LOS SIETE REGENTES PLANETARIOS
En el libro bíblico del Apocalipsis, 8:2-11:19 se refiere a los siete ángeles que rigen los planetas principales de nuestro sistema solar.
"Y vi los siete ángeles (Gabriel, Raphael, Uriel, Michael, Samael, Zachariel, Orifiel); y les fueron dadas siete trompetas" (Ap. 8: 2).
LA SÉPTIMA PLAGA, JOHN MARTIN, 1823
"Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas, se aparejaron para tocar. Y el primer ángel (Gabriel), tocó la trompeta y fue hecho granizo y fuego mezclado con sangre y fueron arrojados a la tierra; y la tercera parte de los árboles fue quemada y quemóse toda hierba verde" (Ap. 8: 6, 7).
El ángel Gabriel, regente de la Luna, es el custodio del templo de la ciencia; los médicos utilizan el caduceo de Mercurio para representar la ciencia de la medicina, la cual ha sido profanada por el ateísmo y el materialismo, por ese motivo, la trompeta del ángel, ha sonado.
"Y el segundo ángel (Raphael) tocó la trompeta, y como un grande monte ardiendo con fuego, fue mar (la cabeza de toda la humanidad); y la tercera parte de la mar se tornó en sangre" (Ap. 8: 8).
Las deudas kármicas de todos y cada uno de los seres humanos, serán examinadas antes del gran cataclismo. Se harán cálculos matemáticos, exactos.
"Y murió la tercera parte de las criaturas que estaban en la mar, las cuales tenían vida; y la tercera parte de los navíos pereció" (Ap. 8: 9).
Puede comprenderse la tercera parte como un triple alcance de la catástrofe: en los mundos físico, anímico y espiritual. Raphael, el ángel regente de Mercurio, ha tocado su trompeta y en los templos internos del Karma, por hacer comercio con la salud, entre otros crímenes.
"Y el tercer ángel (Uriel) tocó la trompeta, y cayó del cielo una grande estrella (la estrella de la amargura), ardiendo como una antorcha, y cayó en la tercera parte de los ríos, y en las fuentes de las aguas" (Ap. 8: 10).
"Y el nombre de la Estrella se dice ajenjo (amargura), y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas" (Ap. 8: 11).
El ángel de Venus, Anael, ha tocado su trompeta. Las aguas son familias y muchedumbres, pueblos y lenguas. Las aguas se volvieron ajenjo. Los hogares de la tierra se llenaron de fornicaciones, odios, adulterios y muy grande tribulación.
EL ÁNGEL DEL APOCALIPSIS. WILLIAM BLAKE, 1805
"Y el cuarto ángel (Michael) tocó la trompeta y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas de tal manera que se obscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del día, y lo mismo de la noche" (Ap. 8: 12).
Las altas zonas de la atmósfera terrestre serán totalmente alteradas con las explosiones atómicas. Entonces, por lógica consecuencia, no podrán filtrar y analizar los rayos del sol, la luna y las estrellas. Pronto veremos el sol negro como silicio y la luna como sangre. Entonces las estrellas se oscurecerán. No habrá luz. Un color rojizo ferruginoso cubrirá la faz de la tierra.
"Y el quinto ángel (Samael) tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo en la tierra y le fue dada la llave del pozo del abismo" (Ap. 9: 1).
Desde el año 1950 un mundo gigantesco se está aproximando a nuestra tierra. Esa estrella ya cayó en nuestra tierra, y le fue dada la llave del pozo del abismo. Este mundo gigantesco será visible para todos dentro de pocos años.
Actualmente ya estamos en los días de la gran aflicción. ¡Ay de los moradores de la tierra; los tiempos del fin ya llegaron! "Y en aquellos días (estos días; y en el abismo) buscarán los hombres la muerte, y no la hallarán; y desearán morir, y la muerte huirá de ellos" (Ap. 9: 6).
"Y tenían cabellos como cabellos de mujeres (llenos de fingidas dulzuras y gentilezas hipócritas); y sus dientes eran como dientes de leones. Y tenían corazas como corazas de hierro; y el estruendo de sus alas (aviones), como el ruido de carros que con muchos caballos corren a la batalla.
Y tenían colas semejantes a las de los escorpiones y tenían en sus colas aguijones (poderosos ejércitos armados con aguijones, bombas atómicas, cohetes teledirigidos, bombas de hidrógeno, etc.); y su poder era el de hacer daño a los hombres cinco meses" (Ap. 9: 8-10). Así las naciones pagarán sus deudas kármicas.
