Día 17. Ollin (Terremoto)

Ollin

Ollin es el movimiento, la actividad. Nos indica el trabajo activo y laborioso que debe estar presente en nuestras actividades diarias. La pereza es uno de los obstáculos más graves para poder desarrollarnos internamente, por lo que se requiere de la actividad, del movimiento.

Este signo maravilloso también nos indica la actividad siempre permanente que debe existir en nuestras fuerzas sutiles creadoras, cosas que sólo logramos si aprendemos a sublimar nuestras energías creadoras.

Dios regente: Es el decimoséptimo signo y está relacionado con el movimiento eterno del cosmos. La idea fundamental de este signo se representa como una zona oscura (azul) y otra clara (roja). Son dos superficies oblongas, curvadas y yuxtapuestas de tal manera que se tocan en el vértice y desde ahí se alejan una de la otra, formando cuatro rayos, símbolo de los cuatro puntos cardinales. Suele dibujársele en el centro un disco amarillo. Otros manuscritos muestran en el mismo lugar un ojo, agregándole un rayo colorado y un segmento del jeroglífico chalchihuitl (piedra preciosa verde), integrando así el símbolo del Sol. El verbo olin se usa, sobretodo, con relación al terremoto. Su regente es Xolotl (día de los gemelos y de los deformes) o Nanahuatzin, el Dios del Relámpago, de cabeza canina y el dios sifilítico derivado de él.

Posición del día en el Códice Borgia. En su mandíbula, ya que el verbo crea, pone en movimiento a la creación. Y debe cuidarse de la gula y maledicencia.

“Esta es la misma runa Ollin del México azteca y está esotéricamente relacionada con la famosa runa espina. Ollin en azteca es el signo místico del dios del viento, el señor del Movimiento, Ehecatl.” (Samael Aun Weor. Curso Esotérico de Magia Rúnica. Cap. 48)