La Sabiduría del Ser No. 97 El Ajedrez Esotérico Ciencia Arte Filosofía y Mística-Trimestre: abril, mayo y junio 2023 Material didáctico para uso interno y exclusivo de estudiantes Del Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. www.samalegnosis.net ? www.samaelgnosis.org www.samelgnosis.us ?www.samelgnosis.net/fr CONTENIDO: El Ajedrez Esotérico 3 El Tablero de la Vida 5 El Rey 7 La Reina Madre del Ajedrez 10 Las Torres 12 El Alfil 14 El Caballo 16 Los Peones 18 Imagen de portada: Retrato del jugador de ajedrez Aleksandr Petrov. Grigoriy Myasoyedov. 1907 Revistas anteriores: https://www.samaelgnosis.net/revista/numeros.html Suscripciones: https://www.samaelgnosis.net/revista/suscripcion.htm Certificado de reserva de derechos al uso exclusivo. En el género de: Difusiones periódicas. Especie: Difusión vía red de Cómputo. Titular: Instituto Cultural Quetzalcóatl de Antropología Psicoanalítica, A.C. Titulo “La Sabiduría del Ser” Reserva: 04-2008-032711425000-203 Dirección de Reservas de Derechos. Damas en la vida de la corte durante el entretenimiento de ajedrez. Nevasi Lal. 1790/1800. El Ajedrez Esotérico La importancia de la comprensión de los símbolos es trascendental, ya que nos ilustra sobre un conocimiento superior, así encontramos que el ajedrez es un juego que se conoció en la antigua Atlántida, descrita por el arqueólogo Pablo Scleiman y en cuyos símbolos a la luz de la antropología psicoanalítica podemos ver la representación de la vida o el juego de la vida a través del tablero en el que nos desplazamos en el blanco y negro, como dualidad de la mente, en la que fundamentamos las actividades de la vida y por ende las situaciones o eventos que suelen estar cargados de acontecimientos ya sean desagradables o agradables, exitosos o de fracaso, de enfermedad o salud. La cábala no puede estar desligada de este simbolismo, los cuatro lados del tablero lo relacionaríamos con los cuatro elementos y las 8 casillas o cuadros de cada lado cabalísticamente nos darían 64, representación cabalística del número 10 o ley de evolución e involución, ya que la misma vida viene hacer el escenario de esas 108 existencias, representadas por el collar japamala de los tibetanos; oportunidades para revolucionar la conciencia o bien para vivir la involución. Diversas leyes cósmicas gobiernan los escenarios de las humanidades que se desplazan en el tablero, los 32 cuadros negros como situaciones en las que se paga karma, los 32 cuadros blancos en las que se gana capital cósmico o dharma; recordemos que son 16 piezas negras relacionadas con la torre fulminada que representa la involución y 16 piezas blancas que representan la evolución, sabiendo que eso es un ciclo en la existencia y esto se lleva en el tablero del juego de la vida. Todas las piezas representan las cualidades del ser humano y aspectos importantes para la encarnación de la fuerza crística cósmica universal, con la formación de los cuerpos superiores del ser humano. Elevar a estados superiores el cuerpo físico, astral o de las emociones, mental y causal o de la voluntad, de los que se habla en la antropología gnóstica, con el trabajo de los cuatro elementos tanto internos como externos, los cuales también tienen íntima relación con la psicología, ya que el agua está relacionada con la capacidad de adaptarse a las situaciones de la vida; ser como el agua que se adapta a un recipiente según su forma y con ese principio psicológico tener éxito en todas las áreas de la vida; el elemento tierra a su vez con la capacidad de ver lo bueno de lo malo y lo malo de lo bueno, sin rechazar nunca nada, más bien comprendiendo tanto el bien como el mal sin hacerlo relevante o identificándose con él; el elemento aire para tener la prontitud de idea consciente en las diversas situaciones de la vida blancas o negras y el elemento fuego que muestra aprender a vivir entre las llamas o las pasiones sin identificarse con ellas. En el juego del ajedrez muchas veces se debe o tiene que sacrificar alguna pieza, como generalmente son los peones, que también representan el trabajo diario; cuyo fin de un peón es llegar a la autorrealización, ocupando al final de su trayectoria el lugar de un caballo, alfil, torre, o reina; señalando que nuestras facultades deben perfeccionarse al servicio del ser interior profundo y las cualidades internas representadas por el rey que representa: el blanco el espíritu y el rey negro su contraparte el ego, siendo que el rey domina todo el tablero, más está limitado a una casilla por turno, así, en este planeta tierra o mundo tridimensional, en dónde nos desenvolvemos, los reales valores suelen estar delimitados en su manifestación por el ego, los cuales debemos de comprender y eliminar para que el Ser siga dirigiendo el juego de nuestra vida en este tablero de la existencia, así como la reina en sus dos colores viene a representar la ayuda de la madre divina en todos los planos y dimensiones con una acción inmediata y de ahí su largo movimiento que respeta las cualidades obtenidas y la acción de ellas por la conciencia individual, pues las elecciones las realizamos aquí en este mundo de acuerdo al libre albedrío y que claro, nuestra madre divina como ley, a través del caballo nos recuerda que de todos los actos se da cuenta o se hace juicio o examen, el alfil con cualidades de transmutación; el caballo como conocimiento de las leyes de la vida, la torre como una psicología trascendental, sin faltar los peones como las existencias representando las leyes de retorno y de recurrencia. Así encontramos un simbolismo trascendental en el ajedrez cuyo propósito es esencial como conocimiento para el desarrollo y despertar de la conciencia en el transcurso de las existencias, recordemos siempre que se crearon mundos y galaxias, razas enteras para que pudiésemos disfrutar de tener un cuerpo físico para el trabajo de la autorrealización y que en ese camino podemos vivir con éxito y abundancia, salud, si aprendemos a mover las diferentes cualidades de cada una de las piezas interiores que nos representan en el ajedrez, pues la ley está dentro de nosotros y no podemos seguir engañándonos, por eso el caballo siempre nos da la justa medida a través de la ley y no rendirnos y caer en la ilusión, llamada maya o fantasía del falso sentimiento del ego. Por eso, siempre vigilantes desde la torre, observando todos nuestros movimientos día con día en todas las áreas de la vida, aprovechando las fuerzas internas creadoras de la fuerza de la supra sexualidad, equilibrando los centros y con la ayuda de la oración a nuestra madre divina, representada por el arcano 10 de la cábala, (64 casillas, 6+4=10) ella es IO y que con este mantra podemos invocarle a cada instante o cuando percibamos que los requerimos, ella siempre ayudará al discípulo que sabe mover bien sus piezas del juego de la vida. Enviado por: Francisco Ismael Moreno Luna. Calmécac. Imagen 1: Marte y Venus jugando al ajedrez. Alessandro Varotari. 