Libro: Tiempo Azul

PRIMERA PARTE LA TERAPÉUTICA DEL REPOSO

Estamos en un momento de la historia en que ya no hay tiempo para nada, vivimos sin un objetivo trascendental verdadero, como autómatas. Hasta los niños llegan a tener enfermedades del estómago, debido a la ansiedad y estrés. Es urgente encontrar una terapéutica que nos salve de las decenas de enfermedades que hemos generado por la mala forma de vida que llevamos.

Nos hemos alejado de nuestra madre naturaleza, vivimos en desarmonía debido a nuestra forma de pensar, sentir y actuar. Es de admirarse que en un remoto pasado, las culturas del México antiguo, preincaicas, egipcias, tibetanas, chinas, etc., poseyeron una antiquísima ciencia que puede solucionarnos, cabalmente, toda nuestra problemática actual.

Se trata de un sistema de auto curación que pueda ayudarnos a sanar físicamente, mentalmente, emocionalmente, etc., a medida que se avanza en el campo de la medicina y la ciencia moderna, se confirma, una y otra vez, lo que en forma tan sencilla antes se predicaba en los misteriosos templos.

Hablamos de un sistema que nos pueda curar, fortalecer y ayudar; pero que esté al alcance de los más humildes, que no haga falta cambiarlo por dinero, que no haga falta comprar nada. Un sistema que se encuentra al alcance del más sencillo y del más complicado.

Nos referimos a una terapéutica del reposo o Tiempo Azul, de aprender a descansar realmente, de sumergirnos en el silencio y quietud de la mente.

«La práctica diaria de la meditación nos transforma radicalmente. Las gentes que no trabajan en la aniquilación del yo viven mariposeando de escuela en escuela y no encuentran su centro permanente de gravedad, mueren fracasadas sin haber logrado la Autorrealización íntima del Ser.» [Samael Aun Weor. La Revolución de la Dialéctica].

Capítulo 1. Postura, relajación y retrospección

Capítulo 1. Postura, relajación y retrospección

Cada parte de la meditación es fundamental, no hay un paso de menos importancia que otro. Todos son indispensables. Como estudiantes gnósticos, debemos aprender a meditar en cualquier parte, si hay ruido o no hay ruido, si hace calor o frio, si estamos solos o acompañados; nada debe impedir nuestro trabajo. Pretextos siempre habrá para no meditar, pero, para las esencias que anhelan la luz, no existe obstáculo que pueda detenerlas.

No obstante, mientras sea posible, podemos crear condiciones favorables para ayudarnos, como un lugar limpio, de preferencia si usamos una silla, que ésta sea utilizada sólo para meditar, que el lugar esté ventilado.

Quetzalcóatl, símbolo del Cristo Cósmico. El rostro emerge de las fauces de una serpiente, emblema de la sabiduría. Xochicalco Morelos México.

Quetzalcóatl, símbolo del Cristo Cósmico. El rostro emerge de las fauces de una serpiente, emblema de la sabiduría.  Xochicalco Morelos México.

Además, algunas imágenes que representen principios cósmicos universales nos ayudarían, ya que antes de entrar en la meditación, generalmente, los veríamos, como un símbolo del Cristo Cósmico representado en Jesús, Krishna, Quetzalcóatl, Osiris, etc. Un símbolo del eterno femenino divinal también es de gran ayuda, puede ser una estatua o imagen de Isis, Tonantzin, Rea, Cibeles, Kundalini, María, etc.

De vez en cuando el incienso natural nos ayuda, de preferencia la resina, un poquitito nada más, quemada en algún bracerillo. La música clásica es una buena compañera y si utilizamos movimientos suaves como los adagios, tanto mejor; sugerimos a Beethoven, Mozart y Wagner pues sus melodías activan el centro emocional superior, ya que además de músicos fueron iniciados.

Las rocas siempre son un consuelo para los practicantes, por lo que en cada oportunidad que tengamos podemos acudir al campo a buscarlas y meditar en ellas.

