La Sabiduría del Ser No. 90 Ciencia Arte Filosofía y Mística-Trimestre: julio, agosto, septiembre 2021 Material didáctico para uso interno y exclusivo de estudiantes Del Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. www.samalegnosis.net ? www.samaelgnosis.org www.samelgnosis.us ?www.samelgnosis.net/fr Contenido: Necesidad y Codicia Estado Interior Retorno y Recurrencia La Oración en el Trabajo El Yo Psicológico La Mente Universal La Canción Psicológica La Conciencia La Personalidad Humana Resolviendo Conflictos Portada: La Virgen de las uvas, Pierre Mignard. Siglo XVII. Revistas anteriores: https://www.samaelgnosis.net/revista/numeros.html Suscripciones: https://www.samaelgnosis.net/revista/suscripcion.htm Certificado de reserva de derechos al uso exclusivo. En el género de: Difusiones periódicas. Especie: Difusión vía red de Cómputo. Titular: Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. Titulo “La Sabiduría del Ser” Reserva: 04-2008-032711425000-203 Dirección de Reservas de Derechos. Necesidad y Codicia Empezaremos este artículo tratando de reflexionar sobre cuáles son nuestras reales necesidades para que así podamos comprender en donde empieza nuestra codicia y el dolor que ésta causa al ser humano en general. Todos en este mundo necesitamos de pan, abrigo y refugio, es decir, necesitamos del alimento equilibrado que nos ayude a tener una salud tanto física como mental, necesitamos con qué vestir nuestro cuerpo físico de una manera adecuada y necesitamos dónde vivir. Al escuchar esto se nos hace muy lógico, inclusive decimos que por eso trabajamos, para obtener lo que necesitamos, pero si nos detenemos un instante para observar nuestra vida, percibimos que en la actualidad le damos una exagerada importancia a lo que llamamos dinero; si bien es cierto que se requiere de éste para poder vivir cubriendo nuestras necesidades, equivocadamente suponemos que con el dinero vamos a ser felices, que vamos a lograr todo lo que queremos y cuando no lo tenemos nos sentimos mal porque ya lo cimentamos como una necesidad psicológica, dependemos del dinero para conseguir prestigio, fama, posición social, es entonces cuando se origina la lucha y el conflicto por poseerlo. ¿Por qué buscamos tanto eso que llamamos dinero? Cuando somos demasiado pobres internamente necesitamos del dinero y de las cosas para una sensación y satisfacción personal, buscamos externamente dinero y cosas para completarnos, queremos equivocadamente depender del dinero y de las cosas para deslumbrar o destacar ante los demás. Podremos tener mucho dinero, podrán existir muchos cambios políticos para apoyar a los necesitados, pero si no comprendemos profundamente la naturaleza de nuestra pobreza interior, siempre buscaremos nuevos caminos de obtener satisfacción personal a costa de la paz de otros. La codicia es la causa secreta del odio y de las brutalidades de este mundo, es por eso que estamos llenos de guerras y de miseria, y no estamos hablando solo de lo exterior, cada uno de nosotros cargamos con esa codicia en uno u otro nivel, siempre alegamos necesidad para justificar nuestra codicia. Otra de las causas de la búsqueda de seguridad en el dinero es el miedo. Cuando nos llenamos de miedo porque no sabemos qué va a pasar en el futuro, o cuando sentimos miedo a la pobreza, a la vejez. Cuando no poseemos dinero entonces estamos dispuestos a robar, explotar y mentir a cada instante. Si nos observamos un poquito nos daremos cuenta que todos cargamos con esa codicia, incluso cuando escuchamos relatos de tesoros escondidos soñamos con tener la oportunidad de encontrar uno y peor aún, nos auto engañamos pensando que si encontráramos uno, lo usaríamos para ayudar a otros, pero si nos remontamos a relatos antiguos, en todos podremos leer cómo en estas historias de tesoros perdidos siempre reina la desconfianza, el miedo, esa ansia de querer tener el dominio y el poder de todo para que no les sea arrebatado el tesoro, y siempre terminan en tragedias en donde no se encuentra ni la felicidad real, ni termina todo en amor y paz, a menos de que sean historias cambiadas en donde todo es ficción, porque al final la codicia es la codicia, y lo demostramos desde el momento en que no somos capaces de compartir a veces lo poco que tenemos con alguien realmente necesitado, solo pensamos, si doy… ¿Qué tendré para mañana? Quien es rico internamente es incapaz de explotar al prójimo, de robar y de mentir, Cuando comprendemos de fondo que el dinero sólo tiene por objeto proporcionarnos pan, abrigo y refugio, el resultado es, que el dinero ya no asume ante nosotros esa importancia tan exagerada que tiene cuando se convierte en una necesidad psicológica. El dinero en sí no es bueno ni malo. Todo depende del uso que hagamos de él. Si lo utilizamos para el bien, es bueno. Si lo utilizamos para el mal, es malo. Es urgente que meditemos entre la diferencia de lo que es la necesidad y la codicia, hasta dónde es necesidad y en dónde inicia la codicia, para lograr comprender esta diferencia podemos realizar la siguiente práctica: 1) Relajaremos nuestro cuerpo físico y nuestra mente 2) Nos concentraremos en lo que son nuestras propias necesidades físicas reales. 3) Reflexionaremos en cada una de esas necesidades 4) Adormeciéndonos trataremos de descubrir por sí mismos dónde termina la necesidad y dónde comienza la codicia. Bibliografía: Introducción a la Gnosis, Educación Fundamental y Misterios del Áureo Florecer. Enviado por: María Guadalupe Rodríguez Licea Imagen: El Culto de Mammon (1909), Evelyn De Morgan. Imagen 2: Detalle de Avaricia, Mesa de los pecados capitales por Hieronymus Bosch. 1500-1525. “Aquellos que están infatuados con la codicia penetran en una corriente que les atrapa como la tela que la araña ha tejido de sí misma. Por esta razón, el sabio corta con todo ello y se aleja abandonando toda tribulación”. El Dhammapada Estado Interior El estado interior es como estamos en un momento dado, en nuestro mundo interior desde el punto de vista mental, emocional, volitivo o anímico; en algunas ocasiones estamos deprimidos, alegres, enojados, preocupados, ansiosos, reflexivos, etc. Generalmente no le ponemos atención al estado interior en el que nos encontramos, lo pasamos por desapercibido, le restamos importancia. Tiene uno la creencia que el estado interior no tiene nada que ver con el éxito en nuestra vida, pensamos que el fracaso en que vivimos se debe a que el universo no nos dio la oportunidad que merecíamos; que el gobierno tiene la culpa de nuestra desgracia, que si el partido político al que le vamos estuviera en el poder, otra cosa sería… Lamentamos no haber escogido el negocio fabuloso en aquel momento en que se nos ofreció, no escogimos la carrera profesional que realmente queríamos, no nos casamos con aquella persona del pasado, etc., es decir, que consideramos que todo se trata de eventos exteriores favorables, pero menospreciamos los estados interiores. Estamos seguros que una casa bonita, un carro del año, dinero, etc., eso nos dará la felicidad, pero ni viviendo de fiesta en fiesta y con todas las comodidades del mundo seríamos dichosos. Y eso está demostrado cuando en ocasiones uno está tan preocupado (estado interno equivocado) por una boda (evento externo) que al llegar a la misma no la disfrutamos realmente. Hemos visto a mamás que al ver un pedazo de papel, con las muñecas que recortaban de niñas para