Sábado:

Descripción del día y la influencia del planeta.

Avanzando en el conocimiento encerrado en los días e influencias planetarias y la forma en que nos pueden ayudar, sus genios siderales, a cambio de buenas obras, abordamos ahora, fino lector, el día sábado, séptimo día del orden planetario real y que se encuentra influenciado por el planeta Saturno cuyo Regente, Cosmocrator o Gobernador planetario es el Ángel Orifiel.

EL ÁNGEL QUE PROCLAMA EL FINAL DE LOS TIEMPOS, JAMES JUSTUS TUCKER, 1820

EL ÁNGEL QUE PROCLAMA EL FINAL DE LOS TIEMPOS, JAMES JUSTUS TUCKER, 1820

Si tú quieres ayudar a la humanidad en la mejora del medio ambiente, o quieres mejorar los circunstancias de tu vida práctica, modificar tu karma que como la espada de la justicia cósmica amenaza con decapitarte, si tienes asuntos legales por resolver sobre bienes raíces, herencias de bienes raíces, tierras, casas, propiedades o estás en la cárcel o en peligro de ser encarcelado, por malos entendidos o malas voluntades o tienes familiares o amigos en la cárcel o estás tú o tus familiares o amigos en peligro de muerte por amenazas o enfermedad o quieres ser asistido, ayudado en la muerte de tus defectos psicológicos, pide la ayuda del Ángel Orifiel.

A Orifiel hay que invocarlo el sábado.

Antes de hacer la invocación, se debe hacer un ayuno de nueve días. Durante el ayuno se debe beber agua pura con miel de abeja y limón. La invocación se hará en el noveno día del ayuno. El agua pura endulzada con miel de abeja y algunas gotas de limón, hace posible el ayuno.

Los ángeles auxilian de acuerdo con la Ley y hasta donde ésta lo permita. El auxilio que los ángeles nos brindan se procesa de acuerdo con la Ley y nunca de acuerdo con nuestros caprichos meramente personales. Cuando no se nos concede algo, es porque debemos pagar lo que debemos y entonces en vez de protestar, debemos inclinarnos humildemente ante el veredicto de la Ley.

SATURNO COMO SIGNO DE CAPRICORNIO, PIETRO FACHETTI, SIGLO XVI

SATURNO COMO SIGNO DE CAPRICORNIO, PIETRO FACHETTI, SIGLO XVI

Procedimiento:

+ Requisito indispensable: tener como habito permanente un recto sentir, un recto pensar, un recto actuar y una forma recta de ganarse la vida. Quienes invoquen a los ángeles por puro juego, no serán asistidos. Las gentes miedosas, fornicarias, adúlteras, criminales, etc., no deben hacer estas invocaciones.

+ La invocación la debemos hacer a las 12 de la noche en cualquier paraje solitario donde se encuentren dos caminos formando cruz, si no hay esos caminos, los trazamos en el piso con una vara seca y listo.

+ Antes de pedir el favor de los ángeles, primero se pide por nuestros semejantes profiriendo tres veces la siguiente oración:

Que todos los seres sean felices, que todos los seres sean dichosos, que todos los seres sean en paz.

+ Se prepara el aire, el Regente del aire del sábado es Maimón, a él le pedimos, como nos salga del corazón, suplicando arregle el aire para que el Genio o Regente Planetario pueda hacerse visible y tangible ante nosotros.

+ Previamente, se preparan los perfumes de Saturno, con toda clase de raíces aromáticas y de incienso, ramas de pino y ciprés; todo esto mezclado se quema en un pequeño bracero en el lugar de la invocación.

+ Con una espada trazamos un círculo mágico a nuestro alrededor, el cual deberá tener dos metros de diámetro y el invocador se colocará en el centro.

+ Debe haber mucha fe y suprema concentración y meditación en el Ángel Orifiel.

+ Trazado el círculo mágico y preparado el aire mediante los perfumes, el invocador en el centro del círculo y con gran fe recitará el exorcismo del sábado:

“Reconociendo mi tremenda nadidad y miseria interior, con entera humildad, CASIEL, Machatori, Sarakiel, concurrid a mi llamado. Os suplico en nombre del Santo y misterioso Tetragramatón venir hacia aquí.

Escuchadme por Adonai, Adonai, Adonai; Eye, Eye, Eye, Acim, Acim, Acim, Cados, Cados, Cados, Ima, Ima, Ima, Sadaí; Io, Sar, Señor ORIFIEL, Regente del planeta Saturno, jefe de la séptima legión de ángeles Inefables.

Venid, Seres Inefables de Saturno; Venid en nombre de ORIFIEL y del poderoso Elohim CASIEL. Os llamo pidiendo auxilio en nombre del Ángel BOOEL y por el astro Saturno y por sus Santos sellos. AMEN”.

+ Recitado el exorcismo del día, el invocador ubicado en el centro del círculo se sumerge en profunda meditación suplicando al Regente planetario del día, le envíe alguno de sus Santos ángeles.

Orando, meditando y hasta llorando, hay que pedir, clamar, rogar, la fe debe ser intensiva y la súplica terrible. El Ángel puede hacerse visible en el mundo físico, si no existe en el invocador ni siquiera un átomo de duda. Cualquier simple átomo de duda, hace imposible el fenómeno mágico de la materialización de algún Ángel. La petición debe formularse con claridad y muchísima humildad.

FRAILES MEDITANDO, ALESSANDRO MAGNASCO, 1723

FRAILES MEDITANDO, ALESSANDRO MAGNASCO, 1723

La invocación se debe repetir miles de veces hasta que se presente el Genio invocado.

Quienes hagan invocaciones con propósitos de venganza, como el deseo revanchista, egoístamente, con envidia, etc., fracasarán, no lograrán nada con la invocación.

+ Finalmente, como nos salga del corazón, con respeto y veneración, damos gracias a Maimón y al Ángel Orifiel por el servicio prestado.

Pedid y se os dará, tocad y se os abrirá.

José Isabel Mauricio Vargas

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