Libro: El Padre Nuestro una Oración Mágica

Capítulo 6: El Pan Nuestro

“El Pan Nuestro de cada día dádnoslo hoy”.

Capítulo 6: El Pan Nuestro

Ciertamente el alimento físico es vital para la existencia y en este mundo caótico en el que vivimos cada vez es más difícil conseguirlo, el desequilibrio en que nos encontramos y el alejarnos de nuestra Madre Naturaleza ocasiona que cada vez sea más complicado alimentarnos como es debido.

No es ningún error pedirle a nuestro Padre interior que nos ayude a tener las herramientas para conseguir ese alimento que sustenta nuestro cuerpo físico, de tal forma que podamos exigirle al cuerpo para que nos responda tanto en las actividades físicas como en las espirituales y también en las de ayuda a nuestros semejantes.

Bien dice el axioma popular: “A Dios rogando y con el mazo dando”, hay que pedir, pero también hay que poner todo el empeño en el trabajo para conseguir lo que nos hemos propuesto. Quienes pensamos que sólo hay que dedicarse a las cosas espirituales y dejar a un lado el trabajo físico, en verdad, estamos equivocados.

El trabajo físico para ganarnos el pan de cada día es parte del camino interior, lo único que no debemos hacer es olvidarnos de la senda iniciática. El maestro Jesús es muy explícito en que debemos ocuparnos cada día por conseguir ese pan con ahínco, pero a pesar de todo hay que tener en cuenta que existen metas más grandes, como es el buscar el camino hacia la luz de la sabiduría inmortal.

«Si uno tiene que sufrir tanto para ganarse el pan de cada día, por lo menos que se le descorra el enigma de su propia existencia, que sepa de una vez y para siempre, con qué objeto debe existir». (Samael Aun Weor. El Enigma del Hombre).

A diferencia de lo que normalmente creemos, que los grandes maestros como Buda, Quetzalcóatl, Krishna, Zoroastro, etc., se la pasaban todo el día meditando, orando o en cosas exclusivamente espirituales; la realidad es que cumplían con todos sus deberes como padres, ciudadanos y es obvio que trabajaban para ganarse el pan de cada día.

«Todos los Maestros de ese templo, son verdaderos veteranos de la batalla de la vida; en sus rostros se notan las huellas dolorosas de la terrible lucha por el pan de cada día; en todos ellos se ven claramente las huellas dolorosas de la batalla terrible por la subsistencia diaria. Todos ellos se han hecho Maestros luchando en la gran batalla por la existencia». (Samael Aun Weor. Apuntes Secretos de un Gurú).

Muchas veces confundimos el medio con el fin; es decir, el alimentarnos sanamente es para tener un vehículo adecuado para auto realizarnos, para lograr la desintegración de nuestros defectos, para transitar en el camino que conduce a la divinidad. Lamentablemente, somos muchos los que nos identificamos tanto con la vida, el trabajo, el estudio, etc., que se nos olvida el objetivo principal por el cual estamos aquí.

El maestro Jesús nos enseña que debemos trabajar con ahínco para obtener el pan de cada día, pero sin que caigamos en la obsesión de preocuparnos por lo que comeremos o vestiremos en el futuro; afirmando que lo fundamental es realizar el trabajo interior.

“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió, así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. (Mateo 6:24-33).

Cuando solicitamos el pan nuestro de cada día, no solamente nos referimos a la comida que nos permite vivir; en realidad, el maestro Jesús va mucho más allá de lo físico.

El maestro Quetzalcóatl, representado como una serpiente emplumada. (Museo Nacional de Antropología).

El maestro Quetzalcóatl, representado como una serpiente emplumada. (Museo Nacional de Antropología).

El Pan de lo Alto

Hay un pan espiritual venido de las dimensiones superiores del cosmos infinito, el pan supersubstancial, el conocimiento que puede obtenerse como consecuencia del trabajo interior, el pan de la sabiduría.

Cuando logramos desintegrar un defecto psicológico, se emancipa un porcentaje de conciencia y entonces desciende de lo alto el pan de la sabiduría, se obtiene un conocimiento, una virtud o un poder.

«Para trabajar sobre sí, es indispensable trabajar sobre su vida diaria, hoy mismo, y entonces se comprenderá lo que significa aquella frase de la Oración del Señor: "Dadnos el Pan nuestro de cada día"».

«La frase "Cada Día", significa el "Pan supersubstancial" en griego o el "Pan de lo Alto"».

«La Gnosis da ese Pan de Vida en el doble sentido de ideas y fuerzas que nos permiten desintegrar errores psicológicos».

