Libro: La Balanza Cósmica, la Ley del Karma

Capítulo 2. La Ley del Retorno

Capítulo 2. La Ley del Retorno

Para comprender los funcionalismos de la ley del karma, es necesario comprender que actúa junto a otras leyes como la ley del Eterno Retorno de todas las cosas; esta ley la podemos observar en muchísimos sucesos en la creación entera. Todas las cosas existentes retornan incesantemente; todo vuelve a su punto de partida original, es la forma en que se encuentra constituido el mismo universo.

Un día, por ejemplo, retorna incesantemente, alternándose con la noche, debido a la rotación de la Tierra en su propio eje. Nuestro mundo gira en torno al Sol y cuando regresa a su punto de partida, celebramos el año nuevo.

Las estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno se suceden una y otra vez. La luna tiene un ciclo de fases que se repiten incesantemente, cuyas influencias de cada fase lunar en la psiquis humana es de gran trascendencia.

Existen los días cósmicos, llamados en el oriente: Mahanvantara, con una duración de 311 billones 40 mil millones de años, tiempo en que se procesan las siete razas de un mundo. A pesar de la inmensa cantidad de años mencionados, estos días cósmicos vienen una y otra vez.

Los Pralayas son las noches cósmicas y tienen igual duración que el día cósmico: 311 billones 40 mil millones de años. En la noche cósmica el universo se disuelve, todo entra en reposo y al terminar este periodo inicia el amanecer de un nuevo día cósmico.

Si todo retorna en este mundo y el universo, ¿qué de especial podría tener el ser humano para no retornar? La cruda realidad de los hechos es que cada persona existente en la Tierra está incesantemente retornando.

108 cuentas son las que forman el collar del Buda; en la India 108 vueltas dan los sacerdotes brahmanes alrededor de la vaca sagrada, porque 108 son las existencias que se asignan a cada ser humano para buscar su Auto realización.

El hecho de que algunos nazcamos en la pobreza, que de niños hayamos tenido que dormir en el duro suelo y que otros nazcan en colchón de plumas, nos indica rotundamente que no es el azar, que debe tener una causa y ésta la encontramos claramente en una vida anterior para que se dé este resultado.

Algunos dudaremos de las existencias anteriores, ya que no las recordamos; pero valdría la pena reflexionar en que si ni siquiera recordamos lo que almorzamos hace tres meses, menos aun lo que sucedió cuando teníamos 5, 4 o 3 años. En consecuencia, ¿por qué habríamos de recordar una existencia anterior?

El hecho es que como tenemos la conciencia dormida, no podemos recordar las vidas pasadas. Obviamente hemos perdido tal facultad debido a nuestros vicios, a un desarrollo desmesurado del ego animal, malas costumbres, etc. Podríamos recuperar esa facultad despertando conciencia y para esto la meditación sería una gran aliada.

Muro de cráneos. (Antropología).

Muro de cráneos. (Antropología).

«Luego, más tarde en el tiempo (de acuerdo con otra ley que hay por ahí y que se llama la “ley del Eterno Retorno de todas las cosas”), los valores retornan, regresan, se reincorporan en un nuevo organismo. Ya les dije a ustedes, que cada uno de nosotros es un punto matemático en el espacio, que acude a servir de vehículo a determinadas suma de valores. Antes de que los valores se reincorporen, indubitablemente, continúan en el espacio psicológico; son valores energéticos que se atraen y repelen de acuerdo con la ley de la imantación universal.» (Samael Aun Weor. Conferencia: La Psicología Revolucionaria).

Retorno y reencarnación

San Francisco de Asís, (Potosí).

San Francisco de Asís, (Potosí).

No debemos confundir el retorno con la reencarnación, ya que son completamente distintos. El retorno es una ley para los seres humanos comunes y corrientes; y la reencarnación es para los seres que han eliminado el ego, que son iluminados; por ejemplo, un San Francisco de Asís, Buda, Jesús o Quetzalcóatl.

