Libro: El Padre Nuestro una Oración Mágica

Capítulo 4: El Reino del Padre

“Venga a nosotros tu Reino”.

Capítulo 4: El Reino del Padre

«“Venga a nos tu Reino”, es decir: con la pronunciación del verbo, de los mantram, viene a nosotros el Reino interno de los santos Maestros». (Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto).

El Reino del Padre son estados superiores de conciencia y al mismo tiempo las distintas dimensiones superiores que componen la naturaleza; ya que más allá del mundo físico en que vivimos se encuentran otras seis dimensiones más.

Siendo en total siete dimensiones fundamentales: 1º el mundo físico o material; 2º el mundo vital, el edén o paraíso terrenal; 3º el astral o mundo de los sueños; 4º el mundo de la mente cósmica; 5º causal o de la voluntad; 6º del alma o de la conciencia; y 7º el mundo del Ser o del Íntimo.

En la actualidad, las dimensiones superiores son completamente desconocidas en nuestro mundo físico, por el estado de inconciencia en que vivimos, ignoramos no sólo su existencia, sino todo lo que podríamos descubrir ahí.

En el mundo astral o de los sueños, por ejemplo, si despertáramos conciencia en este mundo paralelo, podríamos estudiar nuestras pasadas existencias, ver directamente la historia de las razas anteriores como la Atlántida o la Lemuria, podríamos visitar templos donde nos entregarían sabiduría eterna en zonas sagradas como la de los mayas, aztecas, incas, egipcios, etc.

En esas seis regiones superiores es donde se encuentran los ángeles, arcángeles, serafines, querubines, etc.; también llamados, en el México antiguo, como los maestros: Tláloc (regente de la lluvia), Ehecatl (dios del viento), Huehueteotl (dios viejo del fuego), Coatlicue (diosa de la tierra), Xochipilli (dios de las flores), Xochiquétzal (diosa de las flores). De lograr el despertar de la conciencia en estas dimensiones suprasensibles sería posible ponernos en contacto con esas inteligencias superiores para recibir sus enseñanzas.

Por lo tanto, en la petición del Padre Nuestro “Venga a nosotros tu Reino” suplicamos acceso consciente a estos mundos de felicidad. En cualquier caso, para poder penetrar en esas regiones de luz, se requiere de estados de conciencia más elevados de los que manejamos actualmente.

Ángel Gabriel, regente de la luna y los nacimientos, uno de los seres que pueden contactarse si despertamos conciencia en los mundos superiores (el Reino del Padre). (Ex Convento de San Andrés Calpan).

Ángel Gabriel, regente de la luna y los nacimientos, uno de los seres que pueden contactarse si despertamos conciencia en los mundos superiores (el Reino del Padre). (Ex Convento de San Andrés Calpan).

Estados de Conciencia

Imaginemos una casa de cuatro pisos, en los cuales hay diferentes elementos: En el cuarto piso hay maravillas extraordinarias, tesoros increíbles, es como estar en el edén, en un paraíso terrenal; en el tercer piso de la casa hay orden, perfección y sabiduría; el segundo piso está lleno de violencia, desorden, intolerancia, barbarie; el primer piso es el caos total.

A pesar de vivir en esa casa, nosotros nunca hemos visitado el tercer y cuarto piso, nos contentamos con vivir en el primer y segundo piso; estos cuatro pisos de la casa son estados básicos de conciencia en los que podemos situarnos.

El cuarto estado de conciencia es: La Conciencia Objetiva; el despertar total, la iluminación, el grado que han alcanzado los grandes maestros de la talla de un Jesús, Buda, Quetzalcóatl, Hermes, Krishna, etc.

El tercer estado de conciencia es: Recuerdo de Sí; es la íntima recordación del Ser, cuando dirigimos la conciencia hacia lo que hacemos. Por ejemplo, si caminamos, que también marche unida la conciencia en la actividad de caminar, no permitir que en nuestras actividades algún Ego o defecto psicológico se lleve la conciencia al futuro o al pasado.

