando sangre, atravesados por elementos cortantes; este tallado en piedra nos expresa en forma simbólica el sacrificio de nuestras humanas pasiones, mismo que debemos ofrendar a la divinidad. Escultura de un caracol cortado por la mitad, representa a Quetzalcóatl y al elemento agua, del cual surgió el logotipo del ICQ. Placa de piedra tallada en bajo relieve representa a un guerrero con doble cabeza en la actitud de extender sus brazos alados a la manera de una mariposa; muestra flácidos senos, una de las cabezas de este guerrero corresponde a la de una calavera descarnada, la otra está encarnada; en la parte del abdomen muestra un hueco y como si le faltaran sus entrañas. Este grabado nos habla claramente de varios aspectos conjuntos. Tenemos la representación de la muerte total de los defectos psicológicos del guerrero que ha triunfado en la guerra a muerte contra sí mismo Escultura cuyas manos forman una especie de receptáculo a la altura del plexo solar invitándonos a convertirnos en receptores de la luz interior que emana desde el fondo de nuestro Ser; en la cabeza tiene un elemento circular, representando al chakra Sahasrara o flor de loto de 1000 pétalos completamente desarrollado, mismo que confiere la iluminación. Un guerrero con casco de águila, cubierto de plumas, agarrando el báculo del poder, nos recuerda a los caballeros águilas de la cultura azteca, hombres auténticos que encarnaron al espíritu y que ya fueron tragados por la serpiente. Por otra parte, este grabado puede estar representando a un gobernante o a un Rey. Huehuetéotl: “Dios viejo”, Dios del fuego. Los nahuas le llamaban el padre de los Dioses y de los hombres; la primera y última síntesis de nuestro Ser. Pues bien, estimados amigos, ésta es la explicación de las principales piezas del museo de Tula, Hidalgo, esperando que les sea de gran provecho el estudio místico, filosófico, artístico y científico de las mismas. .¡Oh! Luz en quien yo he confiado, presta oídos a mi arrepentimiento y deja que mi voz llegue a tu morada. Samael Aun Weor. Pistis Sophia Develado. ENVIADO POR: VIRGILIO CUAUTLE ROLDÁN. INSTRUCTOR DE NOCHISTLÁN ZACATECAS MÉXICO. ARCANO NO. 67 LA AMISTAD “MANO PRONTA EN DAR; PIE PRESUROSO EN CUMPLIR”. AM: El Principio de amor puro. AT: “Mano pronta en dar; pie presuroso en cumplir, con vosotros estoy en la cuesta o en el llano”. AV: Urano. Letra: L. Nº 4. EG: Afectos cristalinos; contradicciones pasajeras; contactos amables y amenos. D: Joven moreno; deber cumplido; placidez de ánimo, triunfo sobre los obstáculos; apoyo de amistades; afectos devotos. R: Desliz que trae tribulación. “Debemos cultivar LA AMISTAD, LA SINCERIDAD, EL AMOR, porque en el perfume de la amistad y la fragancia de la sinceridad, que tienen por base el amor, germinan las flores más bellas del Espíritu.” Samael Aun Weor. La AMISTAD, además del cariño y el afecto entre las personas, también tiene el carácter de AFINIDAD y CONEXIÓN, lo cual, aplicado al campo de nuestra relación con la Divinidad es muy importante, porque indica a qué somos afines. “Tener un buen amigo es poseer un tesoro”. Palabras más, palabras menos, eso indican las Sagradas Escrituras, tanto en el oriente como en el occidente del mundo. Desgraciadamente, como nos dice el V.M. Samael, el perfume de la AMISTAD y la fragancia de la SINCERIDAD, por estos tiempos se han perdido... Pero, ¿por qué se pelean los amigos? Sencillamente porque de pronto interviene, dentro de la personalidad, un agregado que no es amigo del amigo, y entonces viene la discordia. Pero si luego ese agregado se retira e interviene otro que sí es amigo del amigo, ¡ah, hacen las paces! ¡Qué fatuas son entonces las amistades!: No son completas; y no son completas porque no son comprensivas, no