1630-1640. Imagen 2: Tristan de Léonois. Representación de Tristant et Yseult -mientras navegan, juegan al ajedrez-,buvant le philtre d'amour, 1470. Siglo XIV. Biblioteca Nal. Francia. El Tablero de la Vida Desde el principio de los tiempos, ha existido una eterna lucha entre el bien y el mal, no hay criatura en este tapete de la existencia que no libre dicha lucha; entre la sabana y los pastizales, a veces extremadamente secos y calurosos, la leona, que con un esfuerzo enorme logra capturar una presa para alimentar a sus hambrientos cachorros, muchas veces tiene que abandonar esa vital comida, debido a que llega una manada de hienas que amenazan con matarla si se opone al hecho, ella, ante lo evidente de perder en esa contienda desigual, prefiere irse, pues sabe que habiendo vida, puede conseguir otra presa. De la misma manera, la gente honrada que se gana el pan de cada día con mucho trabajo tiene que renunciar a su sueldo ante el arma amenazante que porta el furtivo ladrón. Las zonas arqueológicas que cuentan con el Campo de la Bola Religiosa, mal llamado “Juego de Pelota”, nos habla también de ese tema, de la misma manera, el Juego de Ajedrez, cuyo tablero contiene cuadrados negros y blancos y en sí, todo el tablero, representa el campo de lucha, lugar donde el ser humano se propone vencer al mal (los yoes, el ego viviente en su interior) para así tener un recto pensar, un recto sentir y un recto actuar. La cultura Atlante, cuarta raza que tuvo nuestro planeta, tenía conceptos especiales acerca del ajedrez esotérico, mismo que tenían como una sabiduría hermética que significaba la lucha entre el espíritu y la materia. El tablero está formado por 64 escapes o casillas, siendo de color negras y blancas. Estos dos colores el blanco y negro, vienen a simbolizar la dualidad de la misma vida: el bien y el mal, lo bueno y lo malo, la luz y las tinieblas al Cristo como máximo exponente de la Luz y a Javhe como el más exaltado demonio de las tinieblas. Es pues, la vida, un tablero de ajedrez en el cual cada acto nuestro es una jugada. Si nuestras jugadas son buenas, inteligentes y oportunas, el resultado será el éxito, salud y longevidad. Si, por el contrario, nuestras jugadas son hechas de mala fe, egoístas e inoportunas, el resultado será el fracaso, enfermedad y muerte con todo lo que conlleva, como, por ejemplo, el dolor, la enfermedad, el sufrimiento etc. El tablero está formado por cuatro lados, es decir los 4 puntos cardinales, Norte, Sur, Este y Oeste; así mismo nos recuerda a las cuatro pruebas de toda iniciación esotérica: prueba del Agua: el saber adaptarse a cualquier circunstancia de la vida sin protestar, sin rasgar nuestras vestiduras, sin resultar dañado, si ponemos el agua en un zapato, en un sombrero, en una botella, en un barril, el agua no protesta, simplemente se adapta a las condiciones y forma del recipiente y listo; prueba del Aire: el tener dominio de nuestros procesos mentales y no al revés, que la mente sea la que nos domine, el estar dispuesto a perder lo más querido, es decir no tener apegos; la prueba del fuego: el dominar la ira, la cólera que nos causa las ofensas de los demás y transformarla en dulzura de carácter, en devolver bien por mal; La prueba de la Tierra: el sacar provecho de las peores adversidades, la vida es una sucesión de pruebas y de tentaciones que al vencerlas nos fortalecen para seguir creciendo en nuestro trabajo interior, el Padre nuestro, magnífica oración que nos dejó el Venerable Maestro Jesús, no dice “no me des tentaciones”, dice “no me dejes caer en tentación” en clara alusión de que las tentaciones deben existir en todos lados, en los cuatro puntos cardinales y, nuestro propósito es vencerlas en pro de nuestro crecimiento espiritual. Si analizamos cabalísticamente, es decir, de acuerdo con la ciencia de los números, la cantidad de los 64 escapes nos da el número 10, representando a la ley de recurrencia, la retribución, la rueda del Samsara, así como las fuerzas evolutivas e involutivas. La cantidad de escapes blancos como de negros es de 32 = 5. Que viene a representar a la ley, que gobierna todos nuestros actos, ya sean positivos o negativos. Hablando simbólicamente diríamos que empieza la ley del dharma y la ley del karma a manifestarse. En lenguaje místico de la luz, cuando debutamos en el tablero de la existencia nos reciben las fuerzas blancas (escapes blancos), o sea los galenos con sus batas blancas, nos dan la bienvenida, como quiera que nada en la naturaleza está estático, llega el momento en que por nuestras malas obras o decisiones fracasamos y caemos en el amparo de las fuerzas involutivas (escapes negros). Así pues, ahí estamos todos los seres humanos entre el obrar bien u obrar mal, es una decisión propia que ni siquiera la Divinidad trastoca; en fin, cada uno de nosotros es el arquitecto de su propio destino. Enviado por: Instructor: José Isabel Mauricio Vargas. Loreto, Zac. Imagen 1: La partida de ajedrez. Henry Siddons Mowbray. 1890. Imagen 2: Los jugadores de ajedrez. Moritz Retzsch. 1779-1857. El Rey ¡Hola, amigos! En esta ocasión vamos a hablar del “Rey”, en las piezas blancas del Ajedrez, se encuentra en la parte superior al centro, y lleva una cruz. Esta pieza nos viene a simbolizar a nuestro Padre que está en secreto, al Anciano de los Días, al Primer Logos, a Kether, entre los cabalistas. Y cada uno de nosotros lo llevamos en el fondo de nuestra conciencia. Es la primera y la última síntesis de nuestro Ser, nuestro Real Ser. Es una chispa divina emanada del Gran Océano de la Vida. Él, como aspecto masculino, se desdobla en la Madre Divina, como aspecto femenino. A nuestra Madre Divina la vemos en el ajedrez a un lado del Rey, y a esta pieza se le conoce como la Reina. Dios como Padre es Sabiduría, Dios como Madre es amor. Dios como Padre radica en el Ojo de la Sabiduría, es decir en el entrecejo. Y Dios como amor, la Madre Divina, la encontramos en el templo-corazón. Sabiduría y amor son las dos columnas torales de la Gran Logia Blanca. Nos dice la Mtra. Helena Blavasky: hay tantos padres en el cielo, como hombres en la tierra, porque el Anciano de los Días es original en cada hombre o mujer. Él es el Padre de todas