El segundo estado de conciencia corresponde al mal llamado estado de vigilia (ya que de vigilancia no tiene nada). Por ejemplo, cuando nuestro cuerpo físico está activo, pero vivimos en un sueño profundo de la conciencia. Manejamos carros como hipnotizados, trabajamos, comemos y realizamos un sinnúmero de actividades sin que la conciencia intervenga, como en “automático”, con la mente en otros lugares y tiempo.

El primer estado de conciencia es cuando dejamos el cuerpo físico dormido en la cama y deambulamos en el mundo astral o de los sueños, proyectando nuestros deseos y apetencias, en un completo estado de incoherencia.

Un quetzal, representación de la necesidad de dirigirnos a estados de conciencia superiores, místicos; con una mariposa en el pecho que es símbolo del alma. En la parte superior e inferior se encuentran ojos estelares que representan de la auto observación psicológica (Teotihuacán, México).

Un quetzal, representación de la necesidad de dirigirnos a estados de conciencia superiores, místicos; con una mariposa en el pecho que es símbolo del alma. En la parte superior e inferior se encuentran ojos estelares que representan de la auto observación psicológica (Teotihuacán, México).

El Despertar de la Conciencia

“Venga a nosotros tu Reino”, es una solicitud para recibir sabiduría en esos mundos suprasensibles de la naturaleza, engloba esta petición el pedir a nuestro Padre-Madre divinos que nos instruyan en las enseñanzas y misterios de la naturaleza y el cosmos en el mundo vital, astral, mental, causal, de la conciencia y del Ser.

Como quiera que las enseñanzas más sagradas provienen de lo más alto, en esas regiones suprasensibles podemos recibirlas con mayor facilidad y que esto repercuta más tarde en salud, bienestar y felicidad en nuestro mundo físico.

“Venga a nosotros tu Reino”, es también una súplica de ayuda para lograr elevarnos a estados de conciencia superiores, en conseguir abandonar el primer y segundo estados de conciencia y elevarnos al tercer estado de conciencia o Recuerdo de Sí.

Quien logra permanecer en ese tercer estado de conciencia, recibe un alimento diferente y de carácter superior en sus células, por lo tanto, mayor salud y bienestar.

«Cuando uno mismo se da el choque del "Recuerdo de Sí", se produce realmente un cambio milagroso en todo el trabajo del cuerpo, de modo que las células reciben un alimento diferente». (Samael Aun Weor. Psicología Revolucionaria).

Resulta interesante saber que la mayoría de los valores del ser, las virtudes, están en un 97% encarceladas en nuestros defectos psicológicos. Quienes logremos el Recuerdo de Sí, alcanzaremos a poner en actividad la conciencia libre que tenemos, pues, aunque parezca increíble, del 3% que tenemos emancipado, resulta que no lo usamos.

Un niño recién nacido es muy hermoso, por el hecho de que se le manifiesta ese 3% de conciencia libre. A medida que se forma su personalidad, los miles de egos que trae de vidas pasadas van a reingresar y, con el paso del tiempo, llegará al estado de hipnotismo y barbarie en que estamos todos los adultos.

Quien viva frecuentemente el Recuerdo de Sí, le será posible no entrar en estados de identificación y fascinación que conducen al sueño de la conciencia. En consecuencia, evitará ese estado de sonámbulo en el que como humanidad nos encontramos.

Vivenciar constantemente el Recuerdo de Sí nos permitiría trascender los estados derrotistas y depresivos, en los cuales solemos encontrarnos en esta época de tanto estrés.

«En tiempos de rigurosa tentación, abatimiento y desolación, uno debe apelar a la íntima recordación de sí mismo. En el fondo de cada uno de nos está la Tonantzin azteca, la Stella Maris, la Isis Egipcia, Dios Madre, aguardándonos para sanar nuestro adolorido corazón». (Samael Aun Weor. Psicología Revolucionaria).