«Cada vez que reducimos a polvareda cósmica tal o cual "Yo", ganamos experiencia psicológica, comemos el "Pan de la Sabiduría", recibimos un nuevo conocimiento».

«La Gnosis nos ofrece el "Pan Supersubstancial", el "Pan de la Sabiduría", y nos señala con precisión la nueva vida que comienza en uno mismo, dentro de uno mismo, aquí y ahora».

«Ahora, bien, nadie puede alterar su vida o cambiar cosa alguna relacionada con las reacciones mecánicas de la existencia, a menos que cuente con la ayuda de nuevas ideas y reciba auxilio divinal».

«La Gnosis da esas nuevas ideas y enseña el "modus operandi" mediante el cual puede uno ser asistido por fuerzas superiores a la mente».

«Necesitamos preparar los centros inferiores de nuestro organismo para recibir las ideas y fuerza que vienen de los centros superiores». (Samael Aun Weor. Psicología Revolucionaria).

Un ser alado en actitud de descenso (de los mundos superiores), sus alas están formadas por aves (la fuerza del Tercer Logos). Una rama con flores se extiende simbolizando las virtudes que se adquieren con la muerte del Yo. (Teotihuacán, México).

Un ser alado en actitud de descenso (de los mundos superiores), sus alas están formadas por aves (la fuerza del Tercer Logos). Una rama con flores se extiende simbolizando las virtudes que se adquieren con la muerte del Yo. (Teotihuacán, México).

La sabiduría no viene de la mente

Estamos equivocados al suponer que las teorías que leemos son sabiduría, los conocimientos intelectivos están muy lejos de darnos dicha y autentica felicidad, almacenar en nuestra memoria infiel centenares de conceptos a nada real nos conduce.

Podemos convertirnos en una enciclopedia ambulante con conocimientos de diversa índole, inclusive podríamos añadirle libros de espiritualidad, esoterismo o hasta los mismos libros sagrados del mundo, sin embargo, si no ponemos en práctica las enseñanzas, no lograremos hacer nada en concreto.

“Igual que una flor bella y de brillante color, pero sin perfume, así son de estériles las buenas palabras de quien no las pone en práctica. Igual que una flor bella y de brillante color, y asimismo rebosante de perfume, son de fructíferas las buenas palabras de quien las pone en práctica”. (Dhammapada, V51, 52).

Se requiere de la experiencia mística directa, de vivir las enseñanzas gnósticas en el diario vivir, cada momento de la vida es una oportunidad de transformación para obtener ese pan venido de lo alto.

Ángel Raphael, regente de Mercurio que es el planeta de la sabiduría y la medicina. (Ex Convento de San Andrés Calpan).

Ángel Raphael, regente de Mercurio que es el planeta de la sabiduría y la medicina. (Ex Convento de San Andrés Calpan).

La Enfermedad del Mañana

Esta petición tan misteriosa “El pan nuestro de cada día dádnoslo hoy”, incluida en esta oración del Padre Nuestro, no deja de asombrarnos, ya que sintetiza toda la doctrina del budismo Zen, lo que en la gnosis se llama como la filosofía de la momentaneidad.

Un día es el reflejo de toda nuestra existencia, si no trabajamos sobre sí mismos hoy, erradicando de nuestra psiquis nuestros defectos psicológicos, nunca lo haremos. Cuando aplazamos la revolución de la conciencia para cuando estemos más tranquilos, esto, en verdad, es una falacia.

Buda nos advierte la gran realidad de que no sabemos cuánto tiempo disponemos para realizar nuestro trabajo interior y nos asegura lo siguiente: “Tu vida puede acabarse ahora. La presencia de la muerte está aquí. No hay lugar para detenerse en el camino. ¿Dispones de provisiones?” (El Dhammapada Versículo 237), las provisiones a que se refiere el gran maestro son las virtudes que hemos logrado, el pan de sabiduría que hemos obtenido.

Siempre ponemos de pretexto el gran trabajo que tenemos que hacer para ganarnos la vida, que los hijos están chicos y demandan mucha atención, que estamos estudiando y tenemos muchos exámenes; en cualquier caso, son pretextos absurdos, ya que el trabajo para transformarnos está precisamente ahí, en cada cosa cotidiana de la vida.

Todavía más aún, es necesario darnos cuenta de que, el trabajo de la revolución de la conciencia, en lugar de obstaculizar nuestras actividades cotidianas, en verdad, nos ayuda a realizarlas mejor; un ejemplo es cuando estudiamos en la escuela, si recibimos las enseñanzas conscientemente y meditamos a diario, será mucho más fácil el aprendizaje.