las creaturas del Universo. Kether es la misericordia de las misericordias, la bondad de las bondades, lo oculto de lo oculto, es la raíz de nuestro Íntimo, nuestro Ser, nuestro Espíritu. Nosotros siempre nos hemos imaginado a un Dios antropomorfo, sentado en un trono, echando rayos y centellas contra todos los que habitamos en este mundo tridimensional. Sin embargo; no es así, el Padre reina en todo el Universo. Nuestro objetivo en esta vida es regresar a nuestro origen, a unirnos nuevamente con nuestro Padre, debemos saber y comprender cuál es nuestra misión y por qué estamos aquí en este mundo tridimensional. Nuestro objetivo en esta vida es encarnar a nuestro Padre, esto lo logramos mediante trabajos conscientes y padecimientos voluntarios. Sólo venciendo a nuestros agregados de tipo psicológico, y realizando la Gran Obra podremos llegar a Él. Lo primero que tenemos que hacer es dejar de decir mentiras, porque nuestro Padre es la Verdad. Y la Verdad no la vamos a encontrar fuera de nosotros, si no que ella está dentro de cada uno de nosotros. Para lograr encarnar al Padre necesitamos trabajar en los tres factores de la Revolución de la Conciencia que son: Nacer: Nos estamos refiriendo al nacimiento segundo, esto se logra sublimando nuestra energía creadora con la finalidad de fabricar los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Para ello necesitamos aplicar la única Ley de Dios que es el amor. Pero un amor consciente. Porque amar, cuán bello es amar. Sólo las grandes almas pueden y saben amar. El amor es ternura infinita, el amor es la vida que palpita en cada átomo y en cada sol. El amor no se puede definir porque lo desfiguramos, el amor hay que experimentarlo. El amor adviene en nosotros cuando estamos enamorados, ese sentimiento debiera perdurar toda la vida entre las parejas unidas en matrimonio. El amor se siente desde lo más hondo de nuestro corazón, viene a ser como una vivencia deliciosa, como un fuego que consume, es un vino divino, es delirio de quien lo bebe. Nosotros con nuestra pareja ya sea hombre o mujer debemos realizar el Matrimonio Perfecto que es la unión de dos seres que verdaderamente se aman. El alfil, otra pieza del ajedrez, que encontramos dos a un lado de los reyes, y que nos vienen a simbolizar la fuerza sexual, que la llevamos todo ser humano, para convertirla en una piedra cúbica perfecta. Y poder sublimarla a través de la columna vertebral. Morir: Nos estamos refiriendo a la muerte mística, la muerte de todos esos elementos subjetivos que cargamos dentro de nosotros y que son un obstáculo para todo lo sagrado. Porque la muerte física es para los humanos un evento natural. Este trabajo requiere de todo un proceso integral, que inicia desde la autoobservación psicológica, representada por la pieza del ajedrez llamada la torre. Esta pieza la vemos en las piezas blancas en las esquinas superiores, para indicarnos que tenemos que estar en alerta-novedad, como vigías en época de guerra o en recuerdo de sí, esto es con nuestra conciencia en lo que estamos haciendo, con el objeto de descubrir durante el día los defectos que se manifiesten para poderlos comprender y desintegrarlos con el apoyo de nuestra Madre Divina para convertirlos en polvareda cósmica. Se requiere de la meditación, que es el pan diario de todo verdadero aspirante a la Sabiduría. Con la meditación los podemos estudiar y con el bisturí de la autocrítica, saber cuándo fue la primera y última vez que se manifestó el defecto, conocer sus estructuras, conocer las relaciones o alianzas con otros yoes para fortalecerse, en qué momento o circunstancias se manifiestan o tienen más fuerza. Una vez comprendido el defecto, le solicitamos a nuestra Madre Divina, por medio de la oración, le suplicamos, le lloramos, que lo vuelva polvareda cósmica Así se desintegran los defectos, yoes o agregados de tipo psicológico que han convertido nuestra vida todo un caos, enfermedades, miserias, problemas de todo tipo. Y por último tenemos El sacrificio por la humanidad: Necesitamos amar a nuestros semejantes, sentir verdadero amor por el prójimo, prepararnos para entregar la Gnosis hasta el último rincón del planeta, para que nadie desconozca esta sabiduría trascendental, la Gnosis y así formar el Ejército de Salvación Mundial. Por otro lado, también tenemos que ayudar a los demás, en el momento oportuno, de manera desinteresada y sin esperar nada a cambio. Ahora, tenemos la Ley de Recurrencia. Las personas comunes y corrientes repetimos siempre los mismos dramas, las mismas comedias, los acontecimientos de nuestras vidas se repiten continuamente. Ejemplo: Los perversos, secuestradores, delincuentes y todos nosotros venimos a reincorporarnos sucesivamente para repetir las mismas tragedias. Todas nuestras acciones desequilibran la Ley de la Balanza. Vida tras vida repetimos los mismos errores y creamos Karma y esto nos lo viene a representar el caballo del ajedrez, que lo vemos en las fichas blancas ente la torre y el alfil. Hay que saber que hemos acumulado desde el pasado mucho karma por haber violado la Ley, y a esto se le llama la Ley del Karma que es una Ley de Causa y Efecto, Ahora, tendremos que enfrentar los resultados o consecuencias cuándo éstos se presenten, pero afortunadamente lo podemos pagar con buenas obras, ayudando de manera consciente y desinteresada a los demás, así como formar el futuro que nosotros queramos cambiando las consecuencias; esto es, desintegrar la causa que originó cada evento. Pero también hay una manera más segura y definitiva de eliminar el karma, es desintegrar la causa que los produce y el origen es en síntesis el ego o yo psicológico. Para realizar todo este trabajo, necesitamos de la ayuda de nuestro Padre y nuestra Madre Divina. Y así podremos encarnar al Padre, a Kether, al Anciano de los Días. Debemos amar y venerar a nuestro Padre que está en secreto. El maestro Jesús de Nazareth, nos enseñó a orar a nuestro Padre. Existe una oración mágica de inmenso poder, una oración de petición. Una oración para hablar con nuestro Padre que está en secreto. Pero necesitamos hacerlo en meditación profunda, reflexionando cada frase, cada palabra y si lo hacemos así, producirá efectos maravillosos. Tenemos que orar, pero de manera consciente, porque la oración a mil kilómetros por hora no sirve de nada. Aquí les dejamos el Padre Nuestro, para que lo meditemos con mucha fe y devoción: Les vamos a recomendar el libro “El Padre Nuestro” que se encuentra en el portal principal del ICQ, sección de libros, libros del ICQ aquí podrán ahondar en este tema de nuestro Padre que está en secreto. EL PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en los Cielos Santificado sea tu nombre Venga a nos tu Reino Hágase señor, tu Voluntad, así en la tierra como en el Cielo. El pan nuestro de cada día, dádnoslo hoy Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos dejes caer en la tentación, más líbranos de todo mal. Amén. Muchas gracias. Bibliografía del Mtro. Samael Aun Weor: “El Matrimonio Perfecto”, “El libro de la Virgen del Carmen”, “Tarot y Cábala” “El Padre Nuestro” libro del ICQ. “Los gnósticos tenemos que hacer la voluntad del padre” Samael Aun Weor. Enviado por: Carlos Celso Rea Zamora y Ma. Guadalupe Inclán Castillo. Imagen 1: El Padre Eterno. Museo Bellas Artes de Sevilla. Zurbarán. 