entienden esto de la pluralidad del Yo; si no serían completamente distintas, sabrían disculpar los defectos del amigo y no reñirían con él. Falta ese conocimiento para que nosotros no riñamos con nuestros amigos; falta hacernos más conscientes de eso. Así mejoraríamos nosotros la inter-relación, la convivencia... En realidad de verdad, la amistad es un SENTIMIENTO PROFUNDO, pertenece más bien a la los funcionalismos del CENTRO EMOCIONAL SUPERIOR. La amistad, pues, está muy cercana al corazón y en consecuencia participa de eso que llamamos “AMOR”, con todo lo que ello implica. Obviamente, la amistad, es fatua, endeble, voluble, cuando los elementos psíquicos indeseables (o yoes-defectos), entran en acción: Los celos, los recelos, la desconfianza, el resentimiento y otros tantos defectos que toda criatura carga en su espacio interior, entran u obstaculizan el proceso maravilloso de la amistad, vale decir, la dañan, la deterioran, e incluso la eliminan. ¿Por qué hemos de ver, exclusivamente, la parte negativa de cada persona? Entre otras tantas cosas, un buen amigo es aquél que sabe dispensar los defectos ajenos y que, desde luego, sabe justipreciar las virtudes del prójimo. “Amistad”, “Fraternidad”, “Libertad” e “Igualdad”, son simples palabras para todo aquél que nunca se ha auto-explorado para auto-conocerse. Ahora comprenderemos por qué el perfume de la amistad y la fragancia de la sinceridad, son virtudes que ya casi no existen sobre la faz de la Tierra. Debemos CULTIVAR LA AMISTAD, LA SINCERIDAD, EL AMOR, porque en el perfume de la amistad y la fragancia de la sinceridad, que tienen por base el amor, germinan las flores más bellas del Espíritu. Todas estas cualidades nos darán una rica vida interior; así es como nos preparamos internamente para las grandes disciplinas esotéricas de la mente que flamean entre las llamas abrasadoras del universo. Pero no olvidemos que para ello debemos ir eliminando el ego, porque éste no sólo mata la amistad, sino que nos lleva a la traición, al adulterio, a la fornicación. La Amistad: La amistad como ACTO DE DEVOCIÓN en el afecto, simboliza la virtud humana de VENERACIÓN. El Principio del AMOR PURO. Aparece, en el centro de la lámina que representa a este Arcano, una mujer en la posición jeroglífica TUA (orar, rezar, alabar, adorar). Sobre ella el signo BA (incensario), signo de alabanza, de veneración, de ofrenda. Ese incensario o vaso de ofrendas de donde se eleva la llama, representa la Mente-Cristo, o la mente superior. Es indispensable que los discípulos cultiven la bella cualidad de la VENERACIÓN. Debemos venerar profundamente todas las cosas sagradas y Divinas. Debemos venerar profundamente todas las obras del Creador. Debemos venerar profundamente a los Venerables Maestros de la Fraternidad Universal Blanca. El RESPETO y la VENERACIÓN, nos abren completamente las puertas de los Mundos Superiores. No debemos tener preferencias por nadie, debemos atender con el mismo respeto y con la misma veneración tanto al mendigo como al gran señor, debemos cultivar la misma cortesía para atender igualmente al rico y al pobre, al aristócrata y al labriego, sin preferencias para ninguno. DIOS ANPU O AP-UAT, DIOS ANUBIS: Ya sabemos que Anubis es el Jerarca de la Ley Divina. La Ley y los Divinos Maestros vigilan a los trabajadores de la Gran Obra, y ésta última sólo puede realizarse de acuerdo a los méritos del corazón. Letra Hebrea He: HE: Quiere decir “Esencia y Existencia”. El vocablo denota “calor, fuego viviente que se infunde y difunde”, representa el principio de la luz divina, la luz que vivifica. Es la inteligencia en función, el camino universal, la religión. Despierta en el ser humano aptitud para trascender las limitaciones. (Estudiada en Arcano 5, 23, 