El venado

La sabiduría milenaria del autoconocimiento la podemos encontrar plasmada en las pinturas que se encuentran en las zonas arqueológicas y en sus templos sagrados que encierran un gran misterio guardado entre sus rocas; también lo encontramos dentro de sus códices y no podían faltar las leyendas o mitos.

Dentro de estos códices, leyendas y mitos existe un animal muy particular por su gran simbología, nos referimos al venado; como dato interesante, en todos los ámbitos que estudiemos se le relaciona siempre con virtudes, pues lo tomaron siempre como representación de algo divino, así como lo menciona la siguiente leyenda maya:

Hace mucho tiempo la piel de venado era muy clara, de tal forma que se le veía fácilmente y por tal motivo era presa fácil de los cazadores, que lo buscaban por su rica carne y la resistente piel, de tal forma que estuvo a punto de desaparecer.

Un día, un pequeño venado bebía agua cuando de pronto unos cazadores le disparaban sus flechas. El cervatillo corrió tan veloz como pudo, justo cuando una flecha iba a matarlo, resbaló y cayó dentro de una cueva oculta por matorrales.

En la cueva vivían tres genios buenos, quienes aliviaron sus heridas y le permitieron esconderse unos días. El cervatillo estaba muy agradecido y no se cansaba de lamer las manos de sus protectores, así que los genios le tomaron cariño. Llegado el momento se despidió de los tres genios, pero antes de que se fuera, uno de ellos le dijo: pídenos lo que más desees. A lo que el venado contestó: Lo que más deseo es que los venados estemos protegidos de los hombres, ¿ustedes pueden ayudarme?

- Claro que sí, aseguraron los genios. Luego, lo acompañaron fuera de la cueva. Entonces uno de los genios tomó un poco de tierra y la echó sobre la piel del venado, al mismo tiempo que otro de ellos le pidió al sol que sus rayos cambiaran de color al animal. Poco a poco, la piel del cervatillo dejó de ser clara y se llenó de manchas, hasta que tuvo el mismo tono que la tierra que cubre el suelo del Mayab. En ese momento, el tercer genio dijo:

- A partir de hoy, la piel de los venados tendrá el color de nuestra tierra y con ella será confundida. Así los venados se ocultarán de los cazadores, pero si un día están en peligro, podrán entrar a lo más profundo de las cuevas, allí nadie los encontrará.

El cervatillo agradeció a los genios el favor que le hicieron y corrió a darles la noticia a sus compañeros. Desde ese día, la piel del venado representa al Mayab: su color es el de la tierra y las manchas que la cubren son como la entrada de las cuevas. Todavía hoy, los venados sienten gratitud hacia los genios, pues por el don que les dieron muchos de ellos lograron escapar de los cazadores y todavía habitan la tierra de los mayas.

Si estudiamos a fondo su representación, nos habla de las virtudes que debemos alcanzar, y al conjunto de esas virtudes le podemos denominar como el crear el “alma humana”, es decir, retomar las virtudes perdidas. Aquí bien cabe recordar el mito de Hércules cuando caza a la cierva de Cerinea.

“Hércules vence a la cierva coronada de oro.” Adolf Schmidt. 1804-1865

Hércules vence a la cierva coronada de oro.

Este mito está representado en los trabajos de Hércules cuando captura la cierva de Cerinea y el jabalí de Erimanto, en donde la cierva de Cerinea es la representación del alma humana y el jabalí representa las bajas pasiones que tienen que capturar es decir eliminar los gérmenes del ego para poder poseer el alma humana (las virtudes).

En el Códice Borgia, en la lámina 53 se encuentra al dios de las flores Xochipilli recubierto con piel de venado, sabemos que es esta deidad por las características que lo representan como el color blanco de su rostro y adornado por la flor, y una forma de mariposa en su rostro, se encuentra recubierto con una piel de venado, pero con un aspecto de humano con pies y manos, sus pies dirigidos hacia la tierra, y en una posición de parir, sus manos en posición de invocar a lo divino, portando un cinturón con símbolos de algunos días que, sin embargo, empiezan en orden sucesivo desde los pies con el día uno representado por el caimán que nos viene a simbolizar al ser, el espíritu, hasta llegar a la flor siendo el último día del mes, representación de la culminación del trabajo, del desarrollo armonioso de todas las facultades del ser humano. Esto es, el retorno y la reincorporación con la Verdad.