1631-40. Imagen 2: Rey Arturo. Charles Ernest Butler. 1903. Imagen 3: El Padre Universal Eterno. Francisco Bayeu y Subias. 1734-1795. La Reina Madre del Ajedrez La reina madre del ajedrez es un aspecto muy importante y básico en la existencia de todo ser humano, todos venimos al mundo de la conjunción divina: el padre y la madre interior; este juego del ajedrez se puede comparar con la vida de cada ser humano que viene al mundo, en la cual uno de nuestros actos es una jugada. Si nuestras jugadas son buenas, inteligentes y oportunas, el resultado será el éxito, la salud, la longevidad. Si, por el contrario, nuestras jugadas son hechos de mala fe, egoístas, inoportunas, el resultado será el fracaso, con enfermedades, carencias, problemas y de acuerdo con cada movimiento podemos ser ganadores o perdedores. Al nacer cada quien traemos un capital cósmico, valores o un determinado porcentaje de dharma y karma, que hemos acumulado en nuestras existencias, el Arcano 10 nos habla de la ley de la retribución o rueda del Samsara, es también la ley del destino, Hermanubis (Hermes-Anubis evolucionando) a la derecha y (Tifón Bafometo a la izquierda involucionando en la rueda de muertes y nacimientos). Después de 108 vidas, la rueda da una vuelta completa y al ascender pasa por los reinos mineral, vegetal, animal y humano y al bajar desciende por la misma vía en retroceso. Esta rueda del Samsara da 3,000 vueltas de 108 existencias y posteriormente la esencia, después de tantas purificaciones y sufrimientos vuelve al Absoluto, pero sin autorrealización. En todas las culturas antiguas se ha rendido culto al eterno principio femenino divinal, ella es la madre divina, el origen de todo lo creado, la raíz de todo lo existente. La Divina Madre tiene cinco aspectos fundamentales que son los siguientes: • La Inmanifestada Kundalini (la que conduce el fuego sexual por cada vértebra de la columna espinal, es la serpiente ígnea del adepto) • La manifestada (Isis inefable, Diana, María, Rea) el aspecto particular adorable y eterna sin principio, sin fin. • La Hécate griega, Proserpina egipcia, Coatlicue Azteca. La Madre muerte terror de amor y Ley • La Madre Natura Particular. Aquella que creó nuestro cuerpo físico. • La Maga Elemental instintiva (la que originó nuestros instintos) Escrito está que todos estos desdoblamientos de la Prakriti se repiten en el hombre mismo. Lo fundamental son los tres aspectos superiores de la Prakriti y con ellos debemos aprender a trabajar. Primer aspecto de la divina madre. De entre estos cinco aspectos, la Inmanifestada es el más oculto y terrible de todos. Ella es Kundalini Inmanifestada, es Isis a la que ningún mortal ha levantado el velo y es terriblemente divina. Es la Prakriti de los indostanes, la sustancia primordial de la naturaleza, ella es la Madre Espacio, es la Madre Cósmica, es el Eterno Principio Femenino Inmanifestado. Sin el auxilio de nuestra Divina Madre Kundalini nos encontraríamos interiormente huérfanos. 2º. Aspecto. Luego viene este segundo aspecto, el de la Madre Manifestada: Isis, Adonia, Insoberta, Rea, Cibeles, Diana, María…no importa el nombre que le demos, ella está más cerca de nosotros. Es Sabiduría, amor y poder. Por medio de ella se ha manifestado el prana, la electricidad, el magnetismo, la cohesión y la gravitación en este universo. La sabiduría antigua enseña que Tonantzin, Devi-Kundalini es nuestra Divina Madre Cósmica Particular, cada quien tiene la suya y puede adoptar cualquier forma porque ella origina todas las formas. La Madre Manifestada puede reducir a polvareda cósmica cualquier elemento psíquico indeseable a condición de haberlo comprendido previamente. Todos los pueblos antiguos la adoraron. 3er. Aspecto. Es la Bendita Diosa Madre Muerte quien nos elimina el ego en los mundos infiernos, para que la esencia se quede libre, es la Reina de los Infiernos, ella es Coatlicue, Proserpina y también es Hécate, bajo su dirección trabajan los ángeles de la muerte. La Madre Espacio convertida en Madre-Muerte ama entrañablemente a sus hijos y por eso se los lleva. 4º. Aspecto. La Madre Natura. Es la Madre Naturaleza; a ella podemos invocarla con pureza de corazón y suplicarle ponga nuestro cuerpo físico en estado Jinas y nos transporte a la cuarta dimensión, donde se encuentran los bosques más profundos del Edén, donde los ríos de agua pura de vida manan leche y miel. Nuestra Divina Madre Natura Particular es la autora de nuestros días, la verdadera artífice de nuestro cuerpo físico… fue ella la que en el laboratorio humano unió el óvulo con el zoospermo para que surgiera la vida. Ella la creadora de la célula germinal con sus 48 cromosomas. Sin ella no se hubieran multiplicado las células del embrión, ni formado los órganos. Aunque doblegue tu alma el sufrimiento, mantente firme y entrégate humildemente a tu madre natura. 5º. Aspecto. La maga elemental. La Divina Madre, como señora que nos da los impulsos instintivos, como Reina de los Elementos, como maga elemental, es maravillosa. La naturaleza tiene 7 elementos poblados de elementales. Existen los elementales del reino mineral, vegetal y animal. En todo elemental existe una chispa divina, el Íntimo. El 5º. Aspecto de Devi-Kundalini nos da la potencia sexual, la fuerza natural instintiva, (Instinto sexual, de conservación, maternal, paternal, etc.) Bibliografía: Samael Aun Weor Enviado por: María Guadalupe Licea Rivera. Imagen 1: Rea, Diosa de la prosperidad. Pedro Pablo Rubbens. 