El Azafrán
(Crocus sativus)
Tan valioso es el trabajo de una abeja, como lo sería el de un carpintero, o el de un aviador, pues el trabajo es un apostolado y el azafrán es la planta del apostolado. Maravillosa energía e inspiración recibe el ser humano a través de las diferentes poblaciones elementales de la naturaleza. La mente del apóstol está más allá del conflicto de la dualidad, las preferencias, las comparaciones, distractores de la mente; su mente está relacionada con el vacío iluminador, el vacío de la inspiración, de la comprensión y el éxtasis, se relaciona íntimamente con el departamento elemental del azafrán esa es la mente de un arhat.
Flor de Azafrán, en acuarela, imagen de Freepick.
Muchos beneficios se reciben del trabajo laborioso de un apóstol, de su filosofía, su enseñanza y requiere retribuirle agradecimiento. Todas las grandes obras del mundo se deben al apostolado, el azafrán está íntimamente relacionado con los grandes apóstoles del arte, Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci y otros y con los Beethoven, Mozart, Berliotz, Wagner, Bach, porque sus obras son llenas de perfección, sublimes e inspiradoras para el alma. El alma se conmueve al percibir la obra de un apóstol.
El planeta que rige al azafrán es Venus, la estrella del amor; en algunos lugares se acostumbra reunirse en familias para sembrar y cosechar la bella flor del azafrán, su color violeta se ve en los campos; cuando las flores abren sus pétalos, dentro de ellas, tres pistilos rojos parecen relacionarse con las tres fuerzas primarias de la naturaleza y el tres cabalístico de la creación, podría evocar a compartir cualidades y virtudes al servicio de los demás, como los grandes apóstoles del Cristo Jesús.
Los tres pistilos son tomados manual y delicadamente de entre cada flor fresca, llenando de armonía el laborioso trabajo de esas familias. Este y todos los trabajos honrados, por humildes que sean, son inmensamente sagrados, ningún trabajo podría ser menospreciado porque el trabajo, en todas sus formas, está gobernado por las jerarquías cósmicas del azafrán.
Así como toda una familia padece cuando se presenta algún incidente de trabajo, igualmente sucede en las familias de las abejas, cuando alguna de ellas cae herida lejos de la colmena, es una tragedia moral, es un drama para todas las abejas del colmenar. Entonces todo trabajo, siendo honrado es importante y respetable.
Con la ayuda de la magia elemental del azafrán, se puede claramente vislumbrar las cualidades íntimas y personales que a través del amor se pueden entregar a la humanidad. En profunda meditación, es posible comunicarse con el elemental, encontrarlo con su hermosa túnica de color rosa pálido, como lo describe el maestro Samael, y pedirle iluminación para descubrir, comprender y eliminar los elementos, costumbres, ideas mentales, miedos, resentimientos, egoísmos o vicios que impidan realizar el propio trabajo con vocación, arte, amor, belleza y alegría
Bibliografía: Rosa Ígnea.
Francisco Ismael Moreno Luna
IMAGENES: Flor de Azafrán, en acuarela, imagen de Freepick.