Códice Borgia, página 53. Dibujo realizado por: Lupita Rodríguez y Jenaro Reyes.

Códice Borgia, página 53. Dibujo realizado por: Lupita Rodríguez y Jenaro Reyes.

Al venado también se le relaciona con aspectos de la naturaleza, en donde nos recuerda que en la naturaleza se encuentran muchos misterios que en la actualidad desconocemos, nos podemos basar en la danza del venado, que aún en la actualidad existe y la practican al norte de México, y que también nos invitan a recordar que existen fuerzas superiores a nosotros que no podemos ver. A través de esta danza nos indican la necesidad de no olvidarnos que hay fuerzas superiores, elementales, que todo lleva un proceso en el que si aprendiéramos a hacer lo que hacen en esta danza estaríamos en una interrelación con la naturaleza tanto animal como vegetal y sabríamos por ejemplo cuando cultivar.

Entre los huicholes, también encontramos una leyenda la cual lo relacionan con ciertos aspectos de la naturaleza que distan mucho del mal uso que se le da en la actualidad, para comprender mejor esto veamos su leyenda:

Leyenda del venado azul

Esta leyenda nos relata que existió una época en la que empezó a predominar la enfermedad, el hambre, la sed, para dar solución a este problema los grandes sacerdotes enviaron a cuatro jóvenes a buscar alimento, cada uno de ellos representando a los elementos de la naturaleza.

Emprendiendo su camino no encontraban nada y empezaron a llenarse de tristeza y desesperanza y cuando estaban a punto de rendirse por el cansancio vieron un gran venado de color azul el cual los observaba, decidieron seguirlo para poder cazarlo y llevar algo de alimento a su comunidad y después de muchos días llegaron gracias a este venado azul, hasta una planta sagrada llamada como “hikuli”, cuenta la leyenda que estos jóvenes llevaron esta planta a su comunidad y los sacerdotes se la otorgaron al pueblo y que con ella lograron establecer un vínculo entre lo material y lo espiritual y supieron establecer un equilibrio con la naturaleza por lo que lograron recobrar el alimento tanto físico como espiritual en el que desaparece la tristeza, la desesperanza.”

Se hace necesario aclarar que en la actualidad lamentablemente estas plantas sagradas se han utilizado mal, pues las consumen creyendo que se tendrán experiencias místicas, y se justifican diciendo que los indígenas así lo hacen, sin embargo, se olvidan de que los elementales de esas plantas auxilian sin necesidad de ingerirlas; los que todavía conservan la sabiduría ancestral hacen peregrinaciones en las que llevan un proceso interno para establecer esa comunicación con la parte espiritual y con la naturaleza que es algo sagrado que nos hemos ido olvidando de ella.

San Gil penitente. Paolo de Matteis. S. XVII o XVIII

San Gil penitente. Paolo de Matteis. S. XVII o XVIII

Estas leyendas nos invitan a que conozcamos más a fondo la misma naturaleza. El venado azul nos indica los elementales de la naturaleza que son ellos los que nos ayudan en diversos procesos, desde los físicos como lo es la alimentación hasta los internos, donde a través de los elementales de la naturaleza, lograr curar algunas enfermedades del alma, recordándonos también que hay lugares sagrados que guardan muchos misterios.

Finalizamos comentando una profecía realizada por un anciano maya, advirtiendo de tres señales que anunciarían el resurgimiento de la sabiduría antigua: Cuando el faisán vuele en los árboles más altos, la serpiente de cascabel reproduzca nuevamente música con sus cascabeles y el venado atraviese la tierra de un salto, ese será el día.

Claro que no se refiere a algo literal, es necesario que surja la espiritualidad del faisán en el ser humano, que la sabiduría de la serpiente se manifieste con su música de sus crótalos y que las virtudes del alma (el venado) nos cubra de un salto a todos los habitantes de la tierra; será entonces el día que podamos regresar a nuestra verdadera realidad.

Enviado por: María Guadalupe Rodríguez Licea. ICQ Internet.

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