Libro: Los Misterios que Encierran los Sueños

Introducción

Templo Maya. Dzibilchaltún

Templo Maya. Dzibilchaltún

El fascinante mundo de los sueños posee grandes misterios insospechados, disponibles para todo aspirante sincero que los quiera develar, tarea que podemos llevar a cabo con la ayuda de la sabiduría gnóstica. Se trata de penetrar conscientemente en una región inexplorada, donde podemos descubrir muchas cosas sorprendentes de sí mismos y encontrar las enseñanzas secretas de la naturaleza entera.

Cuando leemos en la biblia sobre el maestro Jesús, cómo enseñaba a sus discípulos en “el monte”, esto es, realmente, una alegoría para referirse al mundo astral o mundo de los sueños. Un mundo paralelo al que entramos cada vez que vamos a dormir, pero de manera inconsciente. El maestro Jesús y sus discípulos tenían la enorme ventaja de hacerlo a voluntad y con plena lucidez.

Milagro que nosotros también podemos hacer si, a través de rigurosas disciplinas esotéricas, aprendemos a realizarlo. Es de aclarar que estas disciplinas esotéricas las podemos realizar todos.

Tenemos a nuestro alcance el poder con el cual podemos participar de los secretos de la naturaleza y el universo. Ahora bien, una de esas puertas que se nos abrirán será el acceso al mundo de los sueños, donde el pasado y el futuro se encuentran fundidos en un eterno presente, por lo que podemos, si encaminamos nuestra voluntad a ello, investigar las memorias del mundo y también nuestras pasadas existencias.

Esos templos de sabiduría que nos hablan los textos antiguos, como el de Delphos de la antigua Grecia, donde se invocaba al dios Apolo por las pitonisas sagradas; los santuarios sagrados de los mayas, donde se practicaban ceremoniales místicos extraordinarios que nos ponían en contacto con las fuerzas divinas; que diremos de las majestuosas construcciones de los sabios egipcios, hechas para consagrarse a Osiris, Isis y Horus. Todas esas maravillas continúan existiendo en el mundo astral y están al alcance de cualquiera que quiera despertar su conciencia.

El estudio de los sueños unido al de los cinco centros de la máquina humana (mente, emoción, motor, instinto y sexo) nos llevarán al conocimiento de nosotros mismos y, como consecuencia, del universo entero.

No es necesario viajar al Tíbet, a Egipto o a la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia, para adquirir conocimientos trascendentales, tenemos cada noche la oportunidad de beber del manantial de inagotable sabiduría, si aprendemos a usar lo que ya disponemos a nuestro alcance.

No se trata de hacer cosas extrañas, estrafalarias, imposibles, etc., de lo que se trata es de hacernos conscientes de lo que, de por sí, hemos hecho desde que nacimos, ya que hemos vivido como autómatas, como meros robots programados.

Hay que atrevernos a despertar aquí y ahora, en cada hecho de nuestra vida, y eso se reflejará en el fascinante mundo de los sueños, abriéndose un portal dimensional que ha estado ahí, esperando a ser descubierto.