Deidades Femeninas del Mayab
DIOSA DEL AMOR
Entre los mayas, con mucha admiración nos encontramos a mujeres dirigiendo pueblos enteros, recordemos por un momento la reina “Ave Blanca” (Sac Kuk) madre de “Escudo Solar” (Pakal) gobernando sabiamente en la zona arqueológica de Palenque Chiapas; sin embargo, también se ven representaciones de mujeres guerreras y por supuesto, los mayas jamás cometieron el desatino de menospreciar el Eterno Femenino de Dios.
Puede verse en sus códices, templos milenarios, leyendas, mitos y enseñanzas, ese profundo culto que todos deberíamos tener a la Madre Divina; pues si algo ha caracterizado desde todos los tiempos tanto a los gnósticos, como a los mayas es el rendir culto a la Madre Divina y ver su manifestación en todo lo que es, ha sido y será: en cada montaña, así como en el río cantarín, en las nubes, en las flores y por supuesto en el pensamiento más bello del creador hecho carne, sangre y vida que es la mujer.
Dios Madre se encuentra en el mismo origen de la creación, en el Popol Vuh, la biblia maya, nos describe cómo fue creado el mundo, cuando no existía nada, solo tinieblas, se reúnen los dioses se ponen de acuerdo, y entonces “hablaron”, igual que en el evangelio de San Juan, cuando dice: “En un principio era el verbo...”, para dar origen a todo lo existente.
Alom Entre los dioses creadores, formadores y constructores se encuentra Alom, cuya etimología nos sorprende, ya que nos habla del caos primordial, de las aguas de los génesis, del principio femenino o gran vientre de donde surge todo lo creado. Al =Hija. Om =Partícula genitiva (que engendra). Es la gran madre cósmica, la Mula Prakriti o madre fundamental de los orientales, la Nuit o madre celeste egipcia, raíz del amor, tronco, hoja, flor y capullo de todo lo que existe. Junto a estos dioses creadores tenemos al corazón del cielo y corazón de la tierra y no podía faltar, la que conocemos del Popol Vuh, cariñosamente como “la Abuela” (Ixmukané).
Dueña del Maíz, Antigua Ocultadora (Ixmukané)
A esta diosa, los animales del bosque le regalaron el maíz, de este grano hizo una masa muy especial y de esta forma moldeó al hombre, de ahí una de sus interpretaciones de su nombre como “Dueña del maíz”, aunque los que estudiamos la gnosis, nos vamos mucho más allá del mito.
Encontramos que es la Madre Divina particular, la que tiene el poder de transmutar la semilla humana, para moldear o formarlos cuerpos existenciales superiores del Ser y así dar forma a la mujer y hombre verdaderos. En otro de sus mitos, el dios Sol, le otorga la sabiduría para resolver cualquier problema humano. ¡Vaya con este fantástico mito! Pues, es precisamente la Madre divina interior quien recibe la sabiduría del Padre, el amor del Hijo y el poder del Espíritu Santo.
MUÑECAS “QUITAPENAS”
En el folklor popular de las tierras de Guatemala, ha dado origen a las pequeñas muñecas “quitapenas”, que usan contándole su problema y poniéndolas bajo la almohada para que el pesar no les quite el sueño. Por supuesto, que esta práctica no hace más que representar una costumbre pérdida: la de solicitar a la madre Divina particular ayuda en todas las ocasiones de la vida. Otra de sus interpretaciones de su nombre es: “Antigua Ocultadora”, lo que nos recuerda al arcano dos del tarot egipcio (La Sacerdotisa), que representa precisamente a la Madre Divina y que su mensaje síntesis en la cábala hebrea es “Conocimiento Oculto favorable”, increíbles coincidencias en culturas tan distantes.
Su presencia en el Popol Vuh es de suma importancia, ya que es la Madre de los Magos, símbolo de las distintas partes del Ser, y abuela de los gemelos divinos, representación de la esencia que lucha por combatir a los señores del inframundo o defectos psicológicos que habitan en nuestro interior.