jugar, entran en estado de gozo verdadero. Un insignificante papelito nada más, con un estado interior adecuado, es decir, estar contentos y alegres, es más que suficiente para tener un momento de dicha verdadera, que no se puede lograr a veces ni con un teléfono celular moderno, una ropa de marca o hasta un automóvil nuevo. El secreto del éxito no son oportunidades extraordinarias favorables (eventos externos); más bien es aprender a colocar al evento externo su apropiado estado interior. Muchos debemos reír cuando lloramos, nos preocupamos sin sentido alguno, nos identificamos fanáticamente ante las ideas falsas de un partido político; todo esto trae dolor, enfermedades y problemas de toda especie. ¿Cómo lograr combinar estados internos adecuados con los eventos externos? Uno creería que leyendo mucho, que estudiando una enciclopedia completa, teniendo muchos títulos profesionales, pero: eso nos servirá para trabajar bien y ganar dinero, pero no sirve para aprender a vivir rectamente. Lo que se necesita es aprender a controlarnos, tener la capacidad de estar en serenidad ante una multitud enardecida y no terminar gritando sin sentido y destruyendo cosas; ser capaz de estar en una fiesta y no beber vino, ingerir drogas o acabar adulterando; ante la muerte de un ser querido es lógico estar triste, pero no caer en la desesperación. Eso suena muy bonito, pero en la práctica es tremendamente difícil de lograr, debido a que nos queremos demasiado, pensamos de sí mismos como los mejores padres de la Tierra, los mejores hijos, los mejores hermanos, de hecho, no nos pagan como es debido, piensa uno que se ha sacrificado por los demás, que es bueno con todos y nos pagan con la moneda de la ingratitud. En lugar de apiadarnos de los demás, sentimos exagerada piedad por si mismos, esto hace que estemos buscando escapatorias para no cumplir con nuestras responsabilidades. Esto hace que nos llenemos de emociones negativas en todo momento, estados internos equivocados que no coinciden con los eventos externos que se nos van presentando en la vida. No es la suerte, no es el universo, no es el gobierno el que nos tiene tan mal. Es nuestra pésima forma de enfrentarnos ante la vida. Lo que necesitamos está simbolizado en el gráfico del Arcano 11 del Tarot, una mujer, con una serenidad olímpica, abriendo las fauces de un espantoso león. Podría uno, por ejemplo, con unas palabras tranquilas, llenas de sinceridad, calmar estados violentos en el interior de la casa. Pero, para ello se requiere de poner el estado interior adecuado. Tratemos de poner emoción positiva en nuestro trabajo para ganarnos la vida, cultivemos la alegría y las ganas por vivir, vivamos como si fuera el último día de nuestra existencia y también como el primero. Hay que aprender a usar el escudo de nuestro Señor Quetzalcóatl en cada actividad, este escudo tiene dibujado la estrella de la mañana, a Venus, el amor por la humanidad. Si así actuamos, veremos que seremos capaces de aprender a vivir. Bibliografía: Psicología Revolucionaria. Capítulo: El Estado Interior. Samael Aun Weor. Enviado por: Jenaro Ismael Reyes Tovar Imagen: Psique en el palacio de Cupido, Claudio de Lorena. 1664. Imagen 2: Matrimonio de Eros y Psique, Boucher, 1744. “A través del esfuerzo, la diligencia, la disciplina y el autocontrol, que el hombre sabio haga de sí mismo una isla que ninguna inundación pueda anegar”. El Dhammapada. Retorno y Recurrencia A su tiempo y a su hora, regresamos, volvemos a este mundo, no es muy grato volver, pero volvemos. Así es la ley del eterno retorno de todas las cosas, regresan los planetas a su punto de partida después de unos cuantos años, los átomos dentro de la molécula regresan a su punto original de partida. Las estaciones de primavera, verano, otoño e invierno regresan cada año, todo retorna, todo vuelve, ¿Porque habríamos de ser nosotros una excepción? Incuestionablemente retornamos, nos reincorporamos en un nuevo organismo. No estamos hablando de reencarnación, eso es más elevado, este es la ley del eterno retorno de todas las cosas y esa ley está demostrada. La vida de cada uno de nos en particular, es una película viviente que al morir nos llevamos a la eternidad. Cada uno de nosotros se lleva su película y la vuelve a traer para proyectarla otra vez en la pantalla de una nueva existencia. La repetición de dramas, comedias y tragedias es un axioma fundamental de la ley de recurrencia. En cada nueva existencia se repiten siempre las mismas circunstancias. Los actores de tales escenas siempre repetidas son esas gentes que viven dentro de nuestro interior, los “yoes”. Si desintegramos esos actores, esos “yoes” que originan las siempre repetidas escenas de nuestra vida, entonces la repetición de tales circunstancias se haría algo más que imposible. Obviamente sin actores no puede haber escenas; esto es algo irrebatible, irrefutable. Así es como podemos liberarnos de las leyes de retorno y recurrencia; así podemos hacernos libres de verdad. Obviamente cada uno de los personajes (yoes) que en nuestro interior llevamos, repite de existencia en existencia su mismo papel; si lo desintegramos, si el actor muere, el papel concluye. Reflexionando seriamente sobre la ley de recurrencia o repetición de escena en cada retorno, descubrimos por auto-observación íntima, los resortes secretos de esta cuestión. Si en la pasada existencia, a la edad de veinticinco (25) años, tuvimos una aventura amorosa es indubitable que el “yo” de tal compromiso buscara a la dama de sus ensueños a los veinticinco años de la nueva existencia. Si la dama en cuestión entonces solo tenía quince (15) años, el “yo” de tal aventura buscara a su amado en la nueva existencia a la misma edad justa. Resulta claro comprender que los dos “yoes” tanto el de él, como el de ella, se busquen telepáticamente y se reencuentren nuevamente para repetir la misma aventura amorosa de la pasada existencia. Dos enemigos que a muerte pelearon en la pasada existencia, se buscan otra vez en la nueva existencia para repetir su tragedia a la edad correspondiente. Si dos personas tuvieron un pleito por bienes raíces a la edad de cuarenta (40) años, en la pasada existencia, a la misma edad se buscarán telepáticamente en la nueva existencia para repetir lo mismo. Dentro de cada uno de nosotros viven muchas gentes llenan de compromisos; eso es irrefutable. Un ladrón carga en su interior una cueva de ladrones con diversos compromisos delictuosos. El asesino lleva dentro de sí mismo un “club” de asesinos y lujurioso porta en su psiquis una “casa de citas”. Lo grave de todo esto es que el intelecto ignora la existencia de tales gentes “yoes” dentro de sí mismos y de tales compromisos que fatídicamente se van cumpliendo. Todos estos compromisos de los yoes que dentro de nosotros moran, se suceden por debajo de nuestra razón. Son hechos que ignoramos, cosas que nos suceden, acontecimientos que se procesan en el subconsciente e inconsciente. Con justa razón se nos han dicho que todo nos acontece como cuando llueve o cuando truena. Realmente tenemos la ilusión de hacer, empero nada hacemos, nos pasa esto, es fatal, mecánico. Nuestra personalidad es tan solo el instrumento de distintas gentes (yoes), mediante la cual una de esas gentes (yoes), cumple sus compromisos. Por debajo de nuestra capacidad cognoscitiva suceden muchas cosas, desgraciadamente ignoramos lo que por debajo de nuestra pobre razón