El Secreto de la Eterna Luna de Miel
EL AMOR KINUKO Y. KRAFT, 1970
¡Amigos!, ha llegado el momento de platicar un poco acerca de cómo de pareja dentro del trabajo gnóstico. Esto con el propósito de lograr que la Luna de miel que vivimos cuando estamos recién casados se mantenga siempre, a pesar de las dificultades que se nos presenten en la vida matrimonial. Antes que todo, hemos de enfatizar que el amor comienza por un destello de simpatía, se substancializa con la fuerza del cariño y se sintetiza en adoración. Amar, cuán grande es amar.
Solamente las grandes almas pueden y saben amar. Para que haya amor, se necesita que haya afinidad de pensamientos, afinidad de sentimientos, preocupación mental idéntica. El beso viene a ser la consagración de dos almas ávidas de expresaren forma sensible lo que interiormente viven. El acto sexual la consubstancialización del amor en el organismo psicofisiológico de nuestra naturaleza. Un matrimonio perfecto es la unión de dos seres, uno que ama más y otro que ama mejor.
El amor es la mejor religión asequible. Hermes Trismegisto, el tres veces grande Dios Ibis de Thot dijo: «Te doy amor en el cual está contenido todo el súmmum de la sabiduría”. Cuando hay amor auténtico, la pareja permanece unida pese a todas las tormentas que se les presenten en la vida. El amor nos hace caritativos, místicos, serviciales. En Estados Unidos y Europa, hay sociedades científicas que estudian a fondo los procesos del amor.
Tales cómo la sociedad Oneida y la orden del Cisne. Dentro del ser humano existen hormonas, aunque pequeñas, son capaces de provocar grandes cambios y transformaciones en el hombre y la mujer, estas hormonas se multiplican e intensifican su actividad cuando alguien se enamora. Entonces el viejo decrépito que se ha enamorado, se revitaliza y rejuvenece. En el espacio infinito, las estrellas se atraen entre sí, por la fuerza del amor, los planetas giran alrededor de nuestro sol atraídos por el amor, los átomos dentro de las moléculas también giran alrededor de sus centros nucleares atraídos por esa fuerza formidable del amor.
En la antigüedad se rindió culto al amor, a la mujer, siendo ella considerada el más bello pensamiento del creador, hecho carne, sangre y vida. La misión de la mujer es la de traer hijos al mundo, de multiplicar la especie humana, y si vamos más lejos, también tiene la grandiosa misión de ayudar a su esposo a nacer en las dimensiones superiores de la naturaleza por medio del sabio uso de la energía creadora. En el México antiguo hubo siempre una divinidad consagrada precisamente a aquellas mujeres que morían durante el parto. “Tlazolteotl”.
Se afirmaba que después de cierto tiempo Ingresaban al TIalocan el paraíso de Tláloc. En la unión sexual del hombre y de la mujer, en un acto de verdadero amor, actúan fuerzas divinas, se manifiestan las fuerzas que crearon el cosmos, dispuestas a nuevamente volver a crear dentro del universo interno de la pareja. Más la magia se acaba si la pareja se deja arrastrar por la vorágine del deseo y de la pasión animal sacrificando con ello el amor el cual tiene un carácter inefable y divino.
LUNA DE MIEL, ERNEST ANGE DUEZ, 1870
El hombre y la mujer son las dos columnas del templo. Estas columnas no deben estar demasiado lejos ni demasiado cerca, debe haber un espacio para que el amor pase por en medio de ellas. El acto sexual es un sacramento, así lo comprendieron los pueblos antiguos. Hubo templos dedicados al amor, recordemos al templo de Venus en la Roma augusta de los Césares, al templo de la Luna en la antigua Caldea, a los templos antiguos de la India donde se rendía culto a eso que se llama amor.
En la Lemuria, viejo continente ubicado otrora en el Océano Pacífico, se rendía culto al amor. Hubo en el continente Mu, dos procesos sexuales o dos formas de reproducción; en un principio eran hermafroditas, se reproducían en sí mismos, ya que eran masculinos y femeninos a la vez; después de millones de años de evolución, poco a poco se dio la separación de sexos, entonces, al diferenciarse en hombres y mujeres, las jerarquías divinas les enseñaron el método de reproducción sexual por cooperación, tal y como lo hacemos hoy en día. En aquel entonces, hace unos dieciocho millones de años, se hicieron peregrinaciones hacia los templos sagrados en épocas de luna llena. Con el propósito de verificar la cópula sagrada para la reproducción sexual.
