Medicina gnóstica

Imagen: Retrato de Paracelso (1538), Augustin Hirschvogel.

DOLORES DE ESTÓMAGO:

Un fuerte dolor de estómago se quita con agua y arena. Se mezclan el agua y la arena, se pone a hervir, se filtra después, y se toma el remedio. Los dolores de estómago desaparecen instantáneamente.

DIABETES:

Tome partes iguales de hojas de aguacate, hojas de nogal y hojas de eucalipto, cuézanse y tome el paciente tres vasos diarios antes de las comidas. No está demás advertir que la primera toma es en ayunas.

TOS EN LOS NIÑOS:

Para esa tos que los afana, se coge miel de abejas y se le exprime un limón y se le pone un poquito de azufre, esto se les da por cucharaditas.

También sirve este otro remedio, se exprime un limón y se hace miel azucarada (con azúcar) y esto se les da a tomar.

DIARREA:

Se mezcla ceniza de fogón con agua, se deja reposar un rato; se revuelve de nuevo y se da a tomar al enfermo. Esta fórmula no falla jamás.

LOMBRICES:

El cocimiento de la planta llamada ajenjo, tomada por algunas mañanas en ayunas, arroja del estómago las lombrices y hasta la solitaria. En este último caso tratándose de la terrible solitaria, se toma el zumo del ajenjo de dos a tres cucharadas, mezclado con polvos de hierbabuena.

PELIGRO DE CALVICIE:

Contra el peligro de calvicie existe una fórmula muy simple.

Aguardiente o tequila 1/2 litro. Sal, una cucharadita, quina un gramo. Se necesita dejar esto en infusión por 15 días antes de usarse.

Frótese con este magnífico remedio el cuero cabelludo todas las noches antes de acostarse, así se podrá detener la caída del cabello antes de que aparezca la calvicie.

Samael Aun Weor. Medicina Oculta y M. Práctica

Aquél que puede curar enfermedades, es médico. Ni los Emperadores, ni los Papas, ni los colegios, ni las escuelas superiores pueden crear médicos. Pueden conferir privilegios y hacer que una persona que no es médico aparezca como si lo fuera. Puede darle permiso para matar, mas no puede darle el poder para sanar, no pueden hacerlo médico verdadero si no ha sido ya ordenado por Dios... Paracelso

Imagen: Retrato de Paracelso (1538), Augustin Hirschvogel.

Advertencia Médica

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