El retorno a una nueva existencia se hace sin saber ni cómo, ni cuándo, mientras la reencarnación la llevan a cabo los iniciados a voluntad. Para reencarnar, primero debe lograrse la encarnación del Ser y eso, en la actualidad, nadie lo ha podido lograr. Tenemos encarnado los miles de defectos psicológicos, pero no los principios anímicos o del alma, ni los espirituales o del Ser.

Así que, para “reencarnar”, primero habría que “encarnar” esos principios anímicos y espirituales, de los cuales nos hemos alejado bastante. Reencarnan los maestros, los iniciados, los iluminados, etc. retornamos los seres humanos con defectos psicológicos. Reencarnar es un privilegio, retornar es una ley mecánica que nos sucede a todos.

«La doctrina del gran avatara Krishna enseña que solo los dioses, semi-dioses, reyes divinos, titanes y devas se reencarnan. Retorno es algo muy diferente: es incuestionable el retorno de kalpas, yugas, mahamvantaras, mahapralayas, etc., etc., etc.»

«La Ley del Eterno Retorno de todas las cosas se combina siempre con la Ley de Recurrencia. Los egos retornan incesantemente para repetir dramas, escenas, sucesos, aquí y ahora. El pasado se proyecta hacia el futuro a través del callejón del presente.»

«La palabra reencarnación es muy exigente; no se debe usar de cualquier manera: nadie podría re-encarnificarse sin haber antes eliminado el Ego, sin tener de verdad una individualidad sagrada. Encarnación es una palabra muy venerable; significa de hecho la reincorporación de lo divinal en un hombre. Reencarnación es la repetición de tal acontecimiento cósmico; una nueva manifestación de lo divino...» (Samael Aun Weor. Misterio del Áureo Florecer).

La muerte

Para comprender la ley del retorno en el ser humano hay que entender a fondo todos los fenómenos de la muerte, pues de ello se desprende más tarde la nueva existencia. Venimos a la existencia una y otra vez, y en cada retorno cosechamos lo que sembramos en la vida precedente.

La muerte es la cesación de todas las funciones orgánicas, es la defunción o dejar de funcionar, sucede cuando circula por nosotros una energía muy poderosa que no podemos resistir, se le ha llamado a dicha fuerza el “rayo de la muerte”.

Los ángeles de la vida y la muerte

“La de Falda de Serpientes” (Coatlicue), (Antropología).

“La de Falda de Serpientes” (Coatlicue), (Antropología).

Los fenómenos de la muerte están dirigidos por inteligencias divinas, que denominamos ángeles de la muerte. Estos seres divinos, son seres que han realizado todo un proceso de perfeccionamiento a través de muchas edades.

Se encargan de cortar un cordón energético que nos mantiene unidos, como esencia, al cuerpo físico. Este cordón puede extenderse al infinito o acortarse a lo mínimo, se le llama cordón de plata, hilo de vida; en la India se le conoce como el cordón de antakarana.

Cuando realizan su trabajo, los ángeles de la muerte utilizan un uniforme que los hace ver de una forma espectral a los moribundos, con el fin de provocar un impacto a la conciencia. Además, suelen aparecer con su hoz o guadaña con la cual cortan el cordón de plata; jamás se equivocan, cortan el cordón en su momento exacto.

Fuera de su oficio adoptan figuras de venerables ancianos, sublimes doncellas o inocentes niños. Los ángeles de la muerte se encuentran generalmente en el mundo astral o quinta dimensión, ahí tienen sus templos, palacios, bibliotecas, etc.

Existen también los ángeles de la vida, cierta clase de maestros o seres divinos que manejan los procesos de la gestación y nacimiento, se encargan de conectar el hilo de vida a la célula germinal en el momento que se une el espermatozoide al óvulo; desde ese instante la esencia queda conectada a través de este cordón energético, por lo que podríamos decir que ya es una vida.

Viven en la cuarta dimensión o mundo etérico, los ángeles de la vida crean junto con la Madre Divina el cuerpo vital, que será la base del futuro cuerpo físico.