1630. Imagen 2: Diana la cazadora. Juan Bautista Martínez del Mazo. 1600. Las Torres El ajedrez esotérico, como símbolo del camino de la iniciación que lleva al ser humano al desarrollo de las facultades interiores, muestra las estrategias que se requieren para vencer en la eterna lucha entre el bien y el mal dentro de sí mismos. Los cuadros blancos y negros del tablero alientan a la conciencia a reconocer lo bueno de lo malo y lo malo de lo bueno para estar más allá del bien y del mal. Las diversas circunstancias de la vida nos ofrecen la oportunidad del autoconocimiento, la autorreflexión y el cambio o revolución interior. La conciencia humana se encuentra en una gran batalla por el despertar para obtener la felicidad, la paz y la libertad; el rey o íntimo (Ser interior) debe vencer a su antagonista (el yo, la ignorancia y el error) y para ello cuenta con las diferentes partes divinas, algunas con más poder que otras, pero todas muy valiosas y necesarias. Un ajedrecista experto sabe que lo principal para vencer es la atención y el estado de alerta para reconocer las estrategias del contrincante y anticiparse a sus movimientos. Así como las torres de los castillos medievales se construyeron para vigilar, en el ajedrez esotérico las torres representan el estado de vigilia o de alerta de la conciencia, representan el sentido de la autoobservación psicológica para promover el autodescubrimiento. Cuando la conciencia despierta, se ve el mundo como verdaderamente es, y no como aparentemente es. Para desarrollar el sentido de la autoobservación es necesario vivir alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra. A través de la autoobservación de instante en instante y de momento en momento es posible descubrir los errores psicológicos y revelar cómo somos realmente y no en apariencia. La frase del templo de Delfos en Grecia, “Noscete ipsum” (“Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses”) invita al ser humano al despertar, a conocerse a sí mismo, porque irónicamente, a pesar de estar en la era del conocimiento y de la tecnología, y de desarrollar cada vez más prodigios científicos, prevalece gran ignorancia de sí mismo, se desconoce el origen de la frustración, la causa de los deseos, los procesos de la ira, los trasfondos del rencor y resentimiento…, se tiene una imagen o concepto de sí mismos equivocado, se acepta la imagen del cuerpo físico porque es palpable, pero la psicología es diferente, otras personas nos perciben en forma distinta, no nos conocemos a sí mismos. Para auto conocerse es necesario auto observarse en la calle, en el trabajo, en la casa, en el templo, en la escuela…, y entonces descubriremos cómo los yoes que se hallan escondidos en el subconsciente o en el inconsciente afloran espontáneamente ante las diferentes circunstancias. Por lo general los yoes permanecen en tranquilidad hasta que ven la oportunidad de alimentarse, por ello es que, en el gimnasio de la vida, las situaciones complicadas hacen que se asomen esos yoes y si estamos en estado de alerta o vigilia, entonces los descubrimos en acción y podemos auto observarlos. La autoobservación es el primer paso para el despertar de la conciencia, el segundo consiste en que el defecto descubierto “in fraganti” debe ser estudiado o analizado a través del bisturí de la autocrítica, sin juzgar o condenar. A través de la autorreflexión, se busca descubrir y comprender lo que el ego quiere realmente, el daño que provoca interna y externamente, es decir, sus causas y consecuencias; la comprensión del defecto requiere de un riguroso análisis en meditación, entonces estaremos preparados para solicitar a la Madre Divina la desintegración de tal defecto de nuestra psiquis. La mente por sí misma no es suficiente para comprender el defecto, porque el defecto es de la mente, se requiere de una autorreflexión más profunda, precisamente con la mente en silencio para poder obtener información y que la luz de la conciencia pueda iluminar la comprensión. La Madre Divina, o la reina del ajedrez, es quien tiene los poderes para desintegrar el defecto comprendido y para liberar la esencia que se halla embotellada en su interior. Mediante la autoobservación psicológica también es posible trascender la ley de recurrencia. Esta ley de la naturaleza entra en acción al nacer, cuando retornamos o regresamos a tomar un nuevo cuerpo físico, entonces repetimos nuestra propia vida, tal como ocurrió con la antigua personalidad de la vida pasada. Es como guardar la película de lo que se ha vivido y repetirla en una nueva existencia. La ley de recurrencia hace que se repitan los mismos dramas, comedias y tragedias del pasado. Pero gracias a la autoobservación psicológica y la comprensión integral de fondo, es posible eliminar los actores que promovieron tales dramas y, aunque las circunstancias se siguen repitiendo por la ley de recurrencia, las consecuencias son cada vez menores y más consientes. La autoobservación es un sentido interno que puede ser desarrollado mediante la práctica, al principio apenas se puede percatar de los agregados psicológicos cuando se manifiestan, pero con la práctica, el estado de alerta se va agudizando y es posible entonces descubrir a defectos cada vez más sutiles. Al progresar el desarrollo de la autoobservación, otros sentidos también se van desarrollando, permitiendo conocernos a fondo en los diferentes departamentos de la mente y del corazón. Al desarrollar los poderes de la torre (vigilar y observar), se comienza a comprender el estado psicológico en que nos encontramos y del pequeño mundo en que vivimos, con el interés en asuntos personales y la búsqueda de satisfacción plena de los vicios y comienza a desarrollarse el amor al prójimo, el interés por los asuntos espirituales y las cosas relacionadas con el cosmos. Al principio es necesario leer, estudiar la gnosis profundamente en los libros, conferencias, tomar nota y aprender, la memoria es el principio formativo, pero no se debe confiar todo a la memoria, porque tarde o temprano lo olvida, la memoria es infiel, para aprovechar totalmente estas enseñanzas es necesario depositar los conocimientos en la conciencia, y esto se logra llevando a la práctica el juego del ajedrez esotérico en la vida cotidiana, observando las circunstancias de la vida y lo que se mueve dentro de nuestra psiquis, la forma de reaccionar, las palabras que surgen involuntariamente, y cómo los cinco centros se conmueven ante una situación difícil, entonces mediante la autoobservación, descubriremos cómo se manifiesta el agregado psicológico. Las dos torres, una en cuadro blanco y la otra en cuadro negro de las esquinas, implican la autoobservación de los yoes conocidos y de los que están ocultos y su movimiento rectilíneo induce a observar sin prejuicios ni alteraciones o suposiciones, simplemente observar la realidad, tal como es, para más tarde, en meditación, reflexionar sobre esa circunstancia y el desenvolvimiento de los yoes en la psiquis, para solicitar a la Madre Divina su intervención en la desintegración del defecto comprendido. La comprensión del defecto comenzará siendo intelectual, (de los pensamientos) posteriormente emocional (de los sentimientos) y finalmente causal (de las causas y de la voluntad), de esa manera se despierta la conciencia y se liberan las facultades interiores del ser humano brindando paz y felicidad. Enviado por: Susana Margarita Rodríguez Licea. Comisión eventos del ICQ, San Luis Potosí, S. L. P. Imagen 1: El Castillo de Roca. Carl Friedrich Lessing. 