No está demás decir que cuando manifestamos los distintos defectos psicológicos, cuando expresamos envidia, orgullo, pereza, gula, etc., vibramos con las zonas inferiores del mundo; los llamados infiernos o círculos dantescos. Por ejemplo: Dante, en la Divina Comedia, nos especifica que en el quinto círculo vamos los iracundos, los furiosos, irónicos, etc., por ende, cuando nos enojamos, vibramos con tal dimensión sumergida; en otras palabras, entramos a un estado de conciencia infrahumano.

Obviamente con tantos beneficios que trae el subir a niveles superiores de conciencia, acercarnos al Reino de Dios, no es una cosa fácil, ni tampoco para todo el mundo.

«Los Cielos son los estados de conciencia dentro de nosotros mismos, dentro del hombre mismo, en niveles superiores del Ser». (Samael Aun Weor. La Organización de la Psiquis).

Una lechuza es la representación incrementada de la observación de sí mismos y la advertencia que algo debe morir dentro de nosotros. Los ojos estelares, formados con círculos e incrustaciones de obsidiana, lo acompañan. (Teotihuacán, México).

Una lechuza es la representación incrementada de la observación de sí mismos y la advertencia que algo debe morir dentro de nosotros. Los ojos estelares, formados con círculos e incrustaciones de obsidiana, lo acompañan. (Teotihuacán, México).

El Conocimiento de sí mismo

El gran maestro Jesús nos da una clave muy poderosa para acercarnos al Reino, con gran sorpresa lo leemos hasta con las mismas palabras que solemos escuchar dentro del gnosticismo universal, pues nos afirma que sólo a través del autoconocimiento o auto gnosis podremos lograrlo.

«Si aquellos que os guían os dijeren: Ved, el Reino está en el cielo, entonces las aves del cielo os tomarán la delantera. Y si os dicen: Está en la mar, entonces los peces os tomarán la delantera. Mas el Reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros. Cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, entonces seréis conocidos y caeréis en la cuenta de que sois hijos del Padre Viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois la pobreza misma» (Evangelio Gnóstico de Tomás. Versículo 3).

Enigmáticas e interesantes frases del maestro Jesús, que podemos entender ya con todo lo antes estudiado; al decir que el Reino está fuera de nosotros se refiere a las dimensiones superiores del cosmos y al decir que también está el Reino dentro de nosotros obviamente serán los estados de conciencia superiores que podremos alcanzar en nuestro interior.

De cualquier manera, nos advierte que, con esa pobreza de espíritu en que vivimos, sólo conociéndonos a sí mismos nos liberaremos de las cadenas del dolor. Conquistando los estados de conciencia superiores, podremos participar del Reino del Padre.

El conocimiento de sí mismos implica súper esfuerzos dirigidos al mundo interior, no se trata de algo meramente mental, requiere de auto observación psicológica y meditación profunda sobre cada una de nuestras actitudes en el diario vivir.

El paraíso del dios de la lluvia (Tlalocan), una representación de las dimensiones superiores de la naturaleza. (Teotihuacán, México).

El paraíso del dios de la lluvia (Tlalocan), una representación de las dimensiones superiores de la naturaleza. (Teotihuacán, México).

La Parábola de la Fiesta de Bodas

El maestro Jesús nos explica que el Reino de los Cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo (Mateo 22), en donde nos hace énfasis que muchos son los llamados al banquete de bodas o en otras palabras al trabajo de transformación de nuestras energías creadoras; pero la mayoría no tomamos en cuenta ese llamado y tal como nos relata la parábola preferimos el trabajo o a los negocios.

Si bien uno de los puntos esenciales de la parábola es entender que “muchos son los llamados y pocos los escogidos”; no debemos subestimar su sentido esotérico, ya que en esta enseñanza nos entrega un elemento muy importante para lograr acercarnos al Reino de los Cielos y que está relacionado con las bodas, el matrimonio y por lo tanto con la energía creadora.

A muchos nos parecerá exagerado el hecho de que por no estar vestido de bodas nos amarren de pies y manos y seamos echados al llanto y crujir de dientes; por ende, algo muy importante debe ser el estar vestido para las bodas.