sucede. Nos creemos sabios cuando en verdad ni siquiera sabemos que no sabemos. Somos míseros leños arrastrados por las embravecidas olas del mar de la existencia. Salir de esta desgracia, de esta inconciencia, del estado tan lamentable en que nos encontramos, solo es posible muriendo en sí mismos… ¿Cómo despertar sin morir previamente? ¡Sólo con la muerte adviene lo nuevo! Si el germen no muere la planta no nace. Quien despierta de verdad, adquiere por tal motivo plena objetividad de su consciencia, iluminación autentica, felicidad. Enviado por: Armando Ortiz González Imágenes: Fotos de caracoles de piezas arqueológicas, por el ICQ Gnosis. “Un acto malo ejecutado no da su fruto inmediatamente, igual que la leche no se vuelve agria enseguida. Tal como el fuego cubierto de cenizas arde, así el mal acto persigue al necio quemándolo”. El Dhammapada. La Oración en el Trabajo Amigos, ha llegado el momento de comprender a fondo, lo que es el trabajo psicológico, en verdad los distintos agregados psíquicos embotellan nuestra conciencia y le impiden el despertar. Hoy en día, a 44 años de la des encarnación del maestro Samael, muchos estudiantes de la gnosis no tienen muy claro en qué se fundamenta el despertar de la conciencia, y por increíble que parezca, hay quienes especulan que el karma ayuda al despertar de la misma, lo cual no es así. Escrito está que dicha ley es la mejor medicina para sanar el alma, para que esta madure; más nunca se aseguró que sirviera para despertarla. El mismo maestro Samael llegó a afirmar que la mayoría de sus estudiantes, le mandaban cartas, preguntándole cómo desarrollar facultades, dones, poderes, como ganar dinero, etc. Y que en realidad eran muy raras las personas que le preguntaban acerca de la eliminación de los agregados psíquicos que cargamos dentro. Nos afirma el maestro que toda acción espiritual, por muy grande que parezca, si no toma en cuenta la muerte del yo; está condenada al fracaso. Sólo con la desintegración total de nuestros defectos psicológicos podremos despertar la conciencia, para ello necesitamos volvernos serios en el trabajo esotérico, un estudiante de la gnosis serio, es aquel que se convierte en enemigo de sí mismo a muerte. Es indispensable e inaplazable poner en actividad nuestro sentido de la auto observación psicológica, con el propósito de descubrir las distintas formas de expresión de nuestros agregados psicológicos, desde las más grotescas hasta las más sutiles. Además, debemos sentarnos a meditar en los distintos yoes descubiertos, debiéndolos comprender uno por uno. Si realmente queremos despertar la conciencia, no debemos dormirnos en la meditación. Ciertamente el ego se defiende para que no lo comprendamos; nos produce un terrible sueño fisiológico acompañado de tremendas charlas mentales, a esto se le llama “fuerza de la contra transferencia “, dicha fuerza, es una energía opositora que nos impide comprender a fondo nuestras distintas debilidades. Para vencer la fuerza de la contra transferencia, es necesario acudir al análisis estructural, y transaccional. El primero implica comprender la forma como se nos expresa determinado YO psicológico en los tres cerebros; por ejemplo; si se trata de un yo de la ira, debemos descubrir cómo se expresa este defecto en nuestro centro intelectual, la manera como arrastramos a la persona que nos hirió a la cueva de nuestra mente y la maltratamos. La ira en nuestro centro emocional se expresa a través de explosiones atómicas de coraje que debemos comprender y sacrificar, si el agua no hierve a 100 grados no se disuelve el ego que debemos disolver, ni cristaliza la virtud que debemos cristalizar. Por último; la ira en nuestro cerebro motor, instintivo, sexual. Debemos ser capaces de comprender nuestras reacciones iracundas en la manera de expresarnos de los demás, como la ira se apodera de nuestro centro motor cuando apretamos los puños, o tiramos una patada violenta e instintiva. La ira en el instinto y sexo se expresa en nosotros a través del sadismo o masoquismo sexual. El análisis transaccional consiste en descubrir cómo se relaciona el defecto psicológico con otros yoes, por ejemplo, el yo de la ira se asocia al orgullo, al amor propio, a la auto consideración, a la auto importancia, al miedo, a la duda, a la frustración, a la intolerancia, a la auto culpabilidad, etc. Una vez comprendido a fondo el defecto psicológico, debe ser enjuiciado, dentro de cada uno de nosotros existe una parte de nuestro ser, llamado Kaom interno, mismo que se subdivide en otras dos llamadas Metratón, quien se encarga de anotar nuestras obras buenas y sondalfón, las obras malas que hacemos en nuestra vida. Nuestro kaom interior nos ayuda a hacernos conscientes de lo bueno de lo malo y lo malo de lo bueno. Nos desarrolla los juicios internos, conforme va despertando nuestra consciencia, la voz del silencio nos habla a través de nuestro policía interior para hacernos conscientes de los errores que cometemos en el día a día, nos señala con claridad objetiva donde está el error para no seguir alimentándolo. El enjuiciamiento de cualquier yo debe ser definitivo, debemos ser despiadados con el ego, porque no tiene piedad alguna para con nuestra esencia. Cualquier evasiva, justificación, consideración debe ser eliminada; si es que de verdad queremos hacernos conscientes del yo que queremos extirpar de nuestra psiquis. El paso que sigue al enjuiciamiento del yo, es la ejecución o muerte del agregado psicológico previamente comprendido. Oración en el trabajo psicológico es fundamental para la desintegración de cualquier defecto, nuestra mente por sí misma jamás podría eliminar ningún error; requerimos apelar a un poder superior a nuestra psiquis para pedir la eliminación de tal o cual error, ese poder radica en la fuerza eléctrica maravillosa de nuestra madre divina; Devi-kundalini. El Padre que está en secreto nos instruye en la sabiduría divina, en tanto que su desdoblamiento íntimo, la madre divina, se encarga de desintegrar nuestros errores. Es claro y definitivo que antes de eliminarnos un efecto psicológico, nuestra divina madre, nos somete a duras pruebas psicológicas, tanto físicas como internas. Una y otra vez somos llevados a revivir experiencias dantescas asociadas al error que estamos queriendo eliminar, hasta sentir una terrible sensación de hastío y arrepentimiento de haber cometido la misma equivocación toda la vida. Uno ignora en qué momento va a morir psicológicamente. Es nuestra madre divina quien determina cuándo y en qué momento pasamos por una muerte psicológica. El camino del iniciado gnóstico está sembrado de terribles renunciaciones. Si queremos morir de instante en instante, de momento en momento, como nos dijo el maestro Samael; hay que pasar por todo tipo de sacrificios y cada sacrificio conlleva a una renunciación. Por ejemplo, se sacrifica el carbón, o el gas, para tener con que cocinar los alimentos. Así también, si queremos morir internamente, es necesario sacrificar nuestras pasiones humanas, para que algo nuevo nazca dentro de nosotros, un mayor grado de conciencia. Pero esto no sería posible sin la ayuda de nuestra madre divina interior, misma que de manera muy enérgica, actúa en nuestros mundos internos eliminando algún error psicológico previamente comprendido en nuestra meditación. Debemos orar a nuestra madre divina Kundalini con mucha devoción, con mucha Fe, de manera sencilla, como