Revista “La Sabiduría del Ser” N° 60 Causas de las enfermedades Ciencia Arte Filosofía y Mística Trimestre: Enero, febrero, marzo de 2014 Material didáctico para uso interno y exclusivo de Estudiantes del Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. www.samaelgnosis.net y www.samaelgnosis.org Inglés: www.samaelgnosis.us Francés: www.samaelgnosis.net/fr Contenido Las Facultades de la Medicina 2 Egipto Elemental 5 El Intercesor Elemental 8 Maestros de la Medicina Universal y el Templo de Alden. 9 Ens Espirituale 11 Ens Astralis, Ens Veneris 13 Ens Dei 16 Ens Naturae 18 Arcano Nº 60 Evolución 20 Artículos basados en el Libro: Medicina Oculta y Magia Práctica de Samael Aun Weor. Portada: Paracelsus grabado en madera por Tobias Stimmer 1541 Certificado de reserva de Derechos al uso Exclusivo. En el género de: Difusiones periódicas. Especie: Difusión vía red de Cómputo. Titular: Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. Titulo “La Sabiduría del Ser” Reserva: 04-2008-032711425000-203 Dirección de Reservas de Derechos. Las Facultades de la Medicina E l Maestro Samael menciona que cuando se produce el nacimiento de un nuevo organismo humano, al inhalar su primer aliento, es cuando el alma, junto con los valores positivos y negativos, entran en esa criatura, y por otra parte nos dice el Maestro Arnoldo Krum Heller que en el instante que viene al mundo un ser humano, se corta el cordón umbilical, mediante el cual se había nutrido hasta ese preciso momento: Rápidamente lo invaden y envuelven las fuerzas astrales, ofreciéndole ese sello personal y único que lo caracteriza por toda su vida, y entran también en ese nuevo cuerpo físico las influencias planetarias del signo que le corresponda, por lo tanto, nuestra vida y hasta cierto punto la salud, dependen de la influencia de los astros y la enfermedad se produce por la desarmonía. Los sabios médicos como Paracelso y Arnoldo Krum Heller, utilizaban la magia elemental en la curación de las enfermedades, con plantas, perfumes, metales, flores, porque sabían que la medicina y la astrología son un sistema de enseñanza infalible e indispensable: estudiar solamente uno de estos elementos prescindiendo del otro, es anacrónico y anticientífico. El sistema médico de los indios Arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, es análogo al de los Lamas del Tíbet, trece años estudian medicina los indios Arhuacos y doce años es el mínimo de los Lamas del Tíbet. Ellos conocen a fondo la anatomía humana. A los textos de anatomía oficial les falta el estudio oculto de los cuerpos internos del hombre; según la ciencia esotérica, el ser humano es séptuple en constitución orgánica. Cada órgano es por consiguiente séptuple en su naturaleza interna. Esos siete cuerpos son: 1.- Cuerpo físico 2.- Cuerpo vital 3.- Cuerpo astral 4.- Cuerpo mental 5.- Cuerpo de la voluntad. 6.- Cuerpo de la consciencia 7.- Espíritu o el Íntimo. El Maestro Paracelso los designa de la siguiente manera: 1.- El Limbus 2.- La Mumia 3.- El Archeus 4.- Cuerpo Sideral 5.- Adech 6.- Aluech 7.- Cuerpo del Íntimo Emmanuel Kant, Filósofo alemán admite un “nisus formativo” refiriéndose al cuerpo astral. Estos distintos cuerpos internos del hombre, obran sobre las glándulas endocrinas y sobre las hormonas. No se puede ser médico sin conocer a fondo ese Nisus Formativo de que nos habla Kant. Estos cuerpos energéticos internos del hombre son organismos materiales que el médico tiene que conocer a fondo para diagnosticar enfermedades sin fallar, sin cometer torpezas. De nada sirve conocer la Química si no se conoce la “Química oculta”, de poco serviría conocer la Biología exterior si no se conoce la Biología interna, igual sería conocer solamente la anatomía externa si se desconociera la interna. Al finalizar los estudios de medicina, el alumno Arhuaco es examinado por todos sus profesores en presencia del gobierno de los indios de la Sierra y cada profesor examina sus mochilas de plantas una por una; los astrólogos califican en astrología; los magos en magia práctica, etc. Los exámenes sobre las plantas se relacionan con el ocultismo de ellas, es decir con la ELEMENTO-TERAPIA, la cual ignora la ciencia médica. Las escuelas de medicina de los Lamas del Tíbet oriental hacen lo propio, una de sus especialidades es la Osmoterapia o curación con perfumes. Existen santuarios de curación en misteriosas ciudades ocultas a los ojos del profano, ya en las selvas profundas del Amazonas, en las de California, así como en Centro-América, y en el mundo entero hay sitios sagrados donde se estudia y cultiva la sabiduría médica antiquísima, fundamentada en el Arte Regio de la Naturaleza. En el país asoleado de Khem, en el antiguo Egipto, los enfermos eran llevados no a consultorios médicos, sino a los templos augustos y sagrados donde se cultivaba la hierática sabiduría. Calles de esfinges milenarias contemplaron silentes, millares de peregrinos venidos de distantes tierras en busca de salud y de luz. La medicina fue siempre sagrada. La medicina fue el patrimonio bendito de los magos. En esos olvidados tiempos del lejano Egipto, los enfermos se cubrían de aromas en los Templos Sagrados y el verbo inefable de los Santos Maestros los llenaba de vida. En la bella mitología griega, Asclepio era el Dios de la Medicina. Asclepio aprendió esta ciencia médica de Quirón, centauro sabio e inteligente y así Asclepio, se convirtió en un gran sabio, se levantaron muchos Templos en su honor, uno de los más importantes fue el Santuario de Epidauro, este Templo llegó a ser el centro de curación más grande de la antigüedad, en el cual, posteriormente se desarrolló una verdadera escuela de medicina donde practicaban los sucesores de Asclepio. El más famoso de ellos fue Hipócrates de quien se decía ser descendiente directo del dios Asclepio. Los discípulos de Pitágoras lo consideraban un hombre sabio. Hipócrates es uno de los Maestros de la Medicina Universal que asisten a los enfermos en forma espiritual en el Templo de Alden. La medicina entre los aztecas se efectuaba con la intervención de alguna deidad para sanar enfermos. Entre los más importantes se encuentra Xipetótec Dios de la Primavera y patrono de los cirujanos y plantas medicinales. Xochiquétzal Diosa del amor, su templo estaba dentro del Templo Mayor de Tenochtitlán, a ella acudían las mujeres embarazadas a confesarle sus pecados y pedirle perdón y ayuda. Centéotl deidad de los medicamentos y las plantas medicinales. Otra figura muy trascendental era la de Toci que se traduce como “nuestra abuela”. Era patrona de los médicos, de las parteras, las yerberas y de los dueños de baños de vapor (Temazcal) conocidos en toda Mesoamérica, mismos que tenían propiedades curativas y religiosas. La Madre Tlazoltéotl de los Aztecas, Diosa del parto, aparece como el Maestro Tlazolteotl, vistiendo un bello manto de color azul y su rostro resplandeciente con el sonrosado color de la aurora. Es el jefe de un grupo de Ángeles que trabajan intensamente ayudando a las mujeres en el parto. Trazoltéotl controla las aguas de la vida universal. Controla el líquido amniótico entre el cual se gesta el feto. Controla los órganos