Si estamos acostados, la cabeza puede ir al norte y así aprovechamos las corrientes magnéticas que fluyen de sur a norte. También puede ser con la cabeza al oriente, por su simbolismo, ya que como ahí nace el sol, símbolo de la verdad y sabiduría. Si estamos sentados podría ser con el rostro hacia el sol.

Son sólo sugerencias, no es nada determinante, en todo caso, lo importante es la actitud interna en el momento de realizar nuestra práctica.

Muy importante es que cerremos los ojos para meditar, ya que las percepciones sensoriales externas llegan a la mente y reaccionamos ante ellas, y lo evitamos, sencillamente, cerrando los ojos.

Hay que olvidarnos del tiempo a la hora de meditar, si uno está pendiente del tiempo, es como querer desplazar un automóvil, presionando el freno y el acelerador al mismo tiempo.

POSTURA (ASANA)

Lo primero es colocarnos en una postura adecuada para meditar, a eso se le llama “asana” en el lenguaje de la India (sánscrito).

A los miles de defectos psicológicos que tenemos no les agrada la idea de que meditemos, es algo que está en contra de su propia vida, así que es apenas normal que, bajo cualquier pretexto, nos pongan muchas trabas para meditar. Una de las cosas que más sucede cuando comenzamos con esta disciplina, es que sentimos que nos falta circulación en las piernas, sentimos comezón, que ya se durmió un pie, que ya se nos cansó la espalda, etc., son cosas que podemos superar, fácilmente, con una adecuada postura para meditar.

a) Posición de hombre muerto

También llamada decúbito dorsal. Acostado, boca arriba, los brazos a los lados del cuerpo o con las manos sobre el plexo solar, talones unidos, puntas de los pies separadas. Ésta es una de las mejores posturas para realizar la meditación. Al principio no se sugiere mucho, porque es muy probable que terminemos dormidos; una vez que dominemos el sueño, es una de las posturas más recomendables.

Esta postura de hombre muerto es muy simbólica, ya que es así como nos entierran cuando morimos, nos habla de que algo tiene que morir en nosotros (nuestros defectos psicológicos). Si colocamos la cabeza hacia al norte, podemos aprovechar las corrientes magnéticas que fluyen de sur a norte, si es a la hora de dormir descansaremos mejor, si es para meditar habrá mayor concentración.

b) Estrella de cinco puntas

Estrella de 5 puntas. Xochicalco Morelos México.

Estrella de 5 puntas. Xochicalco Morelos México.

Acostado (también puede ser la cabeza hacia al norte), con los brazos abiertos y las piernas abiertas. Formando una estrella de cinco puntas con el cuerpo. Como el dibujo de las medidas del hombre de Leonardo da Vinci, pero, obviamente, acostados.

La estrella flamígera, que formamos con el cuerpo, es el mismo Pentagrama Esotérico. Ante este símbolo huyen los tenebrosos. Por lo que esta postura en sí misma nos protege de cualquier fuerza negativa.

c) Sentados

Muchos que no estamos acostumbrados al ejercicio, al yoga, etc., pues bastará con que nos sentemos en un cómodo sillón o en una silla, de preferencia la columna recta para que no nos genere molestias al permanecer tiempo en esa postura.

d) Postura de Sastre

Cuando andamos en el campo, o en algún lugar que no podamos sentarnos o acostarnos, tenemos la postura oriental de piernas cruzadas, como el Buda, como un sastre al trabajar, como se nos decía en el jardín de niños: “Toro sentado”, aludiendo a los indios apaches.

Si hacemos esta postura, de preferencia, hay que cuidar que la pierna derecha quede delante de la izquierda, ya que de esta manera absorbemos las energías positivas de la Tierra.

e) Flor de Loto

Se llama a esta postura en el mundo oriental como Padmasana (asana es postura y padma es loto). Es muy similar a la postura de sastre, pero se lleva una de las piernas arriba de un muslo en la media flor de loto y las dos piernas sobre los muslos en la flor de loto completa. Estas posturas, sólo se sugieren para personas que están acostumbradas a este tipo de ejercicios, si no tenemos esa disciplina, no son de mucha ayuda.