un niño que le llora y le pide a su madre. Así también nosotros, de manera humilde debemos pedirle la muerte de algún defecto, el hijo ingrato que se olvida de su madre divina interior, se estanca en el camino esotérico, entonces, no avanza. Solo con la muerte adviene lo nuevo, si la semilla no muere el fruto no nace, hoy, nuestra conciencia duerme en la inconsciencia, subconsciencia e infra consciencia psicológica, solo con la muerte del ego podríamos despertar en las dimensiones superiores de la naturaleza. Hoy en día, muchos aspirantes al camino secreto, tergiversan la enseñanza gnóstica de acuerdo a sus intereses egoístas, sucumben a los cantos de las sirenas originados en sus propios yoes, presentan el conocimiento en una falsa luz, cayendo en pseudo gnosis; si no queremos rodar al abismo de perdición, es indispensable la oración en el trabajo a nuestro padre que está en secreto para que nos instruya con su sabiduría divina, hincados en actitud suplicante con brazos abiertos, podemos rogar con devoción a nuestra divina madre muerte, que nos desintegre esos elementos inhumanos que llevamos dentro. La runa Ur del libro de la magia rúnica nos instruye también en pedir conscientemente a nuestra divina madre por la muerte de nuestros defectos psicológicos. Apreciados amigos, que la fuerza de vuestros padres internos os impulse siempre. Paz inverencial Fraternalmente Enviado por: Virgilio Cuautle Roldán. Instructor gnóstico de Nochistlán Zac. Imagen: Virgen rezando (National Gallery, Londres, 1640-50). Sassoferrato. Imagen 2: La virgen del pabellón. Sandro Botticelli. 1493. Imagen 3: La Bella Jardinera. Rafael Sanzio. 1507. “Dios tiene dos aspectos: Sabiduría y Amor. Dios como Sabiduría es Padre. Dios como Amor es Madre”. Samael Aun Weor. El Yo Psicológico La esencia del ser humano es buscadora de la verdad, tiene inquietudes espirituales y anhela ser feliz, pero en ocasiones se encuentra en medio de un laberinto de teorías que le confunden y distraen de su verdadero objetivo. Se olvida que aquello que busca por fuera, (libertad, dicha, plenitud), en realidad proviene del interior y desconoce que los factores que le alejan de la felicidad tampoco están afuera, sino adentro. La mente cree que necesita tener un nivel social privilegiado, una buena fortuna, amistades influyentes para tener felicidad y paz. El ser humano puede conocer de todo, saber ciencias, teorías, fundamentos…, pero conoce muy poco de sí mismo, desconoce por qué, a pesar de satisfacer sus necesidades siente desdicha, tristeza, soledad interior. Se da cuenta que incluso teniendo salud, amistades, vocación, familia, no alcanza la felicidad. Quiere eventos especiales, fiestas, distracciones para sentirse “feliz”. También está el caso de quienes, en medio de la pobreza, alejados de la civilización, suelen tener mayor grado de plenitud. De tal forma que lo que se vive en el exterior, no siempre es congruente con lo que se vive en el interior y entonces la esencia vive en dos mundos, no ha sabido integrarlos en una sola experiencia. La doctrina gnóstica enseña que si se quiere lograr éxito, poder y gloria, es necesario conocerse a sí mismo y dejar de ser egoísta. Uno de los yoes que viven en la psiquis es el yo egoísta, el cual solamente se enfoca en sí mismo, oye, pero no escucha a los demás, no se interesa por lo que sienten las personas, no es empático. El yo egoísta quiere platicar de sí mismo, quiere ser el centro de interés, es probable que no quiera llamar la atención, porque ese es otro yo (el de la vanidad), también es posible que no se vanaglorie, (este otro yo es parte del orgullo), sin embargo le agrada que hablen bien de su persona; le gusta recibir, pero no le gusta dar. Le satisface ser atendido, pero no le agrada servir. Aunque parezca increíble, el yo egoísta es una de las causas del fracaso en los negocios, en las relaciones familiares, en las relaciones de pareja. Por ejemplo en las ventas, si alguien quiere vender su producto y para hacerlo habla de sí mismo y de cómo se va a beneficiar con esa venta, habla de su necesidad de vender, de su sacrificio por vender, se compadece de no haber vendido o se enorgullece de ser un gran vendedor…, en este caso el yo egoísta está hablando de lo que quiere y desea, se está enfocando en sí mismo y no en los demás. A través de la auto observación es posible descubrir que el yo egoísta se vuelve tedioso ante los demás (tal vez a eso se deba que los vendedores suelen ser poco apreciados) y las personas prefieren evadirlos, pero si se descubre al yo egoísta y se le comprende y más aún, si se le pide a la Divina Madre que lo desintegre, (porque es la única que puede hacerlo, la mente no tiene esa facultad), entonces se empezará a interesar por las demás personas y sus inquietudes, anhelos, necesidades. Lo mismo ocurre en el hogar, si los padres de familia no observan el yo egoísta, entonces se interesan más por sí mismos que por los hijos u otros familiares. El yo egoísta no puede ver las necesidades e inquietudes de los hijos porque no es empático, el yo egoísta no sabe ponerse en los zapatos de los demás, (se auto engaña diciendo que lo hace), y la evidencia obvia es que los hijos o familiares se sientan solos, que prefieran las distracciones digitales y conciban mayor empatía por parte de desconocidos. Es necesario aprender a ver el punto de vista del prójimo y ayudarle a resolver sus conflictos. Es indispensable esforzarse para comprender el punto de vista de los demás sin objetar, como cuando alguien ve un amanecer, sin comparar, sin juzgar, sin justificar, sin ponerse de su lado o en su contra, simplemente percibir. Esta práctica de auto observación permitirá dos cosas, primero, conocerse a sí mismo (descubrir al yo egoísta en acción) y segundo, comprender al prójimo. El yo egoísta, como todos los demás, no se desaparece por arte de magia, se puede esconder fácilmente y se puede disfrazar para auto engañar a la consciencia, sin embargo, gracias al gimnasio psicológico es posible descubrirlo, analizarlo en la meditación y eliminarlo (con la ayuda de la Madre Divina). Cuando esto ocurre, entonces la persona va desarrollando el altruismo y la bondad. Al empezar a comprender al prójimo, se empiezan también a dar los primeros pasos en el camino de la felicidad y el éxito. En esto consiste el estudio y compresión de las funciones de la mente. No se trata de dominar a otros con la mente, ni de engañar, sino de estudiar cómo se manifiestan los yoes en la misma y cómo aprisionan a la conciencia y la someten a la infelicidad y al sufrimiento. Si se usa la mente para engañar o dañar a otros, adviene el fracaso porque se viola el libre albedrío. Esa es la ley. Cuando la mente se libera del yo, emana una fuerza maravillosa, la cual, combinada sabiamente con la acción, conduce al éxito no solamente del individuo, sino de quienes le rodean. El Maestro Samael entrega la siguiente práctica para triunfar: “¿Necesita Ud. triunfar en alguna cosa importante? Siéntese Ud. en un sillón bien cómodo, relaje sus músculos, concéntrese en el negocio que a Ud. le interesa. Imagínese el negocio en pleno éxito. Identifíquese con el prójimo; trate de entender el punto de vista del prójimo; aconséjele mentalmente haciéndole ver las ventajas que para él significa el negocio que va a realizar con Ud. Así, las ondas mentales penetrarán muy hondo en la mente ajena y realizarán maravillas. Una hora