femeninos relacionados con el embarazo, por lo tanto puede precipitar las aguas, dirigir el mecanismo de ciertos órganos y manipular las Leyes que rigen la mecánica del parto natural. Tlazoltéotl vive en el Edem (plano etérico o región de los campos magnéticos de la naturaleza). Toda madre puede invocar al Maestro Tlazoltéotl en el momento crítico del alumbramiento: “Pedid y se os dará: golpead y se os abrirá”. Aquellas personas que tengan enfermos los órganos sexuales, pueden invocar a Tlazoltéotl para que les ayude a sanar. Si tenemos necesidad de salud también podemos pedir curación a los Dioses Aztecas de la medicina, teniendo en cuenta que todo servicio debe ser pagado con buenas obras. Los médicos Aztecas tenían un vasto conocimiento muy avanzado en las ciencias ocultas, así como en las propiedades de las plantas y de los minerales, utilizando éstos para emplastes, ungüentos, resinas, aceites, etc. Contaban además con hermosos jardines botánicos y Templos majestuosos, donde a su vez se enseñaba esta ciencia médica. Enviado por María Guadalupe Licea. Comisión de Secretaría del I.C.Q. Imagen: John William Waterhouse: Un niño enfermo traído al templo de Esculapio 1877. Egipto Elemental E n las tierras sagradas del antiguo Egipto se conoció la hierática sabiduría que contiene los misterios de la naturaleza y del hombre mismo. Durante siglos, grandes iniciados egipcios desarrollaron en su interior facultades extraordinarias con la ayuda de las fuerzas inteligentes de los elementos naturales y a través de supremos sacrificios relacionados con el autoconocimiento. Los egipcios fueron conscientes de la estrecha relación existente entre la vida humana y la vida de la naturaleza. A través de su legado nos entregaron no solamente el conocimiento de las leyes cósmicas que nos rigen, sino también la forma de acceder a ellas. Sin embargo la sabiduría está oculta a los ojos profanos, pues solamente quienes vencen sus propias pasiones, celos, egoísmos, envidias, etc., pueden desentrañar los misterios esculpidos en piedra. Extraordinarios monumentos tales como la esfinge egipcia son testigos de una ciencia oculta denominada totemismo. La sabiduría gnóstica nos refiere la trascendencia del tótem, mucho más allá de la vana idolatría, el tótem es una viva representación de las leyes que rigen la evolución de todas las especies. La sabiduría egipcia enseña que los reinos de la naturaleza son niveles de la ley evolutiva, donde el reino mineral es el inferior y cada átomo de este reino es la parte o cuerpo físico de un ánima o inteligencia elemental. Cuando esta inteligencia ha adquirido la sabiduría perteneciente a los minerales, entonces tomará un cuerpo más evolucionado del reino vegetal, convirtiéndose así en el ánima de una planta. En este reino vegetal, dicha ánima se manifestará a través de diversos vegetales hasta adquirir la sabiduría de este reino para entonces ingresar al reino animal. Los elementales o ánimas prosiguen evolucionando hasta que más tarde están listos para ingresar al anhelado reino humano como almas o esencias más evolucionadas. Las ánimas de los diferentes reinos son los llamados elementales por Paracelso, quien sabía manipularlos para sus curaciones. Estas inteligencias poseen múltiples poderes sobre la naturaleza; algunos elementales vegetales pueden producir tempestades y terremotos; otros tienen la capacidad de sanar a los enfermos a distancia. Los grandes magos han conocido la magia elemental mineral, vegetal y animal y con sus elementales han realizado prodigios y maravillas. Magia viene de “mag” que significa acción. La magia consiste en la acción consciente sobre los elementales de la naturaleza para realizar portentos y acciones extraordinarias. La ignorancia hace suponer que el hombre por temor creó a los dioses de la tierra, el aire, el agua y el fuego, pero los totemistas trabajan en forma práctica con estas fuerzas inteligentes para el beneficio de la humanidad. En la esfinge se aprecian los cuatro elementos de la naturaleza, la tierra simbolizada por las ancas de toro, el agua por la cabeza humana, el aire por las alas de águila y el fuego por las garras de león. Los egipcios concibieron a la naturaleza y al hombre como una integridad, la diversidad integrada en la unidad. Después del proceso evolutivo de las ánimas hasta el reino humano, prosigue el proceso involutivo en el cual, si el ser humano obra negativamente dando rienda suelta a todas las pasiones y deseos, entonces involuciona hasta convertirse en animal nuevamente, entonces puede reencarnarse en animal. Los seres muy perversos pueden reencarnar en animales feroces y según el totemismo, también hay almas purísimas de santos que se reencarnan en una especie animal para ayudarla y elevarla a un nivel superior de conciencia. Así, los principios del totemismo son muy exactos. En las tribus que practican el totemismo, por tradición, se reverencia a determinado elemental ya sea animal o vegetal. Este elemental es venerado y respetado porque ha prestado servicios a la comunidad. Se cuida mucho a la criatura física que sirve de vehículo al elemental. En las diversas religiones hallamos vestigios del totemismo, como el culto a la vaca en India; el toro sagrado de los egipcios; el camello para los árabes; la llama de los incas; el culto al perro y al colibrí en la cultura mexicana y el cordero, el pez y la paloma del cristianismo. Entre los mismos elementales hay grados de sabiduría, poder y perfección, por eso los más elevados son verdaderos ángeles, quienes poseen mayores facultades sobre la naturaleza. “El misterio de la Esfinge es el hombre. El animal con cabeza humana es el hombre”. Cuando el ser humano aprende a dominarse a sí mismo (vence sus pasiones y domina sus pensamientos y emociones), va desarrollando la facultad de utilizar conscientemente las fuerzas de la naturaleza a través de sus elementales. Los elementales vegetales y minerales son muy poderosos, se reproducen como los dioses y viven en el Edem (cuarta dimensión). Mientras no se resuelva el problema de la Esfinge podemos caer en el abismo de perdición. Es urgente suplicarle a su Dios interno que repita dentro de nuestra conciencia interior el milagro que realizó Jesús cuando expulsó a los mercaderes del templo con el látigo terrible de la Voluntad. Sólo el Bienamado puede expulsar a esos yo intrusos del templo de nuestra Conciencia. Esos mercaderes del templo sabotean la Gran Obra. Son esos malvados los que apagan las candelas del templo. Todos los seres humanos fuimos elementales y la esfinge, además de representar estas leyes de evolución e involución, también es la imagen de la misma Diosa Madre del Mundo, la Madre Naturaleza, a quien debe recurrirse siempre que se anhele trabajar con los elementales, pues ella es quien rige todas sus manifestaciones, es la suprema maestra de toda la magia elemental. Enviado por: Susana M. Rodríguez Licea. Calmécac, San Luis Potosí, S.L.P. Foto enviada por Rubén Santamaría El Intercesor Elemental E stimados lectores, es maravilloso trabajar con las inocentes criaturas elementales de las plantas, debemos aprender a trabajar con ellas para ayudar a los