Sol de Terremoto

Olin Tonatiuh

Ollin Tonatiuh (Sol de Terremoto), también llamado Nahui Ollin (4 Temblor), debido a que hay cuatro puntos numerales que lo acompañan, de la misma forma que acompaña este numeral a los cuatro soles anteriores. Esta es la quinta época en su Edad Solar; indicando además la siguiente destrucción de la vida humana en el mundo por medio de terremotos, fuego y vapor de agua.

Somos nosotros los hijos el quinto sol, representado por el mismo Tonatiuh. A esta raza se le conoce además con el nombre de raza aria.

“La semilla de nuestra raza aria es nórdica, pero al mezclarse con los sobrevivientes atlantes dio origen a las subrazas del tronco ario. La primera subraza floreció en el Asia Central. La segunda subraza se desenvolvió en la India y todo el sur del Asia. La tercera subraza creó las poderosas civilizaciones de Babilonia, Caldea, Egipto, etc. La cuarta subraza se desarrolló en Grecia, Roma, Italia, etc.” “La quinta subraza es la anglosajona y teutona. Los grandes tratadistas de la antropogénesis moderna tales como H. P. B., Rudolf Steiner, Max Heindel y otros, cometieron el error muy lamentable de suponer que en estos momentos nos hallamos en la quinta sub-raza de la quinta raza raíz, como si nosotros los latino-americanos no existiéramos, como si nosotros también fuéramos anglo-sajones o Teutones, o algo por el estilo. Es absurdo ignorar el fenómeno racial de la América Latina; a todas luces resulta lógico que de la mezcla de los conquistadores españoles con las tribus Indo-Americanas, resultó de hecho y por derecho propio, una nueva sub-raza, la sexta rama del tronco Ario.” “El trabajo de formación de la sexta sub-raza en el territorio Piel Roja, fue mucho más difícil porque los conquistadores Ingleses en vez de mezclarse con los nativos indígenas, los destruyeron, los asesinaron, solo en forma muy insignificante e incipiente se realizó tal mezcla de sangres, por ello la Fraternidad Oculta que gobierna los destinos del mundo se vio en la necesidad de convertir el territorio Norte-Americano en un Crisol de fundición de Razas; En Estados Unidos todas las Razas del mundo se han mezclado para formar la sexta sub-raza con enorme dificultad. La sexta sub-raza en la América Latina, se formó fácilmente y esto es algo que no deben ignorar los tratadistas de la Antropogénesis y del Ocultismo.” “La séptima sub-Raza ARIA todavía no existe, pero existirá y estará formada por los sobrevivientes del Nuevo Gran Cataclismo que muy pronto destruirá a la raza Aria. En aquellos reinos hoy desaparecidos del Asia Central y cuyas ruinas todavía existen en los Himalayas, alrededor del país del Tibet, en aquellos otros países como Gobilandia, Marapleicie, etc. todos ellos situados en el corazón del Asia, existieron las poderosas civilizaciones espirituales de la primera sub-raza aria.” (Samael Aun Weor: Cuerpos Solares).

Decían los nahuas que nosotros somos los hijos del quinto sol y habremos de perecer por el fuego y los terremotos, el final está claramente representado en el calendario, por el número trece, en el cuadro de la parte superior central. Todo planeta tiene siete razas y muere, nuestro planeta tierra se encuentra en estos momentos en el final de la quinta raza. Podríamos decir que a nuestro planeta le faltan “dos razas de vida”, o sea dos ciclos solares, luego la tierra pasará a ser un cadáver, una nueva luna.

En el canto del calendario azteca, se representan los ciclos con el signo del planeta Venus y las razas que continuarán, sexta y séptima, para concluir con el octavo sol o infinito.

A la sexta futura raza o nuevo ciclo solar se le llamará la raza Koradhi, y a la séptima y última raza, no se sabe su nombre, algunos autores le han denominado como una raza de liliputienses.

Al igual que las razas anteriores, la Raza Aria atravesó ya por sus cuatro edades: La de oro, plata, cobre y hierro, en éstos momentos nos encontramos en la última etapa, en la cual se ha olvidado nuevamente el corazón del cielo (los principios espirituales), el materialismo se ha desarrollado a costa del alma y sus virtudes, los intereses egoicos y las guerras son cada vez más palpables; el ser humano ha descuidado su alma para dedicarse más al cuerpo. La degeneración sexual es evidente, el deterioro de la naturaleza ahora es irreparable. Cada día que pasa aumenta la crueldad y maldad entre los hombres. La envidia, la codicia, el odio crecen inevitablemente y la humanidad completa está sumergida en un estado inhumano que es considerado algo natural.

Es por ello que en estos momentos ha iniciado la selección de los habitantes para la futura raza. La semilla será seleccionada de entre aquellos que estén dedicados a trabajar con los tres factores de la revolución de la conciencia: Nacer (trabajo con las energías creadoras), Morir, (desintegración de los agregados psicológicos) y Sacrificio por la humanidad, (entregar el camino de la auto realización a todas las almas anhelantes). La gnosis es la antorcha que se ha encendido para alertar a aquellos que buscan un cambio radical en su existencia.

“Los distintos escenarios en que se ha desenvuelto esta humanidad merecen ser estudiados y tenerlos en cuenta. Cuán maravillosos y sabios son los Soles Nahuas. No solamente contemplan a la raza que fue devorada por los Tigres de la Sapiencia, sino también a los hiperbóreos que fueron arrasados por fuertes huracanes; a los lemures, que perecieron por el sol de lluvia y fuego y grandes terremotos, y a los atlantes que perecieron por las aguas.” “Esos Soles Nahuas van muy lejos, contemplan los movimientos de esa yema de huevo sobre la clara, esos movimientos periódicos de los continentes, que tan pronto se separan como se alejan, que tan pronto producen grandes glaciaciones donde perece toda la vida, como originan nuevas actividades.” “Esos Soles de Anáhuac trabajan a través de los períodos terciario, secundario y primario. Por último se les eleva en los cambios de fuego de cada cincuenta y dos años. Ahora estamos en el quinto de esos cambios, el Quinto Sol. La Doctrina Secreta de Anáhuac contiene tesoros preciosos…” (Samael Aun Weor. Antropología Gnóstica)