de perfecta concentración es suficiente para determinar el triunfo en un negocio”. El éxito en la vida tiene mucho que ver con cultivar buenas relaciones con las personas, por ello es necesario observar y eliminar el egoísmo, cultivar el cristocentrismo, trabajar por el bien común, en lugar de cultivar al “yo”, procurar el “nosotros”. El yo egoísta provoca reacciones en las demás personas que obstaculizan el triunfo. Debe considerarse que además de este yo del egoísmo existen muchos otros en la psiquis que se han confabulado en contra de la felicidad, por lo que es imprescindible descubrirlos uno a uno, comprenderlos (en meditación analizar cada uno, sin condenar porque se esconde y sin justificar porque se robustece) y eliminarlos. Se cuenta que Benjamín Franklin, después de haberse estudiado a sí mismo, descubrió que tenía doce defectos que lo estaban perjudicando, entonces reflexionó que, así como es imposible cazar doce libres al mismo tiempo, también es imposible eliminar todos los defectos en un solo momento, de tal forma que se propuso hacerlo uno por uno, dedicando dos meses a cada uno. Esta es la clave para que en el interior se desarrolle paz, abundancia y felicidad. Finalmente, el maestro Samael entrega esta otra práctica: “Examínese y vea cuantos defectos Ud. tiene. Cuéntelos, enumérelos. Luego dedíqueles dos meses a cada defecto, en orden sucesivo, hasta que los elimine todos. Siéntese Ud. en un cómodo sillón. Y ore a su Dios Interno así: Tú que eres mi verdadero ser, Tú que eres mi Dios Interno, Iluminadme, Ayudadme. Hazme ver mis propios defectos. AMEN. Concéntrese Ud. en esta plegaria hasta llegar al sueño profundo. Trate Ud. de descubrir todos sus defectos. Le aconsejamos leer la Biblia. En los cuatro Evangelios se encuentra la palabra del Divino Maestro. Allí verá Ud. las virtudes que necesita. Allí descubrirá las virtudes que le faltan. Donde falta una virtud existe un defecto”. Enviado por: Susana Margarita Rodríguez Licea Imagen: Perseo con la cabeza de Medusa, Benvenuto Cellini, 1554. Imagen 2: David vencedor de Goliat. Caravaggio. 1600. Imagen 3: Orestes perseguido por las Furias, William-Adolphe Bouguereau (1862). "A medida que logremos pulverizar un defecto o un vicio aumentaremos conciencia en poder, sabiduría y amor". Samael Aun Weor. La Mente Universal La mente es energía universal que vibra y centellea en todo lo creado, el cerebro no es la mente y don Emanuel Kant en su libro “La Crítica de la razón pura” nos dice que lo exterior es producto de lo interior. Todo el universo existe en la mente cósmica, la esfera mental de cada persona se extiende por todo el cosmos y llega hasta las estrellas más lejanas y esta es la causa por la cual vemos, oímos y sentimos todo lo creado, debemos entender que nuestros pensamientos no están encerrados en el cráneo, sino que se extienden por el cosmos y penetran por todas partes: mundos, soles, planetas, galaxias, personas y cosas. Todas las mentes están dentro de todas las mentes. Los problemas económicos y sociales se encuentran dentro de todas las mentes, nadie es ajeno a nadie, el rico, el pobre, el egoísta, el magnánimo, quien roba y quien mata, etc., todos estamos sumergidos en el océano de la mente universal. En Psicología gnóstica hablamos de tres mentes: Mente sensual Mente intermedia Mente interior. Mente sensual. Se fundamenta en las percepciones o impresiones que llegan a través de los cinco sentidos: vista, oído, gusto, tacto y olfato, el problema es que estas impresiones son recibidas por el ego o yo psicológico para satisfacer sus deseos y pasiones, quien quiera aniquilar el deseo debe descubrir sus causas en las sensaciones relativas a estos cinco sentidos. Por ejemplo, vemos una hermosa casa y deseamos poseerla o vemos una imagen pornográfica que hiere los sentidos y se transforma en deseo sexual. Lo peor es cuando queremos algo que no podemos poseer y se transforma en ira, frustración, resentimientos, etc. el deseo origina, codicia, apego, dependencia y de ahí proviene la multiplicidad de defectos. Mente intermedia: En ella encontramos las creencias de todo tipo, los dogmas, los prejuicios, las costumbres, el escepticismo, etc., existen personas que tienen una religión porque es heredada de sus antepasados y no por convicción, a este tipo de personas no les gusta escuchar ni comprobar, su mente está embotellada en sus dogmas, las creencias y no admite cambios. Debemos ser receptivos, saber ver con mente nueva, limpia, espontánea. Los prejuicios y preconceptos, así como los dogmas y las creencias son trabas para el entendimiento. Mente interior: Es opuesta a estos dos tipos de mente, basa sus conceptos de contenido en los datos aportados por la consciencia, abrir esta mente es lo indicado para salir de dudas y de la ignorancia. Esta mente está libre de deseos, de apetencias, temores, libre del ego, quedando la consciencia libre para experimentar la verdad, la realidad de todo. La imaginación y la voluntad son dos polos de la mente, la imaginación es femenina y la voluntad masculina, la clave del éxito es unir a ambas en vibrante armonía, el inventor concibe con su imaginación y con la voluntad lo plasma, por ejemplo: la T.V. el radio, el automóvil, el teléfono, etc. Las ondas de sabiduría y amor que podemos emitir en los cuatro reinos de la naturaleza: mineral, vegetal, animal y humano, benefician a quien las recibe. Cuando las ondas son de devoción y veneración hacia Dios, llevan paz y consuelo a quienes están en sufrimiento, mientras que las ondas nocivas dañan la mente humana, las ondas mentales de pereza, gula, fanatismo, orgullo y tras más, producen epidemias mentales, la causa de estas epidemias hay que buscarla en la imaginación mal usada. Aprendamos a unir esa imaginación consciente con la voluntad verdadera, auxiliándonos con la siguiente práctica. Acostado en su lecho o sentado en un cómodo sillón, imagine un lugar lejano bien conocido (una casa, un parque, el mar, una avenida, una ciudad, etc.) y adormézcase con esa imagen en su mente, realice esa imaginación, olvidando el sitio donde su cuerpo se encuentra, ponga en juego su fuerza de voluntad y lleno de plena confianza en sí mismo, camine por el sitio imaginado, como si llevara su cuerpo físico de carne y hueso, si la práctica se realiza correctamente, se desdoblará y su alma se transportará a ese simbólico lugar, donde podrá oír y ver todo lo que ahí suceda y traer el recuerdo al cuerpo físico. Fraternalmente Bibliografía: Introducción a la Gnosis. Enviado por: Instructora Guadalupe Licea. San Luis Potosí, S.L.P. Imagen: Buda meditando. Autor desconocido. Imagen 2: Brooklyn Museum - Portrait of the Great Thangpa. 