En memoria de estas antiguas tradiciones quedó la famosa frase de “la luna de miel” cuando los recién casados se van de paseo por unos días a festejar su unión marital. Dicen viejos pergaminos, que todavía existen en algunos lugares de la tierra, que, en tiempos de Lemuria, la gente se reproducía por el poder del Kriya Shakty, es decir por el poder de la voluntad del yoga. Quienes hayan conocido alguna vez la ciencia de los tantras sabrán a que nos referimos.
Al llegar a esta parte debemos recordar que Sigmund Freud en su Psicoanálisis dice que es posible transmutar la libido sexual y sublimarla. En todo caso los Lemures trabajaron con el sistema de Freud, sublimaban la libido sexual. Incuestionablemente tuvieron grandes poderes cósmicos todo en la vida era por ellos presentido. Vivían de 10 a 15 siglos, medían de cuatro a cinco metros de altura, eran verdaderos súper hombres, fueron los Adanes y las Evas del paraíso terrenal, pero cuando hicieron mal uso del sexo, fueron arrojados de esa dimensión superior por indignos. Entonces vino la caída edénica y sus facultades se atrofiaron.
El hombre salió del Edén por la puerta del sexo y solamente por esa puerta puede retomar al Edén, el Edén es el mismo sexo. Si la humanidad aceptara el sistema de Brown Sequiar o de la sociedad Oneida o del Dr. Krumm Heller. Sistemas fundamentados en las viejas tradiciones de la Lemuria. El Superhombre de Nietzsche podría lograrse mediante la transmutación de la libido sexual. Lo principal es saber amar, sin amor, no es posible lograr todos estos prodigios.
Está claro que: “Junto a los grandes hombres aparecen siempre las grandes mujeres”. Junto al Buda Gautama Sakiamuni está Yasodhara, su bella esposa discípula. Junto al divino Rabí de Galilea aparece María Magdalena. Con el apoyo de ellas han podido realizar grandes labores en favor de la humanidad.
Por otra parte, recordemos a Valentín y los Valentinianos, quienes fundaron una escuela gnóstica donde se estudiaron los misterios del sexo. Conocieron, el secreto lemúrico, sublimaron la energía creadora y lograron el desarrollo de ciertas posibilidades psíquicas, que se hayan latentes en la raza.
DESAYUNO CAMPESINO, DIEGO VELÁZQUEZ, 1620
Valentín fue un gran iluminado, un gran maestro en el sentido más completo de la palabra. El amor en sí mismo es algo divino. Pero ¡hay que saber amar, desgraciadamente el ser humano no sabe amar! Muchas veces, el hombre trata muy mal a la mujer en su primera noche de bodas, no quiere comprender que la virginidad es sagrada, y que hay que saberla respetar. Podría decirse que viola a su propia mujer, no quiere entender que hay que saber tratar a la mujer con sabiduría, que hay que saber llevarla por el camino del amor. En la vida cotidiana el hombre y la mujer riñen por cuestiones insignificantes.
El hombre dice una cosa, la mujer otra, a veces una palabrita es suficiente para que uno de la pareja reaccione. No saben controlarse a sí mismos. No quieren entender que el hogar es el mejor gimnasio psicológico. Es en el hogar dónde venimos a descubrir nuestros defectos de tipo psicológico. ¿Nos hieren? ¿Por qué nos hieren? ¿Será acaso que tenemos celos? ¿Será acaso que nos han herido el amor propio? ¿Será que nos han herido el orgullo?... o ¿qué? Cuando uno descubre que tiene un defecto psicológico, tiene también la oportunidad para desintegrarlo, para reducirlo a polvareda cósmica. Eliminando nuestros errores, podremos lograr el despertar de la conciencia.
Desafortunadamente, la gente no quiere cambiar, ni eliminar sus defectos, dice: Yo soy Iracundo ese es mi modo de ser. Otro dice: Bueno yo soy celoso, así soy y qué... El de más allá exclama: Yo soy lujurioso, me gustan las mujeres, así soy, así nací, ¿y qué? Con ese modo de pensar, con ese modo de sentir no es posible lograr una transformación verdadera. Cuando uno reconoce que tiene un defecto psicológico debe eliminarlo. Uno viene a descubrir que tiene tal o cual error precisamente en la casa, en el hogar. Por eso es que el hogar sirve de gimnasio psicológico para nosotros. Muchos se quejan de que sus mujeres son irascibles, de que son celosas. Desean conseguirse otra mujer que sea un paraíso, que sea un ángel bajado de las estrellas, etc. No quieren entender que el hogar es un gimnasio extraordinario y que es allí donde podemos nosotros auto descubrimos.