El alma debe desposarse con el cordero o Cristo interior, pero para que esto suceda el alma debe revestirse con el traje de bodas, que se corresponde con cuerpos de infinita perfección, ya que los que tenemos son fantasmales, fríos y lunares.

Esos cuerpos superiores son llamados el To Soma Heliakon (el cuerpo de oro del hombre solar), no hay otro lugar donde fabricarlos sino aprendiendo a transformar la energía que nos trajo al tapete de la existencia. Por ende, al decir “Venga a nosotros tu Reino”, se implementa un nuevo elemento en el trabajo por el despertar y es el de solicitar ayuda divina en el trabajo alquimista o de transmutación de las fuerzas creadoras dentro del matrimonio.

El Alimento y los Poderes

Magistralmente el maestro Jesús nos aclara que las cosas del alimento y vestido vienen por añadidura, cuando nos dedicamos a la búsqueda de ese Reino divino en forma decidida. “Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Lucas 12:33).

No sólo se refiere a las cosas materiales, sino también a las facultades, poderes, dones, etc.,  que vienen gradualmente cuando se trabaja en acercarse al Reino de Dios y eso es trabajar por penetrar en estados de conciencia superiores; así lo enseñó San Francisco de Asís, nunca deseó poderes, ni siquiera los buscó, aun así los obtuvo, ya que su objetivo principal era desintegrar sus defectos psicológicos y de manera completamente natural tuvo el poder de hablar con los animales y el don de la ubicuidad, entre otros.

«No deseéis poderes, ellos son flores del alma que nacen cuando nos hemos santificado totalmente. “Buscad el Reino de Dios y su justicia; que todo lo demás se os dará por añadidura”. Este asunto de andar buscando poderes, ha llevado a muchas personas a la magia negra y al manicomio. Nosotros los gnósticos no deseamos poderes, nos preparamos para recibirlos por medio de incesantes purificaciones». (Samael Aun Weor. Preguntas y respuestas).

Pintura de San Francisco de Asís. (Ex Convento de San Andrés Calpan).

Pintura de San Francisco de Asís. (Ex Convento de San Andrés Calpan).

La Relajación y el Recuerdo de Sí

Concluimos en que debemos acercarnos a nuestro real Ser, que nos encontramos muy lejos de él, ya que para transitar ese camino hay que eliminar su antítesis: el No Ser (el ego). Si bien la senda a recorrer es muy larga, podemos iniciar relajando nuestro cuerpo y mente y colocarnos en un estado de conciencia superior, denominado el “Recuerdo de Sí”, el cual consiste en recordar a esa partícula divina.

Cuando la mente queda en imponente silencio, cuando dejan de fluir los pensamientos y sentimientos de nuestros defectos psicológicos, en ese estado de conciencia, surge el Ser, el “Recuerdo de Sí”.

Nos colocamos en una postura cómoda, relajamos cada uno de nuestros músculos, órganos, etc., relajamos nuestra mente y nos ponemos en comunión con nuestro Ser.

«Hay dos cosas capitales en nuestros estudios gnósticos: primero, recordación de sí mismos, es decir, de nuestro propio Ser, y segundo, relajamiento del cuerpo».

«Recordarse a sí mismo y relajar el cuerpo debemos hacerlo continuamente. Recuerden que el cuerpo siempre está en tensión (los nervios en tensión, los músculos). Hay necesidad de aprender a recordarse a sí mismo y relajar el cuerpo; yo lo hago continuamente, todo el día: El recuerdo de mí mismo y relajarme el cuerpo, ya sea en un sillón, sea en una cama o donde fuere. Eso es indispensable. Durante el día ir recordándonos cada vez más y más, es decir de nuestro propio Ser». (Samael Aun Weor. Saber Escuchar).

Escuchar práctica en audio:

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Videoconferencia del curso: "El Padre Nuestro Develado"

4: El Reino del Padre.

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4: El Reino del Padre. (audio)

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