Esos son los jefes civiles y militares del mundo, los gentiles diplomáticos, los grandes de la tierra. Tienen colas semejantes a los de los escorpiones, y en sus colas, ¡mortales y terribles aguijones! He aquí las grandes fuerzas militares del Este y del Oeste. El poderío militar. Los jefes, los grandes generales, los grandes diplomáticos. Los poderosos de la tierra. ¡Ese es este siglo!
APOCALIPSIS, ALBERTO DURERO, 1510
"Y el sexto ángel (Zachariel) tocó la trompeta; y oí una voz de los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios" (Ap. 9: 13). "Diciendo al sexto ángel, que tenía la trompeta: Desata los cuatro ángeles que están atados en el gran río Éufrates (los cuatro Deva rajas que gobiernan los cuatro vientos)" (Ap. 9: 14).
"Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban aparejados para la hora y día y mes y año, para matar la tercera parte de los hombres" (Ap. 9: 15).
Con la bomba de hidrógeno quedarán libres los cuatro ángeles de los cuatro puntos cardinales de la tierra, que fueran designados para el día y la hora. Elementos desconocidos para el hombre serán liberados, y la ciencia humana no podrá controlarlos. La bomba de hidrógeno será el pandemonio.
"Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego (este ángel es Orifiel, el Genio de Saturno). Y tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra" (Ap. 10: 1, 2).
"Y clamó con grande voz, como cuando un león ruge; y cuando hubo clamado, siete truenos hablaron sus voces" (Ap. 10: 3). Esos siete truenos son las voces sublimes de los siete espíritus ante el trono, las siete potencias de la naturaleza.
"Y cuando los siete truenos hubieron hablado sus voces, yo iba a escribir, y oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han hablado, y no las escribas" (Ap. 10: 4).
Orifiel, el Genio de Saturno, es el último, y es el que siega con su hoz vidas de hombres y de pueblos. "Muchos son los llamados y pocos los escogidos". Realmente serán muy pocos aquellos que se sentarán victoriosos a la mesa del Señor. La humanidad tenebrosa se hundió en el abismo.
En aquel día del séptimo ángel se abrirán los paraísos de Jinas (las tierras de la cuarta dimensión), donde mora la humanidad divina. Ese es el Jardín de las Delicias. Allí vivirán los justos.
"Los elegidos estarán más próximos al Eterno. Habitarán en el Jardín de las Delicias. Gran número de ancianos y algunos jóvenes serán huéspedes dichosos. Reposarán en lechos adornados de oro y piedras preciosas. Se mirarán con afecto; serán servidos por niños dotados de una juventud eterna. Y ofrecerán vino exquisito en copas de formas diferentes (el vino de la Luz del alquimista). Su vapor no se subirá a la cabeza ni oscurecerá la razón.
Tendrán a discreción las frutas que deseen; y las carnes de las aves más raras. Junto a ellos se hallarán las Huríes de hermosos ojos negros. La blancura de su tez será igual al brillo de las perlas. Sus favores serán el premio a la virtud. Las conversaciones frívolas serán desterradas de esta mansión. En el corazón no se albergará el mal. No se escuchará allí más que el dulce nombre de paz. ¡Qué felices los que ocuparán la derecha!
Se pasearán entre nabos que no tienen espinas y entre plátanos artísticamente dispuestos. Gozarán de su espeso follaje, junto a las aguas cantarinas. Allí una multitud de frutos diversos se ofrecerán a la mano que desee cogerlos.
Reposarán en lechos elevados. Sus esposas serán de una creación especial, serán vírgenes. Les amarán y gozarán de la misma juventud que sus rostros ni les harán insensibles, junto a ellos habrán vírgenes intactas, y bajarán humildemente los ojos" (Versículos 39 al 47 del Capítulo XXXVII del Corán).
Así, en el Apocalipsis y en el Corán nos previene de un tiempo de gran catástrofe y de la potestad que tiene cada uno de los ángeles sobre aspectos humanos, anímicos y espirituales.
JINETES DEL APOCALIPSIS, CARLO CARRÁ, 1907
Es por ello que en la Atlántida existían siete escuelas de misterios pertenecientes a los siete planetas de nuestro sistema solar. Existían los misterios del santuario de Júpiter, los misterios del santuario de Venus, los misterios del santuario de Marte, los misterios del santuario de Saturno, los misterios del santuario de Mercurio, los misterios del santuario de la Luna, y todos ellos giraban alrededor del santuario gnóstico que es el del Cristo Sol.
