El Águila

Detalle del Águila de San Juan. Mosaico en el interior de la Iglesia de San Manuel y San Benito en Madrid España.

Detalle del Águila de San Juan. Mosaico en el interior de la Iglesia de San Manuel y San Benito en Madrid España.

Todo conocimiento tiene dos aspectos: el público o exotérico para el hombre común y el oculto o esotérico para el adepto y es obvio que debemos introducirnos primero en el círculo exotérico para posteriormente, si así lo anhelamos, ir avanzando gradualmente hacia la meta final que es liberar nuestra esencia.

El águila, simbólicamente está asociada al Sol, al cielo, a veces también con el rayo y el trueno, considerada como reina de las aves, alude a la realeza y la divinidad de épocas muy remotas por ejemplo acompañando a Zeus (Júpiter) el padre de todos los dioses.

Cuatro son las virtudes que se necesitan para poder llegar a la autorrealización íntima del Ser. Hay que tener el valor del león, la inteligencia del hombre, las alas del espíritu y la tenacidad del toro. Estos cuatro elementos están dentro de nosotros: el aire en los pulmones, el fuego en la sangre, el agua en la simiente, en la libido y la tierra en los huesos. Necesitamos dominar estos cuatro elementos aquí y ahora.

El águila, el Tercer Logos, el Espíritu, es la simiente, nuestra energía creadora, trabajando con ella es cómo podemos regresar al padre de todas las luces.

En esta figura podemos apreciar a un felino sentado, su cuerpo tiene forma de serpiente en tanto que la cabeza tiene un aspecto de águila, por lo tanto, nos encontramos ante una simbiosis de tres animales en uno: el águila que representa al espíritu, el Xolotl o Jaguar se relaciona con el aspecto sexual y la serpiente es la Madre Divina.

Teotihuacan (un lugar sagrado, donde los hombres se hacen dioses) asiento de hombres auténticos que lograron una transformación radical de sí mismos, convirtiéndose en Quetzalcóatl (serpientes emplumadas).

En los recintos sagrados, los grandes iniciados recibían las claves para continuar en el camino interior, la serpiente devorada por el águila se convertía en serpiente emplumada, resultado de trabajos conscientes y padecimientos voluntarios, representados por las espinas del nopal.

Recordemos el peregrinaje o éxodo del pueblo azteca en búsqueda de la tierra prometida (la cuarta dimensión) guiados por su dios Huitzilopochtli y el sacerdote Cuauhcoatl (serpiente-águila), enfrentándose a difíciles pruebas hasta encontrar el sitio señalado donde habrían de encontrar un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente, actualmente es el valle de México, donde fue fundada la gran Tenochtitlan.

En otro aspecto también representa a nuestra divina madre particular.

El México antiguo tiene la sabiduría de la eternidad, en la tierra sagrada de los nahuas, toltecas, mayas, zapotecas, olmecas, teotihuacanos, se hallan verdades trascendentales que deben ser estudiadas, analizadas, conocidas y comprendidas.

Los guerreros águilas eran una clase especial en los ejércitos mexicas.

El águila es considerada también el emblema supremo de los dioses, gobernantes y guerreros. Es símbolo de la majestuosidad, valentía e inspiración espiritual, las águilas han sido utilizadas por muchos pueblos como símbolo nacional y especialmente símbolo imperial, mostrando poderío y belleza. Del Imperio romano y otros estados han tomado la forma más usual del emblema con un águila; el Imperio bizantino aportó el símbolo del águila bicéfala.

Los primeros cristianos conocieron la antigua leyenda en la que el águila renovaba su juventud al lanzarse tres veces a una fuente de agua pura. Los cristianos tomaron al águila como emblema del bautismo (regeneración y salvación).

“San Juan Evangelista en Patmos”. Cosmè Tura. (1470 – 1475).

“San Juan Evangelista en Patmos”. Cosmè Tura. (1470 – 1475).

Por otra parte, esta ave se relaciona con Juan el apóstol porque se consideraba un animal sabio y clarividente, que cuando vuela mira directamente al sol.

En apocalipsis 4:7 los cuatro evangelistas han sido relacionados simbólicamente con los cuatro seres vivientes: el primer ser viviente un león (Marcos); el segundo ser viviente un novillo (Lucas); el tercer ser viviente, que tiene rostro de hombre con (Mateo) y el cuarto ser viviente como un águila en vuelo (Juan), por sus escritos tan elevados, sus verdades tan altas que manifiestan la divinidad del señor.

El águila es un tótem que se da en casi todo el planeta. Es un animal espiritual importante en multitud de culturas, desde oriente hasta occidente y tienen siempre en cualquier conocimiento, un significado noble y de gran importancia.

El águila aparece como símbolo heráldico de muchos imperios y naciones desde Roma hasta Rusia (el Imperio Germánico, Polonia, Rumania, Albania, USA, México, España) y también como representación de San Juan Evangelista.

El águila se dice que vuela junto a los dioses, por eso es sabia y está por encima de muchas cosas superficiales, nos enseña, la pureza, la espiritualidad, la responsabilidad, a ser meticulosos en nuestro trabajo, a hacer todo con gran perfección. Sobre todo, lo más especial, nos enseña a volar siempre con el Gran Espíritu, con el Uno, con Dios.

Enviado por Instructora María Guadalupe Licea Rivera.

Bibliografía: Magia Crística Azteca. Apocalipsis de San Juan.

“D. ¿El Cóndor, Venerable Maestro? M. El cóndor, o el águila altanera, es el símbolo, justamente, del segundo Logos... D. ¿Del Cristo? M. ¡Del Christus, o Vishnu de los indostanes... (Samael Aun Weor. Simbología Gnóstica de los Animales).

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