1828. Imagen 2: Simeón el estilita. Museo de Historia de Sanok, Polonia. S XVI. El Alfil Estimados lectores, ahora vamos a reflexionar un poco acerca del significado esotérico de los alfiles dentro del juego del ajedrez. Por su forma, los alfiles representan a una lanza, esta a su vez, por su forma fálica, simboliza el poder eléctrico sexual masculino; recordemos la lanza que el centurión romano Longinos clavó en un costado del cuerpo ya crucificado del maestro Jesús y al momento de herirlo, hizo saltar sangre y agua del redentor, salpicando los ojos medio ciegos de aquel soldado, sanándole la vista de inmediato lo cual propició la conversión de Longinos al cristianismo. La hoja de la lanza tiene un doble filo por lo que es de un doble carácter, puede herir o puede sanar. En la edad media, en Europa; el venablo ya había sido sustituido por la lanza en los torneos caballerescos. Dentro del mito del Grial, el venablo celta incapacita a la persona que hiere, dejándola de una manera extraña, ni se cura ni puede morir, sólo un héroe de poderes excepcionales estará en condiciones de sanar a la víctima; mediante el empleo de la misma lanza que lo hirió. Así tenemos la leyenda del Santo Grial en Europa hacia la edad media, en la cual surge la figura del Rey Arturo, siendo Parsifal uno de los caballeros de la mesa redonda, resaltando entre los símbolos que acompañan a dicha leyenda, la lanza mágica, misma que siendo arrebatada de las manos del rey Arturo; quedó en posesión del tenebroso Klingsor, este personaje siendo penitente, quiso renunciar a las pasiones animales, se torturó con sacos y silicios, pero todos sus sacrificios le resultaron inútiles; la lujuria, la impudicia, la lubricidad le seguían torturando. Desesperado, optó por mutilarse los órganos sexuales. Una vez castrado, quiso agarrar el santo grial, siendo rechazado con indignación por el guardián del templo. Pensó el pobre infeliz que rechazando al tercer logos por medio de la castración de sus gónadas sexuales podría entrar al templo del castillo de Montsalvat. Creyó que, renunciando al trabajo con el espíritu santo, el cual en sí mismo es el sexo simbolizado por la blanca paloma, podría lograr el nacimiento del Cristo dentro de su corazón. Llegando a este punto, conviene aclarar que, solo desintegrando nuestros bajos instintos con la ayuda de nuestra madre divina interior, es posible lograr el dominio de la lanza y en consecuencia, el nacimiento de la fuerza del Cristo dentro de nosotros. Para que el segundo logos se desarrolle completamente en sí mismos, debemos ser capaces de aceptar de buen agrado las manifestaciones desagradables de los demás en todo momento, de este modo quien ve al hijo, ve al padre que está en secreto, Así se cumple la frase del Cristo Jesús cuando dijo: “Nadie llega al Padre si no es a través de mi”. Frustrado, el terrible Klingsor resolvió vengarse de los caballeros del Santo Grial. Transformó su residencia, que era terreno árido en un vergel; llenándolo de luciferinas mujeres peligrosamente bellas. Llevando a varios caballeros a la perdición. El rey Amfortas combatió a Klingsor, quiso ponerle límite, pero cayó seducido en los brazos impúdicos de la fatal belleza de Kundry; momento aprovechado astutamente por klingsor para arrebatarle la lanza; alejándose y carcajeándose entre las sombras. De este modo el Rey del Grial, Amfortas, perdió la lanza que Longinos clavara en el costado del Salvador. Amfortas, herido también en el costado con la llaga del remordimiento, sufre, al igual que Kundry, mujer fatal de extraordinaria belleza; que queriendo andar por la senda de la luz, cae en la senda de lo tenebroso. Amfortas en meditación profunda, escuchó unas palabras misteriosas que salieron del Santo Grial diciéndole: “El sapiente, el santo iluminado por la compasión, el casto inocente; espéralo, él es mi elegido”. De pronto, un alboroto se escucha entre las gentes del grial, porque a la orilla del lago sorprendieron a un ignorante muchacho que hirió de muerte a un cisne blanco, ¿Por qué tanto escándalo?; para Parsifal eso corresponde a un antiguo pasado ya lavado en las aguas del Leteo. ¿Quién no ha herido de muerte al cisne sagrado?; ¿al Tercer Logos?, ¿quién no ha asesinado al Hamsa milagroso; al espíritu santo?, ¿Quién fornicando no ha asesinado al ave de paraíso, al Ibis inmortal? ¿Quién no ha hecho sangrar la paloma santa, símbolo de la fuerza sexual? Es claro que Parsifal había llegado a la inocencia total después de muchos sacrificios; hijo de una mujer del bosque, Herzeleide “dolor del corazón”. Estaba protegido por su inocencia. Vanos fueron los esfuerzos de las mujeres de Klingsor por seducirlo y huyeron vencidas. Inútiles fueron los intentos de Kundry por hacerlo caer sexualmente. Todas sus artes fracasaron, viéndose vencida clamó ayuda a Klingsor y este desesperado, arrojó la lanza sagrada contra el muchacho. Pero Parsifal estaba protegido por la inocencia, entonces la lanza en vez de atravesar su cuerpo flota un instante sobre su cabeza, el joven la agarra y entonces con ella bendice el castillo de Klingsor trazando el signo de la cruz, hundiéndose aquella edificación en el abismo. Después Parsifal acompañado de su gurú, Gurnemanz, entra al templo de Montserrat situado dentro del castillo de Montsalvat en Cataluña, España, para sanar milagrosamente la herida en el costado del Rey Amfortas; aplicándole en la llaga, la misma lanza que lo hirió, fálica en su totalidad, sexualmente íntegra; Amfortas cayó por el sexo, sufriendo mucho por ello, pero por el mismo sexo se regeneró; sanó totalmente. Por deducción lógica, aquel rey hubo de trabajar intensamente en los misterios sexuales, simbolizados por la lanza masculina y la copa femenina, para reconquistar su dignidad. Transmutar es lo mejor, esto no lo ignoraron las matronas romanas que estuvieron bajo la tutela de la diosa Juno. Antiguas tradiciones arias afirman que los residentes de la legendaria ciudad de los sabinos fundada por Medio Fidio e Himella, conocían