La mística de San Francisco de Asís

Imagen: San Francisco de Asís. Francisco Pacheco. 1605-1610.

Una de las características más notables de San Francisco de Asís, fue su profunda compasión por la humanidad y su mística trascendental.

Lo interesante de este maestro iluminado es que nunca deseó poderes, jamás codició tener facultades, sin embargo, se le manifestaron en forma natural, debido a que su principal objetivo era desintegrar sus defectos psicológicos.

Las facultades jinas son algo que deberíamos tener todos en forma natural, así lo han demostrado los grandes maestros iluminados, cuando nos trajeron sus enseñanzas.

La levitación es una de esas funciones naturales que deberían ser parte de la naturaleza del ser humano, así lo demostraron decenas de místicos al paso del tiempo; dándonos con el ejemplo de su vida, la clave para lograrlo; y es el desarrollo de una auténtica devoción a las cosas sagradas, el respeto a la naturaleza y a todas las cosas creadas; así como la mística trascendental demostrada con hechos contundentes y no vana palabrería insubstancial.

Si a estas virtudes, le añadimos la meditación profunda y constante, tendremos todos los elementos necesarios para lograr que, nazcan en nosotros tan anhelada facultad; nada de cosas espectaculares, nada de rayos por los ojos, ni cosas de la noche a la mañana; el desarrollo de las facultades jinas es el resultado de un trabajo incansable durante décadas, sin descanso.

San Francisco de Asís al entrar en profunda meditación, concentración, devoción, espiritualidad, etc., lograba entrar en un estado llamado: éxtasis místico trascendental, conocido en el oriente como Shamadí, en tal estado de arrobamiento místico es posible penetrar en la cuarta dimensión y quedar sometido a sus leyes, como lo es la levitación.

«Obviamente, los santos de los tiempos antiguos levitaban. ¿Quién podría negar que San Francisco de Asís, aquel místico cristiano, levitaba? Muchas veces su discípulo más amado iba a llevarle la comida, y el santo estaba a tal altura del suelo que obviamente el discípulo no podía darle de comer y cuentan las historias que San Francisco de Asís se alejaba entonces por un bosque, y que flotando desaparecía en la dimensión desconocida». (Samael Aun Weor. Conferencia: “Psicología Experimental”).

En la cuarta dimensión existen templos de sabiduría a los cuales podríamos penetrar para aprender las cosas más bellas y trascendentales; San Francisco de Asís adquirió esta facultad y nosotros también lo podemos lograr, si nos lo proponemos. El camino, es conquistar las virtudes que el demostró, recordemos las palabras del maestro Jesús: "Los milagros que yo he hecho los podréis hacer vosotros, y aún más...".

Instructora: María Guadalupe Rodríguez Licea. ICQ Internet.

Imagen: San Francisco de Asís. Francisco Pacheco. 1605-1610.

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