«Los ángeles que rigen los procesos de la concepción viven normalmente en la cuarta dimensión y los que gobiernan la muerte en la quinta dimensión. Los primeros conectan al ego con el zoospermo, los segundos rompen la conexión que existe entre el ego y el cuerpo físico. Los ángeles de la muerte son en sí mismos hombres perfectos, es muy amarga la pérdida de un ser querido y parecería como si los ángeles de la muerte fuesen demasiado crueles, pero ellos realmente no lo son, aun cuando parezca increíble. Los ángeles de la muerte trabajan de acuerdo con la ley, con suprema sabiduría y muchísimo amor y caridad.»  (Samael Aun Weor. El Libro de los Muertos).

¿Qué continúa?

Al circular por nosotros el Rayo de la Muerte se separa el cuerpo físico, el cuerpo vital y la personalidad. El cuerpo físico generalmente va al panteón y se va descomponiendo al transcurso del tiempo. La vida está sustentada en un cuerpo superior, llamado en la gnosis: cuerpo vital, este garantiza la existencia del cuerpo físico, es de naturaleza tetradimensional y ha sido conocido desde tiempos remotos como Lingam Sarira en la India, Mumia por Paracelso, nisus formativus (impulso formativo) por Emmanuel Kant, y al morir se descompone al igual que el cuerpo físico.

La personalidad es la forma como nos manifestamos ante el mundo, nuestra forma de comer, reír, caminar, vestirnos, etc., se crea de los cero a los siete años de vida, es energética y se fortalece con las experiencias de la vida. Esta es la que generalmente produce los fenómenos fantasmales. Es decir, que un fantasma no es más que una ex personalidad, pero no es el alma o esencia del difunto.

Lo que continúa, después de la muerte, lamentablemente es la multiplicidad del ego, esos miles de defectos psicológicos quedan en el mundo astral y se reincorporan gradualmente conforme se va fabricando la nueva personalidad.

¿Qué pasa después de la muerte?

Cráneo. (Regional).

Cráneo. (Regional).

Inmediatamente después de morir hacemos, durante tres días y medio, una retrospección de todo lo que vivimos en el mundo causal (llamado también electrónico); luego en el mundo astral (llamado también molecular o de los sueños) realizamos otra retrospección mucho más detallada.

Algunas personas que han estado a punto de morir viven una parte de esta retrospección, por ejemplo, cuando ven reflejados fragmentos de su vida en forma rapidísima. Se trata de que nos hagamos conscientes de lo que hicimos, que se logre comprender un poco las acciones cometidas en la vida.

Es en esta región de los sueños donde en ocasiones podemos ver a nuestros seres queridos difuntos, nosotros estando en un sueño en el mundo astral y ellos haciendo su retrospección.

«En el momento de la muerte y durante los tres días y medio siguientes a la muerte, nuestra conciencia y nuestro juicio interno, son liberados por la descarga electrónica. Entonces vemos pasar toda nuestra vida en forma retrospectiva.»

«La descarga es tan fuerte que el hombre cae después en un estado de coma y de sueños incoherentes. Solo aquellos que poseen eso que se llama alma, pueden resistir la descarga electrónica sin perder la conciencia.»

«Pasados los tres días y medio la esencia entra en un estado de conciencia de tipo lunar. En el momento de la muerte revivimos la vida en forma retrospectiva, bajo la descarga electrónica, pero en forma muy rápida y terrible, en el mundo molecular volvemos a revivir nuestra vida que acaba de pasar en forma mucho más lenta porque el tiempo en el mundo molecular es más lento que en el mundo electrónico.» (Samael Aun Weor. El Libro de los Muertos).

Tribunales del karma

Mujer diosa, muerta en el parto, (Antropología).

Mujer diosa, muerta en el parto, (Antropología).

Al finalizar estas retrospecciones nos presentamos ante los tribunales del karma y nos pesan en una balanza nuestras buenas y malas obras, de nada sirven las buenas intenciones, sólo los hechos. Dice un axioma popular: “De buenas intenciones está empedrado el camino que conduce al infierno”.

Si tuvimos las mejores intenciones de educar bien a los hijos, pero motivados por la codicia nos la pasamos trabaje y trabaje, más allá de lo necesario, olvidaremos la relación emocional con nuestros hijos, y debido a esto no sabremos encausarlos por el buen camino. Ahora bien, lo que pesarán son los hechos, no las intenciones.