demás y a nosotros mismos. Todo ser humano posee un instructor elemental, ese instructor elemental está hecho con sustancias elementales de la naturaleza, y el creador fue el mismo hombre. El hombre creó a su instructor elemental, cuando el hombre fue elemental. (Si nosotros leemos con seriedad e interés, “La Metempsicosis de Pitágoras” o” La Transmigración de las almas” del Maestro Krishna, descubriremos que el alma de todo ser humano ha tenido diferentes cuerpos, es decir, antes de acceder al género humano, hemos sido minerales, vegetales y animales) Así pues, las aspiraciones del hombre elemental engendraron a su instructor elemental y lo crearon, él vive dentro de nosotros. El instructor elemental es un Maestro en «ELEMENTOTERAPIA», (el Arte Regio de La Naturaleza). Cuando quieran hacer uso medicinal de una planta, deben acudir a su «Intercesor Elemental»: Cierren sus ojos, concéntrense en él, rogándole practique el rito elemental de la planta y ligue el elemental vegetal, al órgano enfermo del paciente. Ustedes mismos hagan un círculo en el suelo alrededor de la planta, arrodíllense ante ella y oren pidiéndole al elemental de la planta el servicio deseado. No hay duda de que el Intercesor Elemental ligará entonces el elemental vegetal al órgano enfermo del paciente. Sólo se le debe dar libertad al elemental vegetal, cuando ya haya sanado el cuerpo del paciente. Entonces, ya sano el enfermo, se le ruega al intercesor elemental, poner en libertad al elemental vegetal. La gente que vive en la ciudad, y que tiene que comprar las hierbas en el mercado, practicará alrededor de la planta el rito elemental, rogando luego a su intercesor elemental, ligar el elemental de la planta al órgano u órganos enfermos del paciente. Entonces el intercesor elemental, ligará con cordones fluídicos el elemental de la planta al órgano u órganos enfermos del paciente. Cuando se posee la clarividencia (esa facultad de ver el ultra de las cosas) es asombroso contemplar el elemental vegetal sanando al enfermo, reconstruyendo los órganos enfermos del paciente. Como son millones las plantas medicinales, es claro que nuestros lectores necesitarían ser pozos de sapiencia, para saberse de memoria todos los ritos elementales de todos los vegetales de la naturaleza. Afortunadamente cada ser humano tiene un intercesor elemental de la naturaleza, el cual tiene esa sapiencia elemental. Invoque entonces, la persona que va a echar una hierba a la olla al Intercesor Elemental, rogándole que practique el rito elemental de la planta, y ligue ese elemental vegetal a los órganos enfermos del paciente. Así, esos elementales vegetales quedarán ligados con cordones astrales a los órganos enfermos del paciente y estos enfermos sanarán, porque no son las plantas las que curan, sino los elementales vegetales de ellas. Cada vegetal tiene su elemental y por lo tanto, hay que rogarle al intercesor elemental practique el rito de cada planta. Él es nuestro mismo instructor de la naturaleza y posee la suprema sabiduría en magia elemental de la naturaleza. Con su ayuda podemos abrir los almacenes y registros de la Madre Naturaleza, y podemos estudiar la profunda sabiduría encerrada en las memorias del mundo elemental. Durante el reino del emperador Carlomagno, muchas gentes y seres elementales penetraron profundamente en nuestra atmósfera física, y fue precisamente por ese tiempo que nació la literatura romántica de la «Mesa Redonda» y de los «Caballeros del Rey Arturo». En las épocas del Rey Arturo y de los caballeros de la mesa redonda, los elementales de la naturaleza se manifestaron por doquiera, penetrando profundamente dentro de nuestra atmósfera física. Son muchos los relatos sobre duendes, genios y hadas que todavía abundan en la verde Erín, Irlanda; desafortunadamente, todas estas cosas inocentes, toda esta belleza del alma del mundo, ya no es percibida por la humanidad debido a las sabihondeces de los bribones del intelecto y al desarrollo desmesurado del Ego animal. Ciertamente el repugnante veneno del escepticismo contagió a las mentes humanas en forma alarmante desde el siglo XVIII. Hoy en día los sabihondos se ríen de todas estas cosas, no las aceptan, aunque escrito está que, el que se ríe de lo que desconoce, está en camino de ser idiota. La Magia-Natural o Elemento-Terapia, es tan antigua como el mundo; este conocimiento pasó de los Lemures a los Atlantes y de allí fue transferido a los grandes Hierofantes del viejo Egipto. Si consultamos la historia, nos daremos cuenta de que los grandes hombres del pasado estudiaron bajo las protectoras alas del Egipto elemental. Solón, el gran legislador griego, Moisés, Apolonio de Tyana, todos ellos recibieron su sabiduría del Egipto elemental. Los cimientos del gran período egipcio están fundados sobre una antiquísima actividad neptuniana basada en las leyes elementales de la naturaleza. Los egipcios denominaron a esa profunda conciencia neptuniana, el «Amenti». Los átomos elementales de la naturaleza son «Prana». Las conciencias elementales de la naturaleza son «Prana», es decir, vida y el que hable contra los elementales habla contra la vida, y los príncipes de los elementales le cierran las puertas. Queridos amigos, debemos aprender a utilizar nuestro «Instructor Elemental», para curar a los enfermos. Debemos aprender a manipular las sustancias elementales de la naturaleza para curar. Enviado por el Instructor: José Isabel Mauricio Vargas. Rincón de Romos, Ags. Imagen: Foto de la Esfinge de Egipto. Rubén Santamaría Maestros de la Medicina Universal y el Templo de Alden. E xisten Maestros y Ángeles en los Mundos Internos trabajando en la curación de los enfermos, entre ellos se encuentra el Maestro Paracelso, Maestro Galeno, Maestro Hipócrates, Ángel Adonai, Ángel Rafael (Médico de Dios), Hermes Trismegisto, Huiracocha. En el Templo de Alden se encuentra un Santuario de Curación en la Quinta Dimensión, ahí los Maestros de la Medicina Universal, asisten a todo aquel que acude en busca de ayuda, todo gnóstico auténtico sabe que en este templo los Venerables Maestros analizan los cuerpos internos de los pacientes. Sientan a sus enfermos en un sillón, bajo luces de colores primarios: Roja, Amarilla y Azul. Estos colores tienen la facultad de revelarles a los Maestros las larvas que el enfermo carga en su cuerpo Astral las cuales provocan la enfermedad que más tarde se manifiesta en el cuerpo físico. La luz astral es la base de todas las enfermedades y la fuente de toda vida. Toda enfermedad, toda epidemia tiene sus larvas astrales que, al coagularse en el organismo humano, producen la enfermedad. Cuando el enfermo acude a pedir ayuda, los Maestros atienden el llamado y trabajan con infinito amor y paciencia hasta extraer y desintegrar las larvas, y entonces proceder a curar el cuerpo con fórmulas exactas. Al sanar el cuerpo astral, el físico sanará matemáticamente, puesto que todo padecimiento físico es consecuencia de la enfermedad de los átomos astrales del mismo órgano; curada la causa se cura el efecto; es bueno saber que la recuperación se realiza si la Ley Divina lo permite. Es claro que los maestros de la ciencia sanan los