Las Tres Furias

Tres Furias. Paul Gustave Doré. 1832-33.

Apreciados amigos, en esta ocasión vamos a estudiar el tema de las tres furias o Gorgonas de la mitología griega, mismas que aparecen rodeadas por hidras verdosas y tienen por cabellos pequeñas serpientes. Ahora bien, las tres furias que menciona el poeta Virgilio, son los mismos tres traidores de Hiram Abif, el Cristo de la masonería oculta; la de la izquierda es la espantosa Megera, celosa, la del centro es Alectón “discordia” y la de la derecha es Tisífona, fraudes y maldad.

También alegorizan a los tres traidores del Maestro Jesús, Judas es el demonio del deseo, traiciona al Cristo de instante en instante; dado lo anterior, es urgente liberarnos de toda forma de deseo. Pilatos, el demonio de la mente, siempre justifica sus malas acciones, se declara inocente, se lava las manos. Caifás, el demonio de la mala voluntad, hace lo que le viene en gana y le importan un comino los mandamientos del bendito. El maestro Jesucristo tuvo que eliminar en sí mismo a los tres traidores antes de encarnar dentro de sí a las tres fuerzas primarias de la naturaleza.

Recordemos a Mara, el Señor de los cinco deseos, (ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo) factores de muerte y enemigos de la verdad; siempre es acompañado por sus tres hijas, las tres furias, aquellas tentadoras con sus legiones tenebrosas que asaltaron al Budha. Está claro que no pueden faltar en el drama cósmico los tres traidores. Por otra parte, Dante, el de la Divina Comedia, encontró en el noveno círculo infernal a Judas, Bruto y Casio, mismos que estaban en las fauces de Lucifer. Estos tres aspectos se fundamentan en el deseo.

Orestes perseguido por las Furias. Carl Rahl. 1852.

El deseo es la causa, origen, raíz de todo defecto psicológico, cualquier agregado o trauma, sea el que sea, se fundamenta en el deseo; la mala voluntad es deseo intensificado, toda forma de la mente, estructura, representación mental, pensamiento, razonamiento, etc., tiene como base al deseo. Debemos comprender que cualquier defecto psicológico, sea de tipo emocional, mental o volitivo (causal) tiene como base al deseo. Además, tenemos que entender a fondo las diversas formas de deseo para eliminar el ego. Sólo disolviendo las diversas formas ilusorias del deseo se libera la luz contenida en las mismas. La luz es nuestra conciencia, la luz de la conciencia brilla aterradora en medio de las tinieblas interiores que se niegan a extinguirse, ya que no quieren morir. Empero si queremos despejar las tinieblas interiores, liberarnos de la terrible oscuridad y de la ignorancia en la que nos encontramos, es necesario, indispensable, sacrificar a las tres furias y a sus legiones mediante el crudo trabajo psicológico que nos impone la vida por medio de la convivencia en nuestro hogar, en el trabajo, en la calle, en los grupos esotéricos, etc. Rehuir al sacrificio del dolor que exige la muerte de cualquier agregado, es ponernos a favor de las tres furias. Es fracasar en el intento por la conquista de nuestra alma conciencia. Es darle la espalda a nuestro Ser.

Amigos, recordemos que tenemos dentro de sí mismos los cuerpos internos, mismos que a la vez son lunares. Por tanto, existe una relación íntima entre el cuerpo astral, que es lunar, con el cerebro emocional, ubicado en el plexo solar, dos dedos arriba de nuestro ombligo y el demonio del deseo alegorizado por el Judas del drama cósmico, aunque debo aclarar que Judas, el apóstol del maestro Jesús, sólo representó el papel de traidor dentro de dicho drama, él no quería este papel, pero por ser el discípulo más aventajado del maestro Jesús, él se lo asignó.

Dentro de los manuscritos esenios gnósticos, encontrados a orillas del Mar Muerto en las cuevas de Qumrán en 1947, está el evangelio de Judas, que nos habla acerca de la muerte del ego. Por otra parte, tenemos que el cuerpo mental, asociado a nuestro cerebro intelectual, ubicado en nuestro cerebro, este cuerpo se asocia con el demonio de la mente; dentro del drama cósmico es Pilatos, el que se lava las manos para justificar sus errores. Por último, tenemos al demonio de la mala voluntad relacionado, en el drama cósmico, con el sumo pontífice Caifás. Ahora bien, éste se expresa en nuestro cuerpo causal lunar y en el cuerpo físico tiene su asiento en el cerebro motor, instintivo, sexual. La mala voluntad es deseo intensificado.