“La de la sangre” (Ixquic)
Es increíble encontrar entre los mayas algo similar al nacimiento de Jesús y la virgen María. Ya que al ser derrotados con trampas los “Magos” Principal Maestro Mago y Supremo Maestro Mago, por parte de los señores del inframundo (Xibalbá)-nuestros defectos psicológicos-, los decapitan (es decir eliminan todas las virtudes del alma) colgando sus cabezas en un árbol. En ese momento, un árbol que jamás había dado fruto alguno se llena de hojas, flores y frutos y las cabezas de los Magos se pierden entre los frutos, acompañados de cosas insólitas, hacen que prohíban a cualquiera dirigirse a ese árbol.
Es entonces que una virgen de nombre “La de la sangre” (Ixquic) verdaderamente se intriga, y desobedeciendo toda ordenanza se dirige al lugar, frente al árbol la cabeza de Principal maestro Mago le pregunta, ¿qué buscas? A lo que contesta Ixquic: “Los busco y los deseo”, a lo que le indica Supremo Maestro Mago que extienda su mano derecha, entonces le escupe y la saliva queda en su mano, al voltear Ixquic a ver su mano desaparece y en ese momento queda en cinta, “sin ver rostro de varón”.
LA DE LA SANGRE
Lo que a continuación sigue no deja de asombrarnos, ya que, al notarse su embarazo y al negar que exista padre alguno, los jefes del inframundo ordenan que sea sacrificada por adultera por los cuatro búhos, mensajeros de Xibalbá, y como prueba traerán en una jícara su corazón (al igual que en el cuento de Blanca Nieves). Los búhos no pueden llevar a cabo la tarea y ponen la sabia de un árbol que parece sangre y al coagularse forma un aparente corazón.
Después de muchos obstáculos vencido por fin la virgen Ixquic tiene a dos gemelos (nuestra esencia libre) que logra pasar todas las trampas que el ego o señores de Xibalbá suelen ponernos en la vida través de las seis mansiones (frío, oscuridad, el fuego, el hielo, los tigres y el murciélago). No puede ser más claro el mensaje:
VIRGEN IXQUIC
La Madre Divina es la que nos guía, por ello está dicho: El hijo fiel es guiado por su madre divina, el hijo infiel se desvía y cae en el error.
La mujer arcoíris (Ixchel)
Pasemos a la divinidad femenina Que en varios pueblos la conocen sencillamente como “La diosa”, para enfatizar todo el poder que se encuentra en el principio femenino divinal.
Muchos de nosotros nos quedamos sólo en la superficie, creyéndole una creencia o superstición, y pocos son los que encuentran en su universo interior toda la enseñanza que ha perdurado a través de los siglos.
La “mujer arco iris” (Ixchel) es la diosa que tiene a su cargo una variedad de cosas, generalmente asociadas a los atributos de Dios Madre como es: El amor, los textiles, el agua, la medicina y la gestación.
Muy interesante que destaque como diosa del amor y que sea esposa del dios principal maya “casa del rocío” (Itzamná), no es nada al azar. Itzamná el dios de la sabiduría y del Sol, padre de los dioses es nuestro real Ser interior profundo. Dicho está que dios como padre es sabiduría y como madre es amor. Se le representa como una anciana (símbolo de su sabiduría), generalmente con una serpiente sobre su cabeza.
Es de notar que, entre los mayas, aztecas, egipcios e indostanes la serpiente se asocia al eterno femenino divinal y a la divina sabiduría tal y como nos lo deja el maestro Jesús al decir a sus discípulos que sean tan manos como las palomas, pero astutos como las serpientes. También hay que recordar que, en la anatomía oculta del ser humano, en el chakra o centro magnético fundamental situado en el cóccix hay un fuego sagrado femenino en forma de serpiente que en la India se le conoce como Kundalini, un aspecto más de la Madre Divina.