1276-1300. “El bien que ni la madre, ni el padre, ni cualquier otro pariente pueda hacer a un hombre, se lo proporciona una mente bien dirigida, ennobleciéndolo de este modo”. El Dhammapada. La Canción Psicológica Estimados amigos, si no queremos perder gran cantidad de energías necesarias para el trabajo sobre sí mismos, es preciso reflexionar muy seriamente sobre la auto consideración interna. No cabe la menor duda sobre el aspecto desastroso de la "auto consideración íntima"; ésta además de hipnotizar la conciencia, nos hace perder muchísima energía. Quisiéramos un mundo color de rosa, donde todo fuera felicidad eterna y nada más. Todo lo que se salga de ese contexto, ya se nos hace desastroso e imposible de vivir. Cuando las cosas, los acontecimientos, se salen de ese contenido, tronamos, relampagueamos, rasgamos nuestras vestiduras, nos auto compadecemos, buscamos ahogar las penas en brazos del alcohol, las drogas, en platicar nuestros sufrimientos a los demás y en el peor de los casos, nos quitamos la vida o nos divorciamos o esto, o aquello, etc., etc. Hacemos de esa canción psicológica hasta producciones musicales como los corridos, canciones donde expresamos nuestro despecho, coraje, lágrimas por el abandono, el mal pago y muchos etcéteras, y todavía aunado a todo esto, el daño psicológico que con esas producciones hacemos a los demás. Esa es la eterna canción psicológica que nos cargamos. Somos tan payasos que en realidad de verdad somos dignos de estudio. No queremos comprender que la vida es una sucesión de pruebas de dolores, de acontecimientos, agradables unos desagradables otros, todo depende de lo que hemos sembrado en el pasado. Dice el Buddha: “Si quieres conocer tu pasado, mira tú presente; sí quieres conocer tu futuro mira tú presente”. Lo que sembramos cosechamos; ese es nuestro karma o darma, lo malo o lo bueno que merecemos. Hay que aprender a vivir inteligentemente, aceptar las circunstancias, los acontecimientos, los sucesos de la vida como un maravilloso gimnasio psicológico que nos proporciona oportunidades maravillosas para auto descubrirnos, para intuir qué hicimos en el pasado, los yoes que nos controlaron, todo el daño que hicimos, cómo anda nuestro libro de cuentas. En cuanto al futuro que nos espera, pues en el presente, estar auto observando nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestras acciones, la forma en que nos estamos ganando la vida; lo que hoy hacemos, mañana lo disfrutamos o lo padecemos. Sean pues bienvenidas las pruebas, los dolores, las tentaciones, sí, hay que pedirlas llenos de entusiasmo, si estamos en auto observación, alertas, vigilantes como el soldado en época de guerra, saldremos victoriosos. La canción psicológica nos debilita, nos quita una enorme cantidad de energía y en esas circunstancias, queriéndose tanto a sí mismo, auto considerándose de ese modo, es claro que el yo o mejor dijéramos los yoes en vez de extinguirse se robustecen espantosamente. Que nos hicieron algo, que nos pagaron mal… Escrito está que, en el trabajo esotérico gnóstico, solo es posible el crecimiento anímico mediante el perdón a los otros. Que las tentaciones, que las pruebas son muy duras, ¡maravilloso! Entre más grande es la tentación, entre más grande es la prueba, más grande es la virtud que se desarrolla cuando vencemos. Esa oración maravillosa que nos dejó el venerable Maestro Jesús, conocida como “El Padre Nuestro”, dice: “no nos dejes caer en tentación” más no dice “no me des tentaciones” ¿verdad?... Así pues, todos los acontecimientos de la vida, sean buenos o malos, son verdaderas tentaciones para engordar la gula, la codicia, el orgullo, la pereza, la ira, la envidia, la lujuria, el miedo, los celos, etc., etc. Hay que ser más reflexivos y menos reaccionarios, si vencemos, si salimos triunfantes, florecerá en nosotros la moderación en todo, el altruismo hacia los demás, la vocación de servir, la humildad, el amor por la actividad, por el trabajo, la dulzura de carácter, la alegría ante el bien ajeno, el saber ver como creación divina, con respeto y admiración al sexo opuesto, el valor, la confianza en nuestra pareja, etc., etc. Es pues urgente, indispensable, inaplazable, colocarnos inteligentemente bajo las influencias maravillosas del trabajo esotérico gnóstico, olvidar la aburridora canción psicológica y eliminar de nuestra psiquis cualquier forma de auto consideración. Jamás debemos admitir dentro de nosotros, sentimientos de venganza, resentimiento, emociones negativas, ansiedades por los males que nos causaron, violencia, envidia, incesante recordación de deudas, etc., etc., etc. La Gnosis está destinada a aquellos aspirantes sinceros que verdaderamente quieran trabajar y cambiar. Si continuamos siendo lo que somos, nunca podremos pasar a un Nivel Superior del Ser. Enviado por: José Isabel Mauricio Vargas. Rincón de Romos, Ags. Imagen: Atenea y las Nueve Musas inspiradoras. Hendrick van Balen. Lucas van Uden (1620s). Imagen 2: El canto de los ángeles, William Bouguereau, siglo XIX. “Son muchos los cantantes decepcionados que cantan la canción de no ser comprendidos y sueñan con un mundo maravilloso donde ellos son las figuras centrales”. Samael Aun Weor. La Conciencia ¡Cuántas cosas maravillosas hay en la vida!, desde este plano físico podemos admirar los rayos del sol que tocan nuestra piel en la playa, en el campo, y asombroso es percibir el calor de la arena en las plantas de los pies y ¡cuántas maravillas hay en el canto de las aves, en los bosques!, sorprendente la magnificencia de las montañas y la lluvia sobre éstas que al precipitarse forma ríos de vida que nutren árboles, plantas, batracios. ¡Cuán extraordinario sería apreciar todo esto con la consciencia despierta!, pues lamentablemente en el ser humano, como se menciona en la mayoría de las filocalias, la consciencia duerme profundamente y si aun así se perciben cosas excepcionales, más grandiosas y extraordinarias son éstas cuando la consciencia es continua, amplia y frecuente, develando lo bello impresionante de la naturaleza y del autoconocimiento del ser. En el templo de Delfos hay una inscripción que dice “Homo gnosce te ipsum”, (hombre, conócete a ti mismo) más esto no sería posible sin la psicología revolucionaria que nos invita a la auto observación libre de toda actividad mental, sin confundirse con inteligencia ni memoria. Así el ser humano sale del sueño profundo de la consciencia, es decir, sueña profundamente en su vida mecanicista, conduciendo, comiendo, bailando, ejercitándose con la consciencia dormida, sin auto exploración interior. La consciencia percibe valores, virtudes, cualidades, si se despertara, una persona agresiva no agrediría, denotaría un cambio; un insultador no se atrevería ya a insultar; la vida será diferente cuando el ser humano se dé cuenta y acepte que está dormido y se dé la posibilidad de empezar a despertar. Consciencia es habilidad de percibir la profunda esencia de las cosas, de la naturaleza, de todo. Existen muchas escuelas con procesos anticuados, con filosofías completamente intelectuales, de análisis, de estadísticas, de cálculos y en algún momento llegan a tener espacios de consciencia, más casi enseguida vuelve al sueño a seguir con teorías, conclusiones, opiniones de los juicios y comparaciones de la mente. Cuatro estados de la consciencia son los que se pueden percibir: el sueño y lo que implican todas sus actividades; la vigilia, o mal llamado estado “despierto”, más al igual que cuando amanece, las estrellas se desvanecen a la vista, sin embargo permanecen en el espacio; así el sueño del ser humano continúa aun estando en vigilia “despierto”. Un estado superior es el de auto consciencia y un grado más elevado es el de consciencia objetiva, que implica a su vez varios grados o capacidades de comprensión. Para el despertar de la consciencia es importante examinar, estudiar y eliminar aquellos elementos que conducen al sueño y que la mantienen atrapada, es decir, los agregados psicológicos, los cuales se fortalecen y alimentan con pensamientos, sentimientos, impulsos motrices y sensaciones. La consciencia nos permite el cambio cuando