Las buenas intenciones no tienen valor alguno para los jueces del karma, bien nos dice la vox populi: "Obras son amores, y no buenas razones"; lo que valen son las acciones reales, los resultados.

«Comprendan que lo importante son las buenas obras y no las buenas intenciones, que pueden ser más o menos equivocadas. Los Señores del Karma, en los Tribunales de la Justicia Objetiva, juzgan a las almas por las obras, por los hechos concretos, claros y definitivos, y no por las buenas intenciones. Los resultados son siempre los que hablan. De nada sirve tener buenas intenciones si los hechos son desastrosos.» (Samael Aun Weor. Si hay infierno, si hay Diablo, si hay karma).

Del juicio realizado, de acuerdo con el resultado, se abren tres caminos:

a) Unas vacaciones en el Nirvana

Quienes sus obras positivas pesen más que las negativas se ganan unas vacaciones en los mundos superiores de conciencia, cielo de las religiones, nirvana en el mundo oriental. Por cierto, hoy en día muy poca gente las goza, sin embargo, no es para siempre, al terminarse las vacaciones hay que regresar a tomar un nuevo cuerpo físico, aunque quien las vive, viene con muchas ganas de trabajar sobre sí mismo.

b) Retorno inmediato

Si no hemos cumplido con el ciclo de 108 existencias que nos otorgan, regresamos a tomar un nuevo cuerpo físico, cosechando lo que sembramos en la existencia anterior.

Al morir se proyecta un diseño en los mundos superiores de conciencia de todo lo que hicimos y fuimos en la vida. Tal diseño queda un tiempo en el mundo astral y al momento de regresar a tomar cuerpo físico este diseño satura la célula germinal de la cual saldrá nuestro futuro cuerpo físico.

La célula germinal está compuesta por genes, en estos están todas las características que vamos a tener. El diseño electro-psíquico al saturar la célula germinal dispondrá tal estructura, que tendremos un cuerpo físico de acuerdo con lo que hicimos en la vida anterior, propenso a ciertas enfermedades o fortalezas.

De acuerdo con el karma, se nos depositan valores para vivir en los centros mental, emocional y motriz; cuando los agotamos, entonces viene la muerte. Es interesante saber que, si los malgastamos, podrá adelantarse nuestra muerte, pero si los ahorramos, alargaremos el tiempo de vida.

c) Ingreso a los círculos dantescos

Recipiente funerario, (Antropología).

Recipiente funerario, (Antropología).

Si ya se cumplió el ciclo de 108 existencias y no nos auto realizamos ingresamos a los mundos infiernos a eliminar el ego con dolor para pagar el karma que generamos en las 108 existencias.

Las consecuencias de lo que hacemos, en perjuicio de los demás, lo pagamos en esta y próximas existencias; es muy oportuno podríamos citar: “El que sembrare iniquidad, iniquidad segará, Y la vara de su insolencia se quebrará” (Proverbios 22:8).

Se nos dan 108 existencias y si al final de ellas no terminamos de pagar todo el karma generado, entonces lo iremos a pagar en las zonas inferiores de la naturaleza o círculos dantescos.

Sin embargo, el sufrimiento que se vive en tales regiones es infinitamente superior al que en un momento dado pudiéramos vivir en el mundo físico. Por ello es muy importante que saldemos todas nuestras cuentas haciendo, por supuesto, infinidad de trabajo desinteresado por el bienestar de los demás.

Hacer buenas obras no es regalar dinero, es realizar obras que ayuden a todos. Desde regar un árbol todos los días, el cual será un beneficio para todos, enseñar a trabajar al que no sabe, enseñar el camino secreto al que lo busca, etc.

«Me viene en estos momentos a la memoria un pasaje de Mahoma. Ya estando muy anciano y a punto de morir, junto a la fuente cristalina de un oasis, se dirigió a las multitudes y dijo:» «– Si a alguno le debo algo, que me escupa el rostro...» «Ciertamente, un hombre avanzó hasta él y le escupió el rostro. Aquel hombre sabio (Mahoma), se lavó la cara, pues, en la fuente cristalina de aquel oasis y exclamó:» «– ¡Más vale pagar todo de una vez, en vida, y no después de la muerte!» (Samael Aun Weor, Las Dos líneas de la Vida).