Precisamente en el hogar tenemos la oportunidad para descubrir nuestros errores y si lo logramos, conseguiremos el despertar de la conciencia. En la casa debe reinar siempre la comprensión entre el hombre y la mujer. No debe esperar el hombre que la mujer sea perfecta, tampoco la mujer puede esperar que el hombre sea un dechado de virtudes. Hay que aceptar las cosas como son y tener a la casa como una escuela donde podemos auto descubrimos. A medida que nosotros vayamos eliminando nuestros defectos psicológicos, la felicidad se irá aumentando, y si un día nos tocó sufrir mucho, después ese hogar se convertirá en un paraíso.
Los celos dañan el hogar. Si la mujer mira por allí a alguien, el marido ya está sufriendo, ya le parece que tiene relaciones con otro hombre, etc. Errores de su mente, pero él los toma como realidades. La mujer celosa es lo mismo, hace sufrir al varón. No puede éste mirar a ninguna otra mujer porque ya ella está sufriendo y haciendo escándalo dentro de la casa Si uno en verdad investiga cuidadosamente el origen de los celos descubrirá que se deben ellos precisamente al temor, se teme perder lo que más se ama. La mujer teme perder al hombre, el hombre teme perder a la mujer; cree la mujer que el hombre se va con otra; supone el hombre que la mujer se va con otro y claro vienen los sufrimientos y los dolores. Más si nosotros eliminamos el temor, los celos desaparecen.
EL ÁNGEL CAÍDO, ALEXANDRE CABANEL, 1847
Otro factor de discordia entre las parejas, en los hogares, es la ira. El hombre dice una cosa, iracundo, la mujer responde con dos piedras en la mano, y al fin terminan en una batalla de platos y vasos rotos etc. Esa es la cruda realidad de los hechos. Si se eliminara el demonio de la ira reinaría la paz en los hogares, no habría dolor. Debemos de pasar por ciertos sacrificios a fin de eliminar la ira. En primer lugar, debemos descubrir los resortes secretos que nos causan coraje, el orgullo, el amor propio herido ante una ofensa de la pareja, el yo de la irritabilidad por impaciencia. La ira por celos, que nos arrastra a interminables discusiones y reproches; la ira por nuestros egoísmos ante las necesidades de nuestra pareja.
Solo si somos capaces de sacrificar el dolor que nos produce la ira a todas horas mediante la comprensión y con la ayuda de nuestra madre divina interior, es posible vencer tan terrible yo. Por eso la importancia de tomar al hogar como el gimnasio psicológico. Debemos aprender a tomar de buen agrado las manifestaciones desagradables de nuestra pareja. Si en verdad queremos morir. Que dichosas serían las parejas si se supieran amar de verdad, si el hombre y la mujer nunca tuvieran ira.
La «luna de miel» se podría conservar. Desgraciadamente, los seres humanos que se casan están empeñados en acabar con lo más bello que hay, con «la luna de miel”. Si se quiere conservar en realidad de verdad la «luna de miel», hay que eliminar la ira, hay que eliminar los celos, hay que eliminar el egoísmo; debernos volvemos comprensivos, aprender a dispensar al ser amado todos sus errores. ¡Nadie nace perfecto! El hombre debe saber que la mujer tiene sus defectos. La mujer debe comprender que el hombre tiene los suyos. Mutuamente deben dispensarse sus errores del tipo psicológico. Si así proceden conservarán la luna de miel. Cuando una pareja se casa, debería entender mejor la psicología.
Por lo común uno de la pareja comienza por herir al otro; el otro reacciona y hiere también. Se forma un conflicto, al fin el conflicto pasa, los dos se reconcilian y todo continúa aparentemente en paz, más no hay tal, el resentimiento queda. Otro día hay otro conflicto, se disputan marido y mujer por cualquier tontería, tal vez unos celos, en fin, por cualquier cosa. Resultados: Pasó el conflicto y queda otro resentimiento y así de conflicto en conflicto, los resentimientos van aumentando y la luna de miel se va acabando. Por último, ya no hay tal, se acabó. Lo que hay son resentimientos de lado y lado y si no se divorcian sí continúan unidos ya lo hacen por un deber o simplemente por pasión animal y eso es todo. El error más grave que pueden tener un hombre y una mujer es acabar con la luna de miel. ¿quite insultó la mujer?, ¿Que te dijo palabras feas?, Tú mantente sereno, apacible, no reacciones jornada de la vida, muérdete la lengua antes de contestar Al fin ella al verte tan sereno sin ningún tipo de reacción se sentirá tremendamente avergonzada y te pedirá perdón. ¿Te insultó tu marido, mujer?... ¿Qué te dijo?... ¿Te está celando con el novio que tenías antes? ¿Qué pasó?... ¿Está hoy el de mal carácter?... ¿Regresó de la calle tremendamente neurasténico?... Tú mantente serena, alcánzale su comida, su ropa, ayúdalo a bañar, bésalo, ámalo y cuanto más te insulte, tú más ámalo. ¿Qué sucederá al fin?