a fondo los misterios sexuales de la lanza. Con estas afirmaciones podrán comprender nuestros queridos lectores el motivo por el cual los héroes eran premiados con una pequeña asta o lanza de hierro. Hastinapura era el nombre de la asta. Nos recuerda también Virgilio el nombre de la ciudad sagrada Hastinapura; símbolo viviente de la ciudad celestial. Quien trabaje en los misterios de la asta, lanza, desarrollará la Jerusalén celestial dentro de sí mismo. Siddharta, el Buda; al igual que el Parsifal de la dramática Wagneriana, empuña valeroso la lanza de eros para aniquilar a los demonios rojos de Seth, el ego. Gautama fue un mago de la iniciación tantra, practicó el sahaja maithuna intensamente y manejó la lanza con maestría. Venus, Adonia, Rea, Insoberta, María, Isis, empuñando con su diestra la lanza de Eros, combatió contra la horrible bestia. Empuñar valerosamente la lanza de Eros, implica trabajar en los misterios de la sexualidad con el propósito de reducir a polvo los defectos psicológicos que cargamos en nuestra psiquis, entonces brota la luz. Dentro de cada defecto psicológico hay una esencia enfrascada, luz en estado potencial. Así como el átomo al desintegrarse libera energía, cualquier agregado psicológico al ser destruido libera una fracción de conciencia, de luz. Necesitamos hacer la luz dentro de nosotros; “LUZ MAS LUZ” dijo Goethe antes de morir. Hasta aquí mis reflexiones acerca de este símbolo arquetípico llamado alfil, dentro del ajedrez esotérico, equivalente al venablo, pilum o lanza romana. Esperando que las enseñanzas del maestro Samael clarifiquen vuestro entendimiento para el despertar de vuestra conciencia, me despido. ¡Paz inverencial! Fraternalmente: Enviado por: Virgilio Cuautle Roldán, instructor gnóstico de Nochistlán Zac., México. Imagen: El juego de ajedrez chino. John Ingram. 1741/1763. El Caballo Los custodios del rey y la reina son los caballos, ya que están exactamente a su lado, pudiendo representar la fidelidad a los principios divinos y el resguardo de sus atributos, curiosamente en el mundo astral o de los sueños el caballo simboliza la amistad. “El caballo es siempre símbolo de amistad”. (Samael Aun Weor, Rosa Ígnea). Si nos vamos a la edad media, recordamos a los caballeros de la mesa redonda en torno al rey Arturo, así nos podremos dar una idea de lo que representa esta pieza. Nos enseña que siempre debemos estar custodiando la integridad dentro de nosotros, los atributos divinos que tienen el Padre interior y la Madre Divina, es decir, que debemos acatar sus órdenes para transitar en el camino hacia la luz; cuidando de tener al resguardo sus atributos los cuales son: la sabiduría del padre o rey y el amor de la Madre Divina o reina. Un verdadero guerrero no es el que mata a un semejante, sino el que se conquista a sí mismo, dejando de mentir para alcanzar la verdad del Padre y eliminando el odio, resentimiento y deseos de venganza de nuestras emociones para lograr el amor de nuestra Madre Divina. También podríamos interpretar al caballo como el cuerpo físico, esto por ley de las correspondencias, ya que el caballo es como un vehículo de transporte, como lo es el cuerpo para el alma. “Caballo: Cuerpo físico. Jinete: Íntimo. Caballo desbocado: Mal plano espiritual, Íntimo no domina cuerpo físico. Caerse del caballo: Salirse de la senda”. (Samael Aun Weor, Significado Oculto de los Sueños). Desde este punto de vista tendremos que el caballo en las piezas blancas sería el control de sí mismos, del cuerpo, la mente y las emociones; lo que Buda nos instruye encarecidamente como el autocontrol. “Uno mismo es su propio refugio. ¡Qué otro refugio podría haber! Habiéndose controlado a uno mismo, se obtiene un refugio difícil de conseguir” (Dhammapada). En las piezas negras el caballo representaría el dominio que tiene sobre nosotros, nuestra parte animal (nuestros defectos psicológicos) dominando nuestra mente y corazón. El movimiento de esta pieza es realmente interesante, ya que es la única que puede pasar sobre otras piezas del ajedrez, es decir, está sobre todas las cosas, inclusive encima del rey y la reina. Lo único que está sobre todas las cosas de la naturaleza es la ley del karma, todo se supedita a esta maravillosa ley. Si observamos el movimiento es en forma de “L”, siendo el número 50 en romano, sintetizándolo en 5, de acuerdo con la cábala nuevamente nos encontramos con el karma, el hierofante, el rigor, la enseñanza, el aprendizaje. Los caballos blancos serían el buen karma, cuando cosechamos las buenas obras y da como resultado el bienestar, la salud, una economía saludable; los caballos negros son entonces el mal karma, cuando, si sembramos rayos, tendremos que cosechar tempestades y la única forma de pagarlo sin sufrir sería haciendo buenas obras por montones. Su movimiento de un color a otro es también muy significativo, si está en una casilla negra pasará forzosamente a una blanca y viceversa; mostrándonos la dualidad en todo lo creado: por un lado, los principios masculino y femenino de la creación y por el otro la lucha incesante entre el bien y el mal. Si pensamos en el caballo como la ley del karma, entonces comprenderemos que esta ley está más allá del bien y del mal. Muy interesante resulta el hecho que su movimiento sea forzosamente de tres casillas y que sean dos casillas y luego una o viceversa. Nos hablan mucho de la vida, ya que el número uno es el varón y el número dos la mujer y sumados nos dan el tres que es la creación, no solamente desde el punto de vista de la posibilidad de tener un hijo; también del desarrollo espiritual, ya que cuando se aprende en un hogar a mezclar los elíxires blanco (la mujer, la plata) y el rojo (el sol, el varón) puede surgir una creación altamente mística. Si nos vamos más profundo, tendremos una enseñanza trascendental, el maestro Krumm-Heller nos dice: “Duo in uno” que quiere decir: “la dualidad en la unidad”; el que todos somos al final de las cosas un solo ser, que no existe diferencia alguna entre los seres humanos, que debemos vernos como verdaderos hermanos. Dentro de las cualidades: osar, querer, saber y callar; la osadía bien podría estar representada por el caballo, indicándonos la verdadera valía que debemos desarrollar para conquistarnos a sí mismos; ya que enfrentarse a nuestros propios errores es cuestión de un inmenso valor. Enviado por: Jenaro Ismael Reyes Tovar y María Guadalupe Rodríguez Licea. Imagen 1: Caballo blanco. Diego Velázquez. 1635. Imagen 2: La conversión de San Pablo. Parmigianino. 