cuerpos internos medicinándolos y el resultado más tarde es la curación del organismo físico; sin embargo, hay enfermedades kármicas muy graves, resultado de malas acciones cometidas en vidas anteriores, cuando el castigo es muy severo la curación se hace imposible; sin embargo, los maestros de la medicina asisten y tratan de salvar al paciente. Cuando la persona no debe un Karma muy grave, los maestros de la ciencia pueden curar al enfermo, aunque éste no consulte a ningún doctor. Empero es conveniente saber que por estos tiempos están apareciendo muchas enfermedades desconocidas, resultado espantoso de la perversidad humana; tales enfermedades suelen ser mortales. El cerebro tiene un tejido muy fino, que es el vehículo físico de los recuerdos astrales. Cuando este tejido se daña se imposibilitan los recuerdos de lo que soñamos y sólo se puede remediar el daño en el templo de Alden mediante la curación que realizan los Maestros al discípulo. Toda persona enferma puede escribir una carta dirigida a los Maestros de la Medicina Universal del Templo de Alden con la petición de curación de tal o cual órgano o parte del cuerpo afectada. La carta debe ser escrita con el puño y letra del enfermo, luego debe perfumar la carta con incienso y enseguida quemarla, para lo cual se necesitan los siguientes elementos: 1.- Un poco de sal (cualquier sal). 2.- Un poco de alcohol. 3.- Un poco de incienso (de preferencia del natural que sale de la corteza de los arboles) si no se consigue incienso se puede utilizar en su lugar, Mirra o Copal ya que cualquiera produce un aroma delicioso. 4.- Un poco de carbón encendido para quemar el incienso y perfumar la carta 5.- Dos recipientes adecuados: uno para el carbón donde se depositara el incienso que perfumará la carta, y otro para encender el alcohol y la sal. 6.- La Carta escrita por el interesado. Una vez reunidos todos los elementos se procede a trabajar para hacer llegar la parte astral de la carta a los maestros de la siguiente manera: Relajamos el cuerpo físico y el cuerpo mental vocalizando varias veces el Mantram PANDER (Paaaaaaaaaaaannnnndeeeeeerrrrrrrrrrrrrrrrrrrr). Se pide a nuestro Ser Interior que nos invoque en nombre del Cristo, por la majestad del Cristo, por el poder del Cristo, a los Venerables Maestros de la Medicina, rogando la curación del órgano u órganos enfermos. Después se vacía el alcohol sobre el recipiente que contiene la sal y se procede a encender el fuego. Ahora el interesado debe ponerse de rodillas (si le es posible) y con muchísima fe vocalizará el Mantram: OM TAT SAT OM (Oooooommmmm Tat Sat Ommmmmmmm varias veces. Al mismo tiempo que se pronuncia el mantram empezamos a sahumar (perfumar) nuestra carta en el humo del incienso, de tal manera que quede bien impregnada y con mucha devoción y respeto hacemos la petición a los Maestros de la Medicina universal: Venerables Maestros de la Medicina Universal, pedimos que la parte astral de esta carta sea llevada al templo de Alden en la quinta dimensión para que nuestra petición de curación sea atendida de acuerdo a la Ley Divina y nunca a nuestra voluntad. Aquí en estos momentos la carta está lista para ser quemada. Los maestros de sabiduría leerán la carta y asistirán al enfermo. Es obvio que todo servicio o favor debe ser pagado a la Ley Divina con buenas obras, de lo contrario pagaremos con dolor y sufrimiento. Enviado por Nelly López Villa. Estudiante del curso de Instructores. Hermosillo, Sonora. Imagen: Galeno, Avicena, Hipócrates Ens Espirituale E stimados lectores de nuestra revista, en esta ocasión voy a tocar el tema referente a una de las cinco causas de las enfermedades conocida esotéricamente como Ens Espirituale; el término Ens significa entidad, Espirituale hace alusión a lo espiritual, es claro que todo en la naturaleza tiene su parte espiritual o anímica por ejemplo, la parte espiritual de las rocas y toda clase de minerales que hay en el suelo y subsuelo está plagada por seres elementales llamados gnomos y pigmeos del elemento tierra; las rocas y todo tipo de minerales son sus cuerpos físicos. El reino vegetal y el reino animal también tienen en su parte anímica, infinidad de seres elementales que vienen a constituir los principios anímicos, espirituales e inteligentes de la naturaleza y tienen por vehículos la gran diversidad de plantas y animales que habitan en sus respectivos reinos; pero esto no es todo, ya que los demás elementos están poblados por billonadas y trillonadas de seres elementales. En el caso del quinto elemento que se llama Éter, el cual apreciamos en el azul intenso de las lejanas montañas, está habitado por los Pungtas y Barbelos, mismos que el clarividente iluminado observa como una multitud de puntos dorados brillantes; el elemento que le sigue, viene a ser el Fuego, mismo que está poblado por una vasta cantidad de salamandras o pequeñas lagartijas en color café jugueteando entre las llamas ardientes; el elemento Aire no es la excepción ya que está habitado por una extensa cantidad de Silfos y Sílfides aéreos, maravillosos seres elementales transparentes del color del aire y de formas parecidas a la de serpientes aladas o de pequeños dragones, entre otras figuras indescriptibles con palabras; el elemento agua es el cuerpo físico de una inmensa cantidad de ondinas y nereidas que lo habitan, conocidos en la vieja Irlanda como Tritones y Sirenas del mar. Todos estos seres elementales mencionados son inocentes, no son ni buenos ni malos, pero tienen formidables poderes; existen personas mal intencionadas que en un momento dado ordenan a cualquiera de estos elementales hacer algún daño a alguien, y obedecen enfermando a la persona contra la cual es dirigido el mal; empero, todo trae consecuencias y la ley del Karma actúa contra aquella persona mal intencionada que ordenó el certero ataque propiciando alguna extraña enfermedad a su víctima por medio de algún elemental de ciertas plantas o de animales, y en casos extremos pueden llegar a ocasionar la muerte. Es de hacer notar que los elementales usados con mala intención dañan el cuerpo vital o astral de la víctima y en consecuencia el cuerpo físico enferma. Hay plantas de fuego, aire, agua, tierra y manejando el poder oculto, según la naturaleza de cada una de ellas, se desatan los elementos, por ejemplo: el mago al operar con los elementales de plantas de fuego puede producir un terrible incendio. En la antigua América precolombina se utilizaban los elementales de las plantas para trabajar con el oro como si se tratara de blanda arcilla. Muchos de los monumentos megalíticos erigidos en la antigüedad se levantaron gracias a la técnica del amasamiento de rocas por medio de plantas, operando con sus elementales; como ejemplo, tenemos las enormes Cabezas Olmecas en el estado de Tabasco, o el caso de piedras perfectamente esféricas de diferentes tamaños localizadas en nuestro país y en Centroamérica, mismas que fueron elaboradas por nuestros antepasados mediante la técnica del amasamiento, valiéndose de plantas y de sus elementales, de manera que nos dice el maestro Samael que ellos, nuestros ancestros no cargaban nada si no se amasaban las rocas por