PSYCHE AND AMOUR, WILLIAM ADOLPHE BOUGUEREAU 1889
Pueden estar ustedes seguras, mujeres que el hombre al fin se sentirá tremendamente arrepentido, sentirá que el remordimiento le traga el corazón y hasta se hincará para pedirte perdón, verá en ti una santa, una mártir, se considerará un tirano, un malvado. ¡Habrás ganado la batalla! Si ambos hombre y mujer proceden así, si actúan de acuerdo con esta fórmula, puedo garantizarles que no se pierde la luna de miel, porque el hombre va aprendiendo poco a poco a dominarse, al comprender que su mujer es una santa, y la mujer poco a poco va aprendiendo a controlarse, a medida que se va dando cuenta que su varón es tremendamente noble.
Llega el momento en que ninguno de los dos quiere herirse, se idolatran, continúa la luna de miel, durante toda la vida. Este es el arte de amar y de ser amado ¿Llora tu mujer?, bésale sus lágrimas, acaríciala, ¿que ella no acepta tus caricias?... bueno aguárdate un poco que le pase la ira. La ira tiene un principio y tiene un fin. Cualquier tempestad por muy fuerte que sea tiene su principio y tiene su conclusión. Aguarda un momento y verás el resultado. Lo importante es que tuno te enojes, si lo logras, si te controlas a ti mismo, al fin ella vendrá a pedirte perdón y cuán grande es la dicha de la reconciliación. Hay que empezar por el hogar, hay que empezar por ser buen dueño de casa, el hombre que no sabe ser buen dueño de casa, que no sabe vivir en su casa con su mujer y con sus hijos, tampoco sabe vivir con la sociedad.
El hombre que no sabe administrar económicamente su hogar, no sabrá administrar una empresa, su oficina o su propio negocio. El hombre que trata con la punta del pie a su mujer pero que dice que a él le interesa la cultura, la filosofía, la política, será un fracaso en el sindicato de la empresa donde trabaje, en la sociedad o en su ambiente laboral. Hay mujeres que se casan, no saben hacer las labores del hogar, pero si quieren tener servidumbre para los quehaceres de la casa, empero, si no conocen los oficios del hogar, ¿cómo van a poder mandar a unos empleados domésticos?, se requiere ser buen dueño de casa. Quien no saber ser un buen dueño de su casa, tampoco puede ser un ciudadano útil para sus semejantes.
Hay que aprender a vivir, con verdadera inteligencia gran comprensión. El matrimonio y el amor es muy delicado. Se puede analizar desde diferentes ángulos, hoy en día, muchos matrimonios ya no tienen nada que ver con el amor. Muchos se casan por interés económico. Por otro lado, hay jovencitas que queriendo apresurar el matrimonio se casan sin estar preparadas para ello, y sin observar si el muchacho les va a responder o nulo mejor es que esperen a que la ley del destino les ponga su pareja sin precipitar nada.
Hay jóvenes que solo quieren aventuras amorosas antes de pensar en un matrimonio formal, que piensan de forma inmadura. Si queremos tener éxito en la vida, debemos aprender a respetar el amor. Amigos, es necesario aprovechar esa energía creadora maravillosa del sexo. Esa energía fluye desde el núcleo de cada átomo desde el núcleo de nuestro sistema solar y desde el núcleo de cada galaxia, del espacio estrellado. El amor en sí mismo fue respetado siempre, y nunca jamás la humanidad había caído en un estado de degeneración sexual como el de estos tiempos. Nosotros debemos tratar de buscar el camino de la regeneración, debemos amar intensamente a la mujer, debemos ver en ella un poema milagroso como el de las Mil Yuna noches, debemos escanciar el vino de la sabiduría si es que queremos vivir rectamente.
VIRGILIO CUAUTLE ROLDAN
IMAGENES: EL AMOR KINUKO Y. KRAFT, 1970 LUNA DE MIEL, ERNEST ANGE DUEZ, 1870 DESAYUNO CAMPESINO, DIEGO VELÁZQUEZ, 1620 EL ÁNGEL CAÍDO, ALEXANDRE CABANEL, 1847 PSYCHE AND AMOUR, WILLIAM ADOLPHE BOUGUEREAU 1889