Renuncia (Nekkhamma)

Amigos, es momento de estudiar el Paramita Nekkhamma, (la renuncia voluntaria) la palabra Paramita significa haber pasado al otro lado del rio, por haberse liberado del sufrimiento.

En el óctuple camino del budismo, Nekkhamma es la primera práctica asociada con la "Intención Correcta". En la lista Theravada de las diez perfecciones budistas, Nekkhamma es la tercera práctica de "perfección". Implica desapego, renunciación. La filosofía budista nos afirma que cuando la mente se libera del apego durante la meditación; el atleta de la meditación conquista la iluminación, el Shamadi, la experiencia del vacío iluminador, el Atala; el cual puede ser permanente o momentáneo.

PINTURA: SAN FRANCISCO DE ASÍS EN ÉXTASIS, ANTON VAN DYCK, 1599.

PINTURA: SAN FRANCISCO DE ASÍS EN ÉXTASIS, ANTON VAN DYCK, 1599.

Al estado de iluminación permanente se le denomina dentro de la escuela budista Hinayana del Tíbet “agua viva”, en tanto que al estado de iluminación temporal se le denomina agua muerta.

A los estudiantes de la gnosis lo que nos interesa, es la conquista del “agua viva”, lograr un estado de iluminación continua, atemporal; pero ello implica la desintegración de toda forma de apego, de deseo, de todo tipo de faceta psicológica que nos ate a este mundo Mayábico o ilusorio. Por oposición, requerimos integrar las diversas partes de nuestro ser como consecuencia de la muerte de miles y miles de defectos psicológicos que interiormente cargamos en nuestra psiquis.

Es urgente comprender lo que implica la renunciación, desde el punto de vista gnóstico. Es muy fácil seguir cualquier creencia o teoría, que no implique un serio trabajo sobre sí mismos, hay mucha gente que se siente atraída por diversos sistemas espiritualistas, por la fenomenología, el hipnotismo, el yoguismo, el pseudo ocultismo, etc., pero si a esas personas, llenas de falso espiritualismo y orgullo místico las invitamos al trabajo en la muerte de los defectos psicológicos, al trabajo en la transmutación sexual, al sacrificio por la humanidad, le sacan la vuelta al trabajo real en sí mismos.

El trabajo serio en los tres factores de la revolución de la consciencia exige suprema renunciación a los placeres sensuales a través de los cuales se alimenta el yo psicológico, el mí mismo, el sí mismo.

A la gente le gusta vivir con los desperdicios de este mundo decadente e involutivo. Millones de personas marchan resueltas por el camino de los placeres y de la menor resistencia, si queremos transformarnos internamente, necesitamos urgentemente integrar las diversas partes de nuestro ser para hacer que nuestra luz interior brille, y así, convertirnos en un faro de luz que ilumine a las futuras generaciones. Para ello es indispensable hacer grandes sacrificios, pasar por supremas renunciaciones, para sacrificar los deseos del ego.

Si a un árbol le cortamos sus raíces, es claro que el árbol muere. Del mismo modo, si al ego que llevamos dentro, dejamos de satisfacerle sus deseos, sus pasiones, sus placeres. Es claro que languidecerá y morirá. El resorte secreto de cualquier yo, es una forma de deseo. Necesitamos transformar el deseo en voluntad. En el camino de la muerte psicológica, debemos también hacernos conscientes del falso sentimiento del yo. En un momento dado, podemos creer que estamos verdaderamente enamorados, cuando en realidad, es una faceta del yo de la lujuria, de la pasión, la cual nos hace sentir de manera equivocada. Entonces nos confunde; en realidad se trata de un falso sentimiento del yo, una forma de deseo muy sutil que nos engaña y que engaña.

SAN FRANCISCO DE ASÍS EN ORACIÓN, LUDOVICO CARDI CIGOLI, 1613

SAN FRANCISCO DE ASÍS EN ORACIÓN, LUDOVICO CARDI CIGOLI, 1613

Una buena esposa, puede pensar que le tiene respeto a su esposo, cuando en realidad, lo que siente es miedo a una terrible reacción por parte de él. El padre de familia puede creer que es justo con su esposa e hijos, cuando en realidad es un tirano delante de ellos. El yo de la ira se disfraza con la toga del juez, nos creemos nobles, buenas personas, los demás son unos malvados, a los demás les echamos la culpa de nuestros errores.

