MUSEO DE TULA, HIDALGO.
Amigos, vamos a estudiar ahora la sabiduría maravillosa contenida en las esculturas monolíticas y grabados en piedra que se encuentran en el museo antropológico de Tula Hidalgo, México; está claro que en estos monolitos y esculturas se encuentran contenidos conocimientos extraordinarios, herencia de la antigua cultura Tolteca, en donde encontramos las claves necesarias para la autorrealización íntima de nuestro Real Ser interior profundo. Debemos tener en cuenta en simbología arquetípica esotérica que cada elemento a estudiar tiene siete formas de interpretación de acuerdo a la ley del siete. Por lo tanto, según nuestro nivel del Ser y grado de percepción objetiva es como iremos descubriendo todas y cada una de sus diferentes interpretaciones; sin embargo, el maestro Samael Aun Weor nos dejó la información necesaria para la explicación de las piezas arqueológicas que a continuación presentamos.
Figura del Chac Mool. Este tipo de esculturas se encuentran en Tula o Tollan, Hidalgo, y en Chichen Itzá, Yucatán; algunas aparecen decapitadas, unas accidentalmente y otras a propósito, alegorizando en ello la muerte total del ego, recordándonos el pasaje bíblico de la decapitación de Juan el Bautista.
Esta escultura tiene una corona en la cabeza indicando que gobierna a la naturaleza, que es rey de la misma tanto en lo interior como en lo exterior, gracias al dominio del impulso sexual, simbolizado por el cuchillo que tiene amarrado en un brazo. Ojos muy abiertos indicando con ello a la conciencia despierta.
Boca también abierta, indicando en un aspecto que la transmutación de la energía sexual se logra con el sabio manejo de la respiración, y por otra parte, también nos señala que es posible crear con la palabra, además de parlar en el lenguaje de los dioses.
En este grabado tenemos a un guerrero a nivel de suelo reptando como una víbora, todo cubierto por un traje de plumas, su cabeza dentro de unas fauces de sierpe, y con una mano que sostiene a una serpiente como báculo. Esta pieza nos habla de un iniciado que logró levantar a la Kundalini a lo largo de la médula espinal y que posteriormente fue tragado por la serpiente misma, convirtiéndose en un Quetzalcóatl. Empuña el cetro de mando conferido por la serpiente ígnea de los mágicos poderes.
Figura que representa al Dios Tláloc con otro aspecto, los ojos y boca muy abiertos; presenta una nariguera en su nariz, la nariguera invita a la transmutación de la energía creadora.
Greca grabada en piedra que nos viene a recordar el emblema de Quetzalcóatl que es un caracol cortado en forma transversal; este símbolo es la estilización de dicho caracol, emblema del elemento agua.
La escultura de Xólotl o jaguar viene a representar a nuestro entrenador psicológico; cuando se manifiesta en nosotros, no solamente se encarga de probarnos ante las tentaciones, además se convierte en nuestro instructor, nos provoca desdoblamientos astrales conscientes por orden del Ser, para instruirnos incluso en los misterios del fuego, para darnos una enseñanza.
En esta imagen tenemos a un monolito tolteca, mismo que tiene un mandil masónico cubriéndole el sexo, emblema de la transmutación de la energía creadora indispensable para llegar a la alta iniciación.
La misma figura, en sus pies tiene unas sandalias con unos adornos a manera de borlas con garras de jaguar como trofeo, indicándonos que el camino lo debemos andar victoriosos después de haber vencido al felino en sus duros ataques a través de las tentaciones a las que somete al adepto. Para triunfar sobre el felino o jaguar es indispensable elevarnos al tercer estado de conciencia y no perderlo. El monolito tiene unas rodilleras, mismas que asociamos con los chakras de las rodillas, los cuales se activan con la virtud de la humildad; esta virtud es necesaria si queremos llegar a la maestría en el trabajo interior.
Grabado en piedra de una bandeja conteniendo humanos corazones manando sangre, atravesados por elementos cortantes; este tallado en piedra nos expresa en forma simbólica el sacrificio de nuestras humanas pasiones, mismo que debemos ofrendar a la divinidad.
Escultura de un caracol cortado por la mitad, representa a Quetzalcóatl y al elemento agua, del cual surgió el logotipo del ICQ .
Placa de piedra tallada en bajo relieve representa a un guerrero con doble cabeza en la actitud de extender sus brazos alados a la manera de una mariposa; muestra flácidos senos, una de las cabezas de este guerrero corresponde a la de una calavera descarnada, la otra está encarnada; en la parte del abdomen muestra un hueco y como si le faltaran sus entrañas. Este grabado nos habla claramente de varios aspectos conjuntos. Tenemos la representación de la muerte total de los defectos psicológicos del guerrero que ha triunfado en la guerra a muerte contra sí mismo
Escultura cuyas manos forman una especie de receptáculo a la altura del plexo solar invitándonos a convertirnos en receptores de la luz interior que emana desde el fondo de nuestro Ser; en la cabeza tiene un elemento circular, representando al chakra Sahasrara o flor de loto de 1000 pétalos completamente desarrollado, mismo que confiere la iluminación.
Un guerrero con casco de águila, cubierto de plumas, agarrando el báculo del poder, nos recuerda a los caballeros águilas de la cultura azteca, hombres auténticos que encarnaron al espíritu y que ya fueron tragados por la serpiente. Por otra parte, este grabado puede estar representando a un gobernante o a un Rey.
Huehuetéotl: “Dios viejo”, Dios del fuego. Los nahuas le llamaban el padre de los Dioses y de los hombres; la primera y última síntesis de nuestro Ser.
Pues bien, estimados amigos, ésta es la explicación de las principales piezas del museo de Tula, Hidalgo, esperando que les sea de gran provecho el estudio místico, filosófico, artístico y científico de las mismas.
ENVIADO POR: VIRGILIO CUAUTLE ROLDÁN. INSTRUCTOR DE NOCHISTLÁN ZACATECAS MÉXICO.
¡Oh! Luz en quien yo he confiado, presta oídos a mi arrepentimiento y deja que mi voz llegue a tu morada. Samael Aun Weor. Pistis Sophia Develado.