Ese santuario fue traído por los Elohim a la Tierra, y en forma de dramas Iniciáticos nos dejaron toda su ciencia y toda su sabiduría. Esas siete escuelas de misterios existen hasta nuestros días en la Luz Astral, que las nutre y alimenta con su sabiduría.
Pero no olvidemos que, así como en la Atlántida, hubo un culto al Cristo, también existió el culto del sol tenebroso. Así como existieron los misterios blancos de Júpiter, existieron también los misterios tenebrosos de Júpiter. Así como existieron los misterios santos de Mercurio, también existieron los misterios tenebrosos de Mercurio. Así como existieron los misterios sagrados de la Luna, también existieron los misterios negros de la Menguante Lunar. Así como existieron los misterios del Ocultismo Marciano, también existieron los misterios tenebrosos de Marte. Así como existieron los misterios del oráculo de Venus, así también existieron los misterios tenebrosos de la paila de cobre de Lucifer Venus. Así como existieron los misterios de Saturno, así también existieron los misterios de Saturno Moloch.
LOS SIETE ARCÁNGELES, MASSIMO STANZIONE, 1559
Los siete espíritus creadores son también los siete cosmocratores o creadores de mundos, Michael, en hebreo significa “Quien como Dios”, Gabriel, “Héroe de Dios”, “Fuerza de Dios”; Rafael, “Médico de Dios” o “curación de Dios”, Samael,” Castigo de Dios”, Zachariel, “memoria de Dios”, Orifiel “Muerte de Dios”.
Michael es el Genio del Sol, Gabriel es un Ángel Lunar, Rafael es el genio sideral de Mercurio, Samael es el Genio de Marte, Zachariel es el Genio de Júpiter, Anael, el genio de Venus, es el Ángel del Amor, el Ángel de la Aurora, Los cabellos de aquel niño parecen cascada de oro cayendo sobre sus espaldas inefables.
Parece un niño de 12 años. Su rostro, sonrosado como la aurora, es de rasgos faciales perfectos, inefables. Orifiel es el regente de Saturno.
Los misterios de luz, se cultivaron en los sagrados santuarios, y los misterios tenebrosos en las cavernas de la tierra. Todas estas escuelas existen hasta nuestros días en la Luz Astral y celebran como siempre sus mismos rituales. Unos en templos de la luz y otros en las cavernas tenebrosas.
Por eso es importante diferenciar las doctrinas blancas de las tenebrosas y caminar por el camino de la revolución de la conciencia, eliminando el agregado psicológico, transmutando las energías creadoras y realizando el sacrificio por la humanidad.
El maestro Samael enseña el arte de hablar con los Dioses siderales:
Es necesario aprender a salir consiente en cuerpo astral, para invocar por medio de nuestro Ser interior profundo y en el nombre del cristo a los dioses siderales, pedirle que se traslade al templo correspondiente del planeta que se requiere pedir su ayuda, realizar los saludos de rigor ante los guardianes del templo con una reverencia a la derecha y otra a la izquierda, pronunciando las palabras: Jachin y Boaz.
Postrados de rodillas, con gran veneración, solicitar ayuda para conocer nuestro horóscopo auténtico y legítimo.
Todo ser humano pertenece a una corriente sideral y la esencia contiene cualidades correspondientes a cada planeta: Las personas que tengan una línea transversal en la frente, son hijas de GABRIEL; las que tengan dos líneas son hijas de RAPHAEL; las que tengan tres, son hijas de URIEL; las que tengan cuatro, son hijas de MICHAEL; las que tengan cinco, son hijas de SAMAEL; las que tengan seis, son de ZACHARIEL; y las que tengan siete son de ORIFIEL.
Susana Margarita Rodríguez Licea y Francisco Ismael Moreno Luna.
BIBLIOGRAFÍA: MENSAJE DE ACUARIO, MATRIMONIO PERFECTO, MANUAL DE MAGIA PRÁCTICA. MI REGRESO A TÍBET. TRATADO ESOTÉRICO DE TEÚRGIA.
IMAGENES: LA SÉPTIMA PLAGA, JOHN MARTIN, 1823 EL ÁNGEL DEL APOCALIPSIS. WILLIAM BLAKE, 1805 APOCALIPSIS, ALBERTO DURERO, 1510 JINETES DEL APOCALIPSIS, CARLO CARRÁ, 1907 LOS SIETE ARCÁNGELES, MASSIMO STANZIONE, 1559