45). Fonograma egipcio: Ésta es la letra “H” que indica hálito divino, impulso vital, movimiento cósmico, acción, espiral o cosa torcida, entorchada. Se representa también con el símbolo de lazo o cuerda que parece un caduceo. (Estudiada en Arcano 5, 26, 45). El Símbolo Alquimista: Como símbolo alquimista representa la disolución, DISOLVER; en la Escritura Pasaje del Río aparece representando a la misma letra Hebrea He. Letra L: Se relaciona con el número 13 y el Planeta Urano. Está simbolizada por una PIRÁMIDE, atributo de TRANSMUTACIÓN. Planeta Regente: Urano: ya estudiado Arcano 31 y 40; ya sabemos que la palabra “Urano”, deviene de UR (Fuego) ANAS (Agua). Urano, como primer Rey Divino de la primitiva Atlántida es el regente de las glándulas sexuales. Dice la leyenda de los siglos que Urano tuvo 45 hijos de diversas mujeres y 18 con Titaea (los Titanes). Cada una de estas cantidades Cabalísticas nos da por un lado el 9 de la 9ª ESFERA, en donde se realiza la Gran Obra; y por otro, 18, el de los enemigos ocultos y las fuerzas opositoras de la Luna. Esta asociación astrológica el planeta Urano, indica que, para eliminar los yoes del odio, y en definitiva todos los que acaban con el amor, con el perfume de la amistad y la fragancia de la sinceridad, necesitamos polarizarnos positivamente con la Onda Dionisíaca. Cualidad o Virtud: El amor puro y casto, la amistad, la sinceridad, el perdón, la generosidad, la devoción, la veneración. El Defecto: El odio, la pasión, la enemistad, la insinceridad, la venganza, la falta de generosidad, la irreverencia, la falta de respeto. Prueba Iniciática: Aprender a recibir con agrado las manifestaciones desagradables de los semejantes. “Haz buenas obras, para que pagues tus deudas.” “No solamente se paga Karma por el mal que se hace, sino por el bien que se deja de hacer, pudiéndose hacer.” Samael Aun Weor Axioma Trascendente: “Mano pronta en dar; pie presuroso en cumplir; con vosotros estoy en la cuesta o en el llano”. Este Arcano 67 contiene, en sí mismo, el PRINCIPIO DEL AMOR PURO Y DESINTERESADO, o sea, encierra en su contenido la LEY DEL DAR Y RECIBIR, así podemos inferirlo al analizar su axioma. Un buen amigo sabe tolerar los defectos ajenos, justipreciar las virtudes del prójimo, porque, fiel al sentimiento de amistad, ha aprendido a colocarse en la posición de los demás. El amor verdadero está pronto a perdonar agravios y ofensas. Jesús el Cristo, el mayor instructor de la humanidad terrícola, respondiendo a la pregunta: “¿Cuántas veces debo perdonar?”, respondió Cabalísticamente: “debes perdonar 70 veces 7”... Es decir, 490 veces. Si sumamos entre sí estas cifras (4 + 9 + 0 = 13) nos da el número 13 que es la misma cantidad que obtenemos al sumar 6 y 7, que son los números de este Arcano. Y sumando el 13 entre sí (1 + 3) obtenemos el 4. Interpretada la suma esotéricamente y relacionándola a la vez con la enseñanza de Jeshúa Ben Pandirá, tenemos entonces, por una parte, que el Arcano 13 es el de la MUERTE y el del Nº 4 es el del EMPERADOR, nuestro Intimo o Real Ser, que es, por otra parte, la fuente del amor, luego, resulta imposible aprender a amar y perdonar sin la muerte del ego, sin la eliminación, entre otros, de los agregados psíquicos del odio, del amor propio y del resentimiento. Elemento de Predicción: Promete: Enseñanzas internas y externas; defectos y virtudes; ascensos y descensos; protección de una persona mayor en edad y posición; más dicha para el futuro cercano de lo que el presente hace suponer. “Debemos cultivar LA AMISTAD, LA SINCERIDAD, EL AMOR, porque en el perfume de la amistad y la fragancia de la sinceridad, que tienen por base el amor, germinan las flores más bellas del Espíritu”. ARTICULO ADAPTADO DE CESAR OWEN. ESPAÑA.