Se le ve constantemente derramando agua a la tierra de un cántaro, es la creación, la vida manifestándose en todo lo existente producto de la Madre Divina. Aunque en algunas ocasiones indique también destrucción como lo vemos en la página 54 del códice Dresde, donde marca el fin de la raza atlante a través del diluvio universal. El amor es ley, cuando es consciente, no se puede ser cómplice del delito, amar no significa que uno pueda destruir, matar, robar, delinquir, sin que la justicia no equilibre las cosas.
DIOSA DE LA CUERDA
Se combina este dramatismo con su vestimenta echa de huesos en forma de cruz, para mostrarnos una faceta más de la madre divina, que es la de tener el poder de eliminar nuestros defectos.
La diosa de la cuerda (Ixtab)
Muy controversial resulta esta diosa, pues se considera como la protectora de los que se quitan la vida, nada puede ser más equivocado que ese concepto interpretado por la mente decrepita de esta época. El miedo a la vida, la cobardía, la incapacidad de enfrentarse a los problemas cotidianos de la existencia, parezcan estos casi imposibles, no puede estar bien visto por la divinidad.
En realidad, esta diosa resalta uno de los poderes más extraordinarios que tiene dios Madre y es el de eliminar nuestros defectos psicológicos. La mente solo podrá ocultarlos de los demás o de sí misma, el intelecto no puede desintegrar yoes. Afortunadamente hay un poder dentro de nosotros que si puede y es Dios Madre. Claro que sí, ella, la adorable, aquella a quien ningún mortal ha levantado el velo, es la protectora de aquellos que se han lanzado a una lucha a muerte contra sí mismos, contra sus vicios y pasiones, contra esos innumerables defectos, creaciones milenarias abominables.
LA DIOSA DE LA LUNA
Es en meditación profunda, en el silencio de la mente, cuando uno imitando al niño que le llora a su madre, cuando tiene hambre o frío, nosotros le “chillamos” en meditación, le pedimos sinceramente que destruya el defecto que hemos comprendido, ella acudirá más rápido que el
rayo; a consolarnos ya empeñar la pica santa, la espada de fuego de Elías y destruirá el defecto reduciéndolo a polvareda cósmica.
Las diosas mayas: es gratificante el comprender la cosmovisión maya y darnos cuenta de que las diosas mayas como la diosa del parto (Akhushtal), la diosa de las serpientes (Naab), la diosa luna (Ix U) y las anteriormente mencionadas, todas ellas nos representan distintos aspectos de la Madre Cósmica, de la Madre Naturaleza y de la madre Divina interior particular.
No deja de asombrarnos que los ángeles del cristianismo son los mismos dioses egipcios, aztecas mayas y es más asombro saber que tanto son seres masculinos como femeninos de incalculable perfección.
Será vano el estudio de estas diosas mayas, si no hacemos nada por encarnar en nosotros sus principios que representan. De qué sirve andar diciendo a los cuatro vientos que veneramos a la Madre Divina, si en nuestro corazón reina el odio, los resentimientos, la intolerancia y la lujuria. Sólo emprendiendo una revolución interior, una transformación radical, retomando los valores de aquellos seres que levantaron civilizaciones enteras, teniendo como base: El amor, la comprensión, la dulzura de carácter, la belleza espiritual, todos atributos de Dios Madre.
Bendito sea el amor de nuestra madre divina y benditos los seres que se adoran.
JENARO ISMAEL REYES TOVAR.
IMÁGENES DEL LIBRO: ENSEÑANZAS SECRETAS DEL POPOL VUH, DEL ICQ. DIOSA IXCHEL, IX U, IXTAB, MUÑECAS “QUITAPENAS”, IMÁGENES TOMADAS DE LA RED FREEPICK VECTORES GRATUITOS.