medio de dicha magia elemental con las plantas. Cada elemental corresponde a un extracto anímico de cada tatwa; tatwa es vibración del Éter, el Éter se descompone en los cuatro elementos y cada elemento corresponde a una vibración tátwica o etérica, de tal manera que al fuego corresponde el tatwa Tejas, al aire el tatwa Vayú, al agua el Tatwa Apas, al elemento tierra el tatwa Pritvi; el éter se corresponde con el tatwa Akash, que es sonido primordial; la naturaleza en el principio de la creación era sonido, se escribe en el Evangelio de San Juan: “En un principio era el verbo, el verbo era Dios, todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que es hecho hubiese sido hecho…” La materia y todo cuanto nos rodea es cristalización del verbo, del sonido. De tal manera que sabiendo hacer uso de nuestro verbo, de la palabra, podemos recurrir a una serie de mantrams para operar conscientemente y de manera positiva con los elementales de la naturaleza con el propósito de obtener algunos beneficios, como curación de alguna enfermedad, despertar conciencia en el mundo astral, encantar serpientes o alejar a algún perro rabioso; que nos quiera hacer daño, para esto último tenemos el mantram SUA y también el mantram ¡PAS!, maravillosas palabras sagradas, que un día al hacer uso de ellos, comprobé su extraordinaria eficacia. Para que los mantrams tengan, poder es necesario cuidar el verbo y la sabia transmutación de la energía sexual, ya que el sexo y el verbo están íntimamente relacionados. Es importante señalar que el mago blanco opera con los elementales pidiendo siempre que se haga el trabajo de acuerdo con la ley divina, en tanto que el mago negro opera con los elementales de la naturaleza haciendo su propia voluntad y no la del Padre que está en secreto. Enviado por: Virgilio Cuautle Roldán. Instructor Gnóstico de Nochistlán Zacatecas. Imagen: Grabado de un Grifo. Anónimo. Siglo XVII Ens Astralis, Ens Veneris D ijo el Buda: "todo es mente", refiriéndose a que todo el universo es sustancia mental condensada. Dice a su vez el VM Samael: "Todo lo creado es un trino de sustancia mental compuesta de materia, energía y conciencia." Las causas de la enfermedad y de la esclavitud a la vida condicionada se encuentran en el campo de la mente, como un disturbio causado por el YO psicológico. El ego, el yo, el mí mismo es sustancia mental decadente, chatarra, ilusoria, que ocasiona el desequilibrio que en el ser humano lleva a la enfermedad. Decía Paracelso que las enfermedades son producidas por la falta de armonía en cinco entidades: el ens atrale, ens veneri, ens espirtuali, ens dei y ens naturae (del latín ens: ser, cosa, entidad). El ser humano tiene una constitución física, de carne y hueso; y una constitución interna desconocida para la ciencia médica oficial. Como tal, el cuerpo físico tiene su contraparte en el plano astral. El plano astral se encuentra involucrado dentro de la luz astral. La luz astral contiene al aire que respiramos y al akash. Es el principio vital de la biología, invisible pero presente en todas partes donde hay vida. En la luz astral la humanidad entera proyecta sus emociones negativas, sus pasiones violentas, miedos y conflictos. La luz astral sin las emanaciones del yo, lo penetra y compenetra todo en perfecta armonía hasta involucrar al plano físico. Así permite el desarrollo armonioso del ser humano y mantiene el equilibrio vital. Pero el yo es preocupación, aflicción, apego; el ego, el mí mismo es vicio, tendencias y pasiones que saltan de acá para allá. El ser humano vive el día a día en forma mecánica, como un sonámbulo, guiado y esclavizado por sí mismo. La vida cotidiana es en realidad un desastre cotidiano. Sabe la ciencia médica que una impresión fuerte, que el vivir dentro de la frustración, la identificación y angustia por el ajetreado mundo del día a día, desencadenan la liberación de las hormonas del estrés. Estas sustancias terminan desgastando al cuerpo, envejeciéndolo prematuramente, endurecen las arterias y favorecen el desarrollo de enfermedades crónicas. También esta forma ilusionada de vivir, es la causa absoluta de los trastornos psicológicos, la depresión, la ansiedad, la frustración. Una persona es un conjunto de valores positivos y negativos que no terminan con la muerte. Constantemente estos valores negativos condicionan desde el plano astral, al propio cuerpo físico. Incluso al morir, estas estructuras psicológicas proyectan hacia la nueva existencia, el diseño de su nueva vida. Cargamos a nueva existencia, además del karma, todos estos agregados mentales (ira, miedo, frustración, odio, etc.) Las enfermedades que vamos a adolecer son así determinadas por la mente, por el yo desde la entidad astral, desde el ens astrale. La compasión universal incondicional, la templanza, proyectan desde el astral el biotipo de un cuerpo saludable y bello, de la inteligencia; lo que, en cambio, la lujuria, el odio, la avaricia, proyectan hacia la nueva existencia, son organismos defectuosos y enfermos. El ens veneri se refiere al sabio uso de la energía sexual. Se dice en oriente, que el ser humano es en su constitución semen y sangre; es decir energía sexual y vitalidad orgánica como naturalezas inseparables. Estamos en el tapete de la existencia por el sexo. A través del sexo se crea un nuevo ser, y a través del mismo, el hombre se convierte en ángel o en bestia. La bestia representa todos aquellos valores negativos del yo psicológico. Por afinidad universal, estas formaciones atraen sufrimiento, esclavitud, enfermedad. La energía sexual derramada crea en efecto, además de fortalecer los valores negativos de una persona, nuevos valores o agregados psicológicos. El resultado es la decadencia gradual, cada vez más y más profunda del ser humano, en su miseria social y en enfermedades. La pérdida de esta energía también engendra larvas astrales. Se trata de la concepción de verdaderas criaturas monstruosas producto de la energía sexual decadente (el sexo crea), y que desde el plano astral proyectan todo tipo de afecciones psicológicas y orgánicas al ser humano. Solo la transmutación de la energía creadora puede generar al nuevo ser humano, regenerarlo, volverlo dueño de sí y liberarlo de la esclavitud al ciclo del eterno retorno. Dijo el Buda en su segunda noble verdad en el sermón de Benarés: Eliminar el apego mundano, el deseo, la pasión; erradicar al yo mismo, al tiempo que amar y sacrificarse por el prójimo, son el camino hacia la salud y la iluminación. Enviado por Rafael Merazo. El Salvador, San Salvador Imagen: Asclepio y su símbolo serpentario. (1876) Ens Dei A diferencia de lo que muchos piensan, karma no significa “castigo”. Karma es una ley universal que designa y asigna consecuencias en base a los efectos que vienen a causa de acciones. Por consiguiente, el karma puede considerarse como “bueno” cuando nos llega como una recompensa, o “malo” cuando trae amargura y dolor… y “bueno” y “malo” son términos relativos. Son muchos los que sufren lo indecible al tratar de modelar con su intelecto un concepto que explique cómo es que Dios, siendo “amor”, permita que exista sufrimiento y dolor. Después de