Lo más asombroso es que son precisamente los momentos más difíciles de la vida, los más complicados, los que parecen no tener solución, los mejores para auto descubrirnos, si estamos en estado de alerta vigilando nuestro mundo interior.

Estamos acostumbrados a dejar para mañana lo que debemos hacer el día de hoy. El aplazar el trabajo esotérico gnóstico para después es un auto engaño; ese mañana se convertirá en semanas, después en meses, más tarde serán años y así llegaremos al final de nuestra vida sin haber hecho nada.

En Efesios 4: 26, San Pablo claramente nos insiste: “no se ponga el sol sobre vuestro enojo”, indudablemente nos invita a trabajar sobre sí mismos aquí y ahora, en nunca aplazar lo que debemos hacer para dar muerte a nuestros defectos psicológicos.

Con justa razón el maestro Samael Aun Weor nos enseña una gran verdad al afirmar: “La vida es un instante eterno”, por ende, el trabajo interno que debemos hacer para obtener el pan de sabiduría nos corresponde realizarlo en este preciso instante, es la transformación de cada momento de la vida.

«Cuando uno toma la totalidad de su vida, como el mismo día que está viviendo, cuando no deja para mañana lo que se debe hacer hoy mismo, llega realmente a conocer lo que significa trabajar sobre sí mismo».

«Jamás un día carece de importancia; si en verdad queremos transformarnos radicalmente, debemos vernos, observarnos y comprendernos diariamente». (Samael Aun Weor. Psicología Revolucionaria).

Ángel tocando la trompeta, llamándonos a no perder el tiempo en cosas ilusorias, a poner todo el empeño y la fe en el trabajo interior. (Ex Convento de San Andrés Calpan).

Ángel tocando la trompeta, llamándonos a no perder el tiempo en cosas ilusorias, a poner todo el empeño y la fe en el trabajo interior. (Ex Convento de San Andrés Calpan).

Blue Time (Tiempo Azul)

Sugerimos que en nuestra vida implementemos un “Tiempo Azul” dedicado a realizar una conexión con el espíritu. Revisar con la mente en silencio y el cuerpo relajado qué es lo que más nos contrarió en el día, cuándo nos sentimos más que los demás, cuándo sentimos envidia por el bienestar ajeno, en qué momento sentimos morbosidad.

Es necesario que diariamente realicemos una práctica que nos ayude a meditar en nuestros errores, con el fin de que una vez comprendidos, el poder de Dios Madre, ese aspecto femenino de Dios dentro de nosotros, lo pueda desintegrar.

«Supongamos que tuvimos que pasar por una situación de celos. Que alguien, X-X, encontrara de pronto a su esposa, platicando muy quedito, muy quedito, en cualquier rinconcito de la casa, con otro sujeto. ¡Nada agradable pues, aquel evento, ¿no es verdad?; pero magnífico para el autodescubrimiento! Posiblemente, durante el hecho, surgirán no solamente los celos; posiblemente hubo ira (reclamos a la mujer), tal vez “despecho”; el Yo del amor propio, pudo haberse sentido herido, ofendido, porque se quiere tanto a sí mismo. En fin, ¿qué hacer? Muy tranquilos, en la noche, acostado en nuestra cama en decúbito dorsal (es decir, boca arriba), con el cuerpo relajado, con los ojos cerrados, respirando rítmicamente, debe reconstruirse la escena, tal como sucedió».

«Entonces, visualizando, recabaremos datos psicológicos: Hallaremos al Yo de los celos, como primera causa; segundo, al de la tremenda ira; tercero, el del amor propio, herido mortalmente. Descubiertos esos tres, que en la escena entraron en acción, habrá de dárseles “trabajo” de inmediato, habrá que disolverlos. Una vez comprendidos, no queda más remedio que reducirlos a cenizas». (Samael Aun Weor. Didáctica para la Disolución del Yo).

“La de falda de serpientes” (Coatlicue) es una advocación a Dios Madre, su aspecto de muerte es porque tiene el poder de eliminar los defectos que hemos comprendido. (Museo Nacional de Antropología).

“La de falda de serpientes” (Coatlicue) es una advocación a Dios Madre, su aspecto de muerte es porque tiene el poder de eliminar los defectos que hemos comprendido. (Museo Nacional de Antropología).

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Videoconferencia del curso: "El Padre Nuestro Develado"

6: El Pan Nuestro.

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