observamos, estudiamos y eliminamos pensamientos, sentimientos, impulsos motrices y sensaciones, por ejemplo, ¿Qué pensamientos tiene un cazador?, ¿Qué sentimientos lo llevan a matar?, ¿Qué impulsos motrices están implicados?, ¿Qué sensaciones percibe al cazar? Si hubiese consciencia, no causaría daño; puede ser muy inteligente y tener grandes estrategias para la caza, pero éstas son de la mente, de la inteligencia, más no de la consciencia. ¡Despertemos la consciencia!, recordándose de sí mismo durante el aseo de la casa, durante el baño, el ejercicio, durante la lectura; que la auto observación sea frecuente y profundicemos en el observar de nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, impulsos y sensaciones; si acaso llega un pensamiento durante el ejercicio, observemos si es pereza, miedo, vanidad o qué nos lleva a continuar o no continuar con ese ejercicio, con esa actividad. Comprendamos más profundamente la causa de los impulsos egoicos en las actividades, ¿Qué se presentó cuando escribimos?, ¿Qué cuando comemos?, ¿Acaso conducimos mecánicamente o tomamos los alimentos sin hacernos conscientes del sabor, la textura, la consistencia?, ¿Tenemos la costumbre de comer sin ser conscientes?, ¿De caminar sin observar todos nuestros centros?, ¿Observamos todos los centros al trabajar? Ha llegado el momento de despertar la consciencia, de descubrir los templos sagrados de las montañas, de vislumbrar el mundo de los sueños, de develar y comprender toda la estructura psicológica profunda del ser humano, de desarrollar la capacidad de asombro, cualidad plena de la consciencia y alcanzar la felicidad, la armonía, la cooperación, la paz y la dicha. Ha llegado el momento de eliminar el dolor, los dramas, karmas y sufrimientos del ser humano. Es el momento de amar profundamente a la naturaleza, de cultivar los campos, venerar los océanos y honrar nuestra Tierra; esto solo es posible con el bisturí del auto análisis, como mencionara nuestro señor Quetzalcóatl, “sacar el corazón y ofrecerlo a la luz de la consciencia del astro Sol sobre el altar de piedra” que son los fundamentos psicológicos revolucionarios para sacrificar las bajas pasiones de los agregados ocultos en la psiquis del ser humano. Enviado por: F. Ismael Moreno Luna. Instructor San Luis Potosí, S.L.P. y Comisión Calmécac. Imagen: Aurora (1678), Giovanni Andrea Carlone. Imagen 2: Aurora (1681), Jan Reisner. “Conciencia que duermes... Qué distinta serías si despertaras... Conocerías las Siete Sendas de la Felicidad, brillaría por todas partes la Luz de tu Amor, se regocijarían las aves entre el misterio de tus bosques, resplandecería la luz del espíritu y alegres, los elementales, cantarían para tí versos en coro”. Samael Aun Weor. La Personalidad Humana Hola amigos, les vamos a platicar sobre la personalidad humana que es un vehículo para que nuestra esencia se manifieste. Pero en esta época que vivimos, nuestra personalidad ha servido de vehículo al ego. Es necesario distinguir lo que es personalidad y esencia. La personalidad se crea, la esencia nace con el individuo, la esencia de un niño es nítida e inocente hasta los cuatro años, después, van entrando los egos, y se van fortaleciendo. Personalidad y esencia deben equilibrarse de una manera armoniosa. La personalidad humana se desarrolla en su tiempo, nace en su tiempo y muere en su tiempo, no puede existir más allá de su tiempo. No hay ningún mañana para la personalidad. A través de la personalidad puede manifestarse el ego o el Ser, todo depende de nosotros mismos. Cada día de nuestra vida es una onda del tiempo, cada mes es otra onda del tiempo, cada año es también otra onda del tiempo y todas estas ondas juntas y encadenadas en su conjunto constituyen la Gran Onda de la Vida. El tiempo es redondo y la vida de la personalidad humana es una curva cerrada. La personalidad es múltiple y tiene muchos trasfondos. En ella, se deposita nuestro karma de las existencias anteriores, karma en vías de cumplimiento o cristalización del mismo. Las impresiones que llegan a nosotros a través de nuestros sentidos y no digeridas se convierten en nuevos yoes, y lo que es más grave, en varias personalidades. La personalidad no es homogénea, sino heterogénea y plural. Uno debe seleccionar las impresiones de la misma forma en que uno escoge las cosas de la vida. La ciencia oficial nada sabe de las cuestiones de la vida y de la muerte. La ciencia únicamente conoce lo elemental, lo básico, como lo es la reproducción de los seres vivos; ciertamente ha avanzado, pero aún le falta mucho por conocer cómo es realmente el cuerpo humano, y mucho menos cómo se conforma la personalidad humana. No conoce los misterios de la vida y de la muerte. Los Psicólogos, psiquiatras, tienen un acercamiento estudiado científicamente; sin embargo, esta ciencia hasta el momento no es asertiva, desconocen la realidad exacta, matemática de la creación de vida. Con relación a la personalidad; al fallecimiento del cuerpo o vehículo físico que tenemos también, fallece el cuerpo vital y la personalidad se va desintegrado paulatinamente pero finalmente muere. Cuando la persona abandona la existencia de vida presente, retornará a una nueva vida en el lugar que le corresponda y con todos los agregados o defectos que no haya eliminado de su psiquis, éstos se irán integrando poco a poco en el desarrollo de la nueva vida que retorna. La vida y la muerte son dos grandes compañeras de la existencia del ser humano, si no hay vida, no hay muerte, no hay muerte, no hay vida, la vida y la muerte se hallan íntimamente vinculadas al eterno retorno. El yo es el que retorna después de la muerte, el yo es quien regresa. Es preciso aclarar que el retorno no es reencarnación; la reencarnación solamente es para los grandes maestros, como lo es el Mtro. Jesús el Cristo, que posee individualidad sagrada a través de padecimientos y sufrimientos por la humanidad y el trabajo sincero de corazón y lleno de fe en los tres factores de la Revolución de la Conciencia. El retorno implica la fabricación de una nueva personalidad humana, ésta se forma durante los primeros siete años y se va fortaleciendo con la enseñanza que reciben los infantes de sus padres: buenas o malas costumbres, valores morales, valores universales, comportamiento y conducta familiar de los padres a los hijos; reforzados por la escuela, independientemente de la enseñanza académica, el ambiente escolar entre sus compañeros de escuela, el entorno de la calle, la influencia de los medios de comunicación actuales que están a su alcance. Importante todo lo que se aprende en nuestro núcleo familiar, es fundamental para el niño que se está desarrollando; no contaminarse de malas influencias externas, así como las que arrastramos de vidas pasadas. Lo que bien se aprende de cuna en casa jamás se olvida y es nuestro mejor escudo y espada para enfrentar las adversidades y aprender a vivir de manera inteligente. ¡Cuidado! Con la forma equivocada de vivir en el núcleo de la familia, el niño es una esponja, absorbe con el ejemplo y las costumbres y sobre todo si estas no son sanas, crecerá con una personalidad escéptica, y perversa. Ejemplos entre otros son: el adulterio, la fornicación, un verbo adulterado y contaminado, conductas degeneradas de los mayores, todo esto conlleva al dolor, resentimiento, rencor, odio, problemas y una vida miserable. El ejemplo de los mayores, es importante para