Las Manos

Si realizamos nuestra práctica acostados, las manos van a los lados del cuerpo o sobre el plexo solar. Si estamos sentados, pueden ir las manos sobre los muslos descansando cómodamente; los dedos pulgar e índice unidos o, sencillamente, descansando libremente. Podemos, si así lo queremos, colocar las manos de la siguiente forma: el dorso de la mano derecha, sobre la palma de la mano izquierda, como se acostumbraba en la Sagrada Orden del Dragón Amarillo o cómo es posible ver en muchas imágenes del Buda.

SISTEMAS PARA RELAJAR EL CUERPO

«Es indispensable aprender a relajar el cuerpo para la meditación; ningún músculo debe quedar en tensión. Es urgente provocar y graduar el sueño a voluntad. Es evidente que de la sabia combinación de sueño y meditación resulta eso que se llama Iluminación.» [Samael Aun Weor. La Revolución de la Dialéctica].

La relajación del cuerpo físico es indispensable para lograr la interiorización que se busca a la hora de meditar. Nos ayuda a concentrarnos y atrae el sueño tan necesario para meditar. Para relajar el cuerpo podemos utilizar varios sistemas, dependerá de cada uno, con cuál nos relajemos mejor. En cada sistema la experiencia es diferente, por lo que hay que probar con todos y ver con cuál o cuáles son los que más nos sirven.

A través de los diferentes sistemas, independientemente de cual usemos, el objetivo es atraer sueño para meditar, relajar el cuerpo y entrar en un estado de conciencia llamado Recuerdo de Sí, un estado tal, en el que vivimos el aquí y ahora y nos sentimos unidos al Ser o espíritu.

Hay que intentar todos los métodos descritos, de uno por uno, por ejemplo: escogemos uno y lo practicamos por ocho días y luego cambiamos a otro sistema; así hasta familiarizarnos con todos.

a) Imaginación y Voluntad

Existen dos facultades preciosas que se corresponden con el arcano uno y dos de la cábala. Nos referimos a la voluntad característica del arcano uno (El Mago) y la imaginación, característica del arcano dos (La Sacerdotisa).

Cuando se unen en vibrante armonía, podemos tener éxito en muchas de nuestras prácticas gnósticas, como las salidas astrales conscientes y también en la relajación del cuerpo.

Ponemos entonces todo nuestro empeño e imaginamos que nuestro cuerpo está lleno de enanitos, que van saliendo poco a poco del cuerpo; en la medida que salen, el cuerpo se va relajando. Podemos iniciar desde la planta de los pies, ir subiendo por cada parte del cuerpo hasta llegar a la coronilla.

«Imagine que sus pies son sutiles, que de ellos se escapan un grupo de enanitos. Imagine que sus pantorrillas están llenas de pequeños enanos juguetones que se están saliendo de uno en otro y que conforme van saliendo, los músculos se van haciendo flexibles y elásticos. Continúe con las rodillas haciendo el mismo ejercicio. Siga con los femorales, órganos sexuales, vientre, corazón, garganta, músculos de la cara y cabeza en orden sucesivo, imaginando que esos pequeños enanos se escapan de cada una de estas partes del cuerpo dejando los músculos completamente relajados.» [Samael Aun Weor. Introducción a la Gnosis].

b) Respiración de los niños

El Señor de las Limas. Un sacerdote con un niño-jaguar en sus manos. Museo de Antropología de Xalapa.

El Señor de las Limas. Un sacerdote con un niño-jaguar en sus manos. Museo de Antropología de Xalapa.

Los niños recién nacidos nos dan una gran enseñanza para relajarnos. Imitando su respiración es posible relajar nuestro cuerpo físico. Si observamos a un bebé dormido, tanto la actitud, como el estado de relajación en que se encuentra, tendremos una de las mejores claves para relajar nuestro cuerpo.