1527. Los Peones El juego de ajedrez se desarrolla en el plano de la existencia, es una representación de nuestra vida cotidiana, la de cualquiera de nosotros. El origen del ajedrez se pierde en el tiempo. Fue reservado al principio en el Egipto y la India antiguos para la casta guerrera y para la enseñanza de verdades espirituales trascendentales. Un juego de guerra santa, como la de Arjuna asistido por Krishna en contra de sus familiares (su propio ego) relatado en el Bhagavad Gita Íntimamente relacionado con el yoga, con el estado de atención y la meditación. Del estado de alerta percepción, mente serena presente en el aquí y ahora durante el desarrollo del juego de la vida, partiendo de un razonamiento de estrategia y de alternativas, se llega a lograr el conocimiento por intuición, del resultado de nuestras acciones en la vida cotidiana, libre ya del razonamiento. La meta es lograr aquel tao en movimiento: la acción libre de karma. La relación del ajedrez con la cábala hebrea ha sido ampliamente estudiada. Las 64 casillas nos remiten al arcano 10 de la cábala (6 + 4 =10) al eterno retorno de todas las cosas, la rueda budista del Samsara, el eterno ciclo de muerte y renacimientos. El tablero es la piedra mágica de la alquimia, piedra de ángulo sobre la que se edifica el hombre verdadero y se logra la libertad del tablero mismo de la existencia condicionada. Peones blancos y negros, el yang y el yin, criaturas que evolucionan e involucionan; la lucha de opuestos dentro de la unidad; el karma y el dharma; nacimiento y muerte; el bien y el mal al final representando una unidad dentro del vacío sin categoría. Son 8 peones por bando siendo un total de 16. En cábala 6 + 1= El arcano 7, el carro de guerra, lucha, expiación, sacrificio, amarguras. Los 7 pecados capitales y las 7 nobles virtudes; la naturaleza séptuple del hombre. Somos cada uno de nosotros, los peones, con los límites, condiciones y posibilidades de nuestras vidas; ahí mismo donde nos hallemos, en este preciso momento, sin importar el lugar del mundo donde nos vivamos, nuestra clase social, tampoco nuestras penas y alegrías. En budismo los 8 peones representan al sendero óctuple que señalara el Buda como el camino hacia la iluminación: recta visión y comprensión, recto pensar, recto hablar, recto actuar, recta forma de ganarse la vida, recto esfuerzo, recta atención, recta concentración y meditación. Son una guía ética, de cómo debe ser nuestro actuar en el tapete de la existencia, en el tablero de la áspera vida. Pero el camino óctuple entraña un peligro para el peón a cada movimiento. Lo que nos remite directamente a los errores que cometemos a diario debido a nuestros defectos psicológicos cada vez que enfrentamos los 8 vientos mundanos en lo cotidiano, de lo cual advertía el Buda: ganar – perder; triunfo – fracaso; alegría – tristeza; alabanzas – críticas. Las 8 casillas son los 8 vientos mundanos y el sendero óctuple en cada uno de los detalles más pequeños de cualquiera de nuestros días más cotidianos. La meta es la libertad, no identificarnos con los opuestos. Los peones se rigen bajo el arcano 8 del Tarot, la balanza, la justicia, el equilibrio entre cerebro, corazón y sexo. El sacrificio de Job y duras pruebas. La mujer que sostiene la espada de poder. Sin amor a la mujer, sin la transmutación de la energía sexual el peón está condenado al fracaso de la gran obra y a la muerte segunda El peón es el hombre común, condicionado, sujeto a todas las leyes mecánicas de la naturaleza y enfrentándose a un destino cierto: sacrificio y muerte. Sin embargo, con la posibilidad de coronarse si alcanza la línea opuesta y convertirse en lo que desee; con la misión que las partes de su SER logren la realización, el matrimonio último del alma humana con el alma divina, el triunfo y la coronación del rey. El Atman – Buddhi - Manas, la corona sefirótica del Dios triuno. El peón está sujeto al tiempo, sus movimientos son limitados y solo hacia el frente. Es esclavo de todas las circunstancias, de su posición social, su nacimiento, es extremadamente vulnerable y frágil. No puede retroceder, siendo su única prerrogativa la fortuna apenas a través del movimiento “al paso” para violar su condicionamiento siempre en aras de una finalidad superior. Según la tradición medieval, el peón nos representa en nuestras mundanas ocupaciones: agricultor, sastre, médico, herrero, mensajero, guardia, mercader y posadero, que simbólicamente comprenden todas las actividades y relaciones del hombre en la línea horizontal de nuestra vida mundanal. “El peón es el instrumento más importante para la victoria” reza el aforismo ajedrecista, que ubica la vida de cada persona frente a cada circunstancia y detalle de nuestros más sacrificados y repetidos días: hasta el menor detalle cuenta, siempre hacia el frente. El sendero hacia la iluminación está señalado por los pequeños y grandes detalles de lo cotidiano. Ninguna situación es despreciable, para nadie: cualquier ocupación en la vida, nuestras relaciones personales y familiares, la economía, alegrías y tristezas. No hay movimiento del peón que no tenga valor y relevancia. Un error puede significar la derrota, así como él mismo puede obtener el triunfo en el juego asistido por piezas con más poder, personificación de la divinidad dentro del hombre. Los peones han de moverse como una sola unidad, con un solo propósito, la atención permanente que lleva hacia la unidad de pensamiento. Hay peligros al frente, a los lados, atrás, en aras de lograr un centro psicológico de gravedad permanente sobre el que se desarrollan las otras piezas o partes de nuestro SER Es imperioso el desarrollo del recuerdo de sí y de la autoobservación psicológica en cada casilla del tablero de la vida. La captura de piezas pequeñas o grandes representa la muerte del ego; el logro de pequeñas y grandes virtudes que nos acercan al padre que mora en secreto. Pequeñas y grandes victorias sólo posibles mediante la transmutación de la energía creadora dentro de un matrimonio legítimo. Muerte y renacimiento en la línea del deber definen el papel de los peones. Somos cada uno de nosotros frente a la tormentosa vida, guiados por el deber, bajo nuestra divisa: la voluntad. Enviado por: Rafel Merazo. El Salvador. Imagen 1: Pintura de la cámara funeraria del Nefertari. Egipto. Imagen 2: Juego de ajedrez indio. Henri-Pierre Picou. 1876. La Sabiduría del Ser 2 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl Gnosis La Sabiduría del Ser 1 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl Gnosis La Sabiduría del Ser 97 20 www.samaelgnosis.net Instituto Cultural Quetzalcóatl Gnosis