Estos tres traidores a su vez se asocian con los tres guardianes del umbral que debemos enfrentar para avanzar en nuestro trabajo del despertar de la conciencia. Cuando el Chela o discípulo es puesto a prueba en los mundos internos, tiene que enfrentarse valerosamente a estos guardianes; por tanto, si tiene miedo, huye o regresa de inmediato al cuerpo físico, fracasa en estas pruebas iniciáticas de misterios menores y, en ese orden de ideas, debe prepararse más para que el Ser le coloque de nuevo las pruebas en un futuro. Lo anterior, significa un atraso o estancamiento para el despertar de nuestra conciencia.

Debo hacer notar que, si nuestro Padre que está en secreto nos somete a las pruebas de los guardianes del umbral o cualquier otra clase de pruebas, es para que demostremos nuestra calidad moral. Cualquier prueba esotérica superada exitosamente en los mundos internos implica un avance, un logro, un grado más de conciencia despierta, pero debemos tener en cuenta que a mayor avance, mayores pruebas, mayores esfuerzos conscientes y padecimientos voluntarios; a las tres furias no les agrada que les quiten legiones, entonces reaccionan violentas contra el iniciado. En modo alguno gustarán de la muerte psicológica.

Amigos, veamos ahora unos párrafos del Apocalipsis que a la letra dicen: “Y vi salir de la boca del dragón y de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas.”

Orestes y las furias. Wiliam Bouguereau. 1862

“Pues son espíritus de demonios que hacen señales y van a los reyes de la Tierra en todo el mundo para reunirlos en la batalla de aquel día del Dios todo poderoso.” Apocalipsis 16:13-16 (RVR1960)

Y ¿Quién es ese dragón? ¿Esa bestia? ¿Ese falso profeta? Pues viene a ser Mara, el fuego luciferino, ese horrible gusano que atraviesa el corazón del mundo, el fuego sexual negativo es el padre de las tres Furias. Es claro que Lucifer Mara, el tentador con todas sus legiones es el origen, causa, raíz del dolor, la enfermedad, la vejez y la muerte.

Por último, no está demás mencionar que Dante Alighieri, poeta italiano, autor de la Divina Comedia, expresó en esta obra monumental que en el núcleo de la Tierra está asentado el noveno círculo dantesco región de inmenso dolor infernal en el cual se encuentra la ciudad de Dite; las tres Gorgonas o tres Furias con serpientes sobre sus cabezas, a manera de cabellos, habitan en esta ciudad maldita. De manera simbólica describe la involución de las almas a través de los sucesivos círculos infra-dimensionales.

El Maestro Samael devela en forma extraordinaria el significado esotérico de cada alegoría, a estas horas del día gran parte de la raza Atlante y una cantidad importante de nuestra raza Aria se halla en plena involución infernal. Es claro que las tres Gorgonas habitan en el fondo de nuestro infra-consciente, es indispensable descender a nuestros infiernos atómicos personales para desintegrar a estos enemigos ocultos, esto es posible mediante una sabia comprensión y un uso correcto de nuestras energías creadoras; de lo contrario, nuestras esencias embotelladas en el ego animal serán arrastradas a la involución mineral sumergida. Ahora bien, destaco que no hay castigo eterno como equivocadamente nos lo han hecho creer, ya que a un lado de la justicia está la misericordia divina, es definitivo que después de unos ocho o diez mil años de involución en esas regiones sumergidas, las chispas virginales quedan libres de toda impureza egoica para reiniciar su ascenso evolutivo por los distintos reinos de la naturaleza; bajo el aspecto de hermosos seres elementales con forma de niños.

Pues bien, estimados amigos, hasta aquí mis reflexiones sobre este tema, deseando que les sean de utilidad y que llevemos a nuestra conciencia los conocimientos vertidos en esta revista para vivir la auto gnosis de instante en instante, de momento en momento.

Fraternalmente: Virgilio Cuautle Roldán. Instructor gnóstico de Nochistlán Zacatecas.

Imagen 1: Tres Furias. Paul Gustave Doré. 1832-33. Imagen 2: Orestes perseguido por las Furias. Carl Rahl. 1852. Imagen 3: Orestes y las furias. Wiliam Bouguereau. 1862

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