Vemos su actitud al estar dormidos, no se preocupan por qué comerán, ni lo que hicieron en el día, ni lo que pasará mañana. Confían en sus padres que les han de dar lo que necesitan. Una actitud similar debemos adoptar en la relajación del cuerpo. Es importante vivir el aquí y ahora, si en este momento nos dedicamos a meditar, debemos hacer eso precisamente, y no divagar en el pasado o en el futuro. Confiados en nuestros padres espirituales internos, imitamos la respiración de un bebé, con tranquilidad y confianza. Nuestros brazos y piernas, tal y como los niños, parecen de seda y así, de esa forma, sentimos los nuestros.

«Respirad ahora como respiran los niños recién nacidos; observad a los pequeños poned atención en su forma de respiración, imitadlos durante la meditación. Cuan bellos son los niños recién nacidos; su respiración es ciertamente la del alma del mundo. El olor de las criaturas recién nacidas, resulta silvestre, sabe a bosque, a montaña, tiene un no sé qué...

En las inocentes criaturas sólo se manifiesta la esencia pura e inefable. Ahora podemos explicarnos por si mismos el motivo fundamental por el cual los recién nacidos son autoconscientes. Sin embargo, las gentes mayores con mucha autosuficiencia, suponen que el recién nacido es inconsciente.

Observad a los niños recién nacidos; sus cuerpecillos en la cuna, relajados tienen un aspecto inefable. Imitad a las criaturas recién nacidas, relajad vuestro cuerpo como los niños lo relajan. Que ningún músculo quede en tensión, las piernas y los brazos de las criaturas recién nacidas perecen de seda.

Duermen los niños recién nacidos deliciosamente entre sus cunas felices y sin problemas de ninguna especie. Imitad a los niños inocentes durante la meditación interior profunda. Reconquistad la infancia en la mente y el corazón.» [Samael Aun Weor. La Ciencia de la Meditación].

c) Latidos del corazón

Hay una práctica gnóstica que desarrollándola nos permite aprender a dominar los latidos de nuestro corazón y que además podemos utilizar para relajar el cuerpo. Nos concentramos en el corazón, sentimos sus latidos, luego dirigimos la atención a la punta de la nariz y allí sentimos los latidos.

No es nada difícil, el pulso se siente en todo el cuerpo, basta con que uno se concentre en tal o cual parte del cuerpo y sentirá los latidos del corazón.

Entonces la práctica consiste en irnos concentrando en la oreja derecha, mano derecha, pie derecho, pie izquierdo, mano izquierda, oreja izquierda, volvemos a la punta de la nariz y, por último, de nuevo al corazón. Conforme vamos concentrándonos en las distintas partes del cuerpo, iremos también relajando el cuerpo.

«Luego concéntrese en los latidos del corazón. Pase después esos latidos a la punta de la nariz, debe sentirlos allí; luego a la oreja derecha, mano derecha, pie derecho, pie izquierdo, mano izquierda, oreja izquierda, nariz nuevamente y corazón. Entonces se dará cuenta que usted puede dominar los latidos del corazón a voluntad.» [Misterios Mayas. Samael Aun Weor].

d) Concentración en cada parte del cuerpo

Si no somos muy buenos para la imaginación, no hay problema. Sencillamente, nos iremos concentrando en cada parte del cuerpo mientras vamos relajándolo, el cuerpo tiene su propia conciencia, por lo que si le ordenamos que se relaje, éste obedecerá. Así, que no hay más que ir pasando nuestra atención en cada parte del cuerpo y se irá relajando, eso es todo.

Iniciaremos desde la planta de los pies, talones, tobillos, dedos, empeine, muslos, rodillas, pantorrillas, órganos creadores, glúteos, cintura, vientre, corazón, pecho, espalda, brazos, manos, cuello, nuca y toda la cabeza.

«Sentado cómodamente, relaje el cuerpo físico totalmente, desde la punta de los pies hasta la coronilla. Trate de ver uno por uno, con los ojos de la imaginación, los huesos, músculos, nervios, arterias, células, átomos, etc., etc.» [Misterios Mayas. Samael Aun Weor].