todo, el concepto general de aquello que se conoce como Dios es que “es bueno”, “es fiel”, es un “Dios de Amor”, y que “nada malo puede venir de Dios”, pensar lo contrario a tales consideraciones implicaría que seríamos malas personas… y es lógico que evitemos pensar así, pues bien, se nos ha dicho que las personas malas “van a ir al infierno a ser consumidos por el fuego para siempre”. De más está decir que nadie quiere ser considerado como una “mala persona” y mucho menos “ir al infierno”. En realidad todos estos conceptos son medias verdades y resultan de la ignorancia, del desconocimiento de los misterios Crísticos y de la falta de la experiencia misma de la Divinidad. ENS DEI literalmente traducido significa la ENTIDAD DE DIOS y podríamos visualizar su entidad como la de una bella flor que esparce un aroma delicioso que se compenetra en todo lo que encuentra; donde todo lo que existe a su derredor la reconoce por la intensidad de su belleza y porque viven la experiencia misma de su presencia en cada respiro. Dios no es un anciano de barbas largas sentado en un trono allá en el cielo, en algún lugar más allá de las nubes, al que hay que servir para evitar que desde allá nos tire con rayos y truenos. Dios es una unidad múltiple perfecta que en sí mismo es la Inteligencia, la Sabiduría, la Misericordia y la Justicia. Dios es la Gran Mente que todo lo contiene. Él está en todo y todo está en Él, y nada podría estar fuera de Él – pues sería entonces tan grande o más grande que Él y tal cosa sería simplemente imposible. ENS DEI es la suprema Misericordia y la suprema Justicia de Dios y esta manifestación es la Ley de Acción y Consecuencia que existe en todos los niveles de la creación; desde las Jerarquías más superiores (que para ellos se llama KATANCIA o karma superior) hasta nosotros y los habitantes de los mundos inferiores (que conocemos como el Karma). Para nosotros nuestro karma comenzó con la consecuencia de la salida del paraíso después del disfrute del fruto prohibido y tal consecuencia fue la muerte (“muerte” significando “pérdida de los sentidos” superiores). Desde entonces, nuestra búsqueda por satisfacer el deseo, lo que ha hecho es complicar más y más nuestra existencia, al punto en que hoy deambulamos por las calles dormidos, sin ni tan siquiera recordar dónde hemos dejado los lentes o las llaves del automóvil, y mucho menos recordamos con certeza los eventos que transcurren durante el día. Debemos comprender que el karma es la medicina que se nos da con el propósito de darle un shock a nuestra consciencia, de tal forma que la reflexión invite a evitar que se repitan los mismos errores; pero tales consecuencias solamente se aplicarán en el momento en que las causas y las condiciones sean adecuadas para su manifestación. Eso quiere decir que el efecto del karma puede ser mediato, inmediato, o en la vida presente o en las vidas siguientes y no es tal cosa como “eterno” o “para siempre”, pues la Gran Ley no se queda con nada de nadie y espera que paguemos exactamente lo que debemos y ni un céntimo más, ni menos. En su forma más simple, el karma inmediato es fácil de comprender: nos sacrificamos por los demás y experimentamos una satisfacción y una alegría interior, o tocamos una hornilla caliente y de inmediato nos damos cuenta que eso no es lo que queremos hacer. Sin embargo el karma no siempre es fácil de comprender y los dioses del karma, bajo la dirección de El Gran Anubis, (el juez supremo a cargo de esta Ley) se encarga, junto con sus 42 Jueces, de ejecutar la ley de acuerdo siempre a la voluntad del Padre. Estos seres divinos operan desde la sexta dimensión de la Naturaleza, específicamente desde el Mundo Causal, siguiendo procesos que para nosotros resultan muy complejos, pues se encuentran más allá de la mente y de los sentimientos. Sus efectos se materializan muchas veces en condiciones o enfermedades que nos son muy difíciles de entender. Por ejemplo: Cuando vemos aquellos que sufren de artritis, con sus manos deformes y dolientes, en realidad pagan el karma de haber usado sus manos en vidas anteriores para golpear y maltratar a otros. Cuando vemos aquellos con condiciones o enfermedades del tracto respiratorio, vemos los que pagan karma por su ateísmo en vidas anteriores: en aquel entonces rechazaron la fuente de la vida misma y hoy el aliento de vida les carece y sufren lo indecible cuando no lo tienen disponible. Cuando vemos aquellos con condiciones que los hacen horribles y deformes, vemos los que pagan karma por su crueldad en vidas anteriores: antes abusaban de los demás y hoy su aspecto es tal que otros los rechazan, y dependen de la misericordia y el servicio de aquellos que pueden ver más allá de su deformidad. Cuando vemos aquellos que sufren de cáncer, vemos los que fueron fornicarios y abusaron de su fuerza creadora en vidas anteriores: antes derrochaban sus aguas de la vida y hoy como consecuencia se encuentran débiles y las células en su cuerpo carecen de la habilidad de responder al proceso de reproducción normal. Por último, cuando vemos hoy aquellos que sufren de epilepsia, descubrimos a los que en vidas anteriores prestaron sus cuerpos y su mente para ser Médiums a entidades desencarnadas: en vidas pasadas desarrollaron asociaciones neurales en su cerebro para facilitar “la entrada” de desencarnados a su cuerpo, y hoy las asociaciones de neuronas resultan “incorrectas” causando fallos que llamamos “epilepsia” y que no les permiten repetir tales hazañas. La Gran Ley nos da a cada cual lo que se merece y no se queda con nada de nadie. Debemos aprender a no rebelarnos contra el karma que recibimos, sino a aceptarlo como la consecuencia de nuestras propias acciones y en vez de tronar y relampaguear o de victimizarnos por el sufrimiento que nos llega por nuestro karma, pagaremos mejor y más rápido sirviendo y sacrificándonos por los demás. Y esto en realidad es simple: si antes abusábamos de otros y hoy nos sacrificamos por el que es abusado, o si antes pasábamos hambre y hoy damos de comer al necesitado, o si ayudamos a poner un techo sobre quien lo necesita; y si hacemos estas cosas y compartimos esta enseñanza para que otras almas reciban la esencia de la Gran Luz, evidentemente nuestro karma se pagará mejor y más rápido, nuestro nivel de Ser y nuestra condición de existencia mejorará. En las escuelas de instrucción interna al discípulo se le enseñan estas reglas de oro: “Al León de la Ley se le combate con la balanza” (Poner la balanza a nuestro favor, cargando el platillo con el peso de nuestras buenas acciones). “Cuando una ley inferior es trascendida por una ley superior, la ley superior lava a la inferior” (Al pagar el karma queda sin efecto la ley inferior). Esto significa que por medio de estas dos reglas de oro podemos matar karma y triunfar en la vida. Enviado por el Instructor Ricardo Santana Laracuente. Phoenix, Arizona Imagen: Papiro de Hunefer (1275 a. C.). Ens Naturae L os nervios son para el fluido vital lo que los alambres para la electricidad. El sistema nervioso Cerebro Espinal es el asiento del Íntimo y el sistema Gran Simpático es la sede del cuerpo astral del hombre. “El