Día 6. Miquiztli (Muerte)

Miquiztli

Los días del mes, al simbolizar el trabajo psicológico que el ser humano debe llevar a cabo para autorrealizarse, indudablemente, en este punto, se refieren a la muerte psicológica que debe realizarse de instante en instante, un trabajo de toda la vida y que debe efectuarse en forma gradual, pues cada circunstancia de la existencia cotidiana nos provee los elementos necesarios para el autoconocimiento y, en consecuencia, la oportunidad de descubrir y comprender los cientos y miles de defectos que tenemos. Es así como este camino puede conducirnos a eliminar lo inhumano y convertirnos en verdaderos seres humanos, en el sentido más completo de la palabra.

Es este día del mes un recordatorio de la necesidad de morir de momento en momento, de que sólo con la muerte de los múltiples defectos psicológicos (deseos, pasiones, gula, envidia, orgullo, etc.) que cargamos en nuestro interior, adviene lo nuevo: las virtudes como la templanza, el equilibrio, la voluntad, serenidad, etc.

Dios regente: Representa la dualidad de la vida y la muerte, la regeneración de la naturaleza. A Miquiztli lo representaban con una calavera usual, el ojo de muerto, redondo, la ceja encima de él y una perforación en la sien. Su regente es Metztli (la Luna) y su deidad es Tecciztécatl (Dios de la Luna).

Posición del día en el Códice Borgia. En las plumas de águila de sus flechas, pues con ellas se da muerte psicológica al yo.

“La doctrina de la aniquilación budhista es fundamental. Necesitamos morir de instante en instante; sólo con la muerte adviene lo nuevo”. (Samael Aun Weor. Doctrina Secreta de Anáhuac. Cap. XIV)