el desarrollo de la personalidad en el niño. Un hogar disfuncional es trágico, afecta la futura personalidad que se está desarrollando en el niño, dejando una huella indeleble de frustraciones que lo marcarán para siempre. La unión familiar, la convivencia en familia y las prácticas de buen ejemplo en familia son las mejores herramientas para el buen desarrollo de la personalidad de los niños, les permitirá discernir lo bueno y lo malo; estarán encaminados a una conciencia abierta y estos niños que seguramente llegarán a formar un hogar a futuro, podrán predicar con el buen ejemplo para sus hijos y así sucesivamente; por lo tanto, es inaplazable, urgente empezar a hacerlo. Todos debemos contribuir con un granito de arena en nuestros hogares, escuelas, centros de trabajo para lograr un bienestar en nuestra vida y en la de los demás. Usar los medios de comunicación con sus tecnologías avanzadas para mejorar la calidad de vida de los seres humanos. Los niños son la semillita que hay que alimentarla con amor; sin necesidad de estarlos mimando, hostigándolos con apapachos o cumpliéndoles sus caprichos. El amor a la vida, a toda la creación, a la naturaleza, hasta las piedras, amor y respeto a las culturas que nos dieron cuna, sabiduría, amor a sus padres, amor a sus hermanos a sus semejantes. Sabiduría y amor debe prevalecer en todos los hogares; severidad y dulzura, todo en un perfecto equilibrio. Para este equilibrio es necesario distinguir lo que es personalidad y esencia. La personalidad se crea, la esencia nace con el individuo, la esencia de un niño es nítida e inocente hasta los cuatro años, Después, van entrando los egos y se van fortaleciendo. Enviado por: Carlos Celso Rea Zamora y Ma. Guadalupe Inclán Castillo Imagen: Concilio de los dioses (Rafael Sanzio). 1517. “Un perfecto equilibrio entre personalidad y esencia, un desarrollo armonioso del pensamiento, emoción y movimiento, una ética revolucionaria, constituyen los basamentos de la educación fundamental” Educación Fundamental, Samael Aun Weor. Resolviendo Conflictos Durante nuestra vida enfrentaremos problemas de todo tipo: familiar, social, laboral, económico, etc., y es contar con las herramientas que nos ayuden a superarlos de forma inteligente. Para empezar, necesitamos comprender que sin importar la gravedad del problema que enfrentamos, es necesario no identificarnos con él, porque terminaremos convirtiéndonos en otro problema mismo. Ejemplo: Nos avisan que nos hemos quedado sin empleo y nos llenamos de temor, enojo y preocupación, lo que hace se eleve nuestra presión arterial, afectando nuestra salud y capacidad de respuesta y acción. Entonces tenemos el problema del desempleo y ahora, además, el deterioro de nuestra salud. Por lo anterior entendemos que para resolver situaciones difíciles debemos tener un estado de paz y quietud mental, ya que una mente con contradicciones y conflictos no tendrá la claridad ni la tranquilidad para observar ni resolver ningún. Sin embargo, el estado actual de nuestra mente es conflictiva ya que cargamos con muchas contradicciones que nublan nuestro entendimiento y la comprensión de las dificultades, lo grave de esto es que, al haber conflictos dentro del individuo también los habrá en la sociedad, ya que la sociedad es la extensión del individuo y es algo que lo vemos día a día en nuestra civilización. Un primer paso para tener la capacidad de resolver conflictos de la mejor manera, es hacernos conscientes de nuestras contradicciones internas a fin de llegar a la tranquilidad de la mente. Observando nuestra mente de forma seria, encontraremos cientos y hasta millares de contradicciones: hoy queremos algo, mañana no; hoy queremos un empleo y al conseguirlo deseamos buscar otro, somos solteros y queremos estar casados, estamos casados y queremos regresar a la soltería, somos empleados y queremos ser gerentes, etc., etc. Todas estas y miles de contradicciones más en nuestra mente generan un estado de confusión, desconsuelo, insatisfacción, irritación, miseria moral, dolor, murmuraciones, calumnias, etc., y en tales circunstancias no tendremos la claridad mental para resolver las situaciones adversas y los problemas: ¿Haré esto o aquello? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿De qué manera? Estas reflexiones nos llevan a comprender que debemos resolver las causas de nuestras propias contradicciones mentales para lograr un estado propicio para resolver conflictos. Con la angustia, desesperación, preocupación o contradicciones que nos llenan actualmente no se puede resolver ningún problema, muy al contrario, los podríamos complicar a empeorar. Cuando enfrentamos un problema, ya sea ético, conyugal, laboral o de cualquier otro tipo, nuestras primeras reacciones son pensar en él, resistirlo, rechazarlo, aceptarlo, explicarlo… Sin embargo, la mejor manera de reaccionar a un problema o conflicto es con el silencio de la mente, y este silencio llega cuando comprendemos con que con conflictos y contradicciones internas no podemos resolver nada. El silencio y tranquilidad de la mente llega cuando comprendemos que un problema no se resuelve rechazándolo, negándolo, resistiéndolo, explicándolo, etc. Cuando nos damos cuenta o percibimos el problema sin todo lo anterior, llega porque sí, solo y natural, el silencio de la mente. De este silencio, de esta calma y tranquilidad mental florece la comprensión, la intuición y la acción verdaderamente inteligente que resuelve totalmente el problema. “Sólo en la quietud y en el silencio mental hay libertad y sabiduría.” Samael Aun Weor. El conflicto mental es ruinoso y perjudicial para nuestras relaciones y nuestra salud y siempre terminará por reflejarse en nuestras comunidades. Durante nuestra vida pasamos de un deseo a otro de forma continua… Deseos pasajeros e ilusorios y la contradicción inician cuando aparece en nosotros la obstinación y terquedad por realizar nuestros deseos sin importar lo que cueste y sin importar las consecuencias porque todos queremos satisfacer nuestros apetitos y obviamente, esto genera conflictos de toda clase a nuestro alrededor. Cuando comprendemos que el deseo es la causa de nuestras contradicciones y amarguras, cuando comprendemos a fondo que todo pasa y que nuestro cuerpo tuvo un principio y tendrá un fin, entonces desaparece la contradicción y el conflicto y surge en nosotros la verdadera paz del corazón, la paz que está en el silencio de la mente, la paz que puede resolver conflictos y con ello, mejorar nuestra vida en todos sus aspectos. Práctica por el Maestro Samael Aun Weor. “Práctica: Sentado en un cómodo sillón, o acostado en su cama, cierre sus ojos. Luego concéntrese en su interior estudiándose a sí mismo, investigando sus deseos, sus contradicciones. Es necesario que Ud. comprenda cuáles son sus deseos contradictorios para que conozca así las causas de sus conflictos internos. Con el conocimiento de las causas del conflicto mental adviene la paz de la mente. Practique Ud. diariamente este sencillo ejercicio. Es necesario que Ud. se conozca a sí mismo.” Bibliografía: Introducción a la Gnosis. Enviado por: Rubén Soto Orozco. Encargado de los portales en inglés y francés. Imagen: La furia de Aquiles, Giovanni Battista Tiepolo. 1757. Alejandro Magno visita la tumba de Aquiles, Antonio Joli. 1700s. “Si permaneces en silencio, como un inservible gong, alcanzarás el Nibbana; hallarás la paz”. El Dhammapada.