corazón envía su espíritu por todo el cuerpo, así como el sol envía su poder a todos los planetas y tierras; la Luna (la inteligencia del cerebro) va al corazón y vuelve al cerebro. El fuego o calor tiene su origen en la actividad química de los órganos (los pulmones), pero penetra todo el cuerpo. El licor vital o esencia vital está universalmente distribuido y se mueve o circula en el cuerpo. Este “humor” contiene muchos poderes diferentes, y produce en él “metales” (virtudes o vicios) de varias especies”. (“Paramirum”, L. I., Tr. 3 Paracelso). Este párrafo se refiere a la constitución interna del ser humano; cuando el cuerpo vital o etérico está debilitado, el organismo físico enferma por acción refleja, el cuerpo etérico tiene su centro de gravedad en el bazo. El bazo es un órgano importantísimo en el cuerpo humano. Cuando llega la hora del sueño, el alma envuelta en su cuerpo astral, abandona el cuerpo físico y deambula por el mundo de la quinta dimensión, mientras tanto el cuerpo etérico queda dentro del organismo físico, dicho doble etérico es llamado Lingam Sarira por los sabios orientales, el médico Paracelso llama a este cuerpo La Mumia, este cuerpo vital tiene su Chakra Fundamental en el bazo. La flor de loto del bazo especializa las corrientes vitales del sol y las atrae y absorbe, entonces vemos en el bazo a los glóbulos blancos transmutarse en glóbulos rojos. La energía vital recogida por el Chakra Esplénico pasa al plexo solar y luego se difunde por los canales nerviosos del sistema Gran Simpático, llenando de vida a todo ser humano. Cada átomo etérico penetra en cada átomo físico produciéndose una intensa vibración. Todos los procesos de la química orgánica se desenvuelven con base en el cuerpo etérico o segundo organismo. El tipo de enfermedades por el Ens Naturae son las relacionadas con la misma naturaleza humana, adquiridas por el medio ambiente en el que se vive, así como debidas a los pensamientos, emociones y acciones de tipo negativo. También pueden ser traídas de vidas pasadas y heredadas de los ascendientes; los defectos psicológicos, así como el consumo de drogas, alcohol y otros vicios disminuyen considerablemente la energía del cuerpo etérico y por ende vienen las consecuencias en el organismo físico. En nuestro cerebro existe un tejido nervioso sumamente fino, que los hombres de ciencia desconocen. Dicho tejido es el instrumento para traer nuestros recuerdos astrales, pero cuando se presenta algún daño en esta membrana, entonces el discípulo no puede traer los recuerdos al cerebro físico. Entonces hay que solicitar a los Maestros Hermes o Hipócrates o Paracelso, la curación de estos centros. Escríbase una carta al Templo de Alden, solicitando ayuda a cualquiera de los Maestros mencionados. Esta carta se satura primero de incienso y luego se quema con fuego, pronunciando los mantrams: “OM TAT SAT OM”, este acto debe realizarse lleno de fe, en posición de rodillas, si esto no es posible, puede hacerlo en otra postura, con mucho respeto fe y devoción, rogando ser escuchados. Ciertamente se quema la parte material de la carta, pero la contraparte astral de ella va directamente a manos del Maestro al que vaya dirigida la carta, así el Maestro procede a curar al enfermo, siempre de acuerdo a la Ley Divina. El Templo de Alden es el Templo de la ciencia, los cuerpos internos también enferman y necesitan médicos. Los Maestros de la ciencia son ricos en sabiduría y curan los cuerpos internos de todo el que pida ayuda. Todo ser humano carga una atmósfera de átomos ancestrales que tienen sus chakras en las rodillas, en ellas, está localizado el instinto de conservación y la herencia de la raza. Por esta exclusiva causa tiemblan las rodillas ante un grave peligro. Imagen: Baro Urbigerus “Das göttliche merkurianische Wasser” 1705 Arcano Nº 60 Evolución “EL QUE PLANTA Y EL QUE RIEGA, SON UNA MISMA COSA PARA LA SEMILLA”. AM: El Principio de Metamorfosis. AT: “El que planta y el que riega, son una misma cosa para la semilla”. AV: Venus. Letra: E. Nº 6 EG: Avizore el futuro; busque la perfección pero no sea perfeccionista. D: Cambios casi siempre adversos. R: Sucesos dolorosos; reveses de fortuna; fallecimientos; peligro de ruina por ideas fijas. “Todo el problema de LA LIBERACIÓN SE FUNDAMENTA EN LA TRANSFORMACIÓN Y la transformación TIENE POR BASAMENTO EL SACRIFICIO. En toda Transformación EXISTE MUERTE y NACIMIENTO, o MUERTE y RESURRECCIÓN”. Samael Aun Weor. L a Evolución es la acción y el acto de evolucionar, este Arcano señala una SERIE DE TRANSFORMACIONES CONSTANTES, SUCESIVAS Y ABSOLUTAMENTE CONSCIENTES DE NUESTRA PROPIA VIDA, y no solamente desde el punto de vista de la mecanicidad de la Ley de Evolución, ni desde el del dogmatismo aquél de la automática y progresiva transformación de las especies. A este respecto nos dice el Maestro: “Ahora bien, lo importante es CONSEGUIR LA TRANSFORMACIÓN DE LA VIDA, y esto es posible si uno se lo propone, profundamente...” “TRANSFORMACIÓN” significa que “una cosa cambia en otra cosa diferente”. Es lógico que todo es susceptible a cambios. Existen transformaciones muy conocidas de la materia: Nadie podría negar, por ejemplo, que el azúcar se transforma en alcohol, y que el alcohol, a su vez, se convierte en vinagre por la acción de los fermentos (ésta es la transformación de una substancia molecular en otra substancia molecular). En la nueva Química de los átomos y elementos, el Radio, por ejemplo, se transforma lentamente en Plomo. Los Alquimistas de la Edad Media hablaban de la “TRANSMUTACIÓN DEL PLOMO EN ORO”. Sin embargo, no siempre aludían a la cuestión metálica, meramente física. Normalmente querían indicar, con tales palabras, la transmutación del “Plomo” (de la Personalidad) en el “Oro del Espíritu”. Así, pues, conviene que reflexionemos en todas estas cosas... En los Evangelios, la idea del “HOMBRE TERRENAL” (comparado éste a una SEMILLA CAPAZ DE CRECIMIENTO), tiene la misma significación, como la tiene también la idea de RE-NACIMIENTO, de un Hombre que “nace otra vez”. Sin embargo, es obvio que “si el grano no muere, la planta no nace”; EN TODA TRANSFORMACIÓN EXISTE MUERTE y NACIMIENTO, o MUERTE y RESURRECCIÓN. Este desarrollo del Hombre Terrenal en el Hombre Celestial, tiene como base la CIENCIA DE LAS TRANSFORMACIONES O TRANSMUTACIONES. Por eso el Maestro nos insiste en la TRANSFORMACIÓN DE LAS IMPRESIONES. Porque cuando la Conciencia recibe las Impresiones, las “digiere” inevitablemente, las transforma en algo distinto; pero cuando no es la Conciencia quien recibe las Impresiones, sino la Mente, entonces sucede que la Mente reacciona contra los impactos provenientes del mundo exterior, reacciona violentamente, en forma mecánica. ¿Cómo usar, pues, la Conciencia? ¿Cómo utilizarla, de qué modo, a fin de que sea ella la que reciba las Impresiones y las transforme? Voy a decirles a ustedes, la clave es muy sencilla: JAMÁS OLVIDARNOS DE SÍ MISMOS, DE NUESTRO PROPIO SER. Si uno se olvida de su propio Ser Interior en presencia de un insultador, termina insultando; si uno se olvida de sí mismo, de su propio Ser en presencia de una copa de vino, termina borracho; si uno se olvida