De esta manera el falso sentimiento del yo, nos impide ver nuestra miseria psicológica, entramos a la gnosis y luego nos salimos de ella vociferando contra el Avatara o contra instructores o compañeros, movidos por los falsos sentimientos del yo del orgullo, del amor propio, de la falsa auto consideración, del engreimiento, de la auto simpatía, de la soberbia, etc., luego resulta que los enemigos de la gnosis, mayormente son los que estuvieron en la misma gnosis, no resistimos en un momento dado que se nos tocara el yo que tanto adoramos.

¿Queremos avanzar en el factor morir?, es indispensable renunciar a toda forma de deseo, a todo falso sentimiento del yo. Debemos aprender a sacrificar el dolor que sentimos cuando algún defecto dentro de nosotros se ha sentido herido, esta es la suprema renunciación. Cualquiera estaría dispuesto a renunciar a una fiesta, a una comida, a la vida social, a la vida mundanal, a comer carne, al mundo material, pero muy raramente podemos encontrar en el mundo a alguien dispuesto a renunciar, a sacrificar el dolor del querido ego. Sacrificar nuestros sufrimientos, es para valientes.

¿Queremos avanzar en el factor nacer? Es claro y definitivo que, para nacer en las dimensiones superiores de la naturaleza, es indispensable el trabajo en la transmutación de nuestras energías creadoras, pero para lograr éxito en este trabajo, es necesaria la renunciación al deseo y placer animal por el desarrollo de la voluntad y el amor consciente, puro y auténtico dentro del matrimonio perfecto, el trabajo en el nacimiento interior, implica renunciación, muerte y resurrección.

Por otra parte, el trabajo en el tercer factor de la revolución de la conciencia, implica, ser capaces de sentir amor por la humanidad, mostrar a nuestros semejantes el mapa dejado por el Avatara Samael Aun Weor, para lograr la liberación e integración de las tres fuerzas de la naturaleza dentro de sí mismos. Con el trabajo en el servicio a la humanidad, negociamos karmas del pasado y de vidas pasadas, pero ello implica también grandes renunciaciones a la vida personal, debemos renunciar a vivir una vida egoísta, banal, para vivir una vida entregada al servicio de nuestros semejantes.

El camino de la gnosis es un sendero de grandes sacrificios y de supremas renunciaciones, es la senda de la muerte desde el punto de vista psicológico. La práctica de cada factor implica grandes renunciaciones y sacrificios, hay un manojo de yoes que tienen que morir, solo con la muerte del ego de instante en instante, de momento en momento, podremos algún día experimentar el agua viva, la iluminación permanente que da la cristalización de las tres fuerzas primarias de la naturaleza dentro de sí mismos.

El mundo es un laberinto de vanas creencias, dogmas y teorías, hay muchas filosofías, escuelas pseudo esotéricas, movimientos espiritualistas, falsos profetas que manipulan la mente de los creyentes, religiones que pregonan tener la verdad, etc. Mas, sin embargo, dicho está por el maestro Samael lo siguiente: “Cualquier proyecto religioso o místico, por grande que éste sea, si no incluye la muerte del yo, está condenado al fracaso”.

En el centro del mítico laberinto griego, se encuentra el hacha de doble filo, el héroe Teseo decapita al minotauro, el ego, con esa hacha que es la gnosis. Necesitamos de la suprema renunciación a toda forma de deseo, dolor y falso sentimiento del ego, para morir en el ara del supremo sacrificio.

Siendo estas mis reflexiones sobre el Paramita Nekkhamma escribió para ustedes.

VIRGILIO CUAUTLE ROLDÁN. INSTRUCTOR DE GNOSIS DE NOCHISTLÁN ZACATECAS MÉXICO. ¡PAZ INVERENCIAL!

IMAGENES: PINTURA: SAN FRANCISCO DE ASÍS EN ÉXTASIS, ANTON VAN DYCK, 1599. SAN FRANCISCO DE ASÍS EN ORACIÓN, LUDOVICO CARDI CIGOLI, 1613

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