RETROSPECCIÓN

Existe un ejercicio formidable, que es útil para muchas cosas, muy importante y que el estudiante gnóstico debe aprender a realizarlo, porque sus beneficios son excelentes para muchas cosas que buscamos en la gnosis; nos referimos al ejercicio de retrospección, que consiste en recordar los acontecimientos que vivimos, desde el momento en que hacemos el ejercicio, hacia atrás.

La retrospección tiene la capacidad de regenerar el cerebro, muchas áreas no trabajan, generalmente, debido al abuso sexual y de la mente; con este ejercicio es posible ponerlas en actividad gradualmente.

La idea de realizarla en la meditación es la toma de conciencia de cada hecho de la vida cotidiana, ya que, generalmente, vivimos con la conciencia dormida y con este ejercicio es posible hacernos conscientes de estos hechos.

El tema central es identificar defectos, nos creemos casi ángeles, cuando en realidad tenemos miles de defectos, es importante darnos cuenta de lo que realmente somos.

Es útil también para el recuerdo de pasadas existencias, si hacemos este ejercicio antes de dormir y al día siguiente continuamos donde habíamos finalizado. Se necesita de mucha paciencia, pero si se tiene constancia, se podrá llegar a los primeros años de infancia y luego romper la barrera y recordar vidas pasadas.

Si realizamos la retrospección al despertar, tomando como referencia el primer pensamiento que tengamos, se nos hará más fácil recordar nuestros sueños.

También nos ayuda a despertar consciencia en el mundo de los sueños o astral. Ya que, generalmente, repetimos las mismas cosas que hacemos en el diario vivir, esto se debe a la mecanicidad en que vivimos y también a que nuestro Real Ser quiere que logremos percibir el triple alcance de cada momento de la vida, y como vivimos inconscientemente, en el sueño se repiten las actividades del día con el fin de que terminemos el aprendizaje.

Por lo tanto, si realizamos una retrospección antes de dormir, estaremos de “vacaciones”, pues tomaremos consciencia a voluntad de todos los hechos de la vida cotidiana, y quedaremos con más probabilidad de despertar consciencia durante el sueño.

En consecuencia, no debemos menospreciar este importante paso en la meditación por todos los beneficios que nos aporta y vamos tomando consciencia de cada hecho e identificando los defectos que se nos manifestaron en el día.

Lo que debemos hacer, una vez que estamos relajados, es iniciar revisando cada escena del día, en forma consciente, sin razonar, sin justificar, sin evadir, haciendo una lista de los Yoes que se nos manifiestan. Terminando un evento, nos vamos al anterior y así, sucesivamente, hasta llegar al momento en que nos levantamos.

Si hacemos la meditación en la mañana, veremos los pocos sucesos de la mañana, nos dirigiremos a lo que recordemos del sueño y nos iremos al día anterior. Cada día es el reflejo de toda la vida, por lo que vale la pena tomar consciencia de cada día de la existencia y reconocer nuestros errores.

“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán”, dice el maestro Jesús, no debemos dejar que termine el día sin haber reflexionado en lo que hicimos.

«¿Qué se busca a través de la retrospección? El animal intelectual, debido a la vida mecánica que vive diariamente, se olvida de sí mismo y cae en la fascinación; anda con la conciencia dormida sin recordar qué hizo en el instante de levantarse, desconociendo los primeros pensamientos del día, sus actuaciones y lugares donde ha estado. La retrospección tiene como finalidad la toma de conciencia de todas las actuaciones o acciones del pasado. Al realizar la retrospección en la meditación, no pondremos objeciones a la mente; traeremos el recuerdo de las situaciones del pasado, desde el instante en el que se inicie la retrospección hasta el momento de la vida que nosotros deseemos. Cada recuerdo debemos estudiarlo sin identificarnos con él.» [Samael Aun Weor. La Revolución de la Dialéctica].