de sí mismo, de su propio Ser en presencia de una persona del sexo opuesto, termina fornicando. Cuando uno aprende a vivir en estado de ALERTA-PERCEPCIÓN, de ALERTA-NOVEDAD, cuando uno se recuerda a sí mismo de instante en instante, de momento en momento, cuando uno jamás se olvida de sí mismo, indubitablemente se va tornando consciente. LA EVOLUCIÓN: Como proceso de TRANSFORMACIÓN. Simboliza la Virtud humana del DESPERTAR SUCESIVO DE LA CONCIENCIA. El Principio de METAMORFOSIS. En la lámina vemos al Iniciado acercándose a su propio Ser resurrecto. Va revestido con una PIEL DE TIGRE, indicándonos así que ha pasado por la Aniquilación Buddhista (la muerte de los defectos), y en su mano lleva un VASO DE LAS LIBACIONES, indicándonos el trabajo con las Aguas de la Vida para lograr el Néctar de la Inmortalidad. El Iniciado representa al Alma Humana y el Vaso, es el Alma Espiritual, Buddhi: “en la que como en un vaso de alabastro, fino y transparente, arde la Llama de Prajna” (el Íntimo), tal y como afirma H.P.B. En la viñeta inferior de la lámina encontramos tres símbolos alquimistas: 1º) UT, VENDAR, MOMIFICAR, PUTREFACCIÓN. 2º) XA, PEZ MUERTO, O COSA MUERTA. 3º) EL DIOS AMSU, DIOS GENERADOR (MIN). Como ya nos ha sucedido en otros casos, es posible que esos 3 jeroglíficos formen una palabra según el idioma Egipcio, pero dado que estamos en la imposibilidad para entenderla, porque no hablamos ese idioma, lo único que podemos hacer es contentarnos con descifrarlos individualmente. Aun así, podemos ver que contienen una gran Sabiduría ya que señalan el proceso de perfeccionamiento de los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser y la Resurrección del Real Ser Interior. Tanto en este signo Ut como en el siguiente Xa, (Pez Muerto, Cosa Muerta), se insiste con eso de lo que está “muerto”, o la “putrefacción”, en la eliminación de los “desechos”, lo que de inhumano tenemos, para que sólo quede en uno el Hombre Solar. El número 6, síntesis del Arcano 60, nos indica el Arcano 6, “El Enamorado”, “La Indecisión”, el Hombre entre el vicio y la virtud. Es decir, definirse entre el vicio de la Fornicación o la Virtud de la Castidad. Aunque ya dijimos que en este Arcano, debe entenderse la cuestión “Evolución” como “la serie de transformaciones constantes, sucesivas, y absolutamente conscientes de nuestra propia vida, y no solamente desde el punto de vista de la Mecanicidad de la Ley de la Evolución”, no podemos dejar de reseñar que si no se realiza la Gran Obra, nos tocará Involucionar entre las entrañas de la Naturaleza y volver a salir para un nuevo proceso evolutivo, una vez se nos haya eliminado el Ego. Las personas que tengan Ego tendrán que pasar por la INVOLUCIÓN SUMERGIDA en los Mundos Infiernos para la aniquilación del Ego. Porque si no fueron capaces de eliminarlo por sí mismos, la Naturaleza es muy compasiva, ella se encarga de aniquilarnos allá abajo; les hace ese servicio de higiene. Ella se encarga de hacerlos involucionar entre las entrañas de la Tierra, para pasarlos por la MUERTE SEGUNDA, y los deja sin Ego. Ya desprovistos de Ego, salen a la superficie para formar parte de la nueva humanidad. ¡Todo está tan bien hecho! Por lo pronto, todos los millones de seres humanos que pueblan el mundo, están llegando al CICLO FINAL DE EXISTENCIAS, o sea, a las 108 EXISTENCIAS. Porque 108 Vidas le asignan a uno en cada ciclo de manifestación y la mayor parte de la humanidad ya llegó a la 108 o está para llegar. Entonces, obviamente concluye el ciclo de manifestación para todos los que actualmente viven sobre la Tierra. Cada cual sufrirá dentro de los Mundos Soterrados, de acuerdo con su propio Karma: Unos sufrirán más que otros; y unos permanecerán más tiempo viviendo en los Mundos infiernos que otros. Todo depende del DEBE y el HABER de cada cual. LA LEY DEL KARMA ES LA QUE REGULA TODAS ESTAS CUESTIONES. LETRA HEBREA RESH: Quiere decir “Cabeza, Cima, Pobreza (de Espíritu)”. El vocablo significa “Claridad, Acto Volitivo e Inteligente, Verbo Íntimo”. FONOGRAMA EGIPCIO: Es la letra “R” y es otra forma de expresar al León. Todo esto nos recuerda a Ra, el Fuego Solar; el jeroglífico es una boca, que nos indica, la Palabra, el Verbo. EL SÍMBOLO ALQUIMISTA: FIJAR, SOLIDIFICAR. Hay que fijar los átomos de oro en los cuerpos solares, a condición de eliminar la totalidad de los defectos y la pasión sexual. LETRA E: Se relaciona con el número 6 y el Planeta Venus. Está simbolizada por la TIERRA madre de todo lo que fructifica; atributo: FECUNDIDAD. PLANETA REGENTE: VENUS, la Estrella de la Mañana, es el planeta del Amor, de la Grandeza Mística. La Tierra es hermana gemela de Venus; todas las cosas que se suceden en la Tierra se suceden en Venus; la luz del Sol llega a la Tierra por medio de Venus, Venus recibe 3 veces más luz solar que la Tierra. Venus es el portador de la luz solar. CUALIDAD o VIRTUD: LA CASTIDAD, LA TRANSMUTACIÓN, EL AMOR, EL DEFECTO: FORNICACIÓN, PASIÓN, LUJURIA. PRUEBA INICIÁTICA: FIJAR EL ORO EN LOS CUERPOS SOLARES. En los Evangelios, la idea del “HOMBRE TERRENAL” (comparado éste a una SEMILLA CAPAZ DE CRECIMIENTO), tiene la misma significación, como la tiene también la idea de RE-NACIMIENTO, de un hombre que “nace otra vez”. Sin embargo, es obvio que “si el grano no muere, la planta no nace”... Samael Aun Weor AXIOMA TRASCENDENTE: “EL QUE PLANTA Y EL QUE RIEGA, SON UNA MISMA COSA PARA LA SEMILLA”. En un aspecto superior el que “planta la Semilla” es el Logos. Él es quien pone los Gérmenes Solares en nuestra Simiente, que en síntesis es el último resultado de muchas transformaciones y combinaciones de Fuerzas. Y también es él quien nos impulsa y guía en el trabajo de hacer desarrollar esos gérmenes, es decir “nos riega” para hacer fecunda su Obra. Cumpliéndose así, en forma trascendental el Axioma. Ya se ha dicho y lo volvemos a transcribir: EN TODA TRANSFORMACIÓN EXISTE MUERTE y NACIMIENTO, o MUERTE y RESURRECCIÓN. Vean ustedes, pues, ese doble aspecto de la Energía Creadora: Lo mismo sirve para desintegrar los Elementos Inhumanos que para crear los Elementos Humanos que formarán al hombre real y verdadero. ELEMENTO DE PREDICCIÓN: Promete: Detrimentos, reveses de fortuna, disminuciones, afectos que mueren, seres que se entierran, peligro de ruina por ideas fijas, cambios adversos, sucesos dolorosos. “Todo el problema de LA LIBERACIÓN SE FUNDAMENTA EN LA TRANSFORMACIÓN Y la transformación TIENE POR BASAMENTO EL SACRIFICIO”... (Samael Aun Weor, Conferencia: “La Transformación de las Impresiones”). Artículo adaptado de Cesar Owen, España. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Revistas anteriores: www.samaelgnosis.net/revista Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. www.samaelgnosis.net y www.samaelgnosis.org La Sabiduría del Ser N° 60 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcoatl Página No. 9 La Sabiduría del Ser No. 59 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcoatl Página No. 11 La Sabiduría del Ser No. 59 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl Página No. 15 La Sabiduría del Ser No. 60 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl Página No. 20