A través del dolor en las regiones soterradas de la naturaleza vamos eliminando el ego y pagando karma, prácticamente en todas las culturas se nos habla de estas zonas infra dimensionales; es el Avitchi Indostán, el Tartarus griego, el Averno romano, el Mictlán azteca, el infierno, los círculos dantescos, la Isla infernal de Marapleice, etc.

Cada 100 años, de mucho dolor en estos círculos, pagamos una “letra” del karma generado. Duramos de unos 8,000 a 10,000 años en los círculos dantescos, y entonces canceladas todas las deudas y eliminado el ego, la esencia queda libre otra vez para un nuevo ciclo.

«Se paga karma en el mundo físico, y se paga también en los mundos internos, pero el karma en el mundo físico es por grave que sea él, muchísimo más dulce que el correspondiente astral.» (Samael Aun Weor. Medicina Oculta y Magia Práctica).

El karma y el retorno

La ley del karma opera en forma matemática a través de la ley del retorno. Podríamos decirlo con el dicho popular: “El Sendero de la vida está formado por las huellas de los cascos del caballo de la muerte”. La vida y la muerte están unidos, son dos extremos que se tocan.

Lo que hacemos en una existencia marcará la próxima a través de la ley del Eterno Retorno, de esta forma cosechamos lo que sembramos.

Si, por ejemplo, fuimos malos padres, le hicimos la vida imposible a nuestros hijos, por ley retornaremos en un hogar con un padre con las mismas características psicológicas que manifestamos. Es curioso, pero es algo muy común que lo que más odiamos de nuestros padres, es lo que muy sobrado tenemos.

Muchos suponen que podemos escoger nuestro lugar de nacimiento, nuestros padres, nuestro signo zodiacal, etc., eso es absurdo, ya que hay que considerar que los miles de defectos que tenemos no mueren al perder el cuerpo físico, sino que estos continúan; si nosotros fuéramos los que determináramos el lugar en que naceremos, escogeríamos todos bellísimas mansiones, riquezas incalculables y la justicia brillaría por su ausencia.

Además, ¿con qué consciencia se pretende escoger? Si al morir al igual que al dormir, no estamos conscientes de ello; cuando dormimos no nos damos cuenta de que estamos soñando, creemos que estamos en vigilia, es igual al momento de morir; vivimos con la conciencia dormida, como fantasmas, como autómatas, en un estado psicológico de “coma”, hipnotizados de la conciencia.

Lo más lógico es que, de acuerdo con la ley de acción y consecuencia (karma), sean los agentes de la ley quienes nos escojan lo siguiente: nuestro lugar de nacimiento, nuestros padres, la situación económica y hasta nuestro signo zodiacal.

El signo zodiacal determina, si bien algo que debemos aprender, alguna misión que cumplir, pero también ciertos defectos psicológicos que tienden a sobresalir y ciertos karmas comunes que pagar.

Algunos nativos de escorpio, por ejemplo, económicamente batallan generalmente la primera parte de su vida y la segunda mitad tiende a irles mucho mejor; es obvio que dependerá mucho de sus acciones que puedan mejorar o empeorar lo que ya traemos de vidas anteriores; no son cosas inamovibles.

Ciertos nativos de virgo suelen tener problemas con el amor y los que nacen bajo el signo de capricornio también tienen ciertos conflictos de tipo amoroso. Ahora bien, todo puede trascenderse, porque si trabajamos con la causa, podríamos alterar perfectamente el efecto. Son tendencias que podemos modificar a través de la transformación de sí mismos.

La fortuna o desgracia de la existencia actual es el resultado de lo que hicimos en el pasado, sabiendo esto, podríamos comprender que cuando somos niños ya tenemos todo un historial; así que eso de que, si de chicos supuestamente somos inocentes, ¿por qué nos pasó tal calamidad? En realidad, tiene su explicación en los aconteceres de pasadas existencias.

“La de Falda de Serpientes” (Coatlicue), diosa madre muerte, (Antropología).

“La de Falda de Serpientes” (Coatlicue), diosa madre muerte, (Antropología).